Partida Rol por web

Eliza se pone en pie y dice:

- Claro, tenemos que ir, bueno madre nos veremos despues

Sale corriendo guiando a Scire tirando de ella, esta puede ver como la casa es exactamente igual a como la recordaba, no tiene nada extraño, salvo el detalle de su hermano, o estaba equivocada. Cuando llegan a las cuadras las dos montan en sus propios caballos, unas monturas bastante jovenes y robustas, pero perfectamente adaptados a las dos hermanas, el paseo parece desarrollarse tranquilo y sin incidentes a fin de cuentas estan en las tierras de la familia.

Permanezco en la salida del templo observando la escena. Algo en todo este asunto me huele muy mal. Nadie en toda la aldea hace acto de presencia, y las chicas parecen estar durmiendo fuera, aunque recuerdo que entraron al templo anoche conmigo. ¿Quién prefiere dormir al raso que bajo techo? Bueno, quizás alguien de costumbres salvajes como esa tipeja que monta un lagarto, pero no me pega con gente de bien como la dama Scire.

Observo los alrededores con detenimiento. La posibilidad de que sean víctimas de un encantamiento o algún tipo de droga se me pasa por la cabeza, pero prefiero asegurarme antes de que no esten simplemente dormidas.

Comienzo a acercarme cautelosamente, con una mano en la empuñadura de mi espada.

Mientras se prepara el elfo escucha unos pasos que caminan con tranquilidad, no muy lejos de el aparece un hombre encapuchado. Lleva puesta una tunica de color blanco con toda clase de bordados de color dorado en ella, el hombre oculta su rostro de forma que no se pueden ver sus cabellos ni sus orejas por lo que realmente no se puede distinguir si es un elfo o un humano. El hombre lleva en su hombro una especie de gargola de color rojizo que parece ser su mascota o algun tipo de familiar o criatura invocada que no deja de mirar a Sarylion.

El hombre mira al elfo fijamente y con voz tranquila dice:

- Sois prudente al sostener asi vuestra arma, pero no os sera necesario ya que no soy un enemigo al menos por el momento.

El hombre coloca su mano hacia arriba y convoca energia magica, la magia se acumula en su mano, formando una especie de llama con simbolos arcanos que muestran una imagen, en ella aparecen Scire y Eliza cabalgando tranquilamente, el hombre dice entonces:

- Solo he venido a advertirte sobre esas dos, en especial sobre la niña, esa niña es un gran peligro para todos, no es de este mundo y supone una gran amenaza por su magia oscura. Estoy seguro que te habras dado cuenta como usuario de la magia

El hombre cierra su mano y la imagen desaparece:

- Las he  llevado a un mundo ilusorio en donde ambas tienen lo que desean, no debes despertarlas ni sacarlas de ese sueño pues es la mejor forma de solucionar esto sin muertes

A pesar de las palabras del desconocido, mi mano no se aparta de la empuñadura de la espada. Sin embargo, sí que adopto una postura relajada, añadiendo mi otra mano sobre la empuñadura, atraída hacia mi vientre en un ligero giro del cinturón, hasta parecer que ambas manos se apoyan en el arma como harían en la balaustrada de una terraza de mi hogar.

Observo detenidamente al enigmático desconocido, ignorando aparentemente los cuerpos inconscientes de las damas. Lleva una túnica blanca, un color que tradicionalmente ha identificado a los practicantes de la magia blanca, teóricamente seres de buen corazón y alineados con los dioses del Bien. Ishtar, de quien mi madre era devota, cuenta con fieles servidores y ministros en Gaia practicantes de la magia blanca. Sin embargo, esos bordados dorados no parecen propios de un mago blanco, y menos aún lo parece esa criatura roja de su hombro.

Y aunque fuera un mago blanco, eso tampoco sería suficiente para mí.

