Partida Rol por web

Habitación de Alexander Morikawa, Erwin Nietzsche y Luciano Sivori.

Al entrar a a habitación, tres camas altas, a las cuales se sube mediante escaleras de mano, ocupan la espaciosa habitación, además de tres escritorios, armarios, sillones y estanterías.
Una puerta escondida conduce a un lavabo equipado al completo.
Las comodidades de la Academia, se plasman incluso en las habitaciones.

Se adentra en la habitacion observando a su alrededor, no tarda demasiado en percatarse de la presencia de la puerta que oculta el baño y se alegra al ver que sus pertenencias ya estan en su sitio.(Por que supongo que lo estaran...)

Su siguiente paso es comprobar la dureza de las camas. Finalmente se acerca a una que esta en un rincon cerca de una ventana.

Bien parece que esta es la mas confortable, creo que me instalare en esta.

Lukas entró a la habtación y vio que Erwin ya había tomado posesión de una de las camas.

Parece cómoda. Dijo echando una mirada en derredor.

Apoyó cuidadosamente el estuche de su instrumento en el piso y se sentó en uno de los sillones.

Waaah, habéis cogido los mejores sitios ¬¬ -les mira con cara de circumstancias. Aunque de inmediato vuelve a sonreirles- Bueno, es igual, todas las camas se ven cómodas.

Entonces se acerca a sus pertenencias y empieza a organizar sus uniformes y sus cosas hasta que algo le llama la atención. La caja que Lucas acaba e apoyar al suelo. Se acerca lentamente con una sonrisa en la cara y lo examina por encima del hombro. Aunque no puede estarse callado.

Oye Lucas, que instrumento tocas? ^^

Yo todavía no elegí cama. Elige tú, a mi me da francamente lo mismo. Fue la respuesta de Lukas al comentario de Alex.

Este es mi bajo. Le dijo luego a Alex abriendo el estuche y sacando el bajo de él. Aparte del bajo también toco la guitarra, el piano, sintetizadores y me las ingenio con el órgano de tubos, pero todavía me cuesta un poco.

El joven comienza a organizar sus cosas cuando de pronto escucha el repertorio musical de Lukas. Se gira y añade:

-Curioso...Yo toco el violin. -Dice mostrando la funda, aunque por su tono parece mas una anotacion curiosa que algo que le haga ilusion.

Muchos de vosotros tocáis instrumentos... Creo que hay una chica, Yui, que también toca el violín! -exclama Alex, mientras repasa su libreta, ya que su memoria es nula en estos aspectos. Entonces apunta lo que toca Lukas y Erwin.

Yo nunca aprendí a tocar el piano... Y mira que mis padres insistieron e insistieron... -termina Alex poniéndose serio, recordando cosas que quizás no tendría que recordar. Entonces vuelve a ponerse tan alegre como siempre y se va hacia la puerta de la sala común. Bueno chicos, me voy a la sala común. Hasta otra! ^^ Y se va, borrando su sonrisa cuando sale de la habitación.

Piano... espero no oír uno nunca más.

Erwin y Lukas permanecen a solas algunos minutos en silencio...

Ni uno, ni el otro, parecían demasiado dispuestos a hablar... De hecho, más bien parecía que se propusieran no hacerlo...

Después de que ambos acomoden sus cosas, se sumen en un mutuo pacto no-hablador, hasta que, de repente, una leve ráfaga de viento, hace que varias cosas caigan al suelo.. Entre ellas, algunos de los libros de Nietzsche, lo cual a ambos les parece un tanto extraño, puesto que ninguno recordaba haber abierto una puerta o una ventana.. Y, de hecho, ninguna lo está...

Observa como caen sus libros.

Valla...Que suceso tan extraño...

Se acerca a recojer los libros que an caido al suelo y por ultimo señala uno que a acabado mas lejos de los demas cerca de Lukas.

-¿Te importaria pasarme ese libro por favor? -Dice con tono neutro, mientras continua recojiendo los libros.

Lukas alzó una ceja ante el repentino, y aparentemente voluntario, movimiento de los libros.

Espero que eso haya sido porque estaban mal acomodados y no porque el edificio tiene problemas estructurales...

Luego se estiró para alcanzar el libro que le solicitaba su compañero.

Sí, por supuesto. Le dijo mientras lo levantaba del piso y se lo alcanzaba. Supongo que te lo deben preguntar mucho, pero  ¿Eres pariente del filósofo?

Justo en el momento en el que Lukas toma el libro, la habitación oscurece por completo.
Tan sólo es un segundo, pero es lo suficiente para que las pupilas de ambos jóvenes se dilaten y se queden mirando el uno al otro con una expresión bastante... Inusual...

Lo "misterioso" del asunto, es que creían recordar que eran no más de las 10 AM...

El día no oscurece así como así, y menos si no hay tormenta... Y el sol brillaba... O eso creían...

Es un verdadero misterio...

Observa el repentino desvanecimiento de la luz, enarcando una ceja como si tratase de buscar una explicacion a lo que a ocurrido tras lo que por el momento solo encuentra una.

-Me parece que algo a bloqueado la luz desde nuestra ventana..Los pajaros de la zona deven de ser muy grandes. Por cierto, segun me contaba mi abuelo creo que si que tenemos cierto parentesco lejado el filosofo y yo. Aunque creo que no nos parecemos demasiado...

Claro, sí, probablemente fue un pájaro...

Sí, o fue eso o alguien no quiere que se hable de filosofía en los dormitorios.

Tras la falta de luz durante algunos segundos, tanto Erwin como Lukas notan cómo la ventana ahora está abierta...

O quizás, es posible que antes no se hubieran dado cuenta... Sigue siendo un verdadero misterio...

Uno de los libros de Erwin no está en su sitio.. Ese libro tan importante en el que él anotaba cosas...

Lukas, al pasar cerca de su guitarra, se da cuenta de que se ha soltado una de las cuerdas...

Erwin parece palidecer durante unos segundos y pronto empieza a revisar los libros que quedaron en el suelo, asi como por encima de la mesa.

-Un momento.¿No habras visto mi cuaderno negro verdad? Ese en el que estaba apuntando unas cosas antes.....

¿Que catzo? Dijo Lukas en su lengua natal mientras, visiblemente alterado, tomaba el bajo que hasta recién había tenido entre sus manos.

Se sentó en el sillón y se puso a acomodar la cuerda suelta mientras murmuraba cuanta maldición y puteada pudo recordar.

Lo había afinado hoy antes de salir... Porca miseria...

Cuando terminó de poner la cuerda hizo una pausa y suspiró tratando de calmarse.

No, no vi tu cuaderno negro por ningún lado. Supongo que el que lo escondió es también el culpable de  haber soltado la cuerda de mi bajo. Le dijo a su compañero.

Luego abrió un bolsillo interno del estuche del instrumento y sacó un aparatito con un cable, lo enchufó al bajo y se puso a afinar la cuerda.