Partida Rol por web

Batgirl conducía a toda velocidad su batmoto por las calles de Gotham. Infinitas posibilidades, todas las herramientas y gadgets, pero nada que golpear. Decían que los delincuentes de la ciudad ahora evitaban las noches para no encontrarse con Batman. ¡Era injusto! Bárbara no era una multimillonaria, así que no podía permitirse el lujo de impartir justicia por el día. !El día estaba para trabajar, no para cometer delitos!

Cuando ya se iba a dar por vencida, la voz de Alfred sonó por el auricular.

Buenas noches, señorita. Creo que tengo una noticia que le agradará saber... He preparado un delicioso té rojo para los patrulleros nocturnos que decidan pasarse por la mansión esta noche.

Ah, cierto... Y en menor orden de importancia, el batordenador ha encontrado un posible patrón delictivo. Resulta que la prensa local ha publicado la noticia de que un submarino del ejército estadounidense estará atracado toda la semana en la base naval de Gotham. Encontrará de interés el nombre del submarino... Se llama el USS Hero Alexander Hamilton. Es decir, H.A. Hamilton.

Harley toqueteaba el volante de la furgoneta como si sus dedos índices fueran baquetas. Estaba nerviosa. Era el típico vehículo que llamaba la atención en Gotham, el que se usaba para atracar bancos o secuestrar al comisario Gordon (otra vez). En cualquier momento, uno de esos bat-tontos podría aterrizar sobre el techo y empezar a repartir estopa.

Todo preparado, señor J.

Harley Quinn se volvió hacia atrás para ver a su amorcito. La parte de atrás de la furgoneta llevaba un gran sillón. En la oscuridad, la hilera de dientes del Joker se hicieron visibles.

La furgoneta está aparcada en la esquina que toca. Los chicos ya están montando la distracción. Y el ha-ha-Hamilton ya nos lo tendrán preparado con un bonito lazo.

El Joker encendió el mechero y echó un vistazo a los planos de la base naval. Se los había robado al Sombrerero Loco cuando intentó secuestrar el USS Alice. ¿Es que los cabeza hueca del Estado Mayor no habían aprendido a pasear por Gotham sus juguetes con nombres molones?

La furgoneta estaba enfilada para arrancar y embestir las puertas de la verja de la base naval. Más al sur, los admiradores del Joker armarían bronca contra la alambrada para atraer a los soldados al sur. Tan solo tenían que entrar con la furgoneta y acelerar por el muelle hasta el submarino.

¿Puedo arrancar ya? ¿Puedo? ¿Eh, puedo? ¿Puedo? ¿Puedo? ¡A la mierda, vamos allá!

Harley Quinn encendió los faros y aceleró sin permiso hacia la alambrada.

El soldado de la garita cogió el walkie-talkie. ¡Walkie-talkie! ¿En qué año estaban? ¿En mil novecientos ochenta chochea?

General, alerta. Una furgoneta intenta repetir el asalto del Sombrerero Loco por la puerta principal.

Los sensores instalados recientemente se activaron por el movimiento de la furgoneta (estaba calibrado para altas velocidades, la de los vehículos que no aminoraban la velocidad para detenerse ante la garita). Eso activó el mecanismo que levantó las púas retraídas en el suelo. Y luego todo se precipitó.

PLUF, PLUF-hicieron los neumáticos delanteros al estallar.

Pluf, pluf-hicieron los neumáticos traseros, con las yantas delanteras haciendo saltar chispas en el asfalto aminorando la velocidad.

La inercia hizo que se estrellaran igualmente, rompiendo la verja como estaba planeado, pero la furgoneta se paró en seco en mitad del patio de la base. Había que reconocerle a Harley que conducía tan bien como los ángeles jugando al Carmageddon. El soldado de la garita se acercó con el rifle apuntando a la cabina de la furgoneta.

Bravo, pirados. Repitiendo viejos trucos solo demostráis que vuestro sitio es el Asilo Arkham.

Llegó hasta la puerta del conductor y la abrió de golpe apartándose por lo que pudiera pasar. Harley Quinn estaba tumbada sobre el volante. Tal vez inconsciente, tal vez muerta. Y el soldado sabía que dónde estaba Harley, el Joker no estaría muy lejos.

Joder-se llevó el walkie a la boca y volvió a hablar con el general-. ¡Es el Joker! ¡El puto Joker anda detrás de todo esto!

