Partida Rol por web

- Te acostumbraras, le pasa a veces.- dijo Selene con resignación.- Es que tuvo un accidente de coche y se hizo polvo la pierna, se la operaron tres o cuatro veces pero no le quedo bien del todo.- te explico la niña.

- Ayude me a levantar... hasta el sillón.- dijo estirando la mano para que le ayudaras. Liam tambien trato de ayudar a levantarle.-No tenemos hie...hielo... se lo comen.... lo mastican... es malo para sus... jode...sus dientes.

- Siento asustarla... no era mi intención... se me pasara en un rato....¡Jod... lines!.- gruño agarrando su pierna de nuevo.

Tomo aire y se dejo ayudar a levantar.

- Gracias... niños... ya estoy mejor... podeis ir a jugar un rato.- les dijo a los niños y estos os dejaron solos de nuevo en cuanto se aseguraron de que Alia-Gaia estaba ya acomodado.

May tendió su mano y, junto con Liam, ayudaron al doctor a levantarse y a llegar hasta el sofá. Se sentó igualmente en otro sillón, cerca de él por si necesitaba de nuevo ayuda y observó como los dos hermanos se preocupaban de él y no se fueron hasta que estuvieron convencidos de que el dolor estaba pasando y estaba cómodo en el sofá.

Mientras que había estado observando a los niños había pensado en la explicación de Selene a los dolores del doctor y no pudo evitar relacionar ese accidente de coche con las dos tumbas del bosque. Suspiró y se recostó en el sofá, sentía un bajón considerable después del susto y la carrera.

-Tiene mucha suerte de tenerlos consigo, esos dos niños son increíbles. Disculpe por las risas de antes es que pensé... pensé que teníamos visita. Llegué a pensar que no llegaríamos a tiempo de quitarle a los zombis de encima. Cuando vi que estaba bien y el problema era la pierna, no se puede ni imaginar el alivio que sentí. Creo que llevo muchos años esperando que nos caigan encima en cualquier momento y estar aquí tan alejada de todo eso... a lo mínimo he saltado como un resorte-se calló el resto de cosas que había pensado por el camino, no tenía aún suficiente confianza con él y necesitarían hablar de muchas cosas antes de plantearle cuanto tiempo dejaría que se quedase allí con ellos-Creo que debería creer en esos espíritus de los que hablan los niños, ¿sabe? Estábamos con los animales, hablando, y Liam de repente se quedó como... como si no estuviera allí-recordó la imagen, la cara del niño, su reacción-o como si estuviera aquí y pudiera ver lo que le estaba pasando o como si escuchara a alguien decírselo. No sé exactamente si es algo parecido a eso o no tiene nada que ver con la realidad, pero Liam sabía perfectamente que necesitaba ayuda y donde estaba. Vino directo a la cocina. Ese auspicio parece que funciona, no quiero ni pensar en qué será capaz de hacer la pequeña cuando sea mayor-pensar en aquello le resultaba increíble, pero lo había visto y sabía que era cierto. Liam no había dudado, no había posibilidad de que él supiese lo que iba a pasar ni cuando pasaría. Había pasado de verdad, Liam lo había sabido de alguna forma, le preguntaría más tarde-Me han hablado de los auspicios. Me han animado a que busque el mío, como si fuera fácil saber algo así. Ni siquiera sé donde estaba la luna cuando nací. En estas cosas sí que se echa de menos internet, en dos segundos podría adivinarlo. Pero entiendo que esas cosas solo funcionan con ellos, con los hombres lobo. Si fuera tan evidente en nosotros, ya hace tiempo que todos los sabríamos.