No seré yo quien busque convertiros en mi enemigo, buen hombre. Tener enemigos es muy… cansado. –Digo con una sonrisa mientras me encojo de hombros, con aire superficial- Sin embargo, no puedo aceptar esas explicaciones como suficientes. Para empezar, no conozco vuestra identidad ni vuestras intenciones. Tampoco se lo que deseáis hacer con ellas para que, nadie más aparte de mí mismo, pueda despertarlas de ese sueño al que las habéis inducido. Si el peligro es la pequeña Eliza, no se qué os ha llevado a confinar también a la dama Scire. Y sí, soy consciente de que la dama Eliza posee un poder propio de la magia oscura, mas también lo soy de que la magia no moldea a la persona, y no he visto indicios de maldad en esa muchachita. Y, dado que ambas damas se encuentran bajo mi protección, para lo que he empeñado mi palabra de honor, me temo que voy a tener que exigirle una explicación más… convincente. –Culmino mi pequeño discurso con una sonrisa tan educada como falsa, propia de las gentes de la alta sociedad que deben guardar las apariencias en todo momento.

Incluso ante un posible enemigo…

Scire anduvo tranquilamente junto a Eliza, y el mayor incidente que le sucedió fue caerse una vez y casi caerse en otra.

-Esto de montar nunca será lo mio...

Suspiró.

-Sabes que estos días he estado preparandome para salir de viaje, ¿no?

El hombre asiente mientras escucha a su interlocutor, entonces dice:

- Teneis razon, veo que no sois alguien con poco entendimiento.

El hombre suspira profundamente y entonces añade:

- Esa niña Eliza, realmente no es lo que aparenta. Supongo que conoces el reino no muerto cierto? ese reino situado al norte, frio y muerto, no por algo se le conoce como reino no muerto, ya que solo la muerte reside en el, o al menos eso es lo que todos creen ya que tambien viven alli humanos.

El hombre camina hacia donde esta Eliza en actitud tranquila, aparentemente no tiene ninguna intencion de dañarla y continua mientras mira para ella:

- Ella es una de ellos, uno de esos humanos que habitan en ese reino, una de los nigromantes que habitan ahi, pero claro, esto no seria nada si solo fuera eso, simplemente seria una niña con poderes nigromanticos, pero la realidad no es esa.

El reino no muerto esta regido por dos nigromantes, un hombre y una mujer, hace algunos años hubo una lucha interna entre ellos por el dominio absoluto, el rey de los muertos resulto vencedor ya que por decirlo de alguna forma algunas fuerzas externas intervinieron ya que la reina de los muertos era una mujer demasiado peligrosa para toda Gaia, con un poder magico similar al de su esposo pero con una crueldad mayor.

El hombre camina usando su baston acercandose a Saryllion y dice:

- Por desgracia no pudimos acabar con ella, ¿y que mejor forma de acabar con la mas peligrosa de las nigromantes que confinandola en un sueño eterno en el reino mas sagrado de toda Gaia?. Esa niña de nombre Eliza Shadowfang es en realidad la reina de los muertos.

El hombre suspira y dice:

- Entiendes porque debemos mantenerla dormida y encerrada?

Eliza asiente y dice:

- Si, me digiste algo sobre que querias conocer el mundo, pero que no estarias mucho tiempo fuera

Se acerca a Scire y le abraza entonces dice:

- Te extrañare mucho  espero que aprendas mucho

Las dos hermanas habian dejado los caballos en las cuadras cuando escuchan un sonido de llamas, si duda el fuego del hogar las espera, o al menos eso es lo que creen, lo que no pueden esperar es que realmente el fuego que esperan cubre toda su casa, la gran casa esta ardiendo y frente a esta hay una mujer, una mujer que esta de pie como esperando

-¿Que?

Scire apresuró el caballo.

-No te acerques demasiado, Eliza. Madre, los ancianos, tíos y Mordenkainen siguen dentro.

Detuvo la montura frente a la desconocida, a escasos 10 metros de ella.

-Fuera del camino, excepto que puedas ofrecer una explicación de lo que esta sucediendo.

La mujer se gira y mira a Scire, esta siente como que el rostro de la mujer le resulta familiar, aunque realmente no sabe muy bien quien es, la mujer con un tono de voz bastante prepotente dice mientras levanta la mano:

- Apartate escoria, tu no me interesas

Mira a Eliza y sonrie:

- Pero has traido lo que me interesa, bien hecho, te permitire vivir por ello

La mujer hace unos rapidos gestos y es entonces cuando Scire nota una energia magica oscura, no es la magia que ella esta acostumbrada, es nigromancia, el suelo tiembla y justo debajo de las monturas surgen unas lanzas de hueso que atraviesan a los caballos haciendo que Scire y Eliza caigan al suelo

Al bajar me mantengo de pie, firme, mirando a mi alrededor, tal vez esa niña se de cuenta de que estoy aqui y me cuente que ha pasado... Observe con cuidado a cada hombre que alli se encontraba, tratando de dilucidar si eran peligrosos o por el contrario no habia nada que temer.