Todo era frenético, tal como eran sus bromas cuando el show siempre iba a provocar un maldito impacto en el público. Allí estaba el Joker con ese aire de maníaco dentro de la furgoneta obviando las palabras de Harley porque detestaba darle demasiada cuerda, se ponía como loca intensa y ese tipo de amor, le asquea a un punto en el que desearía con todas sus fuerza que desaparezca de una buena vez. 

Aunque por el otro lado, era útil, la condenada sí que lo era, salvo por el detalle en la conducción. Mataría a golpes al idiota que le cedió el lugar o se daría un disparo en las pelotas por ese momento de debilidad que tuvo. De todos modos el plan del sombrerero loco no era malo y servía para darse un poco de fiesta al cuerpo mientras provocaba al rey de Gotham. 

El asunto es que la idiota arlequina choca y es hora de hacer el maldito show, sus dientes brillaron en la oscuridad de aquel pequeño espacio cerrado y contuvo la risa mientras se incorporó como si fuera alguien importante—lo era— y tras sacar su pistola, dió una patada a la puerta antes de abrir fuego. Le daba demasiado igual quienes estuvieran ahí, civiles, policía, todo era motiva para estar llenos de agujeros y eso es lo que haría. 

—El servicio especial médico ha llegado. ¿Algún interesado en recibir una atención especial?—preguntó mordaz. 

Y tras soltar su sonora carcajada comenzó a disparar como un maldito maníaco, aunque la pistola no estaba funcionando como quería. 

Gotham.

La noche se había cerrado sobre la ciudad y el mal salía a las calles en forma de maniacos armados hasta los dientes. Algunos de ellos directamente tenían toda su boca llena de dientes mortales, como Killer Croc.

Pero para combatir a todos aquellos psicópatas y locos, había un héroe en la ciudad. Uno que estaba siempre en entredicho en las noticias por sus métodos, donde rompía huesos, allanaba moradas, robaba pruebas las cuales luego devolvía a la policía, pero las cogía sin permiso... su nombre: Batman.

Crecí con él en las noticias, en casa, donde mi padre solía hablar de él con mi madre cuando me creían dormida. Crecí soñando en ser como él y no me fue complicado, dado el alto índice criminal de la ciudad, que mi padre me apuntase a clases de defensa cuerpo a cuerpo. Ahí empezó todo... mi sueño.

Me costó, pero logré hacer que Batman se fijase en mí y a pesar de mi juventud que me ayudase a combatir el crimen. Creo que también tuvo bastante que ver quien era mi padre, pero jamás me dijo nada al respecto. Con el tiempo me ayudó a equiparme en condiciones, me mostró la Batcueva y me uní a su familia, descubriendo quien se encontraba tras la máscara del murciélago.

Jamás lo hubiese imaginado.

Me avisó de que el trabajo de héroe nocturno tenía un precio y esa noche lo estaba pagando. Empezaba a tener sueño, estaba aburrida y solo pensaba en que tenía que madrugar para ir a trabajar al día siguiente. Era la parte que más odiaba. Pero al menos, conduciendo la batmoto por las calles de la ciudad me sentía libre. Y justo cuando iba a retirarme, la voz de Alfred sonó por el auricular.

- Excelentes noticias. ¿Y Batman me va a dejar encargarme por una vez sola de esto o ya me está esperando allí? - Pregunté mientras giraba con la moto y las ruedas chirriaban al acelerar para ir hacia la base naval. - A fin de cuentas me voy a meter en terreno militar y me da que su sombra no estará lejos... - Le dejé caer a Alfred, para luego tomar una curva con demasiada velocidad y sentir como la batmoto se iba al suelo, haciéndome rozar el asfalto mientras que las piezas de metal del vehículo soltaban chispas hasta que se detuvo.

Al menos mi traje me salvó de las abrasiones y solo me dolía un poco el cuerpo. Miré la moto y la levanté. - Mierda, a Bruce no le va a gustar nada esto... - Y traté de arrancarla de nuevo. Era eso o dejarla por allí escondida y acercarme a la base naval por los tejados de la ciudad... a fin de cuentas el accidente no me había pillado tan lejos del lugar.

De la pistola del Joker salió un banderín que ponía "BANG!". El soldadito, que se convertiría en soldadito de plomo cuando el Joker le disparara con el arma de verdad, había tenido suerte. Joker soltó el revólver de juguete y desenfundó el auténtico.

Oh, cielos, ¡no te acerques! ¡ALTO!

