Partida Rol por web

El monstruo sin nombre

Escena 1: Con botones en los ojos

Cargando editor
28/03/2009, 20:31
Director

Fragmento de una antigua leyenda

Erase una vez que se era, en un país extranjero, donde vivía un monstruo horrible que no tenía ningún nombre, a pesar de que cada persona lo llamaba de una manera, la única referencia que tenían era que su hambre de carne debía de ser saciada una vez cada mes, dejando a los demás en paz. Intentaron enviar caballeros en briosos corceles o magos de extraños poderes, pero la oscura criatura derrotaba a cualquiera de ellos sin dificultad, haciendo que las poblaciones les pesara cada uno de esos intentos. Pronto se invento un sistema para elegir quien sería la siguiente víctima, sobretodo personas enfermas o ancianos, evidentemente estaba amañado, pero nadie decía nada suspirando con alivio cuando era otro el que desaparecia en el  bosque para no volver jamás. Pero un niño con una madre muy enferma, decidió robar su voto, para que fuera él en vez de su madre la elegida. Por supuesto, cuando se supo el voto muchas voces hablaron en contra, pero el orondo alcalde, solo pudo suspirar y dejar que el  niño tras despedirse de su madre, fuera al bosque aceptando su destino…

 

Es un dia triste, que llueva con fuerza para reforzar el ambiente, mientras que todos vosotros acompañados de vuestros padres y hermanos os dirigis a la gran iglesia del pueblo, una vetusto edificio, que ha sobrevivido a varias despoblaciones y varias guerras, imponiendo sobre el horizonte, siendo golpeado por el agua sin misericordia. Como si fuera su fachada vuestros rostros, pues dais el último adiós a una buena amiga, o prima en el caso de Erika y Oscar, que son acompañados por su tata, la sirvienta que les cuida mientras sus padres trabajan, que es casi siempre.

Pasais por el gran portal, donde os esperan decenas de bancos de madera enormes e incomodos, mientras las miradas de santos con sus frios ojos de cristal parecen seguir vuestros movimientos, os sentais alejados, cada cual con su dolor, en medio al fondo el pequeño ataúd que contiene el cuerpecito de Sonia…

Mady acompañada de su hermano se sienta en uno de los bancos del fondo, apoyada en su hombro , con sus ojos rojos por las lagrimas. Echaba miradas al fondo, como pensando en que haría si llegara a verla por última vez. Recordaba cuando fue la primera vez que la conocía, hacia unos años, cuando estaba leyendo uno de sus libros de cuentos de las mil y una noches para niños. Sonia viéndote retraida, intento acercarse a ti, y no fue hasta que empezasteis hablando sobre los cuentos que os gustaban, cuando empezastes a hacerte amiga de ella, todavía recuerdas su sonrisa amable, y su entrañable forma de cerrar los ojos…

Pedrito se aprieta con fuerza en las faldas de su madre, su papa esta de servicio, de todas maneras no le gustaría ver como su hijo lloraba como una niña, eso estaba seguro, se acordaba de las muchas veces que le había regañado por dejar que los abusones le atormetaran. Ultimamente no lo hacían pues tenía a Sonia, que era una chica muy fuerte, se acordaba cuando vio que le hacían eso los matones, y se lanzo a darles de patadas y puñetazos… Todos salieron corriendo, Sonia era muy valiente y le gustaba mucho… ahora no podría decírselo nunca más.

Alex esta acompañada de su madre, que mira un poco turbada el estar con tanta gente, pero la pequeña esta sola en su dolor, recuerda cuando el perro del ogro casi se la merienda y Sonia se metio en medio para que no le mordiera más... llevandose un mordisco ella misma. Y eso que apenas la conocía solamente de ser vecinas...