Pensó en lo que había dicho el doctor sobre el hielo, era algo que a él le vendría muy bien tener a mano y los niños deberían entenderlo, estaba segura que lo harían-Debería pensar en dejarles que masticaran un poco de hielo si terminan los deberes de vez en cuando, a tiempo y bien. Le vendría bien tener en la nevera y ponerse todas las noches una bolsa de hielo en la pierna. Por cierto, les he prometido que les voy a enseñar a tener pollitos y a criarlos. Se lo pedirán luego. Se lo comentó para que no le pille desprevenido la propuesta cuando se lo planteen en la cena-se quedó un instante viendo la pierna y buscó alrededor suyo hasta que localizó otro cojín. Lo cogió y lo acomodó bajo la pierna del doctor, junto con el otro que ya tenía-Tenemos que procurar que esté más alto que la cadera, así favorecemos el riego sanguíneo. Creo que así será suficiente. ¿Está cómodo o le tira un poco la pierna? -preguntó con tacto por si la posición había dejado de ser cómoda para él-¿Quiere un café o lo que tenga por aquí y le apetezca? Hará que se le pase antes el dolor, el estómago hará más rápida la digestión y... bueno, supongo que la teoría la sabe mejor que yo, de hecho sus antiguos pacientes tenían generalmente patas y ladraban o maullaban-le dijo con una sonrisa avergonzada. El era el médico, no ella-Por cierto, ya se han perdido de vista por el camino, habrán vuelto con los animales. Puede soltar todas las palabrotas que quiera, ya no le escuchan.

- Si, tengo una suerte increíble... realmente impresionante.- murmuro con sarcasmo. Era evidente que adoraba a esos niños, también que era agotador para el cuidarlos en su estado.-No se preocupe por las risas, me alegro de su alegría por no verme devorado. 

Al hablar de los espíritus le viste alzar la ceja.- Señorita, el potencial de la mente humana es extraordinario, en eso podría estar de acuerdo. Yo he visto a Liam hacer cosas que no tienen explicación, eso no significa que lo hagan "espíritus". Yo creo en la ciencia, hasta cuando esta todavía no cuenta con respuestas.

El doctor se acomodo la pierna de nuevo con gesto de dolor pero algo menor.- En la edad media cosas simples como los arco iris, o la lluvia, no contaban con explicación científica y se lo atribuían a Dios. Los espíritus es la explicación que da un niño inducido por su cultura a algo que le sucede y no comprende.- dijo dejando clara su posición.

Resoplo.-Los auspicios son tres cuartos de lo mismo, el horóscopo de los Garou. Nace un niño, miran la luna y toda su vida lo tratan como un guerrero, le dicen que es un guerrero y ese es su destino, lo entrenan para ello... ¿Que cree que piensa ese niño de si mismo?.-pregunto de forma retorica.- Cree que es un guerrero, se sugestiona y toma ese rol.

Siguió escuchando lo que le tenías que decir.-Los pollitos si, el hielo no.-dijo tajante.- Como se rompan un diente a ver donde encuentro un dentista pero si, me tomaría un café.-dijo señalando la cafetera.

-No se preocupe, ya estoy mejor.- aseguro, lo dudaste un poco por su palidez.- Bien ¿Donde nos quedamos?¿Que mas quiere saber?

Giró su cabeza a la encimera de cocina, a la cafetera que había visto después del almuerzo, mientras arreglaban los platos. La miró, perpleja-No me fastidie... ¿en serio tiene café?-preguntó volviéndose hacia el doctor con cara de sorpresa-¡Madre mia! -susurró, más para ella misma que para el doctor-¿Le importa que yo... que me tome uno con usted? Por cierto, puede llamarme May.

No esperó la respuesta del doctor antes de levantarse e ir para la cocina. Prepararía inicialmente para él a no ser que le dijera lo contrario porque, sino quería que se gastase café en ella, estaba segura que se lo diría y ella lo entendería.

-Hay muchas cosas que me gustaría saber, todo son preguntas y más preguntas en mi cabeza. Todo esto por ejemplo-se volvió sobre sí misma mientras hablaba, girando y señalando con sus brazos abiertos la cocina, la casa en sí-En donde yo he vivido estos últimos años todo era precaución, barreras contra los zombis, temor, miedo a un ataque nocturno. Pero aquí está usted, con dos niños, en mitad del bosque. ¿Nunca han recibido una visita de ellos? ¿Ningún ataque? Hasta yo he sido capaz de olvidarme de ellos desde que me he despertado, he andado por el campo sin pensar en ellos, sin preocuparme. Es como si este lugar estuviera prohibido para ellos, como si no pudieran llegar aquí. ¿Pueden?

Miró la cafetera, junto a ella había un paquete de café empezado. Lo cogió con cuidado, casi con veneración y lo olió profundamente. Había olvidado lo bien que olía.

