Partida Rol por web

El vistazo fue rápido, pero le bastó a May para saber que no era algo casual lo que tenía el niño en la frente. Los dos bultos eran iguales de tamaño y en la misma posición a cada lado de la frente, pero no tenía ni idea de qué podía ser aquello en un humano.

No le dijo nada para no avergonzarlo más y, cuando esté le agarró de la mano y la sacó de la habitación, lo acompañó con gusto.

Si el dormitorio en el que había despertado era sorprendente, la cocina no se quedó atrás. May soltó la mano de Liam que corrió a sentarse en la mesa, pero ella se quedó unos instantes paralizada en la puerta. La vista de aquella inmensa y cuidada cocina, el olor que lo impregnaba todo, la tranquilidad de los dos niños y el doctor, todo era totalmente incongruente para ella. El sitio del que venía distaba años luz de esa estampa que ahora tenía delante, su anterior vida se asemejaba a aquello hacía tan solo diez años. Por un instante deseó que nada de lo que recordaba hubiera pasado, que se hubiera dado un golpe mientras caminaba por el campo y que la hubieran encontrado inconsciente los niños y ahora, durante la comida, el doctor le dijese que nada de lo que ella recordaba era verdad, que había sido una pesadilla...

Se recompuso, sabía que aquello no pasaría por mucho que lo deseara, y se adentró en la cocina, acercándose al doctor para ver si podía ayudar en algo. Pero, antes de llegar justo hasta él, este se volvió hacia la mesa con el guiso en sus manos.

-Huele espectacularmente bien-le dijo, llevándose una mano a su estómago que se movió con urgencia reclamando comida.

Los niños ya estaban sentados a la mesa y, para su sorpresa, solo había dos cubiertos más sobre ella. Entendió que eran para el doctor y para ella pero, ¿y la madre de los niños? De hecho, había esperado encontrarla en la cocina. No ver tres cubiertos libres, sino dos, dejaba claro que ella no iba a comer con ellos y le hizo pensar sobre otras opciones que no había contemplado hasta ese justo momento.

Como el doctor se había puesto a servir desde un lugar en la mesa, ella ocupó el que quedaba libre y observó en silencio, sin preguntar nada como él le había ordenado intuyendo que ella se iba a lanzar a hacerle las miles de preguntas que tenía en mente desde que había despertado, como la comida llenaba los platos, el olor flotaba en el ambiente y los niños comenzaban a comer. Finalmente el doctor fue el que se llenó su plato y tomó asiento y ahí fue cuando May sintió el enorme nudo que se le estaba formando en la garganta. Aquella escena la había vivido miles de veces cuando era pequeña, era la escena que habría querido vivir de mayor, y era la escena que había muerto para siempre diez años atrás y que nunca pensaba que volvería a vivir. Pero allí estaba, delante de sus ojos. Le rodaron dos lágrimas por las mejillas que se apresuró a limpiar, intentando que los niños no la vieran.

-Pues no hay mejoría...-dijo con voz ronca intentando por todos los medios tragarse el nudo de la garganta y hablar con un tono normal-...por lo menos que yo sepa. En mi ciudad solo éramos ya un grupo de unas cien personas, ningún niño entre ellas. Hace unas semanas nos atacaron y perdimos el refugio, por lo que la gente que sobrevivió, no más de treinta, nos hemos dispersado. Un grupo reducido ha querido volver a levantar un lugar seguro en la ciudad, pero otros partimos en busca... bueno, cada uno buscando algo diferente, familia, amigos,... esperanza-le contestó mirándole a los ojos. Estaba segura de que él entendería que era su caso sin decir nada más y justo en ese momento, se dio cuenta de que si no había visto sus lágrimas un instante atrás, sus ojos vidriosos la delatarían entonces-Hace ya más de cinco años que no hemos visto ningún avión pasar. Tampoco nadie nuevo llegó a la ciudad buscando refugio, ni tan siquiera de paso, o por lo menos los vigías nunca han descubierto a nadie. Creo que esta es mi primera comida decente en años-dijo mirando el plato, del que aún no había probado bocado-De hecho no sé si comerlo todo o comenzar a racionarlo, huele tan bien que me da pena comérmelo...

La reacción de la niña fue explosiva. Dio un golpe en la mesa, muy enfadada.- ¡Esto no puede seguir así! ¡El Wyrm está ganando!¡Tenemos que combatirlo, lo dice la letanía, lo combatirás allí donde more y crié! ¡Tenemos que hacer algo!

El doctor asintió con tranquilidad y se limpio la boca con una servilleta antes de decir.- Si quieres hacer algo comete las verduras para hacerte grande y fuerte como tu padre. 

La niña se enfurruño pero no se movió de su sitio, usando en tenedor para marear un trozo de zanahoria por el plato mientras la miraba con asco.

 El niño estaba muy tranquilo, se comía todo sin rechistar hasta que expresaste tus dudas sobre si comer o no.