Georgie esta junto con sus dos amigos, los dos pequeños hermanos Erika y Oscar, que ahora mismo no pueden dejar de estarse quietos, pero por primera vez no por sus diabluras, sino por las lagrimas en los ojos y el llanto que se les anuda en la garganta, solo podeis recordar como los tres tuvisteis que huir de la furgoneta del viejo por haberos chivado de lo que os hizo su perro... Después lo metieron en un siquiatrico, pero ahi estaba Sonia para dar la cara por vosotros, incluso se puso en medio de la furgoneta, para que tuviera que parar...

Cuando os toca despediros, vais todos juntos de la mano... Como un simbolo de vuestra amistad. En realidad es más por el miedo de lo que podais encontrar, cuando veis unos botones negros enormes en los ojos de Sonia no podeis más que dar un grito angustiado...

Notas de juego

 

 

Cargando editor
30/03/2009, 13:22
Director

Os despertais  entre sudores frios, es el tercer dia que Sonia anda desaparecida... desde que visteis algo raro en la biblioteca. Una sombra abultada con garras enormes y solo dos botones por ojos... Salis de vuestras casas todavia con el escalofrio y os reunis en la calle, todavia tiritando. Todos habeis tenido la misma pesadilla. Una pesadilla que habeis visto que era muy real.

Cargando editor
30/03/2009, 17:48
Pedrito

No puedo creerme lo que ha pasado, me siento vacio, triste y con el corazón roto, noto como un ahogo, me falta el aire . Me agarro con fuerza a mi madre, lo único real en aquel sitio, eso y el frió y duro banco de madera que s eme clava en el culo. Mi madre me abraza y me besa en la frente, y no me riñe por ver como lloro, si estuviera papa aquí, me diría que soy una niña por llorar así, eso es por que no la conocía, Sonia era especial, era mi muy mejor amiga. Antes de que ella apareciera los chicos se metían conmigo, recuerdo ese dia que me estaban pegando y que yo estaba en el suelo llorando y sangrando por la nariz, Sonía apareció, como uno de esos caballeros de los cuentos, y me salvó, apartir de entonces fuimos amigos, con ella comparto todos mis secretos, incluso mas que con mi prima Alex. Creo que desde aquel momento empezó a gustarme y ahora…. Ahora no podre volver a verla nunca mas. Noto el sabor salado y amargo de mis lagrimas, la visión borrosa de mi prima y de los demás, que están tan afectados como yo, mientras las palabras vacias del cura, no consiguen consolarme .

Me levanto y por un segundo parece que mis piernas no van a responderme. Agarro con fuerza la mano de  Alex y de Oscar, dándome asi la fuerza necesaria para poder acercarme a ver por última vez a Sonia. Nos acercamos a esa fría caja de madera, estoy muy nervioso, y creo que  no voy a poder mirar dentro, pero se lo debo. Quiero verla por última vez, cual es mi sorpresa cuando veo su cuerpo blanco y en lugar de sus bonitos ojos veo dos botones de color negro y enormes, y entonces no puedo soportarlo mas y un grito desgarrador se escapa de mi.

Me despierto en mi cama, todavía es de noche, y estoy tiritando de miedo, tardo unos segundos en reaccionar y entonces recuerdo que hace tres días que Sonia ha desaparecido. Intento dormirme otra vez, pero los recuerdos de la pesadilla aún están vivos en mi memoria. Por la mañana salgo a ver a mis amigos, aún tiemblo ante la idea de la perdida de Sonia

Cargando editor
31/03/2009, 01:06
Alex

Una pesadilla mas irrumpe mis sueños nocturnos mas esta vez es muy distinta. Sonia estaba muerta... mi madre me arrastraba a una iglesia para verla muerta. Todo el mundo estaba triste como el resto de los niños. Sentia angustia y ganas de salir corriendo. Sonia estaba en una caja de madera.. muy pequeña... muy extrecha... tanto que afectaba a mi claustrofobia.

Mi madre lloraba como siempre, parece que es lo unico que sabe hacer, ella es muy debil y como siempre me toca a mi ser la fuerte... quiero llorar pero no lo hago, llorar es de debiles. Miro a las imagenes, trozos de madera que la gente adora esperando que le salven de todo mal ¿Pero donde estaban cuando Sonia les necesito?