-Los espíritus son ahora mismo para mi igual que los vampiros o los hombres lobo. Si existen unos no descarto ya a los otros hasta que una explicación científica me lo explique. Soy de ciencias, pero si ahora mismo me dice que tiene a dos duentes en el parterre de flores de la entrada, tenga por seguro que me lo voy a creer sin dudar. Y respecto a los auspicios, no sé la verdad. Nunca he creído en los horóscopos, pero si a mi me dicen que soy un guerrero por mucho que me entrenen, si no sirvo, no sirvo. Soy práctica en eso. Mi padre quería por todos los medios que estudiara derecho para seguir con el gabinete que mi abuelo habia fundado, desde que recuerdo me lo repetía una y otra vez hasta la saciedad. Yo me veía con un traje impoluto como el suyo, yendo a juicios, ganando grandes causas, siendo una mujer famosa con un caché elevado, llevando al gabinete a otro nivel... juegos de niños. Cuando tuve uso de razón y tuve que decidir me di cuenta de que todo lo que era biologia, geología, química, esas cosas me encantaban. Lengua, historia, todo lo que significara empollar tal cual me agobiaba, así que elegí la rama de ciencias en el colegío. Mi padre conservó la ilusión de que en el momento de la verdad estudiara la carrera de derecho finalmente. Lo hice. Estuve un año, pensé que me gustaría. No conseguí aprenderme ninguna de aquellas leyes y pensar que algún día tendría que salvarle el culo a alquien que sabes que es culpable me daba ganas de vomitar. No me veía entre las paredes de un despacho el resto de mi vida. Pero bueno, la verdad es que ese machaque sirvió con mi hermano. El fue el que heredó el gabinete finalmente-se encogió de hombros-Resumen, que no sé...y más tratándose de otra... sociedad, otra cultura nueva para mi.

Abrió la cafetera y vertió café para una sola taza. Se volvió hacia el doctor esperando si podía o no poder café para dos.

-Los niños me han hablado un poco de su padre. Dicen que usted y ellos son su manada, no tiene a nadie más. ¿Suele ser siempre así? ¿Los hombres lobo van en solitario? Pensé que tendrían una estructura familiar amplia, como las manadas de lobos, pero no estrictamente familiar.

- Por favor, ponga para tres tazas, por si quiere repetir.- dijo dando te permiso para hacerte todo el que quisieras.- El santo padre de las criaturitas me trajo suficiente como para tomar toda la vida y dejar en herencia. Se ocupo de colocar defensas, de limpiar de Zombies un área consideraba y traer suministros como si tuviera que alimentar a un ejercito. Le diré algo de los Garou, no tienen medida.- gruñó aun dolorido por su pierna.

- Usted no vio nada de eso por estar inconsciente cuando la trajeron. Los niños se saltaron el perímetro porque "los espíritus dicen que....".- dijo haciendo el entrecomillado con los dedos y poniendo voz aguda e infantil. Realmente estaba hasta las narices de oír hablar de fantasmas.- Además Liam tiene ese... sexto sentido especial que ya conoce. Por supuesto tengo armas, escondidas de los niños, naturalmente. Por si acaso... pero no. Nunca hemos tenido un ataque importante y yo diría que dadas las circunstancias es uno de los sitios mas seguros del mundo.

El medico te confirmo que aquel lugar podía ser un oasis en un desierto de caos. Algo que poco tiempo atrás te hubiera parecido imposible.

Eduard asintió cuando hablaste de tu padre, sonrió y comento.-Ese es el punto. A ellos no les dicen lo que tienen que ser, les dicen lo que son y no es una profesión, es como decir tu naciste el 10 de Junio y eres Geminis. No lo puedes cambiar y de por vida seras dual, voluble... o las sandez que sea. Se puede rebelar de un futuro marcado pero no negar un hecho del pasado.- Eduard volvió a resoplar. El dolor era intenso pero descendía en intensidad.-La psicologia humana es compleja, imagine la de alguien que ademas tiene una fuerte parte animal.

