Los que aún permanecia incoscientes fueron recobrando el sentido paulatinamente. Primero abrieron los ojos, mas hubo que discurrir un minuto entero hasta que la mirada se fijase en un sitio concreto y dejara de dar vueltas en la estancia. Entonces cerraron la boca, tragaron saliva y comenzaron a respirar ruidosamente, luego comenzaron a moverse lentamente y de manera espasmodica, hasta que finalmente pudieron incorporarse en la silla en la que les habían dejado, sintiendose aturdidos ligeramente.
Estaban en un camarote bastante grande y espacioso, con la capitana que les había derrotado apoyada en la mesa del despacho y otro tipo junto a ella al que no habían visto en la pelea.
Que?... Que ocurre? Don...?
Con un enorme mareo, y un dolor demasiado intenso Thomas comienza a despertar lentamente. Tal vez era mejor quedar dormido para siempre. Su estomago se revuelve, y siente la inevitable... Se gira violentamente y vomita. Todo parece un tanto irreal. Siente voces a su alredeedor. Voces desconocidas. Una mujer parece dar ordenes. Se ve bañado un sangre, en sudor. Es todo demasiado confuso...
Abrí los ojos y sentí que la cabeza se me partía en dos, además de esa sensación de mareo que no me dejaba tranquila y el dolor de la pierna. Miré a mi alrededor encontrándome con mis compañeros, si bien eso era algo bueno, no lo debía ser tanto cuando todos estábamos atados, éramos prisioneros. No resppondí a la mujer pero si pensaba que Frank nos había abandonado y que tarde o temprano tendría que pagar por ello. Me sentí frustrada y muy cansada.
-Con gusto os contaré cuanto queráis, pero creo que lo más correcto sería esperar a que el resto de mis compañeros despertaran -dice, mirando a la capitana. Su antaña altivez, desaparece; dando paso a un tono mucho más cordial, prestado a confidencias.
Jane se fijó en que Wellingon vomitaba y la otra mujer se retorcía en su asiento. Al parecer ya se van despertando todos. Deberiamos empezar como Dios manda. Yo me llamo Jane Taylor, soy la capitana del Saint George, y este que tengo a mi lado es el capitán Edward James. A todos les sonó de sobremanera ese nombre. Un amigo que tiene un problema con vuestro capitán, el señor Van Huurt.
Boon mira a sus compañeros indecisa. No le agradaba estar en una situación como esa.
Yo soy Boon. Dice secamente, no cabía esperar mejores formulas de cortesia en un momento así.
-Yo soy Maddy...
Digo después de un rato de no entender nada. Pero tendrán que torturarme mucho si quieren que hable, después de todo, tampoco es que sepa mucho acerca de lo que íbamos a hacer.
¡Bien! Aprobó mirando al capitán James. Al fin hablais. Me gustaría saber algo sobre vuestro capitán y sobre el rumbo que llevabais.
Luego de un rato Thomas logro recobrarse lo suficiente como para sentarse. Miro a Jane, un tanto desorientado aún. Hizo un gran esfuerzo para ponerse nuevamente ergido.
Thomas Wellintong. A decir verdad no sabemos mucho acerca de los planes de Huurt, solo vagos comentarios...
Trataba de permanecer calmo, pero en su voz se notaba el intenso dolor.
Cualquier cosa nos será de utilidad. Dijo el hombre que había permanecido largo rato en silencio. Rumbo, planes, mapas...
-La verdad es que sabíamos muy poco...-respondo de pronto.-De hecho, me atrevería a decir que casi nada, la existencia de un mapa, quién era el jefe pero no mucho más. Por mí, pueden matarme porque no sé nada más y no estoy mintiendo.
Edward James lanzó una rápida mirada furtiva a la capitana Taylor. ¿Un mapa decis? ¿Acaso, por alguna extraña casualidad, ese mapa estaba impreso en un naipe? Se mesaba la perilla mientras hablaba pausadamente.
-No lo sé, la verdad es que no lo vi...
Me empieza a desesperar la situación.
Will, el nuevo contramaestre entró al camarote a toda prisa, traía malas noticias, un barco se acercaba por detrás de ellos y parecía tratarse de un rápido navio de guerra.
La capitana y su colega salieron rapidamente del camarote para ver de que se trataba, dejando a los prisioneros solos.
-¡Hey. Wellintong! ¿Tienes alguna buena idea?
Me estaba poniendo de muy mal humor, aunque claro, aquello no serviría de mucho. Además, ni pensar en escapar, era un sueño.
La pregunta de Maddy hizo que thomas regresase un poco a la realidad.
No hay mucho por hacer. Solo esperar a ver de que se trata el otro barco. Será tal vez nuestro capitán?
Seguimos??!!
Jane volvió a entrar, esta vez venía corriendo y habló sin rodeos.
El sanguinario pirata conocido como Bill Dosespadas, terror donde los haya. Viene tras nuestro. No sabemos si nos va a atacar o pasara de largo, buscando a vuestro capitán. Su barco es más veloz que el nuestro y es seguro que también más poderoso. Necesito a todos los hombres y mujeres capaces para rechazarlo en caso de que nos ataque. Voy a soltaros. Pero debeis jurar que seríeis fieles al Saint George y su tripulación hasta llegar al próximo puerto, donde quedareis libres. Esto quedaría anulado, claro está, cuando alguno de vosotros traicioné la confianza depositada y acabaria pagandolo con la vida, tras unos cuantos paseos por la quilla. ¿Aceptais el trato?
Thomas se levanta pesadamente. Acepto, pero solo por mi. No tengo nada que ver con las decisiones de los demas. Si alguno se revela es problema suyo. El grupo entero no pagará por el error de solo uno.
Se entereza, todo lo posible despues de estar tantas horas tirada con dolor.
He servido para la Royal Navy por años. Tengo mucha experiencia en combate. En que puesto se me necesita?