El soldado apretó el gatillo y su rifle soltó una ráfaga con pésima puntería mientras sus piernas trataban de rodear la furgoneta intentando obtener algo de cobertura.

RATATATATA - RATATA - RATATATATATA

No servía de nada, el Joker tan solo tenía que ir tras él para tenerlo a tiro de nuevo. Al hacerlo, tuvo una visión más amplia de la dársena. El submarino estaba al sureste, a cierta distancia, pero podría correr hacia él y rezar para que ningún disparo le alcanzara. Al sur, las luces del barracón se habían encendido con los soldados alertados por los disparos. Usar la pistola había sido una idea completamente loca, ¡hahahahaha! Era una idea que había ido como un tiro, ¡hahahahaha!

Supongo que usted llegará antes que Batman. Después de todo, tengo que limpiar un montón de guano de la Batcueva, estoy demasiado ocupado para avisarle ahora. Le llamaré... digamos... ¿dentro de una hora?-casi se podía escuchar el guiño cómplice de Alfred a través del transistor.

El ruido de la caída alertó a Alfred.

¿Señorita? Oh, cielos. Por eso no me gustan las motos. Un día de estos esta chiquilla va a terminar parapléjica.

El mayordomo se tranquilizó cuando volvió a escuchar la voz de Bárbara y comprobó que seguía viva. Batgirl levantó la moto y trató de encenderla, pero se había averiado. Solo quedaba el viejo método: el batgancho. Sacó la pistola, disparó y se columpió hacia delante para ir más deprisa.

Cuando Batgirl dobló la esquina se topó con la situación: un montón de jóvenes encapuchados agarraban la alambrada y la zarandeaban amenazando con entrar mientras decían provocaciones a los soldados que había del otro lado. Acatando órdenes, los soldados no iban a disparar contra la población civil en suelo americano... salvo que entraran en el recinto de la base naval. Entonces se escucharon disparos a lo lejos, en el lado norte de la base naval.

Batgirl tuvo que valorar muchas opciones. O reducía a los manifestantes de alguno de los muchos modos que tenía disponibles, o los ignoraba para llegar al lugar de los disparos de cualquiera de las maneras.

—Harley si no estás muerta ven a mover ese bonito culo, no vaya a ser que el chiste te haya salido mal. ¿No?—comentó divertido mientras jugaba con su pistola falsa y la de verdad—. Oh, no sé si usar el BANG o el Boom. Me gusta generar expectativa. Hahahahahahahaha

Muy tranquilo se encontraba y tras dar un pequeño salto de la furgoneta se mantuvo jugando a disparar siempre apuntando al pobre desgraciado que salió corriendo, provocando ese miedo tan delicioso del cual el Joker se alimentaba a borbotones por la mera necesidad de romper a las personas. 

—Difícil decisión tengo ahora: dejarlo cojo y corra como pollo sin cabeza o reventarle los sesos. Es una forma divertida de crear fuegos artificiales. ¡A todo el mundo le gusta eso! —dijo a su bola y agregó—. Vamos por eso, no es año nuevo pero siempre hay un motivo para joder en Gotham. 

Riendo a más no poder, disparó esta vez con mayor certeza y no claramente sabía que le había dado. Observó la furgoneta desde la parte de adelante y negó con la cabeza. 

—Sal ya mismo o vuelo la furgoneta. Tal vez necesites un estímulo querida. 

- Tranquilo Alfred, el traje aguantó bien y las protecciones evitarán que me pase nada, pero la batmoto está averiada. La ocultaré y dejaré el localizador encendido. Me tocará ir por los tejados.

Dicho esto, el batgancho me elevó por las alturas después de ocultar el vehículo tras unos cubos de basura. Desde allí las vistas al puerto naval militar eran magníficas. Sobre todo por aquella manifestación que no debería estar allí. - Tenías razón Alfred, algo raro está pasando. Una manifestación de encapuchados a estas horas no es algo habitual...

Y en ese momento sonaron aquellos disparos más alejados y solitarios.

- Esto se complica, creo que los militares necesitan algo de ayuda extra. - Y saqué el gas lacrimógeno. Esperaba que con eso el  grupo se disolviese y no pensasen que estaba yo por allí. Con esa distracción y con los militares libres, podría ir hacia el lugar de los disparos por la parte externa del complejo, dando a entender que me marchaba de allí para ver que habían sido aquellos disparos... disparos que realmente sonaron en la base naval, pero que me tocaría encontrar otro punto de acceso que no fuese ese.