Hablar del padre de los niños le costo un momento para ordenar sus ideas.- Supongo que no tienen a nadie mas. Cuando Jack se entero que tenía un hijo y lo que había pasado a la madre se encabrono mucho... se lió a ostias con medio clan. Luego renunció a esa manada y se largo con su hijo escupiendo en su túmulo  sagrado, lo que entenderá que no se tomaron bien. 

El doctor resoplo.- Eso fue justo después de que escapáramos de los militares. La gente formo grupos y partieron en distintas direcciones, yo me quede con Jack y con Lidia.- Viste que Eduard se frotaba el puente de la nariz, eran recuerdos no demasiado agradables.- Debido a mi cojera hubiera retrasado a cualquier grupo, quería llegar hasta aquí solo... No lo habría conseguido sin su ayuda.- afirmo.

Cayó en la cuenta de que su historia dejaba flecos sueltos.- Jack es el Garou padre de los niños... o Enfrenta la tormenta, si lo prefiere. Lidia es... era... una chica a la que los militares inseminaron con semillitas de Jack, a ver que pasaba. Yo me quede aquí con ella mientras Jack iba a pedir permiso a los suyos para llevar con ellos a Lidia, que fuera parte de la manada. Entonces descubrió que Liam existía y bueno, esa parte ya la conoce.

Eduard se recosto buscando una posición mas cómoda.- No vea que susto me di cuando lo vi en mi puerta, cubierto de sangre, con pequeño saco de huesos medio desnutrido y maltratado bebé. Creó que en ese momento fue cuando decidió que eramos su nueva manada.

-Gracias-agradeció May con una sonrisa al doctor esa taza de café. Puso la cafetera a funcionar mientras escuchaba al doctor.

-¿Se saltaron el perímetro de seguridad para recogerme? ¡La madre que...! Que valor tienen los dos-exclamó, asustada en parte porque les hubiera pasado algo por su culpa, o incluso al doctor si algo hubiera pasado y hubiese tenido que ir a buscarlos a todos fueras de las protecciones, pero también con un indiscutible tono de admiración. Se apoyó en la encimera, de espaldas a ella con los brazos apoyados en ella, oliendo el maravilloso olor a café que la cafetera empezaba a liberar a la cocina- Tendré que investigar con ellos como poder darles las gracias por hacer que me recogieran, a los espíritus me refiero, y a los niños por venir en mi busca y no tener miedo de una desconocida. En parte eso me lleva a preguntarle... no, mejor más tarde. Antes cuénteme que le pasó a Lidia. ¿Qué le sucedió? Llegó aquí con usted y Jack. Y no llego a entender como Jack parece querer tanto a los niños pero los deja aquí con usted. No es por criticarlo a él ni mucho menos ni porque usted no lo esté haciendo genial con esos niños, todo lo contrario, tiene usted un mérito increíble. Es solo que quiero entender que lleva a un padre a dejar a dos cosas tan pequeñas a cargo de alguien y no estar el presente para verlos crecer. ¿O en su cultura tal vez es más normal que en la nuestra? Enfrenta la Tormenta. Es un nombre muy bonito, muy poético. ¿Tienen relación con la personalidad de cada uno o los asignan por algún suceso o algo parecido? Porque entonces diría mucho de él ese nombre-Y se le ocurrió algo sobre la marcha-¿Dan nombres así a todos los integrantes de una manada?-Si era así, aún no sabía el nombre de Selene y Liam. Pero se calló un instante al recordar que ella también tenía uno de esos nombres especiales-¡Oh! Es una pregunta tonta, los niños me han dado uno pero no pertenezco a la manada, no he dicho nada, olvide esa pregunta.

En ese momento un ligero sonido avisó de que la cafetera había terminado. Había visto un par de tazas entre los platos que estaban escurriendo, así que las cogió y las llenó de café, acercándose después al doctor y alargándole una de los dos. Tomó asiento en el sofá y se llevó la tacita a su nariz, solo para oler su aroma, mientras que abrazaba la taza con sus manos, llenándose del calor que despedía. No recordaba cuando había tomado su último café.

-¿Qué sucedió después de traer a Liam? ¿Cuánto se llevan los dos hermanos? Porque parecen casi mellizos.

- ¡Eh! no les alabe, tienen prohibido salir del perímetro pero saben que no puedo correr detrás de ellos todo el día y de eso se aprovechan.- comento con tono gruñón.- No me entienda mal, me alegro que la encontraran pero si les pasara cualquier cosa mis limitaciones no me permitirían hacer mucho por ellos.

