Partida Rol por web

Kuno se asombra de tal belleza, de esa mirada cuca, de esa sonrisa agradable, de esos labios que insinúan cosas que sólo están en la mente de Kuno, de esos...

¡Argggggg!

Kuno no pudo sofocar el grito mientras levantava las manos y apretaba los puños, y más aún cuando la nueva compañera le entregaba una foto que guardaba con sumo cariño en su kimono. A Kuno se le quedó cara de bobo, ahora tenía una nueva Diosa, pero no se lo pondría fácil, no señor... se puso recto e intentó guardar la compostura, con la mano sujetando el pecho donde estaba puesta la foto, que aún, no había podido ver. Los sudores recorrían su frente.

Tocio leventemente varias veces mientras se tapaba la boca con la mano.

Soy Kuño, digo Kuno. ¿Cual es el nombre de la propietaria de mi corazón?

Antes de que contestara se giró con la velocidad de un rayo y cogio la foto de su pechera y la observó... de pronto se quedó paralizado, con los ojos muy abiertos y la baba golpeando violentamente el cesped.

En ese momento, comenzó a levantarse algo de viento en el lugar.

Las hojas volaban alrededor de Asuka, haciendo que se tenga que sentar y cogerse la falda con ambas manos para evitar que se viera más de lo que se tenga que ver. La pelirroja se sentó en una piedra del jardín, con su carita de buena e inocente, y le sonrió a Kuno.

Me llamo Asuka. Dijo al mismo tiempo que inclino la cabeza hacia un lado y sonrió. Encantada de conocerte, Kuno.

- Eh,... - mira a la recien llegada con aire desconfiado - Yo bien. No preocupar, yo bien. Gracias. - dice mientras hace una reverencia. Despues se aleja mirando con cara rara a Renge sin perderla de vista en ningun momento.

"Aquí todos son muy raros" - piensa para sus adentros.

Y se acerca al grupo para mirar como hablan sus compañeros y aprender algo.

Alex se encamina hacia algún sitio en concreto...

Sólo que él no lo sabe...

Lo cierto es que la oscuridad de los pasillos asusta un poquito... Un poquito de nada...
Más cuando estás solo... Pero bueno... No es de noche... Y eso es bueno... Aún entra algo de luz solar, iluminando el sitio...

De repente, tras algunos minutos de andar, unas campanadas suenan "dong, dong, dong, dong, dong, dong"...

El reloj de la Academia acaba de dar las seis... Y eso quiere decir que aún quedan tres horas para la cena...
Bueno... Algo era algo...
El joven rubio, pronto llegó a una salida...
Y se habría sorprendido mucho, puesto que no tenía ni idea de dónde estaba, de no haber visto allí, en ese parque grande, y realmente precioso, a Kuno, Ayu, Renshi, Asuka y Sirius, además de unos cuantos alumnos más de cursos superiores...
Entre ellos, Renge, la joven prefecta de Segundo... Seguro que Fye también andaba por ahí...

Mientras los jóvenes montaban corro entre ellos, unas campanadas resonaron por toda la Academia "dong, dong, dong, dong, dong, dong..."

Acababan de tocar las seis, lo cual quería decir que aún faltaban tres horas para la cena, y que ese tiempo lo disponían para hacer lo que quisiesen...

Renge, la joven prefecta de segundo miró a Renshi entrecerrando los ojos, estaba claro que le había parecido algo antisocial, encima que su labor era ayudar... Pero bueno, ya se las apañaría cuando tuviera dudas con otro...
Airada, volvió con sus compañeros de clase, los cuales parecían tan animados como ella...
Estaba claro que los de segundo sabían pasárselo bien... Además... Tenían una gran ventaja: sabían dónde quedaba cada cosa en la Academia...

Al poco de que sonaran las campanadas, una figura bajita y rubia apareció por allí:

Alexander Morikawa, del B, había llegado allí por algún extraño capricho del Destino... o de la máster... Todo puede ser...

Tras haberse perdido por la escuela, Alex llegó al exterior y vio, a lo lejos sus compañeros. Tras pasarse un buen rato fijándose en todo, sabiendo que minutos más tarde no sabría que había pasado por allí, Alex se dirigió hacia sus compañeros y los saludó.

Hola! -les saluda con una sonrisa alegre, como de costumbre,aunque no dice nada más y se queda allí plantado, esperando ver de que hablaban sus compañeros.

Kuno se recompuso como pudo, guardó la foto como si fuera de su abuelo y saludó como si la acabase de conocer a Asuka.

Encantado de conocerte, Asuka. En cuanto a la cita de esta noche...

Con la velocidad caracteríctica de Kuno, arrebató el ramo de flores negras de la mano de Ayu que estaba intentando darselo a Asuka sin mucho éxito e intentando disimular lo mejor que pudo, se arrodillo al lado de Asuka y se lo entregó mientras miraba hacia abajo y su derecha, avergonzado.

¡Esto te lo he traido para tí!

Asuka mira las rosas negras asombrada y las coge con sus dos manos, apretándolas contra su pecho mientras comienza a girar sobre si misma.

¡Que monooooooooooooooooooooo! ¡Me encantan las flores! Grito mientras sigo girando.

Después, me detengo justo frente a Kuno y sonrio.