- Tienes que comerlo, el espíritu del conejito se sentirá mal si desprecias su carne. No te preocupes, nosotros siempre tenemos cosas para comer, Gaia provee a sus hijos. ¿A que si Alia-Gaia?

El doctor asintió, sin darle importancia a los alegatos del niño. Sin duda estaba más que acostumbrado a ese modo de hablar.

- No se preocupe por la comida, tenemos un huerto, una vaca, tres gallinas y reservas como para un invierno nuclear. Coma tranquila.

Dio un bote cuando Selene golpeó la mesa y se la quedó mirando boquiabierta de la impresión. La reacción había sido pura, había saltado como un resorte para ser tan pequeña. Pero May no entendió a lo que se refería, así que esperó a la respuesta de Eduart que no se hizo esperar, como tampoco la de Liam.

May estaba anonadada, por todo.

-¿Tenéis una vaca y gallinas?-preguntó perpleja. Hacia años que no veía un animal doméstico y mucho más tiempo que no trataba a uno-Me encantaría verlas luego... Y , no creo que sea buena idea que diga esas cosas a desconocidos. Hay gente que mataría por una de esas gallinas o por echarle una mano a sus reservas, la mayoría, diría yo. No, no me malinterpreteis, no tenéis nada que tener de mi, os debo la vida y por mucho que lo necesitara no se me pasaría por la cabeza, pero... Sed precavidos, la situación está mal ahí fuera. El Wyrm, como lo has llamado -May supuso que Selene se refería al virus,curioso el nombre que le había dado Selene a los zombis. Quizás era algún termino científico que le había enseñado el doctor tras sus estudios, porque ella nunca lo había escuchado-¿Tienes alguna idea de cómo podemos derrotarlo Selene? Yo he pensado muchas cosas, hay días que no he dormido pensando que podemos hacer...Pero si es cierto que necesitas comerte esa zanahoria para crecer rápido y poder ayudar a vencer al... ¿Wyrm? Nunca había escuchado que se llamará así el virus, pero está bien darle un nombre propio.

Miró a Liam-No hagamos que el espíritu del conejito se ponga triste-le dijo y, con una sonrisa, se llevó un trozo de carne a la boca con la tranquilidad del que sabe que puede terminarse toda su ración sin problema. Y no es que el guiso estuviera bueno, es que estaba delicioso. Y, tras el primer bocado que le supo a gloria, se dio cuenta de lo realmente hambrienta que estaba.

- No te preocupes por los hombres malos, Guerrera de Gaia, los espíritus nos protegen.- Aseguro el niño y esta vez el doctor arqueo las cejas y puso la misma cara que un ateo escuchando una misa.

 - El Wyrn era la fuerza que equilibraba el universo pero se volvió loco y ahora quiere destruir a Gaia.- Te explico la niña como si entendieras de que narices estaba hablando.- Se corrompió, es malvado y cuando sea mayor iré con mi papá a combatirlo con garras y dientes.- Te explico convencida de ello.

- Después de comer podemos ir a ver a los animales.- dijo el pequeño intentando cambiar de tema. No era nada belicoso, al contrario que su hermana se mostraba mucho más pacifico.

- Después de comer iréis los dos a hacer los deberes y a estudiar. - ordeno el doctor. Los niños refunfuñaron a partes iguales pero aquello era una batalla perdida.

El doctor se dirigió a ti.- Mientras nuestra invitada me ayudara a retirar la mesa y hablaremos de aburridas cosas de mayores. Cuando vea vuestros deberes terminados podréis enseñar a la señorita Morgan los animales ¿De acuerdo?

Naturalmente la idea no les emocionaba pero se tuvieron que conformar.

El resto de la comida los niños te hablaron de como encontraron a la vaca pastando por el bosque, escapada de una granja cercana donde antes vivía mucha gente hasta que el Wyrm los encontró... y de como intercambiaron gallinas por herramientas con otros supervivientes que estaban de paso.

Quitando las continuas menciones a los espíritus y a aquello que llamaban Wyrm, podría decirse que tuviste una comida "normal" y hasta agradable. 

Al terminar los niños se levantaron y llevaron su plato a la pila del fregadero antes de subir corriendo las escaleras, en dirección a lo que imaginabas que seria su cuarto.

El doctor se levanto para hacer lo mismo, se aseguro que los niños no estuvieran fisgando en lo alto de la escalera antes de hablar.

- Bien señorita Morgan, imagino que tiene una batería enorme de preguntas. Le evitare algunas. No, no son mis hijos, ninguno de ellos. Son hermanos, hijos del mismo hombre pero de diferentes madres y no, ninguno de sus progenitores vive aquí.- Te adelanto. - Sus respectivas madres fallecieron y el cabrón de su padre, viejo amigo mio, me encargo de su cuidado sabiendo que no podría negarme.