El doctor dio un sorbo al café e intento relajarse mientras escuchaba tus preguntas.-Empecemos por la pregunta "fácil". Los nombres. Según su cultura tienes un nombre como persona y otro por el que los espíritus le reconocen o se refieren a usted o a mi, o a cualquiera. Ese nombre se lo otorgan por alguna razón, en teoría. Por ejemplo, uno curioso que oí. Lame los pies. Lame los pies, como se imaginara, era un Garou con una especie de filia rara por los pies. 

Eduard  suspiro.- Enfrenta la tormenta, desde niño, cuando algo lo asustaba iba directamente a por ello, lo enfrentaba como su nombre dice. La cosa que mas le asustaba desde niño eran las tormentas. Liam y Selene aun no tienen un nombre asignado, son los cachorros de Enfrenta la tormenta... De momento, que yo sepa.

- Ahora lo difícil.- dijo para si mismo, tomando un momento para pensar mientras daba otro sorbo al café.-Creo que en esto debería empezar por el principio.

- Enfrenta la tormenta estaba enamorado desde niño de Canta a la luna, otra Garuo. Nunca pasaron de una amistad muy especial por lo que ello conllevaba. Hace unos siete años, cinco Garous entre los que se encontraban los padres de Liam, fueron en auxilio de un grupo de supervivientes atrapados en un edificio. Estaban rodeados de Zombies, sin provisiones.... Lograron rescatar a todos arriesgando sus vidas, cazaron para alimentarlos y accedieron a su petición de escoltarles hasta un asentamiento de supervivientes.

El viejo doctor dio otro sorbo.- Era una trampa, los militares querían capturar ejemplares de Garou para sus investigaciones. Canta a la luna lo supo y aviso a los demás. Lograron escapar pero les persiguieron, no iban a conseguirlo, los militares tenían helicopteros y todo tipo de armas. Los querían vivos o muertos y no podían volver con su manada, eso llevaría el peligro a los ancianos y los cachorros. 

- Enfrenta la tormenta fue herido pero aun así todos llegaron hasta una cueva donde refugiarse y tomar aliento. No conozco los detalles pero allí es donde Liam fue engendrado, tal vez pensando que ambos iban a morir y su falta nunca sería descubierta...- Eduard volvió a suspirar.

-¿Le he dicho ya que Enfrenta la tormenta tiene una patología clínica que impulsa a hacer estupideces?.- te pregunto sin esperar respuesta antes de seguir.- Con una bala de plata incrustada en el hombro era cuestión de tiempo que muriera, la plata es peor que un veneno para ellos, así que decidió por su cuenta hacer de señuelo y apartar el peligro de sus compañeros, ofreciendo les una oportunidad de escapar.

Los mareo durante días y solo consiguieron capturarlo cuando estaba en las ultimas.

Los militares lograron estabilizarle pero no tenía ni zorra idea de lo que le pasaba. Pensando que su espécimen no sobreviviría mucho le tomaron muestras de todo... y se les ocurrió que Lidia era perfecta para plantar semillitas de Garou, por supuesto sin consentimiento de nadie.

Lidia estaba en los calabozos del recinto, detenida por disparar a una patrulla de reconocimiento militar. No mato a nadie, eran balas de fogueo, solo quería asustarlos y que la dejaran en paz pero se conoce que se lo tomaron a mal y al final sacaron partido de ello.

Eduard finalizo su café y se recostó. Te miro tras una pausa corta.- Para entonces yo llevaba unos seis meses trabajando sin descanso para ellos. Estaba cerca de conseguir una vacuna pero aun era demasiado inestable y peligroso probarla en personas. Entonces llegaron las muestras extrañas y empece a preguntarme de donde salían. 

- ¿Conoce a esas personas que piensan que el fin justifica los medios? Esas personas no podrían ver lo que yo sin vomitar.- afirmo sin querer dar detalles de los horrores que debió presenciar.

