Partida Rol por web

Perdonad si os he insultado, a los dos- espero a que llegue el camarero a la mesa con mi comida y bebida. cuando de repente y con voz baja digo -Si, ahora le pregunto cuando llegue.- después de eso me fijo en la nueva persona que ha entrado haciendo esas pregunta, sin quitarle el ojo de encima.
 

-Bien… vamos por partes. Ninguno de los dos ha empezado precisamente con buen pie.- espeto en común al elfo y al recién llegado humano. –Me llamo Samantha Runa, y este es Fulgur mi compañero y protector por gracia de Shelyn.- puso la mano sobre la cabeza del dragón.

Señalo con la otra mano al elfo. –Es una criatura proveniente de los planos divinos de gran poder e inteligencia. No es un animal amaestrado, ni una criatura cualquiera.-

Fulgur alzo la cabeza y asintió a las palabras de Samantha.

-Y yo soy hechicera.- Había odio el termino nacidobrujo mientras la adiestraban en Kyonin, y no le resultaba desconocido. –Pero no soy el ama de Fulgur si es lo que estás pensando, es mi amigo.-

Noto la emoción de gratitud y cariño que emanaba de Fulgur tras terminar de hablar. Lo que la reconforto y dio seguridad. A decir verdad Samantha era una hechicera relativamente mediocre: Era incapaz de usar la mayor parte de los hechizos comunes a otros magos. Pese a ello contaba con una capacidad innata para poder atraer criaturas de otros planos, aunque si lo hacía no podía mantener durante más de unos pocos segundos a Fulgur…

Notando la desazón de Samantha el dragón le dio un lametón a la humana cariñosamente.

Apartando los pensamientos sombríos que le habían llenado la cabeza sin venir a cuento, volvió centrarse en sus interlocutores. -Bien... ¿Y vosotros quienes sois?-

Somos- hago una pausa al ver que he dicho- digo soy Knauss un simple elfo que quiere conocer mundo, y buscando a una persona en concreto.
 

El humano puso una cara confundida por un momento, como desorientado.

-Estoy bastante seguro de que no he insultado a nadie.

Nacidosbrujos... cambiantes y veletas. Y estaba seguro de que tampoco había insinuado nada sobre si era su esclavo y demás: amigos o no, prefería no tener mucho que ver con esa clase de brujerías. Donde moran los dioses no es lugar para los hombres, ni lo es más allá.

-Hamula. De los Shadowrun -se presentó, tentándose uno de los bolsillos de aquella armadura jironeada un par de veces- ¿Así que es un regalo de los dioses? Vaya. Debes de ser una sierva querida -dijo, no sin admiración. Se encogió de hombros con el resto- Y, mmmm, no hace mucho que estoy en la ciudad. No sé mucho de nada. 

Se queda un momento pensativo por lo que le acabas de decir, después reacciona señor Devan debe de ser vos el hombre con más suerte en Almas, para vivir sin trabajar y poder permitirse gastar, lanza una buena carcajada como amigo, después mira tu recipiente vaya ese cuerno está vacío voy a recargarselo señor Devan. Después de desaparecer y aparecer con una jarra de hidromiel, y una bandeja con dos platos de gachas y una cerveza, y dos vinos. Os pone a cada uno la comida y bebidas  en una mesa distinta ya que no sabe el lazo que os une, solo ha visto que entrabáis para saludar a la mujer con su eidolon como si fuese alguna raza digna de ver. El tabernero piensa que podría ser buena ganancia para una feria, mientras se dirige hacia los encapuchados que tras hablar con el tabernero vuelve otra vez a dirigirse a vosotros. Señores perdonad pero los caballeros del fondo os invitan a su mesa a todos dice señalando a todos los presentes.

Poco a poco el local se va llenando del populacho que vive en la ciudad todos los que entran son humanos, normalmente bien aseados buscando esa compañía y charla, y la taberna que parecía hace poco vacía se va llenando.