El hombre tomo aire y continuo.- La casa es mía, herencia familiar, acababa de restaurarla cuando la civilización salto por los aires pero la verdad es que nunca espere darle tanto uso. -Te miro de reojo, sabiendo que tenías la cabeza llena de cuestiones y mientras fregaba los platos, posiblemente en el único grifo que funcionara de todo el país, añadio.

-Bueno, adelante, pregunte.

-¡Madre de Dios! Agua corriente...-May no había podido dejar de exclamar cuando vio como el grifo del fregadero funcionaba. Otra cosa sorprendente a sumar a a enorme lista que ya tenia en mente.

May le sonrió al doctor cuando lo vio mirarle de reojo. Adelantó la mano para coger el plato recién fregado que este le tendía y procedió a secarlo.

¿Por donde empezar a preguntar? ¿Qué le producía más curiosidad? ¿Qué necesitaba más saber?

Había llegado al almuerzo llena de ansia por preguntar, pero durante toda la comida la conversación había sido tan especial, esos dos niños eran tan especiales, que sus prioridades habían ido cambiando durante todo ese rato. Había empezado a comer con tiento, era dificil dejar atrás la sensación de que mañana no tendría que comer y que lo que tenía entre manos debía durar varios dias, pero después de varios dias sin comer más los que ella había estado caminando con sus escasas reservas no le perdonaron que acabara rebañando el plato y chupándose los dedos, literalmente, para deleite de los dos niños que aprovecharon para hacer lo mismo.

-Tengo que reconocer que no me lo imaginaba así. En medio de un bosque haciendo de padre de dos niños. Creo que no se le da nada mal, por cierto. Ellos están bien con usted. No entiendo como su padre ha podido abandonarlos aunque, hoy en dia, las cosas están tan cabeza abajo que ya no se lo que está bien ni lo que está mal, realmente. Si los ha dejado con usted es porque sabía que estarían bien. Que barbaridad que ambas madres muriesen, que casualidad y qué mala suerte para él y los niños... Tengo muchas cosas que preguntarle sobre ellos, ¡son tan especiales!-exclamó recordando algunas de las escenas que ya había vivido con ellos-Pero me gustaría saber qué ha pasado desde que perdí el conocimiento en el bosque hasta ahora. Los niños me han contado que esos espíritus de los que hablan le dijeron donde estaban y por eso me descubrieron, que cogieron una carretilla de la leña, me cargaron y me trajeron hasta aquí-lo miró, alargando su mano para que le pasara el siguiente plato a secar-Me gustaría conocer la versión real de lo que pasó, dejando a un lado los espiritus y la fuerza sobrenatural que tendrían que tener esos niños para levantarme en peso muerto. Cuando caí, pensé que no volvería a levantarme...

Recordaba aquella sensación de paz inmensa que la invadió al sentir el frescor del agua en su frente, aliviándole la fiebre. Supo que no se levantaría más, pero lo supo con tranquilidad. Había hecho lo que había podido. Recordó la sensación de desconcierto que pasó por su mente cuando al pensamiento de que su cuerpo yacería en mitad de ningún sitio apareció y de la sensación de extraña satifacción de que su carne sirviera de alimento a algún animal del bosque en vez de convertirse en una de esas cosas andantes... y ya todo se volvió oscuridad y silencio.

- Debo admitir que yo tampoco me imaginaba que iba a terminar así, criando a los hijos de otro en mi "refugio de soledad".- Te respondió pasando otro plato para que lo secaras.- Y si, la palabra que los define es... especiales, sin duda.- añadió pensando como empezar a explicarte ciertas cosas. Resoplo.- Pertenecen a una sociedad distinta a la nuestra, por lo que creo, tan antigua como la propia humanidad y aunque en parte son como nosotros, digamos que cuentan con habilidades muy diferentes.

El doctor no sabía si estabas entendiendo lo que quería decir. Cerro el grifo del agua y se seco las manos, tomo su bastón y te pidió que le siguieras al sofá con un gesto. Los platos podían esperar.

Se sentó y ordeno mejor sus ideas, volviendo a empezar.- ¿Recuerda cuando los vampiros eran un mito y después resulto que eran reales? Pues resulta que los hombres lobo también existen, aunque el termino con el cual se denominan entre ellos es Gaoru.- Te explico con total seriedad y te dio unos segundos para que lo asimilares antes de volver a hablar.

- Desde luego no tienen mucho que ver a los de las películas.. bueno, puede que un poco con los de crepúsculo pero no se lo mencione, no les hace gracia.

El doctor puso la pierna en alto, sobre un taburete, para descansarla un rato.- Si me lo preguntara a mi, hombre de ciencia, le diría que son una alteración genética de la raza humana, posiblemente dada en la prehistoria y que sea la causa de no haber encontrado al eslabón perdido, que se ha mantenido latente en un grupo de personas hasta la actualidad. Estas personas conformaron una cultura paralela con sus propias creencias y folclore. Como habrá adivinado los "espíritus"..- dijo haciendo el símbolo de entrecomillado con los dedos.- ...son una parte esencial de ello.