Así que sin pensármelo dos veces, lancé una granada de gas lacrimógeno a los chicos...  y cuando las vi caer, me oculté en las sombras. Lo siguiente sería usar el batgancho y alejarme de allí en medio de la confusión.

Sí, señor J... Ugh...

Harley levantó la cabeza con lentitud. Una brecha en la frente hacía que la sangre le estropeara el maquillaje. Su vista estaba nublosa. Abrió la puerta y se guio a tientas por el perfil del morro de la camioneta. Casi se tropezó con el cuerpo moribundo del soldado alcanzado por la bala del Joker. El pobre se agarraba la herida y respiraba con esfuerzo mientras se desangraba como un cerdo.

Una chica siempre necesita tener cosas bonitas-dijo Harley, agachándose y recogiendo el fúsil del ejército.

Mientras, Batgirl se alejaba después de haber hecho llorar a un puñado de hombres hechos y derechos. Avanzaba hacia el norte, dejando a su derecha la verja y los edificios de planta baja, cuando vio un mástil con la bandera de los Estados Unidos colgando por la falta de viento. Era un buen objetivo para la pistola-gancho, a una altura por encima de la verja y...

RATATATATATA...

Los disparos de Harley hicieron saltar chispas al chocar contra la alambrada, sobresaltando a Batgirl. La ráfaga también obligó a un grupo de marines que salían en calzoncillos y camiseta blanca del barracón a volver a meterse dentro mientras los agujeros pasaban por encima del dintel.

Veo, veo, una ratita... que tiene alas... y es muy pesadita.

Harley logró descubrir a Babs del otro lado de la verja, pero o tenía muy mala puntería o falló a propósito para poder jugar un poco más con su presa. El típico ego de los sociópatas maniacos.

La miró con detenimiento cuando salió dando tumbos de la furgoneta y al notar que tenía sangre en el rostro, sonrió mostrando todos sus dientes. 

—Que sexy estás, diría que perfecta—dijo irónico—. Quien lo diría, chocar te sienta de puta madre.

Obviamente la halagó a sabiendas de que la arlequina incluso con una sola pierna haría lo fuera necesario por él, eran las ventajas de tener a alguien obsesionado. Así que por ello es que ni siquiera se acercó ni se comportó como un romántico, sólo le miró el culo un rato y se preparó para el bomboncito que andaba pululando por los aires. En su fuero interno se preguntó cuántas cosas podía hacerle a Batgirl que rompieran a Gordon y Batman, eso sí que sería jodidamente divertido. Más aún cuando se ve a la gente padecer por una de sus bromas. 

—Ya la veo. HAHAHAHAHAHA—comentó entre risas—. VAMOS A JUGAR A LOS COCINEROS, QUIEN CREA EL COLADOR PRIMERO LE PIDE AL OTRO ALGO. 

Ya con la propuesta en marcha, comenzó a disparar como un maníaco. El pajarito era rápido, así que esa ráfaga de tiros a ver como la esquivaba. Se estaba relamiendo, no había nada más delicioso que destrozar un tesoro tan preciado. 

- Alfred, habían encapuchados molestando en la parte sur de la base militar. Los he despachado con gas lacrimógeno, dudo que molesten mucho más, pero oí disparos en la parte norte. Iré por fuera del complejo militar.

Y con el batgancho me fui acercando al lugar donde había oído los disparos. La furgoneta de vivos colores fue lo que me llamó la atención. Sabía de quien era. - El Joker y la loca de su novia están aquí, Al y... - En ese momento Arlequín me disparó, pero falló... quien parecía no querer fallar era su maniaco loco enamorado.

Por fortuna le vi a tiempo y logré esquivarle por los pelos y les lancé una bomba de humo para que no me viesen moverme y ocultarme de ellos.*

- Alfred, no se que hacen aquí, pero los intentaré entretener para que los soldados, ahora libres de los idiotas enmascaros, puedan venir aquí o me mandes refuerzos... no podré sola con los dos maniacos y sus ametralladoras.

Conocía mis límites. Con Harley Quinn y su ridículo martillo no tendría por donde empezar, pero con los dos y esas armas, hasta que no se quedasen sin munición, no podría hacer nada más que jugar al ratón y al gato... y odiaba hacer de ratón.

¿De verdad te parezco sexy, pastelito?

Harley escupió un diente, suelto desde que se golpeó contra el volante, y sonrió al Joker dejando un hueco oscuro en su dentadura. La maniaca homicida estaba en las nubes. El Joker no podía dedicarle palabras bonitas muy a menudo, porque luego se montaba películas de bodas en la cabeza y dejaba de disparar.