Siento rabia, odio y dolor cuando me uno al resto de los niños para ofrecerle un ultimo adios. Mi corazon se acelera con cada paso... la caja es mas pequeña vista desde cerca, parece que se extrecha sobre su pequeño cuerpo. Cierro los ojos sin querer mirar dentro pero mis compañeros gritan y reacciono abriendolos de par en para para ver esos horribles botones.

Despierto gritando en mitad de la noche empapada en sudor... como siempre estoy sola. Mi madre es camarera y trabaja hasta muy muy muy tarde. Me acurruco en una esquina de la cama, abrazada a mis piernas, repitiendome a mi misma que solo era un sueño y nada fue real...pero no funciona.

Las horas pasan y escucho las llaves en la puerta. La voz de mi madre me reconforta y me siento tentada a salir corriendo hacia ella pero me detengo en la puerta. No ha venido sola, un hombre esta con ella. Es un compañero de trabajo un "amigo" seguramente otro hombre malo que terminara haciendola daño.

Me meto en la cama enfadada por que mi madre nunca aprende y me tapo hasta las orejas haciendome la dormida por si entra.

Despierto horas mas tarde, es por la mañana y me alegro que la noche se pasara. El nuevo dia me trae la determinacion de encontrar a Sonia este donde este, me visto, tomo una manzana del frutero y me marcho a buscar a mis amigos sin decirle una palabra a mi madre. Sigo enfadada con ella. 

Cargando editor
31/03/2009, 02:08
Mady

-No puedo perdeerte...

Fue lo primero que pensé cuando me desperté, cubierta de sudor, en mi cama. ¿Qué pasaría si empezara a perder a todos los que me rodeaban? El miedo se juntaba en mi cabeza. Tuve que encender la luz de la mesita y mirar a todos los rincones para asegurarme de que nada estaba en mi pieza, nada más que mis juguetes y el papel tapiz de color rosa pálido. No había nada. Pero el sueño... el sueño aún se quedaba en mi cabeza como un juguete que no quiere entrar a su cajón.

Me levanté, fui hasta el baño y tomé un poco de agua. También me enjuague la cara. Luego, me puse a dibujar mi sueño. Era tan real, quería recordarlo. Tenía que contarle a los chicos mañana. Me daban escalofríos al hacerlo pero me sentía obligada. Algunas lágrimas rodaron por mis mejillas al pensar en tanto dolor.

-Sonia, ¿dónde estás? -dije y me largué a llorar.

Cargando editor
01/04/2009, 04:27
Oscar

No puedo creer que esto esté sucediendo. Veo a mi hermana llorar a mi lado y no entiendo nada. Mis lágrimas caen por mis mejillas mientras que observo una caja en el centro de la iglesia. Hace mucho que no venía a la iglesia... pero esa caja allí en el medio...

La gente se acerca a la caja y se agacha, dándole un beso a la persona que está allí. Es Sonia, me dice mi hermana. El señor de negro ha dicho algunas palabras que casi no he entendido, pero no sé que pasa. ¿Por qué todos lloran? ¿Qué es morir?

Tiro de la ropa de mi hermana y la miro a los ojos, esos vidriosos ojos que no paran de llorar.

¿Yo también me voy a dormir en esa caja? Le pregunto abriendo grande la boca. No quiero dormir en esa caja, Eri... no quiero. Quiero ir contigo a mi cuarto y así poder sonreir un poco más.

Mi hermana me responde que ahora Sonia está con los ángeles en el cielo y en ese momento, me coge de la mano y lentamente nos acercamos al cajón donde duerme Sonia.

Erika me dice que Sonia está con los ángeles en el cielo... pero eso no es cierto. Sonia no está con los ángeles en el cielo por que las niñas malas no van al cielo. Las niñas malas van a otro sitio. Por lo menos eso era lo que me contaba mi abuela antes de morir entre toses.