- Lo que sucedió es que salieron a jugar, debieron verla o oírla y la siguieron. Es algo que les gusta hacer cuando encuentran a alguien... no importa las veces que les diga que no lo hagan. Cuando se desplomo Selene volvió y se llevo la carretilla para "traer una cosa que se habían encontrado". Subirla a la carretilla no les resulto tan complicado como piensa, Liam es mucho más fuerte que un niño normal y Selene es tan bruta que si se empeña en meter un elefante en un cajón de la cocina no le queda fuera ni la trompa.- bromeo para después acomodarse en el asiento.- Lo que nos lleva a su herida. La infección estaba siendo detenida por sus defensas naturales, el problema venia de su principio de desnutrición, el cual en su estado resultaba muy peligroso. Aplique unos antibióticos después de lavarla para asegurarme de que no tenía otras heridas o infecciones, la dejamos dormir 14 horas y lo demás ya lo sabe.

Cuándo el doctor calló, el silencio se hizo entre ambos. May lo miraba directamente a los ojos, con una expresión de sorpresa totalmente evidente en su rostro. Pero Eduart pudo intuir que no rechazaba su explicación, aunque no sabría decir que estaba pasando por la cabeza de la muchacha en aquel preciso momento.

May, tras la sorpresa inicial, estaba recordando las conversaciones con los niños. Retazos, palabras, expresiones, ajustándolas a lo que el doctor le había contado. A aquella nueva realidad que acababa de conocer.

Cuando años atrás se comenzó a decir que los vampiros existían, hicieron falta evidencias para que la gente creyera. Pero esas evidencias no tardaron en llegar y hasta los más excepticos tuvieron que admitir que aquellas criaturas existían. Las pruebas estaban ahi. May nunca se había encontrado con ninguno, pero ya formaban parte de su vida, ya había pasado el momento de sorpresa inicial y miles de veces se habia preguntado por qué no habían sabido de aquellos seres hasta ese momento, aunque estaba segura que el culpable de que justo ahora conocieran su existencia era el virus. Y ahora el doctor acababa de decirle que también existían los hombres lobo.

Se pasó la mano por encima del vendaje de su herida con suavidad, la yema de sus dedos tanteó sutilmente y fue consciente de que sentía ese roce, de que sentía unas leves cosquillas. Se sintió viva como hace mucho tiempo que no se sentía. Hacía dos días escasos que pensaba que la fiebre la mataría antes que aquella herida. Y ahora sabía, gracias a dos pequeños hombres lobo, que era inmune. Le habían salvado la vida entre los tres. Era un milagro. Pero de repente recordó algo...

-No, no es posible...-le contestó al doctor-Los lobos... -levantó una de sus manos y se señaló la frente-Los lobos no tienen las protuberancias que tiene Liam en su frente. Cuándo las he visto me han recordado a otro animal, pero no a un lobo.

Se acomodó en el sillón, girándose para poder mirar directamente al doctor. Lo miraba con expectación contenida.

-El es dulce, pacífico... Ella si tiene el ímpetu del lobo. ¿Estoy equivocada? Liam es... diferente a Selene, ¿verdad?

Habían pasado casi veinte años desde que había estudiado su carrera de veterinaria y esperaba no equivocarse. Y si no lo estaba haciendo, ¿qué era el pequeño?

La expectación la invadía...

-Ese es un tema delicado, un tabú para ellos. Seria el equivalente al haber nacido de un incesto, es una verguenza para él y para su raza, y lo que causa su deformidad. Ellos lo ven como la "marca del pecado o algo así". - Aseguro para después resoplar.- Son una raza con una mentalidad completamente distinta, en todos los sentidos. Vera señorita Morgan, para reproducirse un Garou necesita a un humano... o humana, depende del caso.-te trato de explicar para que lo comprendieras.

- Entonces, si hay suerte, nace un niño.... los fabrican del modo habitual, no creo que esa parte se la tenga que explicar.- Dijo con su tono socarrón habitual.- Si nace un niño puede ser solo humano, sin nada extraordinario, esos reciben el nombre de "parentela". Los Garuos protegen a la "parentela" sobretodo porque son su elección numero uno a la hora de procrear... supongo que eso aumenta las posibilidades de que nazca un bebé Garou, como Selene, lo cual les hace falta porque están extinguiendose como especie. 

Hizo un gesto para que supieras que en ese punto venía la parte complicada.- Ahora bien, una de sus normas dice claramente que entre ellos no pueden tener relaciones sexuales. Si se dan y se produce un embarazo el bebé nace con alguna deformidad, como Liam, pero no solo eso. Recibe el rechazo de todo el grupo, al punto que pueden condenar a muerte a los padres y al bebé.