Batgirl coló una de las bolas de humo entre el entramado de la verja haciendo que aterrizara a los pies del mástil. El humo ascendió ocultando la bandera y permitiendo usar la pistola de gancho contra el mástil para ascender por encima de la alambrada, balancearse y acabar sobre uno de los tejados.

He contactado con Batman-dijo Alfred por el pinganillo-. Estará ahí en cinco minutos. Entiendo que lo que atrae al Joker son las risas. Que el submarino se llame el ha-ha-milton o que haya chistes de submarinos es suficiente excusa para él. Cuando serví en el ejército británico decíamos que se podía saber si un submarino era francés si en la provisión del mismo incluían paracaídas-añadió, con su flemática seriedad.

KABOOOOOM

La explosión sonó al sur, dónde creía haber reducido ya a todos los fanáticos del Joker.

Por el sonido, la explosión se debe a un lanzagranadas AGS-17. No es un modelo que use el ejército de los Estados Unidos, así que me atrevería a decir que el Joker tenía artillería reservada en la retaguardia. No puede esperar a que los refuerzos lleguen, señorita. Esos soldados tienen suficientes problemas ya como para ayudarla.

Aún había una gran explanada desde el edificio hasta el Joker. Contó cuántas esferas de humo le quedaban en el batcinturón. Babs iba a necesitar todas y cada una de ellas. Podía lanzar la primera desde el alero, saltar desde el tejado y volver a lanzar otra por delante de ella. Así podría avanzar a la carrera y plantarse delante de ellos.

—La vista en la pajarita esta, no en mi. 

Ya le había mosqueado al Joker que se distrajera de esa forma, una cosa era un maldito halago y otro muy distinto que ya estuviera emocionada. De esta forma sí que daban ganas de lanzarla de nuevo a un estanque de ácido, pero sólo para que no respire más en su vida. No obstante había cuestiones de que ocuparse, tenía a la niñita de Gordon allí haciendo piruetas y con la loca de la arlequina, esto tenía que ser fácil. Eso sí, se lamentó en demasía no tener a su alcance una bazooka así la volaba en pedazos. ¡Eso sería un buen show!

—Si la matas, nos casamos Harley—dijo con total descaro mintiendo—. HAHAHAHAHAHAHA ¡MÁTALA!

A ver sí con eso existían dos grandiosas posibilidades y una de ellas era que Batgirl muera por las proezas de su chica o ambas, todos beneficios. Además tener motivada a Quinn le venía bien, sacaba el instinto asesino con las cursilerías baratas estas y le servía al uso para cumplir sus objetivos. De todos modos se mantuvo disparando a destajo, tanto que una vez lanzó esa ráfaga, cogió otro cargador y siguió. 

Estaba de fiesta, no todos los días se tiene una presa fácil para romper en trocitos. 

Todo pasó muy rápido. Batgirl avanzó lanzando las bolas de humo por delante de ella mientras silbaban las balas a su alrededor. Harley apretaba el gatillo mientras cantaba la marcha nupcial.

¡Dan, dan, dadán!
¡Dan, dan, dadán!
¡Dan, dan, dandadán, dandadán, dandadán!

Click, click, click...

El fusil de Harley se quedó sin balas, y pasó a cogerlo por el cañón mientras zarandeaba la culata como un bate de béisbol.

¡Serás mi dama de honor, Batgirl! ¡Celebraremos la boda con tu ataúd a un lado! Jijijiji...

Batgirl se plantó entre sus dos enemigos. Al agacharse evitó la bala del Joker, que no dio en Harley de milagro.

¡Bola uno!

Lo siguiente fue la patada de Babs en el costado del Joker. Y luego Harley casi hace un homerun con la cabeza de Batgirl. Una brecha en la frente de la heroína soltó sangre que empapó su capucha de un tono más oscuro en la coronilla. La cabeza le daba vueltas, pero Babs tenía que seguir luchando.

Cuando los enemigos van por parejas y están distantes y con armas de fuego, la mejor opción si te sabes mover es dejarte caer entre ellos. Podía salir herida, pero lo habitual era que se hiriesen entre ellos al tiempo que esquivaba sus ataques para dejarles atrás. Además, mi intención era entretenerles hasta la llegada de los refuerzos.

Pero el Joker tuvo aquella idea y la loca de Harley le hizo caso y disparó a matar.