¿Una cita? ¿Hoy? ¿¿HOY?? Lo siento, cielo. Digo a Kuno mientras le cojo una mano con la mia. Tengo que acomodar mis cosas en la habitación y son muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchas.

Mmmm.

Ha llegado Mori.

Me acerco a él y le coloco una mano sobre la cabeza mientras le revuelvo los cabellos.

Hola.

Renshi sale al patio y se acerca al grupo de Sirius y de Mori.

Segundo intento, piensa

- Hola

Jum.

Otro nuevo.

¿Cuantos más?

Hola. Le digo sin sonreir. Soy Sirius.

- Renshi Takei. Soy... amerrricano... Tu ser de mi clase. No parecer que tea... profesor ser un poco ... no saber como decir.

Chasquea los dedos de la mano derecha, tratando de recordar la palabra.

- No recordar. Entonces se gira hacia Mori, y dice:

- ¿Y tu ser?

Kuno se levanto de un salto.

Si, cierto, una señorita de tu belleza tiene que tener muchas cosas en su equipaje. De eso no hay duda.

Mientras se rasca la cabeza pasan por su cabeza diferentes escenas de él ayudando con el equipaje a Asuka, poníendolo todo en su sitio, su ropa, sus libros, su... ¡colección entera de cromos de I.M.O.! La nueva sensación en ánime en Japón... A Kuno le tiemblan las manos y le suda la frente....

Si, aquella muchacha tenía que ser una seguida de I.M.O. y él tenía que ver aquella colección de cromos.

Si quieres, yo te puedo ayudar a colocar todo en su sitio.

Alex...ander... -responde el chico, con los ojos cerrados, como si ronronease, mientras se deja llevar por el masaje de Sirius- Guau, me voy a quedar dormido si sigues así! Encantado, Sirius! -le dice a Reiki mientras se saca la mano que le alborotaba el pelo y la coge a modo de saludo. Entonces se gira hacia el americano- Soy Alexander Morikawa, pero llámame Alex. Encantado! De que clase sois los dos? -les pregunta tras esbozar una sonrisa inocente.

Hum... a mi me encantaría tener un hombre fuerte que me ayude, cielo, pero...

Asuka piensa un poco, poniéndose el dedo en la barbilla y dando golpecitos con el.

No creo que dejen entrar chicos a los cuartos de las chicas, ¿no crees, precioso?

En ese momento, una joven vestida de forma tradicional japonesa, entra en escena...

Su mirada es seria, y señala a Ayu, y a Kuno, a la par que dice:

-No habéis cumplido con vuestra palabra... Habíais prometido acudir al dojo...

¡Uyyyyyyyyyyyy! ¿Qué es eso? ¿Que es eso? ¿QUE ES ESO? Digo mientras miro a la nueva chica que acaba de llegar.

Comienzo a saltar de un lado a otro de la chica que acaba de aparecer, dándo toquecitos a su espada de madera con la mano.

¡Como molaaaaaaaaaaaaaa~~~~~! ¡Yo quiero una de esas! Grito cogiéndome las manos por delante y balanceando mi cuerpo de un lado a otro.

¿Tu también estás en ese club, Kuno-guapo?

Kuno entrecerró el ceño, pensativo. Era verdad, seguro que no dejaban entrar a los chicos en las habitaciones de las chicas. ¡¡¡Que injusto era el instituto!!! Gritó para sí mientras levantaba el puño y lo apretaba con fuerza.

De pronto, vio aparecer a alguien en escena, que intentó recordar, pero que no recordaba, y le estaba recordando que habían quedado en ir al Dojo... Kuno se puso pensativo, mirando al cielo y con su mano en su barbilla...

¡Cierto! Pero no he podido asistír y he de decir en mi defensa, que todo el mundo se ha puesto en mi contra para que no llegase al Dojo. ¿Me enseñarás el camino? ¡Esto es una mierda! ¡Es muy grande!

Mientras hablaba, veía a Asuka recorrer a aquella compañera de manera divetida y tocando todo lo que se ponía en su camino, hasta que le preguntó sobre su asistencia a Kuno.

Si. Yo también estoy apuntado al Dojo. Soy el invencible. Por ahora, nadie me ha ganado en combate limpio.

Al ver a la líder del club de Kendo, Alex se queda con cara de pasmado unos segundos. Al tiempo que Asuka pega un salto emocionada, Alex apunta con su dedo índice a la japonesa y flipa tanto como Asuka. UOOOOOOOOOOOOOOH! Ò.Ó Como molas! -exclama sin poder decir nada más. Clava su mirada en la hábil samurai (según él) y se queda pasmado un buen rato. Por un instante pasa por su cabeza el apuntarse al club de Kendo, y allí se queda la idea. La espada que lleva Motoko es casi tan grande como Alex, así que desecha la idea.

Pero Motoko mola, y si los del club hacen alguna exhibición no dudará en colarse.

Motoko, tras aguardar pacientemente a que dieran alguna excusa inexistente, acaba por alzar una ceja, y señala, primero a Kuno, luego a Ayu, y luego, tras dudarlo, a Asuka:

-Tú, tú... y tú... Seguidme...-Les mira con la dureza digna de una chica realmente disciplinada y tradicional, versada en las artes del kendo, como ella...

Les mira levemente, sin aguardar a que le sigan, mas, esperando firmemente a que lo hagan...

-Hoy os explicaré un par de cosas...