Eduard se dio un segundo de respiro. y empezar a contarte otra cosa.- La madre de Liam hizo una especie de pacto con los suyos, desconozco los detalles pero al parecer ofreció su vida "para calmar a los espíritus y expiar su falta" a cambio de que no tocaran al niño. Mientras, su padre luchando contra los zombies para abrir una ruta segura para que un grupo de humanos pudieran escapar de una ciudad, sin saber siquiera que tenía un hijo.

El doctor se paso las manos por la cara, estaba asqueado con esa historia.

May escuchaba atenta las explicaciones pero no podía negar levemente con la cabeza a cada cosa que el doctor le contaba.

-Pensaba que tendrían un poco más de cabeza que los humanos, pero ¡son iguales! Dos de ellos no saben controlar un calentón y ¿lo tiene que pagar el bebe? Joder…-contestó airada, necesitó unos segundos para retomar en un tono normal-En este caso lo pagó solo ella, otra cosa que no entiendo pero, aún a pesar de todo… me hubiera gustado saber que ciertas cosas no se repetían también en su sociedad. Eso lo hacíamos los humanos hace muchos años, podían haber aprendido ellos de nosotros, haber dejado ciertas cosas atrás. En fin, hay veces que veo las cosas tan claras que… dejémoslo, entiendo que no podemos cambiar las cosas. Lo bueno es que Liam le tiene a usted y a su hermana, su madre le dio una oportunidad y, ahí lo tiene, haciendo los deberes-Miró hacia la puerta, temiendo que el niño hubiera bajado y les hubiera escuchado. Se recostó en el sofá más aún, se sentía cansada pero con energía a la misma vez, era una sensación curiosa-Por eso no han dejado de hablar en todo momento de los espíritus, de eso que llaman Wyrn. Pensaba que era algo parecido a una fantasía infantil y les he seguido el juego sin saber. Quizás incluso piensan que sabía lo que son. Antes me hablaron de la letanía, de sus leyes a cumplir y también les seguí el juego, menos mal que no me las dijeron. Espero que los vampiros estén más adelantados en estos temas-comentó, intuyendo que posiblemente el doctor también supiera de ellos.

Miró al techo, pensativa, intentando hilar recuerdos de su conversación con los niños con lo que ya sabía de ellos ahora, buscando otro sentido cuando antes solamente había visto una conversación infantil-Hábleme de ese Wyrn. Selene se refirió a él como si fuera algo que pudiera atrapar, alcanzar y matar. Pensé que era el virus, pero ahora ya no lo tengo tan claro y las explicaciones que ella me ha dado no ayudan a situarme. ¿Esos espíritus son reales? ¿Son otra especie que vive en los bosques o algo asi? ¡Ah! Y me habéis llamado todos guerrera de Gaia. También está relacionado, pero no veo como…-levantó la mano y dibujó algo que solo veía ella en su mente-Podría definirlo inicialmente porque soy humana, pero todos somos parte de Gaia, ellos y usted también, también los vampiros, todos moramos en Gaia así que no es eso. Y yo no lucho, me he limitado a sobrevivir estos diez años. Sé que esos zombis pueden acabar con nuestra vida pero no me atrae ir por ahí matándolos a diestro y siniestro, hay gente que disfruta con eso, yo no. Antes era veterinaria, estos años he estado ejerciendo mi labor cuando he podido y si no haciendo otras cosas que necesitaba la comunidad, reconocimiento del terreno, búsqueda de alimento, incluso he intentado cultivar calabacines, alguna que otra vez he ejercido de enfermera, ya sabe, un poco insustancial todo y sin ningún futuro a la vista más allá del día a día. Siempre he soñado con encontrar una cura, pero… todo eso está demasiado lejos de mis posibilidades actuales, ni siquiera sé cómo podría yo ayudar. Ni tan siquiera sé si hay alguien investigando en alguna parte de este planeta-terminó con un tono que no dejaba dudas sobre lo que May pensaba y sentía. Le estaba contando al doctor algo que quizás, nadie más sabía sobre ella.

Se volvió hacia él-¿Puedo preguntarle también como alguien como usted ha llegado a conocer y a ser amigo de un… hombre lobo?-levantó la mano, como pidiendo disculpas-Quizás es algo demasiado personal, lo entiendo si no me lo quiere contar pero me provoca curiosidad. He conocido a Selene y a Liam como niños humanos para mi y supongo que entiendo lo que son aunque los sigo viendo como niños. Pero si ahora veo algo que no es normal, ya se lo que estoy viendo. Pero si no me lo hubiera explicado… no sé lo que pensaría, como me lo tomaría. Lo mismo echaba a correr de la impresión-bromeó imaginándose ella misma la escena.

El doctor te dejo expresarte en silencio para luego continuar dando las explicaciones que necesitabas.- Son una raza compleja, entienda que fisiológicamente son algo entre humano y animal, sus instintos pueden llegar a hacerse irrefrenables... Incluso es posible que tenga que encerrar a Liam en el sótano cuando Selene empiece a menstruar.- te comento para que entendieras lo que quería decir.- Pueden controlarse pero aveces, el instinto animal es lo que es.- Eduard se encogió de hombros.

