Partida Rol por web

El rostro de Lindsey es completamente neutral y no consigues entrever ninguna emoción especial.
Impaciencia y curiosidad en Bauberg
Y Keys... bueno, no sabrías que decir. Miedo tal vez. O ansiedad, o paranoia o esquizofrenia...

Paul extrae un paqueño abrecartas del cajón y se lo tiende al fotógrafo.

¿Como sino íbamos a saber que contiene?, por favor ábralo

Tras haber abierto el sobre Jean Phillipe deposita la nota encima de la mesa para acto seguido sacudir el sobre buscando el origen de ese tintineo...

Caen dos llaves. Y varios folios doblados en 3 partes. Una vez mirados veis un membrete oficial. Supongo que seguís mirando: parece un registro de una propiedad en el Condado de Salem, en un pueblo llamado Ross Corners, a nombre de 6 propietarios, de los que solo os suena el nombre de Rupert Merriweather.

Bauberg estudia por encima el documento del registro de la propiedad, fijandose especialmente en los otros cinco nombres para ver si reconoce alguno, aunque sea de oidas. Para poder leer mejor, enciende una pequeña lámpara eléctrica que contrasta en modernidad con el resto del local.

Me jugaría los incunables que hay en esa estanterías a que esta casa que aparece en el documento tiene un bonito desván...

Dejando los documentos sobre la mesa coge el pequeño libro, abriendo la portada con sumo cuidado procurando no abrir más de lo necesario las tapas y comienza a leer por la primera página.

Los otros 5 nombres son:
Robert Menkin
Harold Copley
Marion Allen
Crawford Harris
Cecil Jones

No te suena ninguno

El libro es un diario, está escrito a mano. Tardarás un buen rato en leerlo, por la apretada caligrafía que tiene.

Acercando la lupa a las páginas del libro, Paul se esfuerza en discernir la apretada escritura.

Esta manuscrito, parece un diario. Deberían comprobar si la letra coincide con la del profesor.Ledvanta la mirada del libro para mirar a Lindsey y le dice: Usted estudión con él, ¿supongo que estará acostumbrada a reconocer su letra después de verla en una pizarra?

Lindsey observa con tranquilidad en la expresión de su rostro - Estas llaves desde luego dan a algo más... algo que debe estar en aquella casa

Al ver que el anticuario comienza a leer, se queda callada de nuevo, dejando que pueda dar más información acerca de todo aquello.

Paul comienza a leer en voz alta.

El libro es un diario de un grupo de estudiantes de la Universidad de Miskatonic, dirigidos por un estudiante de postgrado de nombre Marion Alen. Se hacen llamar La Hermandad Oscura, y dirigidos por Allen planean experimentar con todo aquello que no aparece en los libros de ciencia. En un principio a modo de juego, pero... Allen no parece estar bromeando. Merriweather es el "escriba" del grupo

Paul se cansa a la primera hoja, pues el esfuerzo para comprender la apretada caligarfía de Merriweather es considerable. Un vistazo rápido a todas las hojas escritas.... Un cálculo rápido: necesitaréis unas 4-6 horas pàra leer y comprender todo.

Paul se frota los ojos,

Menuda letra, por Dios, parece la de un médico.

Deja el libro sobre el escritorio.

Creo que si quieren saber más habrá que leer entera esta tortura de papel y por supuesto estudiar el pequeño sarcófago. Además no estaría demás que revisara los inventarios y archivos de la tienda. Los Bauberg siempre hemos sido minuciosos y puede que encuentre alguna referencia.

Tras llevar mirando fijamente los objetos que van depositánse encima de la mesa y las conversaciones que de ellos derivan Philippe decide intervenir.

Bien, solo queda por abrir la caja con forma de sarcófago... Una vez hecho esto caballeros...¿ Que haremos despues? ¿Acaso comenzar una cruzada en pos de una información que de antemano ya se nos ha calificado como peligrosa?

Phillipe se levanta de su asiento y comienza a pasear en círculos por la habitación al tiempo que habla.

Como ya les he dicho, caballeros, me encataría tener la oportunidad de fotografiar estos objetos en mi estudio. Poseo una cámara aquí pero sin duda obtendré mejores instantáneas si las fotografío con un material más especializado. Si les parece bien, estaría encantado de invitarles a cenar en un restaurante cercano y luego tomar un refrigerio en mi estudio. Podríamos tener una agradable charla y yo no tardaría mas de una hora en hacer las fotos deseadas.

¿Que me dicen? Seguro que aquí el chico es capaz de obtener un buen whisky con esos estupendos contactos que dice tener.

Paul sonrie abiertamente, casi afable.

De acuerdo, una buena cena siempre anima y hasta esa hora me dará tiempo a revisar los inventarios de almacén de la tienda.

Yo ya dije que encantada, caballeros

Lindsey deja de mirar a los objetos para dedicarles al anticuario y al fotógrafo una sonrisa cándida.

Tras mirar el reloj Philippe da una sonora palmada.

Bien Keys, señorita Marrow... Si les parece bien podemos dejar al séñor Bauberg trabajar en sus archivos mientras que yo voy a mi estudio a preparar los materiales necesarios para la sesión. Creo que para las cinco de la tarde ya habré terminado así que si les viene bien, podriamos quedar a eso de las cinco y media en el Mario´s un excelente restaurante italiano que hay cerca de mi estudio. Les escribiré la dirección...

Tras anotar la dirección en un par de papeles, Philippe se guarda el bolígrafo en su chaqueta y prosigue hablando.

Por supuesto, si alguien desea acompañarme para no perder tales preciados objetos de vista... Pasaré de camino a por un perrito caliente en el puesto de Max, creanme, no se como lo hace pero sirve los mejores pepinillos de todo Arkham. ¿Le gustan los perritos calientes señorita Marrow?

Yo creo que me dare un vuelta........sobre las 5 estare aqui......
Adios...

Salgo del lugar en completo silencio

Antes de que Keys salga de la puerta Paul se levanta exclamando:

¡Sr. Keys!, me temo que esto estará cerrado a las cinco. hablando muy despacio dice: Hemos quedado en Mario´s a las cinco y media.

Mira al resto de los allí reunidos y se encoje de hombros con una mueca de incertidumbre en la cara.

Siento la equivocacion , pues alli entonces........

Levantándose del asiento, se atusa la falda de loneta procurando que no se creen arrugas.

Me encantan, señor Vinacci. Así que si no le importa, le acompañaré. No tengo nada mejor que hacer en todo el día. Hoy no tenía muchos pacientes que atender - le comenta muy atenta a su falda, hasta que al final le dedica una mirada afable.

Señor Bauberg, nos vemos pues entonces. Keys, hasta luego