Aunque cualquiera se fia en una situacion asi...

La prioridad era encontrar a Pancaelum, única y absoluta prioridad...

Scire escuchó el último quejido desesperado de su caballo mientras caía al suelo. En esa insancia, aún así alcanzó a hacer un movimiento básico para que mientras que ella se daba contra el suelo, Eliza fuese atajada por hebras de oscuridad que le pusieran de pie a una distancia de unos metros.

Se levantó, evitando quejarse por el golpe.

-Tendrás que pasar encima de mi primero -dijo en tono inmutable.

Tuerzo mis labios en actitud pensativa mientras escucho el relato. Es realmente interesante, un mundo muerto lleno de gentes que practican la nigromancia. Despreciable, sí, pero intelectualmente interesante. Se trata de un mundo en que un tipo concreto de magia reina sobre los hombres, dominando la misma esencia del lugar.

Me pregunto si habrá otros lugares semejantes. Puedo imaginarme una región montañosa y volcánica, donde los grandes magos elementales del fuego practican sus hechizos al calor de los cráteres llenos de lava fundida...

Pero vamos a lo que vamos, no nos desviemos de lo importante.

Es decir -Trato de unir cabos- que la poderosísima reina nigromante es en realidad una dulce niña con poder suficiente para poner en peligro todo este mundo... ¿Y qué piensas hacer con ella, ahora que está dormida y a tu merced? ¿O te piensas guardar esa respuesta, como te sigues callando la respuesta a mis otras preguntas? Sigo sin saber quién eres, y por qué la dama Scire sufre el mismo destino que Eliza...

Cuando sale de la taberna la elfa se da cuenta que esta en el pueblo de la noche anterior, aparentemente todo esta bien y normal, de hecho se da cuenta que la taberna en la que esta era el edificio que habia sido destruido la noche anterior. Algo sorprendida se da cuenta de algo, no muy lejos de alli jugando con algunos niños hay alguien que conoce muy bien, su compañero dragon

EL movimiento de Scire hace que Eliza se salve de una dura caida, caida que ella misma sufre, aunque por suerte no sufre mas que algunos moratones. Tras sus palabras la mujer de pie le mira con desprecio y dice:

- Aparta gusano, no molestes

La mujer hace un gesto y la lanza de hueso que habia hecho aparecer de la tierra se parte en miles de trozos, todos ellos son lanzados contra Scire mientras la mujer camina con tranquilidad hacia Eliza

El hombre suspira y dice:

- Creo que me he expresado mal o no me habeis entendido. Ella es la reina de los muertos, pero no en esa forma. La realidad es que ese cuerpo de niña no es su autentico cuerpo. Conoces la magia y sabes que a magia es un poder que nos rodea y que forma parte de todo, pues los nigromantes de cierto nivel como son los reyes de los muertos son unos con la magia nigromantica, como consecuencia no se les puede matar, porque, muy sencillo porque al morir se convierten en lo que llamamos un lord Liche, un ser no muerto demasiado peligroso, por lo que decidimos poner fin a sus planes de una forma algo mas creativa.

El hombre camina hacia donde estan Scire y Eliza con paso tranquilo y añade:

- La solucion fue la de hacer que cayera en un sueño eterno, pero sin matarla, ademas se logro hacer que volviera a ser una niña pequeña, ajena a todo, es decir, se trato de borrar su memoria pero finalmente el resultado fue que tambien por decirlo de alguna forma se borraron sus años y por eso es una niña, la cual he de recuperar y llevar a un lugar donde pueda seguir descansando eternamente en un sueño sin fin.