- A mi también me parece una crueldad, tienen costumbres peores que en el medievo. Su "letania" es algo así como los diez mandamientos para los cristianos, algo que arraiga en ellos como el mayor de los fanatismos religiosos.- te explico, haciendo que entendieras lo poco conforme que estaba con ciertas cuestiones de su mentalidad.- El Wyrm es algo similar a Satanas, es de donde viene todo mal y toda perdición, es el gran enemigo a batir. Los Zombies, según ellos, son personas corrompidas por el Wyrm y por tanto tienen que combatirlas... Claro que al parecer hay algunos Garou que se han pasado al enemigo y ayudan a Wyrm, hacen cosas malas, como aparearse entre ellos sin matar a nadie por ello...-  Notaste el tono sarcástico de su voz. Eduard no creía en la mitología Garou y la interpretaba como el hombre de ciencia que era, aunque respetara las creencias de los niños delante suya.

- Si me pregunta por los espíritus le diré que yo jamas he visto ninguno. Liam dice que habla con ellos y su padre le cree.- Eduard puso los ojos en blanco un momento y negó con la cabeza.

- Lo de los nombres es capitulo a parte. Yo soy Aliado de los hijos de Gaia, entendamos Gaia como la tierra, la madre naturaleza de la cual nacieron los Garou para protegerla. Me llama Alia-Gaia como diminutivo, es el nombre que me puso el padre de las criaturas. El suyo se lo puso Liam, dice que los espíritus que le guiaron a encontrarla le llamaban así... en otras palabras... ni puta idea y de los vampiros le hablare en otro momento, que si lo esta flipando con los Garou con los chupacuellos ya ni le cuento.- aseguro.

Hablar de la cura o de como conoció al padre de los niños le costaba mayor esfuerzo. Lo notaste más tenso al abordar la cuestión.

- Respecto al virus, lo investigue desde el principio. No es algo natural, sin duda fue creado en un laboratorio. Al asegurar esto quisieron silenciarme, me tiraron un montón de mierda encima, dijeron que después de mi accidente tomaba demasiadas pastillas... Echaron mi carrera por el retrete, perdí el trabajo y la posibilidad de seguir con mis investigaciones... Hasta que se les fue de las manos.

Eduard se paso las manos por la cara, restregando sus ojos un momento. Estaba cansado, debía haber dormido poco cuidando de ti la noche anterior.- Entonces los militares me "reclutaron", me llevaron a unas instalaciones secretas y me pusieron a trabajar en la vacuna en jornadas de 16 o 17 horas. Me daban muestras para analizar, algunas eran verdaderamente raras, cosas que nunca había visto... no sabía de donde las sacaban, era confidencial.

No te dio detalles pero entendiste que en la desesperación por lograr una vacuna se cruzaron todas las lineas de la ética.- El padre de los niños era el forzado donante de la muestra " AX-0235". Le ahorrare los detalles por ahora, digamos que hubo una revuelta entre los propios militares y aproveche para liberar a las muestras. No habría sobrevivido de no ser por el cabronazo del padre de los niños. Podría decirse que formamos un grupo de supervivientes, entre los cuales se encontraba la madre de Selene.. pero eso es otra historia.

-No son tan diferentes de nosotros entonces-le contestó con una sonrisa pícara-Solo que tienen más acentuada la parte animal y quizás eso les aproxime a que nosotros los veamos más como lobos o animales en algunos momentos, humanos sin tapujos y sin control. Suena… salvaje. Pero Liam y Selene son dos niños preciosos. Entiendo que de mayores serán igual, es decir, los adultos son físicamente igual que nosotros, salvo que en algunos momentos, como los niños, harían algo o se comportarían diferente-estaba intentando recordar la película de Crepúsculo, la había visto hacia más de veinte años. Fijó su mirada en el doctor-Y se convertirán en lobo ¿cuándo quieran o con la luna llena? Entiendo que muchas de las cosas que sabemos, que creemos saber, de ellos no son ciertas. Por eso el padre de los niños y la madre de Selene estaban en ese lugar, el ser diferentes siempre hace que presupongamos que nos dará la respuesta a muchas cosas. A la cura de ese virus en este caso. Los usaban de conejillos de indias, así que el ejército sabía de su existencia y de la de los vampiros, quizás muchos antes que el resto de la humanidad. ¿Ellos también son sensibles al virus? Hombres lobo, vampiros... todo lo que exista ahí fuera y que yo no conozca, ¿a todos nos afecta igual? Por que si hace mucho tiempo descubrimos a los vampiros y ahora he descubierto que también hay hombres lobo, estoy segura de que habrá más seres ahí fuera ¿hadas? ¿magos?-dijo recordando de repente la imagen de aquel muchacho con una bola de fuego que corrió por internet durante unas semanas y su mente se fue a hacer un recorrido por las películas que le gustaba ver de joven-¿cazadores de sombras? ¿trolls? ¿elfos?...¿dragones?

