Mientras el Sr. Vinacci habla, Paul comienza a tomar algunas notas en un libro de notas que descansa sobre el escritorio, cuando termina de hablar deja los útiles de escritura sobre la mesa de roble y se vuelve a recostar en el butacón. Como nadie responde Paul se decide a hablar:
Sr. Vinacci, sigue usted sin responder a mi pregunta respecto a los negocios "paralelos", por lo que deduzco que no existen tales, no obstante responderé a su pregunta. Mi interés por cualquier negocio relacionado con las antiguedades, sea esta cajita o cualquier otro objeto, esta escrito en el escaparate. Soy anticuario y me gano la vida con ello. Además esta la responsabilidad implícita de que este articulo en cuestión se ha vendido en esta casa y aunque sólo sea por curiosidad de lo que hizo mi abuelo, me despierta el interés profesional.
Paul se detiene un momento para aclarar la voz, cruzando las piernas.
Por otro lado, les vuelvo a repetir que en nada puedo ayudarles, ni a ustedes ni a la Srta. Merryweather, sin tener la oportunidad de estudiar el sarcófago y realizar un trabajo de documentación. Dado que prefiere estudiarla usted dice mirando al fotógrafo estoy en un punto muerto. No dudo del excelente trabajo que hará usted estudiando una antigüedad, pero yo le aconsejaría acudir a un profesional, si quiere obtener resultados.
Dicho esto abre una pequeña caja de latón grabada que esta sobre el escritorio, para sacar tres tarjetas de visita, que ofrece a sus visitantes.
Lindsey escucha atenta el tira y afloja de los dos caballeros, cruzada de piernas y con el bolso apoyado sobre las rodillas mientras le da una calada a su cigarrillo.
Viendo que la situación se estanca sin llegar a nada, y que es Jean Philippe quien le hace una pregunta desconfiada, decide que será mejor intervenir:
Bueno, mis razones para estar donde estoy es obvia, señor Vinacci. Fui alumna del Profesor Merriweather en mis años de Universidad, algo que ya sabe. Además, siempre estuvimos interesado ambos en los mismos campos de la psicología, y me llamó expresamente para este tema. Sin duda, se lo debo.
Bien... - Dice apagando el cenicero y recostándose de nuevo en la silla.
- Parece que al señor Bauberg, por continua referencia, lo que le interesan son esos negocios paralelos que antes mencioné. No vine aquí con un plan de inversiones en antigüedades bajo el brazo caballero... Me refería a que, como bien percibí en su momento, si nuestros asuntos se mezclasen con los de la señorita Merriweather usted estaría dispuesto a colaborar con ambos bandos en caso de conflicto. Como veo que es así podemos dejar ese término de lado, y empezar a hablar de colaboraciones entre los aquí presentes.
Por otro lado, Señor Keys, por lo que parece su inglés no es muy bueno, pero agradecería que nos dirigiese la palabra de vez en cuando. No es grato tener a alguien a quien no conocemos continuamente observándo nuestros movimientos...
Bien, volvamos a lo que estábamos. Realmente no se que importancia tiene esa caja para ustedes, así que dejaré las cosas claras por mi parte.
Lo que me hace estar aquí es el expreso deseo de un viejo amigo al borde de la muerte de advertirle sobre un extraño mal que azota a todos aquellos que entraron en contacto con dicho objeto, algo acerca de un desván y una criatura que quedó allí olvidada. Por lo visto no fue usted quien estuvo en dicho desván con el profesor sino su abuelo, asi que la advertencia, elementalmente, llega tarde. Una excelente historia de terror sin duda - afirma sonriendo sarcásticamente
Por otra parte, ya que ustedes dos han sido tan amables de sincerarse conmigo, solo comunicaros que los estudios que desearía realizar con los objetos son meramente referentes al campo de la fotografía. Querría fotografiar dichos objetos en mi estudio. Es parte de una serie de instantaneas que estoy recopilando para un futuro reportaje. Una vez entregada la advertencia, fotografiados los diferentes objetos, revelado las instantaneas y devueltos los objetos a su propietario no tendrían por que saber más de mí, salvo que quisiera comprar una estatua de Anubis, o acudir a su consulta a tomar un café con usted señorita Marrow...