- Les convencí para extraer la bala de Jack y me permitieron operarlo con fines científicos, eso le salvo la vida. Hice lo que pude por quienes estaban allí y cuando hubo oportunidad les ayude a escapar. Lidia estaba embarazada de casi seis meses para entonces, Jack sintió que debía cuidar de ella... Llegar hasta aquí con una embarazada y un tullido no fue rápido ni fácil. Selene nació a mitad del camino, tuvimos que buscar refugio unos meses, hasta que paso el invierno y Lidia tomo fuerzas para seguir...El resto de la historia ya lo conoce.

Eduard respiro profundamente y su tono cambio a su sarna habitual.- Jack se encontró de pronto con dos niños, que se llevan unas apenas semanas de edad y aunque Lidia se encariño con los pequeños, no sentía ningún afecto especial por Jack. Ella quería volver a la aldea de supervivientes de donde los militares la sacaron, encontrarse con su familia, buscar al hombre que amaba...

Una noche, hace dos años, se largo. Dejo una nota diciendo que volvería pero el viaje era muy peligroso para hacerlo con una niña de cinco años. Tenía la teoría de que tras ocho años de apocalipsis los zombies ya se habrían podrido en su mayor parte, que podría hacerlo sola... Cuando Jack se despertó salió a buscarla, no encontró mucho de ella...

-No voy a mentirle, Jack es un padre que enseña cosas y juega con ellos, los cuida y los protege... pero es un jodido irresponsable. Necesita salir a combatir a Wyrm, aquí se ahoga, se pone de los nervios si pasa mucho tiempo sin actividad.- Eduard sonrió con tristeza.- También es posible que ver a los niños le recuerde que no pudo proteger a ninguna de sus madres y le desgarre por dentro la culpa... aunque yo me decanto más por lo primero.

-Les alabo solo aquí con usted, en petit comité, nunca se lo diría a ellos. Me da pánico solo pensar en verlos ahí fuera por mucha fuerza que tengan-lo miró ladeando la cabeza, sorprendida por escucharlo decir que se alegraba de tenerla allí, pero no comentó nada al respecto. Sabía que en cualquier momento tenía potestad para echarla de allí si quería, así que aquel comentario le daba, aunque fuera solamente en su mente, más tiempo para disfrutar de aquel lugar y reponerse.

-Me gusta el concepto de los nombres. Aunque no se si a Lame los Pies le hará mucha gracia que se diga en público su filia-rió al pensar en la situación-Guerrera de Gaia. Me gusta, pero no me considero una guerrera, solo una superviviente.-Y era cierto. Era como tenerla en muy alta estima cuando ella no consideraba que hubiera hecho nada en especial para merecer ese título.

Se había terminado el café, sorbito a sorbito, mientras escuchaba la historia de Jack y Lidia, de los niños y del doctor.

-Puede ser cualquiera de las dos opciones, son igual de válidas. Los niños le preguntarán algún día, estoy segura, y entonces lo sabrá. Quizás lo pueda entender entonces un poco más que antes, él no buscó realmente a ninguno de los bebés pero se ha preocupado por ellos, eso ya dice bastante de él. Pero paso a no entender a Lidia, a ignorar la realidad y salir ahí fuera sola, ¿en serio pensaba que ya no quedarían zombis?. Pero bueno, quizás si pueda llegar a entenderla también a ella. Atrapada en un sitio en el que no quería estar con un hombre que no amaba y con un bebé-se quedó pensativa durante unos instantes-Quizás si no hubiera amado a nadie ahí fuera, las cosas hubieran sido diferentes, o si se hubieran enamorados los dos. No es que sea una romántica, de hecho no creo que lo sea, pero creo que eso hubiera ayudado. Y ahora Selene tendría con ella a su madre.

Se calló que le parecía egoísta por parte de Lidia no pensar que su actuación podía dejar sola a Selene.