Mientras a las afueras un pregonero empieza llamar a la gente para alistar a hombres valientes que quieran formar parte de una expedición a Osirion.

Cuando empieza a entrar la gente me levanto y cojo mis cosas, plato y vaso incluido, y me acerco a la mesa a la cual nos han invitado.- Bueno, ¿qué es lo que queréis y quienes sois?- digo mientra suelto el plato y me estiro en una silla para sentarme.

Como supuso en un principio la taberna era el lugar idóneo para encontrar algo de trabajo. –Acércate a escuchar que dice el pregonero de la expedición Fulgur, yo voy a tratar con aquellos señores.- el dragón asintió con convicción a las palabras de Samantha y se escabulló a través de la ventana rumbo al grupo de gente que se agrupaba para escuchar las palabras del hombre.

Samantha por su parte recogió sus aparejos y procedió a mudarse de mesa tras el elfo Knauss… el cual seguía demostrando una falta de modales impropia.  –Saludos… mi nombre es Samantha Runa.- dijo con un suspiro.

Señores perdonad pero los caballeros del fondo os invitan 

¡Hey!

a su mesa a todos

...mierda.

Tras aquel bluff, se acercó a la mesa. Quizá quisieran algo por lo que ganarse unas monedas, después de llamarles a todos ellos. Se iba a perder la pregonada que estaban dando fuera, así que mejor rápido. Se acercó, aún sin sentarse, y habló con los tipos.

-Bueno, ¿cuál es el asunto?

Devan se mostró confundido cuando el viejo Marcus dijo que aquel grupo recién llegado quería algo con él. No tenía idea de quienes eran, pero probablemente fueran unos conocidos de sus padres o algo semejante.

Se acerco a la mesa con una timidez que no era propia de él y se sentó, mirando con curiosidad al resto. Aún tenía el cuerno que el posadero le habia servido.

-¿Buenas tardes...? saludo, sonando más curioso que preocupado Han pedido por mi o Marcus, ¿se equivocó de persona?

Por favor sentaos yo soy Sullivan, este de aquí a mi derecha es Ernest, Zantus que es bastante callado queriendo llegar a una filosofía meditativa sobre los orígenes os sonríe, Bron es quien os puede dar más información sobre nuestra sociedad y por último Truman nació con una rareza en el color de sus ojos y por eso nunca se quita la capucha, no le gusta llamar la atención ni que lo tomen por raro.

Ernes al quitarse la capulla deja ver una piel maquillada de blanco con rayas de color marrón que le dan un extraño aspecto. Os saluda con una inclinación de cabeza.

Zantus os saluda sin quitarse la capucha ni miraros aunque está pendiente de la conversación su mirada y sus pensamientos parecen que están en otro lado.

Muy buenas señores es un placer teneros aquí entre nosotros...También distinguís un cierto tipo de pintura alrededor de sus ojos, pero su aspecto es firme y su capucha no llega a cubrirle el rostro.

Mueve la cabeza a modo de saludo, pero en la oscuridad de su rostro se esconden dos ojos rojizos, es el que posee un extraño bastón.

Como dice Sullivan soy el que más información os puedo facilitar de nuestra sociedad, nuestra sociedad se puede considerar que tiene un régimen monástico pero su finalidad es la armonía de la mente y del cuerpo hasta su perfeccionamiento. Se admiten siempre personas a las que invitamos como aprendices para mejorar su disciplina mental y física. Nuestro Monasterio se llama Perfección Refulgente, es nuestra casa matriz. La localización de nuestro monasterio no es un secreto, se encuentra en la cumbre alejado de este gran centro de población. También tenemos dos monasterios filiales la Abadía de la Luz que Siempre Mana y la Ermita de Precisión Radiante. Hace un breve silencio y os mira mientras que sus brazos apoyados en la mesa están unidos al final por sus manos, dando la sensación de seguridad y de gran facilidad para la comunicación.