Paul frunce el entrecejo, con gesto interrogativo.
No le entiendo Sr. Vinacci, de hecho creo que no entiendo nada. Primero habla de negocios, que déspues se tornan en colaboraciones, pero cuando por fín tengo esto claro, dice que una vez concluya su estudio no tendrá que volver a vernos, ¿dónde esta la colaboración?
Paul acompaña esta frase de un encogimiento de hombros
No soy capaz de ver a dónde nos lleva esta conversación y creo que es mejor comenzar desde un pricipio, de forma analítica. Usted tiene una figura con forma de sarcófago que mi abuelo le vendió al padre se la Srta. Merryweather. Por lo que entiendo, la encontarron en un desván junto a un libro y...¿una criatura? y quieren advertirme, a mi abuelo para ser correctos, de la siniestra leyenda que acompaña a la estatuilla. Pero, ¿para que advertirme a mi si yo no la tengo?
El obeso anticuario se pone de pie, dandose impulso sobre los brazos de la butaca.
Creo que esto es de locos. Tal vez lo digira mejor con un taza de té. ¿Puedo ofrecerles una?
Puffffff.........no me entero de na de lo que dicen......¿¿me ha nombrao ahora??.....que caos....deberia aver estudiado mas el idioma antes de venir a este pais..........por ahora asentire con la cabeza hasta que adivina que ocurre.......
Estoy de pie con los brazos cruzados..
¿¿Me ha llamado señor???......jajajajaja
Jean Paul se lleva las manos a la cabeza frotándose la evidente calva al tiempo que murmura
- La verdad que tiene usted razón señor Bauberg, esto es... de locos. Agradecería esa taza de café
Que sean dos - afirma Lindsey con una sonrisa hacia el orondo anticuario.
Paul desaparece en la trastienda cuya entrada que da detrás del escritorio. En breves momentos aparece con una bandeja metálica, cuatro tazas y una tetera humeante.
Lo siento, pero no tengo café, aunque el té es de primera. Importado de la India.
Sirve una taza para cada uno, después de mirar a Keys menea la cabeza y vuelve a la trastienda, trayendo con evidente esfuerzo una silla plegable de madera que coloca para que el poco participativo Sr. Keys se siente.
Cuando Paul se sienta al fin dice
Y bien, ¿por dónde íbamos?
Tu afectada y maltratada mente comienza a llenarse de pensamientos.
¿La caja? ¿una criatura? es exactamente lo que estabas sospechando. Tienen la caja. Quieres verla. La caja te aterra y te atrae al mismo tiempo. Quizás hay portales escondidos que llevan mas allá del entendimiento humano en esa caja. Y tus compañeros han de saber como cerrar esos portales. Evitar que las horrendas criaturas que pueblan tus pesadillas pasen al mundo real.
Una parapsicóloga. Un fotógrafo. Y un experto en antigüedades. Y tienen la caja. Si ellos no te ayudan, nadie lo hará.
¿Te puedo recomendar que te integres un poco más? No quiero meterme en el modo de interpretar el personaje de cada uno, pero creo que la actitud que está tomando Washiskowaho es un poco ilógica. Han aceptado que te unas al grupo. Ahora habrás de intentar ganarte su confianza.
Tu formación como psicóloga científica te dice que claramente Keys muestra rasgos esquizoides, no muy graves de momento, pero irá a más sin el tratamiento adecuado. Mirada perdida y ausente en determinados momentos, habla inconexa e ilógica...
Tu formación como parapsicóloga paracientífica te da mas detalles: recuerdas haber leído en alguna ocasión sobre la afinidad de los esquizofrénicos con lo oculto: su mente es mucho mas sensible y es capaz de percibir muchos detalles que se escapan a los que tienen su salud mental intacta. Y dijo algo de "la caja que le atormentaba", aunque luego rectificó hablando de las pesadillas del profesor. Puede que su obsesión por la misteriosa cajita no sea solo algo normal, sino que realmente su sensible mente haya percibido algo que escapa a nuestros sentidos.
Mi personaje es bastante burdo y poco sociable , es asi con lso que no son de su clase , es de la parte baja de la sociedad y opina que los que no lo son , se aprobechan de ellos .Intentare integrarme ams pero sin traicionar su personalidad..........gracias x el consejo
La continua puntualización de términos exigida por el señor Bauberg empieza a hacer mella en la paciencia del fotógrafo. Se le empieza a ver algo inquieto, incómodo en esta situación.