Mi abuela olia raro, pero siempre he contaba historias... historias que le habían pasado a ella o a una amiga o a un familiar. Mi madre y mi padre siempre decían que esas historias no eran para mí, para un niño, pero a mi me gustaban. Era como mirar los dibujitos por la tele, pero en vez de voces chillonas, la áspera voz de mi abuela era la que hablaba.

Llego a su lado junto con mi hermana y la miro... tan blanca... tan buena... Mi mano toca su hombro... Despierta, prima, despierta. Quiero reirme contigo. Quiero jugar un rato más.

Mi cabeza se gira hacia mi hermana.

¿Por qué no quiere jugar más conmigo, Eri? ¿Está enfadada?

Vuelvo a mirarla...

...

Me despierto sobresaltado en la cama, todo mojado, cubierto de sudor. ¿Qué es lo que ha pasado?

Sonia...

Hace tres días que no juego con ella...

¿Dónde estás primita? Digo susurrando mientras me siento en la cama.

Cargando editor
01/04/2009, 22:00
Erika

Se despierta a mitad de la noche, sudando y respirando agitadamente... ¿Había gritado? No llegaba a recordarlo. Se sienta en la cama, aún tapada con las mantas, y las tira hacia atrás, pegándoles un par de patadas para comprimirlas a los pies de la cama, donde ya no puedan darle más calor. Pero... no hacia tanto calor, ¿verdad?

Se asoma debajo de la cama, para asegurarse una vez más de que el monstruo que vive allí se ha ido de vacaciones al "Caribe", cómo decía su tata. Pero estaba tan oscuro ahí abajo... ni siquiera la lamparita que tenía encendida junto a su cama consigue que algo de luz se cuele en ese negro rincón.

Pero tenía sed. Y ¿Qué tonterías? Era la hermana mayor y no tenía que tener miedo ni de monstruos ni de ratas ni de cucarachas. Bueno, a las ratas un poco sí... todo el mundo gritaba al verlas en las películas y había leído que se podían comer a las personas. Las ratas sí daban miedo, pero la oscuridad no.

Decidida, se pone en pie y sale descalza de la habitación hacia el cuarto de Oscar. Se asoma por la puerta y al ver que sigue dormido la cierra de nuevo sin hacer ruido. Era algo que hacía cada noche. Sobretodo desde que Sonia no estaba. Oscar hacía preguntas todo el rato y ni siquiera ella sabía como contestarlas. Que estaba preocupada, eso le habían dicho. Ahora sabía como se sentían los adultos. Ella sólo estaba "preocupada por Oscar", según palabras de la tata, pero los adultos se tenían que preocupar de los hijos, las mujeres, los maridos, el trabajo, el coche, y sobretodo del "findemes". Algún día sabría qué era eso, pero esperaba que fuera dentro de mucho mucho tiempo.

Camina hacia la cocina con cuidado, intentando no despertar a nadie y sin miedo a lo que pueda haber en los rincones oscuros de su casa. Total, la conocía como la palma de su mano y sabía que allí no podían entrar las ratas.

Una vez en la cocina, coge un vaso del fregadero y le echa agua del grifo, de puntillas para llegar al grifo. Una vez lleno (y rebosando el agua...) se lleva el vaso a los labios con ambas manos y empieza a beber sin descanso. Tenía mucha sed. Tanta que se precipita y termina por llenarse todo el pijama de agua. Bueno, así estará más fresquita. Deja el vaso en el fregadero de nuevo y vuelve a encaminarse hacia la habitación, pensando...

Sonia... hace 3 dias que no sale a jugar cuando vamos a buscarla. Los grandes dicen que ha "desparido"... ¿Qué quieren decir?... Un momento... Sonia... el sueño... Se lleva las manos a la boca, recordando el sueño que la ha despertado. ¿Desparido es... morido? Niega con la cabeza y recorre el último tramo de pasillo corriendo, cerrando la puerta tras de si y tumbándose en la cama, rescatando de nuevo las mantas para taparse hasta la nariz. Y cuando alguien está morido... ¿quién le quita los ojos?