Jamás una bala había pasado tan cerca de mí como para dejarme aturdida y sangrando.

- ¡Mierda! ¡Maldita loca! ¡Casi me vuelas la cabeza! - Exclamé alertando así a Alfred. - ¡El rojo no combina bien con mi traje! - Era la mejor manera de decirle que estaba herida de verdad sin que supiesen que me comunicaba con alguien. - ¿¡Realmente te crees que se casará contigo!? - La pregunté entonces. - ¿¡Hace cuánto que estáis juntos!? ¡¿Cuántas veces has dormido con él?! ¡Y digo en su cama, a su lado, no en el mismo dormitorio en camas separadas!

Distraer a ella, enfrentarles, ver que hacía El Joker antes de moverme, generarme una oportunidad para poder huir si era necesario. Ese debía ser mi juego ahora, sobre todo tras aquella herida que me dolía y me hacía tener la sensación de incluso ver doble... y eso no me gustaba nada.

—Nos casaremos en una puta cueva llena de serpientes y seremos la pareja más feliz del maldito mundo. HAHAHAHAAHAHAH—comentó adrede, más aún tras ver como la arlequina se había motivado—. Todavía sigue en pie preciosa, reviéntale la cabeza mientras juego a darle en los muslos así la dejo paralítica. HAHA. 

El joker no le tenía miedo a nada, Harley estaba haciendo de las suyas y por más que la pajarita quisiera golpearle, él intentó dispararle pero poco podía hacer. No le andaba y la lanzó hacia atrás entre risas porque le divertía la situación, pero más aún la desesperación de batgirl para que cambie de opinión su chica. Además tenía un pequeño as debajo de la manga que obviamente iba a usar. 

—Mira, mira. ¡Ups! ¡Lo que tengo por aquí!—dijo al señalar su chaqueta—. Este botoncito hará volar en pedazos a tu padre. ¿Qué prefieres? ¿Papi muerto o tú? Tic tac, tic tac, elige pajarita. HAHA

Estaba claro que lo iba a presionar, pero no ya mismo sino que esperaría a la reacción de la jovencita.

Batgirl no recibió respuesta de Alfred. ¿El culatazo de Harley había roto también el auricular? ¿O había un inhibidor de señales en la base naval para evitar el espionaje? ¿O el peculiar mayordomo se había ido a planchar las capas del bat-traje?

¡Estás mal de la chaveta, Batsy! Soy psiquiatra, sé reconocer a una majadera cuando la veo. Me doy cuenta cada vez que me veo al espejo. Llevamos cinco años juntos... ¡pero porque somos una pareja tradicional y nos gusta ir despacio! ¡Y he dormido en la misma cama que él muchas veces! ¡Me cuelo bajo las sábanas en cuanto se queda dormido!

Las palabras de Batgirl no habían hecho mella en Harley... hasta que el Joker patinó en su comentario.

¡¿Serpientes?! ¡¡¡¿SERPIENTES?!!! ¡Siempre te digo que en nuestra boda lo que quiero son hienas! Una bonita y romántica boda en el foso de las hienas del zoo de Gotham...-suspiró-. Pero tú nunca me escuchas, ¿verdad? Tú, maldito ególatra de mierd...

- La verdad es que las hienas son más divertidas, se reirán de todos los chistes. - Aproveché la situación para darle algo más de cancha a la loca aquella con el tema de la boda.

Pero el Joker jugó una baza que no esperaba. ¿De verdad sabía cual era mi identidad y quien era mi padre? - No sé a que pobre diablo habrás entrampado y pensado que es mi padre, Joker. Yo solo tengo uno y te aseguro que está a punto de llegar. - Si sabía o no quien era yo y quien era mi padre, era una incógnita para mí, pero yo era Batgirl en ese momento y si tenía un padre, era Batman no Gordon. Pero no podía jugármela a que aquel loco realmente supiese la verdad y matase a mi padre ni a nadie por mí.

Y entonces vi la boca de incendios y sonreí.

- Es una pena que no tengas a tu amigo el Pingüino cerca, Joker, te vendría muy bien ahora. - Y lancé un batarang hacia la boca de incendios. Esperaba empaparle y con eso anular el control remoto, los mecheros, cajas de cerillas, explosivos y demás cosas que pudiese llevar encima aquel pirado. De paso le lancé un batarang aprovechando la distracción, pero salió muy desviado. - Apunta Barbs... esto no es un simulacro.