Se sentó en el sofá de forma que recostó su cabeza en la parte de atrás, quedando mirando al techo-¿Siguen ahí los que los retuvieron, los militares? ¿Siguen con sus experimentos o también fueron al final pasto de los zombis? Me parece increíble que consiguieran escapar en las condiciones en las que estaban, con todos pisándoles los talones, desesperados por encontrarle, sobre todo a usted, y todo plagado de zombis. Es un milagro que consiguieran llegar aquí sanos y salvos, y poder montar todo esto y sobrevivir aquí tanto tiempo... ¿Y dónde está ahora Jack? Los niños anhelan que vuelvan. Me lo han dejado entrever antes, mientras estábamos con los animales. Me han dicho que creen que pronto porque así se lo ha dicho usted, pero creo que tienen sus dudas. Tienen a su padre en un pedestal, sobre todo Selene.-Volvió a mirar al doctor-No puedo resistirme a esa segunda taza de café aún a riesgo de no pegar ojo, está delicioso... -comentó con una sonrisa culpable a la vez que se levantaba a llenar su taza-¿Quiere repetir también? Hay para los dos.

El doctor dio el visto bueno a una segunda taza de café, le sentó bien la primera, sobretodo por la cantidad de tiempo que no compartía una con una charla y compañía agradable.

-Mire, los espíritus no son mi especialidad, desconozco su motivos para atribuirle tal nombre, aunque le recomiendo que piense que Liam, en el fondo, es un niño y puede que aveces meta cosas de su cosecha... que sé yo...

El doctor te miro de forma cómplice, como si fuera a contarte un secreto y por si acaso bajo el tono.- Vera, Lidia era muy buena con los niños. Trato a Liam como si fuera suyo, era una buena persona pero se podía encontrar más actividad cerebral en una piedra. El estereotipo clásico de rubia.- aseguro.

El doctor reacomodo la pierna sobre el cojín. Parecía que estaba bastante mejor y el dolor remitía.- De aquella base deben quedar cuatro vigas al descubierto, como mucho.- te explico.- No se que causo el jaleo inicial, la base se puso en alerta en mitad de la noche y aproveche para abrir las celdas. Como no tenía los claves destroce los controles con el bastón y deje libres a unas veinte personas corrientes, tres vampiros, dos Garou, otros dos o tres Disruptores de la realidad, a Lidia y un par de "Demonios".-dijo entrecomillando aquella ultima parte, tan convencido de su naturaleza como la de los espíritus.- O sí... y a esa... cosa. No sabría definir que era... algo semejante a las gargolas medievales pero de unas proporciones enormes, mas alto que un hombre adulto corriente. Seguramente fruto de algún tipo de experimento genético.- aseguro el doctor en su implacable idea de dar sentido lógico a todo lo sobrenatural.

- Jack se marcho para ayudar a un tal... espere, ¿como era?...Rompe la roca... o Muerde la roca... o Mea en la roca... no sé, algo de una roca. Un amigo suyo cuya parentela estaba en peligro. En teoría debería haber vuelto ya pero conociendo a Jack, si se a cruzado con alguien más que necesitara ayuda, se habrá entretenido con ello.

- Después de todo, en su cultura no parecen especialmente apegados a los niños. Si, aveces nacen en las manadas y se crían con ellos pero sospecho que lo más habitual era que los machos salieran a dejar.... semillitas, en toda humana que se les ponga a tiro. Si es parentela mejor y si aquello daba fruto, cuando el crió se hacia adolescente y se rebelaba su naturaleza... si es que lo hacía.... los espíritus les avisaban e iban a por él.

- ¿Nunca se pregunto porqué desaparecían tantos adolescentes sin dejar rastro?.-Te pregunto tras haberte ofrecido un dato mas para explicarlo.- Claro que últimamente, la mitad de los pocos que quedan, son estériles o sus pequeños nadadores flotan en círculos hasta la muerte. 

May volvió a llenar las dos tazas y volvió a sentarse junto al doctor para seguir la conversación.

-Puede que sí, a esa edad la imaginación de los niños es desbordante-asintió, aunque eso no quitara que el nombre le gustase, y mucho. Rio con el comentario sobre Lidia-Pobres rubias, lo que tienen encima, lo malo es que hay veces que se cumple.

Tomó otro sorbo de café caliente, le sabía delicioso y se notaba mucho más espabilada que antes, así que vaticino una noche en vela. Pero le daba lo mismo, valía la pena. Abrió los ojos como platos cuando escuchó las siguientes palabras de Eduard-Mejor así, ese lugar no era bueno para nadie. Pero, ¿Disruptores de la realidad? ¿Gárgolas? ¿Demonios?-casi se atragantó con el café-¿Y no hay dragones? ¡No me lo creo!-bromeó negando con la cabeza-Las gárgolas y los demonios sí que llego a imaginar lo que son pero ¿qué son los disruptores de la realidad? Suena peligroso, cómo si pudieran crear una realidad alternativa o algo así.