El hombre acaricia a la criatura de su hombro y añade:

- Sobre esa dama no debeis preocuparos, realmente al igual que la otra mujer no se tomaron muy bien mi presencia aqui asi que decidi dormirlas para evitar problemas, en cuanto me marche despertaran

-Oh, no lo creo -Dijo severamente. No se movió un centímetro de interponerse entre ambas.

Scire apenas se cubrió con los brazos el rostro para evitar que los fragmentos de hueso le dieran en la cara, pero visualizó la imágen de lo que quería hacer, y le dió forma con el poder de las sombras, y de su magia. De su propia sombra emergieron largas hebras de oscuridad que se volvieron mas gruesas y afiladas en cuestión de un segundo, y se lanzaron como afiladas jabalinas acercandose a la mujer, amenazando con partirla en dos.

Entiendo... -Digo con aire pensativo, acariciándome la barbilla mientras entorno los ojos. La afirmación dista mucho de la realidad, hay demasiadas incógnitas en todo este asunto y el desconocido solicita demasiada fe por mi parte. Nada de lo que ha dicho viene acompañado de pruebas. ¿Quién me asegura que no quiere a Eliza para aprovecharse de su poder? Supongo que no esperará que le permita llevárela sin más, confiando en su palabra. Porque si es así, vamos a tener un problema- ¿Y donde es ese lugar al que vamos? -Me cruzo de brazos, decidido, mientras mi rostro dibuja una sonrisa abiertamente desafiante- Ya he dicho que la niña está bajo mi protección, no permitiré que se la lleve un desconocido, con destino incierto, sin asegurarme de que es lo correcto. Yo me ocuparé de ofrecer a la dama Scire las explicaciones necesarias para que no ponga resistencia, cuando despierte...

Los fragmentos de hueso son mucho mas peligrosos de lo que Scire piensa, estos son como miles de agujas que se le clavan por todo el cuerpo, aparentemente no le hacen mucho daño aunque si nota como han penetrado en su piel, el siguiente movimiento de la mujer es bastante bueno y logra golpear a la mujer, Scire esta segura que atravesaran a la mujer, pero no es asi, parece que no tienen la suficiente fuerza para penetrar sus ropas, lo que hace pensar a Scire que las ropas de la mujer estan encantadas de alguna forma. La mujer se gira hacia Scire mientras Eliza aprovecha para salir corriendo:

- Vaya, parece que no lo haces nada mal, de hecho eres mejor hechicera que esa mujer que me encontre en la casa, por eso me recreare algo mas en tu muerte y despues ire a por la pequeña

La mujer hace un gesto con las manos mientras dice:

- No podras hacer nada, esas astillas a las que no diste importancia acabaran contigo, fue un placer conocerte

La mujer comienza a caminar hacia donde habia corrido Eliza, Scire nota entonces algo, un fuerte dolor por todo su cuerpo, nota como si algo duro se moviese dentro de ella, miles de agujas moviendose por su interior, escarbando, moviendose hacia sus organos vitales, es entonces cuando se da cuenta, el ataque de los pedazos de hueso era realmente la preparacion de este ataque, nota un dolor como nunca habia sentido

El hombre asiente y dice:

- Desconozco si sois quien la encontro, pero nos dirigiremos al lugar en donde estaba encerrada, una antigua tumba cerca de aqui que nadie deberia haber sido capaz de entrar ya que posee varios sellos protectores y habia varios golems guardianes, sin duda algo debio suceder.

El hombre parece relajar un poco su gesto, aunque el elfo sabe que la realidad es bien distinta, solo aparenta estar mas tranquilo, tras unos segundos dice:

- Vuestra compañera despertara pronto, el sueño en el que esta inmersa se ha convertido en una pesadilla de la que esta a punto de despertar

Sallyrion se da cuenta que Scire esta sudando y se mueve como si efectivamente tuviera una pesadilla, en cambio Eliza tiene una oscura expresion en su cara, la elfa gris simplemente parece estar soñando

Concentra...ción...si no soy fìsica no podra herir...me.

Scire consiguió sacar apenas unos pocos pensamientos en claridad, el dolor era demasiado. Intentò cerrar los ojos para volver su cuerpo, su esencia, la sombra misma. Podría extraer las astillas de esa forma, que deberían caer ante la falta de soporte material. O eso esperaba...