La historia del doctor conjugaba muy bien con lo que le habían dicho de él. Pero no podía ni imaginarse lo que tenía que ser “ser capturado” por el ejército y ser obligado a estudiar y experimentar con todo lo que le trajeran, sin el más mínimo vestigio de ética entre medias. La raza humana no había cambiado, ni tan siquiera el virus lo había hecho. Cómo de fácil se cruzaban las líneas y se perdía el respeto cuando se quería conseguir algo a cualquier precio.

-Cuando escuché hablar de usted fue de muy diferentes formas. Pero casi siempre había dos cosas en común. Usted estaba muerto, pero había sido una eminencia en el estudio del virus. Un día hablé con un hombre bastante mayor, uno de los mayores de mi grupo. El vio la herida por un descuido mío y, en lugar de dar la voz de alarma o chivarse a uno de los dirigentes, me habló de usted y me aseguró que vivía en el bosque, alejado de todos. Me alegro de haberle encontrado, Alia-Gaia. Me alegro de que consiguiera salir vivo de allí. Y me gustaría que me contase más cosas de lo sucedido, de los niños, de sus padres… No sé qué más preguntar. Es todo tan nuevo para mi...-se recostó más aún en el sofá. Estaba cansada pero ansiaba saber más, quería saberlo todo. En condiciones normales hubiera guardado mas la compostura, pero el doctor y los niños lo estaban haciendo todo muy fácil y May se sentía muy agusto en aquella casa aunque no llevara con ellos más que unas horas-Me dijo que el padre de los niños ayuda a los humanos y que sus letanías les animan a combatir al Wyrn, ¿quiere decir eso entonces que luchan activamente contra los zombis? ¿Es a acabar con ellos a lo que Selene se quiere unir de mayor? Si nos atenemos a que son más cercanos a la parte animal que nosotros, entiendo que se basan en terminar con todos los zombis, lucha directa y exterminio más que descubrir una cura o algo similar ¿me equivoco demasiado?

Y había algo de todo aquello que la sorprendía más que todo lo demás... pero guardó silencio por ahora.

- Se supone que se transforman por primera vez en la adolescencia, de forma involuntaria, empujados por alguna emoción que no pueden controlar o alguna situación de peligro que encienda su instinto de supervivencia... o eso es lo que tengo entendido. Imagino que de adultos pueden cambiar a placer, su padre lo ha hecho a plena luz del día.- dijo el viejo Doctor respondiendo a tus preguntas.

Unos ruidos arriba cortaron la conversación, los niños estaban jugando a algo, saltando y correteando por la habitación.

- ¡Si subo y no esta la tarea terminada os pondré 15 problemas de matemáticas extra!.- Grito el doctor, terminando con los ruidos de inmediato.

- ¿Por donde iba? A si... La madre de Selene era un sujeto de control, una superviviente, una humana sin nada especial y respondiendo a su pregunta si, parece ser que el gobierno sabían de estas criaturas. Los expedientes X no eran solo una serie mala de televisión después de todo.

El doctor tomo aire.- El virus no afecta al 99 por ciento de los vampiros. Los zombies que atacan todo lo que se mueve, pasan de sus culos pero estropea la sangre y no pueden alimentarse de ellos, lo que es un problema. Si los humanos se extinguen ellos van detrás. El otro uno por ciento restante no se infecta pero pueden hacerse portadores. Si han mordido a alguien contagiado, aun en una fase temprana, con mucha probabilidad infectaran del virus al siquiente del que se alimenten... lo cual les hace muy propensos en el esfuerzo de encontrar una vacuna. Claro que ellos dirán que es por altrurismo porque la mayoría son unos hijos de la gran puta, hipócritas y retorcidos.

Eduard se acomodo la espalda en el respaldo y continuo.- El sistema inmune de los Garou es una maravilla, no se contagian si les muerde un zombie... si les muerden muchos pueden enfermar por un tiempo, hasta que su cuerpo se deshace de las toxinas. Claro que si cae inconsciente en mitad de una oleada los zombies dejaran solos los huesos pelados del Garou.

- Ya sabe como afecta a los humanos, salvo al 0.05 por ciento que tiene una inmunidad natural, como es su caso... Respecto al resto de criaturas por las que pregunta, no tengo constancia de su existencia... salvo si por troll cuenta a mi ex-suegra.- bromeo.

-Yo he analizado sangre de Vampiro, Hombre lobo, un chico que decían que lanzaba bolas de fuego, un supuesto demonio, varias decenas de humanos corrientes, zombies... oh, si... y una gárgola, lo olvidemos eso.- comento y no supiste si seguia bromeando o no.

De nuevo se escucharon ruidos arriba, esta vez mas fuertes.- ¿Podría hacerme el favor de subir a ver si se están matando o que demonios hacen?.- te pregunto esperando no tener que subir la escalera mas de lo necesario por el dolor en la pierna.