Cargando editor
02/04/2009, 01:50
Georgie

Me encuentro al lado de Erika y Oscar, les veo llorando y no puedo evitar que alguna lágrima corra por mi mejilla. Mi mamá me ha dicho que no llore, que Sonia ahora está con los angelitos. Pero no puedo evitar el recordar sus risas, lo valiente y atrevida que siempre ha sido, miro a los dos hermanos... Están tan desconsolados....

Dicen que vayamos a verla, que nos acerquemos a esa cajita y le demos el último adiós. Nos levantamos y cogidos de las manos nos acercamos...

NOOOOOOOO!!! Grito en medio de la noche. Abro los ojos, dándome cuenta que me encuentro en mi cama. Todo ha sido un sueño. Siento mis mejillas húmedas por las lágrimas vertidas en sueños. Me siento en la cama y alargo la mano al interruptor y enciendo la luz. Con un suspiro compruebo que todo está bien, no veo nada raro. Pero qué ha pasado con Sonia? Por qué hace días que no la vemos? Vuelvo a estirarme en la cama y cierro los ojos, consigo dormirme esta vez con la luz encendida. Sé que si la apago volveré a ver esos ojos...

Ya es por la mañana. Abro los ojos y  me doy cuenta que la luz está encendida. Extrañada alargo la mano para apagarla y entonces los recuerdos de la noche acuden a mi mente. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Me levanto y hago mis quehaceres rápidamente para poder reunirme con la pandilla.

Me pongo los patines y salgo a toda velocidad de casa, me dirijo hacia el parque esperando poder ver a los demás...

Cargando editor
03/04/2009, 19:01
Director

Os encontrais todos en el parque dispuestos a otro nuevo dia de colegio, el dia esta bastante oscuro y se notan algunas gotillas, seguramente cuando volvais os pongais tibios de agua. Más niños se ven o se oyen con su andar algo pesado y sus conversaciones del estilo"hoy no he dormido mucho", "mi mama cada vez me levanta más temprano", "mierda, me he olvidado de los deberes, ¿Me los prestas?" Pronto todos os poneis en camino, unos 10 minutos hasta llegar al viejo colegio que ha pasado durante 40 años las incertidumbres de otras epocas y a albergado a los padres de algunos de vosotros. Pasais por la portada del viejo, que os lanzo a su perro hace unos meses, ahora esta cerrada a cal y canto... Muchas cosas han pasado en tan poco tiempo. Por ejemplo la desaparición de Sonia, que os parece lo más extraño del mundo, estaba cogiendo un libro en la biblioteca del colegio para no volver a salir...

Pronto llegais a la puerta del colegio, tarde por supuesto, viendo como las dos colas para entrar, están desapareciendo rapidamente, como si el colegio fuera un monstruo que devorara con apetito su alimento. La conserje una mujer mayor, gorda y muy antipatica os mira con sorna:- Tarde como siempre... venga a dentro- Os cierran las puertas y notais una sensación extraña.  Mady pega un grito... cuando ve una extraña figura enorme mirando desde una de las ventanas...

Cargando editor
05/04/2009, 20:46
Mady

Al otro día el recuerdo del sueño me pesaba, hacía díficil el caminar. Cuando ví el colegio, un nudo se me hizo en el estómago; en el día de hoy parecía un horrible monstruo al que íbamos a entrar, una cosa que nos comería despacito. Sobre todo fue espantoso pasar por delante de las puertas del viejo ogro ese. Esa fue la última vez que estuvimos con Sona. Saqué un pañuelo amarillo de mi pantalón y me sequé una lágrima que quería salir, pese a que yo ya no quería llorar. Esperaba la hora del recreo, quería compartir con mis compañeros lo que me pasaba. No sé, no me lo quería guardar solo para mí. Eran mis amigos, ellos entenderían. Ellos sabían que las cosas raras viven entre nuestro mundo y el otro, no como los adultos que no ven más allá de lo que quieren ver.