Té? Sea entonces... - Dice encendiéndose otro cigarro.
Negocios paralelos, colaboraciones simultáneas... Realmente da todo igual señor Bauberg, no sea tan puntilloso. Como ya he dicho, lo único que quiero es hacer una serie de fotografías a dichos objetos sin entorpecer los intereses de la señorita Marrow para con la caja o los negocios que la hija de mi amigo pueda tener con usted. A eso me referia con paralelos, al hecho de poder hacer nuestro trabajo frente a dichas antiguallas sin entorpecernos mutuamente. La advertencia pasa a un segundo plano y, si le parece bien, podemos calificarla de anecdótica.
Mientras los caballeros continúan con su conversación, Lindsey comienza a mirar de reojo a Keys, entrecerrando los párpados incluso. Le mira con cierta intriga, una intriga con la que antes no le había mirado, mientras da caladas largas al cigarrillo.
Cuando no quedan más que los restos de la colilla, apagándolo sobre el cenicero, expulsa el humo hacia el techo, volviéndose a centrar en el anticuario y el fotógrafo.
Señores, creo que no están llegando a nada con todo esto. Usted, señor Vinacci, quiere hacer una fotos, hágalas pues. Y usted, señor Bauberg, quiere hacer negocios con lo que sea, como es lógico. ¿Qué les parece si nos dejamos de tanta palabrería? Hay cosas más importantes que tratar, caballeros - la joven psicóloga gesticula mucho con las manos, como acostumbra - Señor Vinacci, ¿dónde está la caja? Me gustaría verla
De repente, parece que Lindsey tiene un cambio de planes, y unas ganas por mostrar el objeto de madera delante de todos, en ese preciso instante. Mientras tanto, vuelve a echarle un ojo a Keys.
Paul asiente sorprendido ante la inyección de tajente realismo de la Sta. Marrow.
Tiene razón, saque la endiablada caja para que podamos verla dice con una sonrisa.
UUuuuuuuuu.....por fin vere que hay dentro.......¿¿es cosa mia o la señorita me estaba mirando??.......bua eso da =....
Sigo de pie y con los brazos cruzados
Bien.... Aqui esta la susodicha
Vinacci alza el maletín que traía en la mano y lo abre encima de la mesa, sacando de su interior la caja que contiene los objetos mencionados a lo largo de la conversación.
Master, te dejo la descripción de lo que ven el resto dentro de la maleta
Jean Philippe coloca cuidadosamente una caja metálica encima de la mesa, de un tamaño algo inferior al de una caja de zapatos, y la abre con cuidado.
En su interior puede verse un libro fino, un sobre y...
Una cajita, con forma de sarcófago, de un tamaño similar al de un par de cajetillas de cigarrillos. Es de madera y está bellamente decorada con unos jeroglíficos. Tiene un aspecto antigüo pero muy bien conservado.
Sientes un escalofrío al ver la caja. Te parece escuchar unos pequeños golpecitos que provienen de su interior.
Incluso jurarías que has soñado con ella antes. Con una joya en su interior. Una joya mortal y maldita.
Samuel observa el sarcófago con evidente entusiasmo. Apresuradamente saca del primer cajón del escritorio una lupa con marco metálico y mango de marfil, que coloca a escasos quince centímetros de la reliquia.
Me gustaría tirar arqueología, historia (o ambas) para ver que puedo saber de la estatuilla a simple vista.
Esa caja........esa caja.....esa caja......me atra y me repugna al mismo tiempo........abrirla.....quiero abrirla.....que abra dentro......que abra dentro.....quiero saberlo!!!!!!!!!!!!
Mis ojos se ponen como platos al ver la caja y mi mente se colapsa de pensamientos
Abrila .....abrirla......NOOOOO!!!!!....que es lo que me pasa....no debo.....porque abrirla........tengo que ser fuerte........AAAAAAGGGGHHHHHH!!!!
Derrepente mi mente se queda en blanco y desaparece todo......me quedo inmovil , con una cara inexpresiva (pero natural) y mirando fijamente a la caja