-¡A plena luz del día! Debe ser impresionante verlo.

Levantó la cabeza asustada al escuchar los ruidos en el techo. Hasta que las palabras del doctor le recordaron que los niños estaban haciendo los deberes en el piso superior. Soltó entonces lentamente el aire que había retenido en sus pulmones durante esos segundos.

-Por lo que si no encontramos una vacuna o acabamos antes con los zombies, solamente los Garous tienen probablidades de sobrevivir. Los vampiros dependerían de los Garous para subsistir, tendrían que llegar a un acuerdo entre ellos. No creo que dejasen que la especie se extinguiera pero las condiciones para los vampiros serían duras y, para los Garou también con el tiempo, su descendencia también se vería drásticamente reducida. No se podrían reproducir sin los humanos, debería ser entonces solamente entre ellos y antes me ha comentado que es complicado. Lo más inteligente sería que las tres especies, y su suegra, claro-la incluyó sin poder contener una sonrisa-se unieran por el bien común e intentaran terminar de una forma u otra con los zombies-suspiró y lo miró con cara de circunstancias-Espero que los Garou y los vampiros, aunque sea por conveniencia, sepan dialogar mejor que los humanos. Si de nosotros dependiera solamente la salvación de las tres especies, ya le digo yo como terminaría todo, somos más peligrosos que el meteorito que terminó con los dinosaurios.

De nuevo se escucharon ruidos arriba, pero ahora May no se asustó aunque sí se sorprendió por lo rápido que había asociado aquellos ruidos a los niños y no se había asustado. Era como si allí estuvieran totalmente a salvo de los zombies, como si estos fueran solamente una pesadilla.

-Claro que si, no se levante, subo yo. Lo que no le garantizo es que me hagan caso y sigan con sus deberes, pero lo intentaré-le dijo, levantándose del sillón y encaminándose hacia el piso superior-Por cierto, ¡me hubiera encantado que me hubiera dicho que teníamos dragones!-comentó antes de desaparecer de la vista del doctor.

Cuando vio las escaleras delante de ella le parecieron altas, pero cuando subió las primeras supo que se le iban a hacer eternas, le costaba una barbaridad subir cada una de ellas. Tendría que conseguir vencer la desnutrición de la que le había hablado el doctor antes de que la invitaran a irse. Aquel pensamiento la abrumó. Aquella casa era como una balsa de aceite en su realidad y su mente, en esos momentos, se negaba a procesar que tendría que irse tarde o temprano de allí. Respiró hondo mientras subía y se conminó a no pensar en eso y centrarse solamente en el ahora, sin pensar en el mañana, dejando un poco de lado la ansiedad, que acababa de descubrir, le producía pensar el tener que volver a su anterior vida. Esa que había dejado atrás tan solo hacia unos dias...

- Si, seria genial que cooperasen pero ¿Sabe que?.- pregunto el doctor como si la respuesta fuera evidente.- Los Garou consideran que los vampiros son hijos del Wyrm... o aliados... o primos por parte de padre.. algo así. Antes se extinguirían que ayudarlos.- te comento.

Subiste las escaleras. Los sonidos de los niños jugando eran cada vez más claros. La parte baja de la casa tenía el dormitorio principal, la cocina comedor y un baño. La planta de arriba era la zona de los niños y se notaba.

 Dos literas rusticas y solidas ocupaban toda una pared. El resto de la habitación contaba con una mesa y una par de sillas, un baul para los juguetes y un gran armario frente a las casa.

Era una habitación agradable y luminosa donde dos pequeñas fieras jugaban a pelearse rodando por el suelo.

Los lapices y hojas esparcidas por todos lados daban fé de que los niños se aburrían con facilidad. 

En las puertas de los armarios viste dibujos de los niños pegados con celofan.

-¡Di que te rindes, soy mas fuerte que tú!.- decía la niña tan entretenida que ni se entero que estabas allí.

-¡No, tienes que rendirte tú, yo soy el mayor!.- argumento el niño mientras rodaban uno sobre el otro por el suelo. 

Se sentó en el último escalón , observando el dormitorio y a los dos niños durante unos instantes.

La segunda planta era, como la primera, de un gusto exquisito pero se notaba que era territorio de los niños y que Eduart no subía a menudo por allí.

-Alia-Gaia me envía a comprobar que tal os va con los deberes-dijo en voz alta después de observar la lucha particular de los hermanos. ¿Que podía decirles para que se pusieran de nuevo con los deberes? Ella tenía poca práctica con los niños-Le había dicho que confiaba en que ya estuvieran terminados porque quiero ir a que me enseñéis los animales. ¿Los habéis acabado y podemos ir ya?- puso cara de que sabía que no y de que se iba a quedar sin ver la vaca por culpa de los niños.

Los niños dejaron de pelear, sorprendidos al verte.- Yo ya he terminado, a Selene le quedan un problema pero no le sale.- aviso el niño incorporando se.