Entonces ví una sombra oscura, y fue más fuerte que yo:

-¡Aaaaaah!!! -el grito salió sin pensarlo. Reaccioné ante el miedo, sin poder callar y simplemente pegué un alarido.

Cargando editor
05/04/2009, 21:36
Alex

Solo tienen miedo los cobardes... y yo habia pasado bastante la noche anterior. No soportaba la sensacion de sentirme desvalida asi que tome la decision de enfrentarme a todo. Encontraria a niña perdida y todos volveriamos a jugar juntos.

El coleguio nunca me habia gustado, esa mañana aun menos. Apreto los puños y cruzo la verja.

- Tarde como siempre.- Gruñe la portera

- Si llegaramos pronto le privariamos del placer de regañarnos.- Dijo sin dejarme acobardar cuando escucho el grito Mady e instintivamente dirijo mis ojos acia el mismo lugar que ella.

Cargando editor
11/04/2009, 19:32
Oscar

Eri... Digo mientas le tiro de la manga a mi hermana, al mismo tiempo que nos acercamos al colegio y nos encontramos con nuestros amigos.

¿Por qué siempre llegamos tarde? Continúo mientras le sonrio y escucho los gritos de la conserje.

En ese momento, Mady grita con fuerza y eso hace que me gire y abrace con fuerza la cintura de mi hermana, quedándo escondido en su espalda.

¿Qué pasa?

Cargando editor
14/04/2009, 12:26
Erika

Erika se encoge de hombros a la pregunta de Oscar, y totalmente en serio y con naturalidad responde, como si fuera la cosa más obvia del mundo.

Nosotros no llegamos tarde, son los demás que llegan antes y la "Yaya" de la puerta que la cierra antes de tiempo para castigarnos y regañar... -En ese momento, Maddy pega un grito y Erika gira la cara para mirarla primero a ella y luego seguir su mirada hasta la ventana- ...nos.

¿Qué has visto, Maddy? Pregunta sin temblar ni un poquito, poniendo los brazos en jarras para proteger mejor a Oscar. No sería... una rata, ¿verdad? Pregunta ahora sí con un extraño temblor en la voz.

Cargando editor
15/04/2009, 04:35
Mady

-Era... era... era...

Quiero responderle a Erika pero la voz se me quiebra. Trago saliva y trato de terminar la oración.

-Eraa alguien que nos miraba, nos miraba!!!

Levanté mi brazo para enseñar la dirección de la ventana. Tenía todavía el corazón a mil.

Cargando editor
16/04/2009, 11:40
Georgie

Para variar llegamos tarde al colegio. Cuando a lo lejos veo que están entrando los últimos niños comento al resto que nos demos prisa. No me gusta llevarme broncas a primera hora de la mañana, y menos después del sueño que todavía consigue ponerme la piel de gallina...

Conseguimos llegar en el último momento, pero no podemos librarnos de los gruñidos cual animal de la conserje. La miro con los ojos bien abiertos, sin atreverme a responder. Esta mujer siempre me ha causado horror, no se por qué, pero cuando la veo con sus ojos saltones y embutida en unos trajes que casi revienta me hace recordar a un sapo... Algún día estoy segura que la veré sacar una larga y pegajosa lengua, y llevarse alguna mosca a sus labios mal pintados...

Cierran la puerta detrás nuestro y un suspiro de alivio sale por mis labios, suspiro que se ve cortado por el grito de Mady. La miro con expresión asustada, ella parece señalar una de las ventanas del colégio, así que poco a poco, temiendo qué pueden ver mis ojos, dirijo mi mirada hacia alli... ¿Dónde?

Cargando editor
18/04/2009, 11:55
Director

Cuando todos dirigis la mirada solo podeis ver una sombra enorme que desaparece de la ventana indicada... La conserje  cierra la puerta con un fuerte chasquido, y os conmina:- Venga venga, iros a la cola y no os quedeis mirando como pasmarotes, dios que cruz de crios...- Y avanza bamboleante hacia la puerta del colegio, en la que la cola para pasar esta menguando a ojos vista. Decidis ir rapidamente para que no os regañen más... La gorda portera os da igual, pero que os regañen los profesores y que se lo cuenten a vuestros papas y mamas, no os daria tanto gusto.

Las puertas que se adentran en el colegio, estan oxidadas y desportilladas, la lluvia y los balonazos han hecho mella en la pintura, y un olor a oxido es lo que presenta al vetusto edificio. Como hormigas regresando al hogar, cada uno de vosotros se aleja a su respectiva clase. Os despedis, hasta la hora del recreo, que llegara dentro de 3 interminables horas, de aburridas clases.

Cargando editor
21/04/2009, 03:50
Mady

Espero a sentarme tratando de aparentar prestar atención pero sólo pienso en el recreo. Quiero abrirme con mis compañeros, quiero que sepan sobre mi sueño, sobre mis temores. Esa sombra, esa sombra todavía se ve en mi corazón. Es una cosa oscura y pegajosa que se ha llevado a Sonia y que nos vigila. Estoy segura de que no se va porque se haya ido de la ventana. Estamos en peligro.

Prestar atención... escuchar... oír... anotar.

Esa cosa sigue aquí. Tengo miedo. ¿Mi hermano podrá cuidarme? Tengo mucho miedo pero confío en mis amigos, sé que si les cuento no se reirán de mí. Ellos saben que el mundo de los adultos no es tan real como el nuestro, tan palpable y siniestro.

Cargando editor
21/04/2009, 04:08
Alex

La sombra se queda grabada en mi retina, el resto de las clases las paso emborronando papeles, intentando dibujar lo que he visto exactamente pero el dibujo no es una de mis mejores habilidades y no paro de pasar hojas intentando plasmar algo parecido.

No tengo claro que fuera un monstruo, podria serlo pero no es seguro. Dejo por imposible el intento de dibujarlo y comienzo a hacer una lista.- A algunos monstruos no les gusta el ajo, otros temen las cruces y la sal...- La mayoria de mis apuntes se limitan a recordar pedazos de peliculas de miedo vistas a urtadillas pues son para adultos y no se le permite verlas.

Las explicaciones y los deberes pueden esperar para otro dia, mi amiga no.- Me dijo a mi misma cuando la profesora me reniega por mi falta de atencion, asi que cuando se despista vuelvo a mi labor deseando que lleve la hora del recreo como nunca antes en toda mi vida.

Cargando editor
21/04/2009, 08:39
Oscar

Eri... ¿qué era eso? Creo que hay un amiguito escondido que quiere jugar con nosotros pero tiene miedo de algo... Le digo a mi hermanita mientras entro a la escuela.

Después, me suelto de su mano y saludándo con un ademán, me dirijo hacia la fila de mis compañeros, los cuales están entrando "ordenadamente" a clase.

¡Manita! Nos vemos en el recreo, ¿sí? Le grito a Eri mientras entro hacia el aula.

Cargando editor
28/04/2009, 13:13
Erika

No le daba miedo ese monstruo. No era una rata y no comía personas, así que... Seguro que era un monstruo, claro. Nadie se alejaría de la ventana si no fuera tan tan tan taaaaaaaaan feo como un monstruo y le diera vergüenza que los demás lo vieran.

Erika se encoge de hombros como respuesta a la pregunta de Oscar. Aunque... cuando las palabras de su hermano son procesadas, entiende algo... y ese algo parece asustarla pues se da prisa en añadir lo siguiente:

Ya sabes que no puedes jugar con desconocidos, Óscar... no hasta que sepas seguro que no son malos disfrazados, ¿vale?

Le dice completamente seria y mirándolo a los ojos, cogiéndolo de la manga de la chaqueta para que no se vaya hasta que haya entendido sus palabras. Cuando el pequeño asiente, Erika le sonríe y le deja marchar. Sabe que estará bien... no por nada es su discipulo.

¡No tardes en salir! Le grita con una mano al lado de sus labios y agitando la otra al aire.