Hubo algo en lo siguiente que contó Eduard que hizo que una pequeña nube gris apareciera en los ojos de May. Sabía que habría que tratar ese tema tarde o temprano y, aunque le hubiera gustado que no tuviera que ser justo esa tarde, después de lo que el doctor acababa de decirle tenía que preguntar. Pero aún así, preguntó primero por otra cosa.

-¿En serio? ¿Eso está detrás de las desapariciones de los jóvenes? Nunca hubiera imaginado que… ¿Los dejan que hagan su vida como humanos y solo cuando se convierten vuelven a por ellos? Vale, de acuerdo, entonces ahora entiendo perfectamente lo de Liam y Selene. Así que es normal, guay por ellos, pensaba que serían más lobos que humanos y estoy descubriendo que básicamente son humanos ligeros de cascos y despreocupados por su prole pero con algún tipo de poder asociado a su naturaleza. Los lobos cuidan a sus cachorros-sonrió al doctor, reconociendo el descubrimiento-Curioso…

Y ahora venía la hora de la verdad-Doctor... no sé cómo preguntarle esto porque es un poco violento para mí pero… si aparece Jack de un momento a otro, ¿cómo se va a tomar mi presencia aquí? Quizás no lo vea bien, o reaccione mal, quizás hasta piense que soy un peligro para Liam y Selene, lo mismo es capaz de oler la herida y pensar que estoy ocultando mi principio de conversión…-dijo tocándose el costado, allí donde tenía la herida curándose ahora mismo. Tomó aire-Bueno, y si tarda en aparecer… ¿hasta cuando puedo abusar de su confianza y quedarme con usted y los niños?-se le hizo un nudo en la garganta, tuvo que tomar con sorbo de café. Solo de pensar ahora mismo verse fuera de las protecciones de aquel lugar le producía ganas de vomitar. Suponía que era por la debilidad que sentía en su interior pero, mentalmente en esos momentos, creía que no lo soportaría.

Eduard te escucho degustando su segundo café, él tampoco dormiría mucho esa noche pero de todas formas imaginaba que estaría hasta tarde respondiendo tus preguntas.

- Yo me alegro de que ese lugar quedara destruido pero no puedo asegurar que fuera el único que existiera. Sé que se mandaban muestras a otros lugares... Claro que de eso hacen ya muchos años, es posible que ya no quede ninguno activo.-dijo mas como un deseo personal que por certeza.

- Los Disruptores son exactamente eso. Lo más parecido que se me ocurre para explicarlo es hacer un símil con el personaje de Neo, el de Matrix. En algún momento la cabeza de una persona normal hace un clip y empieza a comprender como funciona la realidad y como puede alterarla. Antiguamente les llamaban brujos o magos. Según dicen hubo algunos que crearon dragones para amedrentar pueblos enteros.- El doctor resoplo y puso los ojos en blanco.- Yo diría que causaron algún tipo de histeria colectiva que fue la causante en gran medida del auge de la inquisición.

El doctor dio otro sorbo.- Las gargolas también parecen ser obra de... "brujería", una practicada por vampiros Disruptores... si, lo sé, es una puta locura todo. Parece ser que las crearon para proteger los castillos y las criptas donde dormían.

El hombre cambió de tema para explicarte algo más sobre los Garou.- No les juzgue tan rápido. Su Letanía, sus leyes, les obliga a mantener el secreto estricto de su naturaleza, por lo que no podían decir a sus parejas humanas lo que eran, esto hacía sus relaciones muy complicadas. Y si que cuidan a sus cachorros, siempre que les es posible al menos.

El doctor sonrió ante tus preguntas delicadas.- Esta en mi casa, es mi invitada por el tiempo que guste en quedarse. Me viene bien un poco de ayuda con los niños y si a Jack no le gusta que se joda.- aseguro el doctor con total seguridad.-De todas formas no creo que ponga pegas a su presencia, hay un nuevo miembro en la manada y eso en teoría es algo que les gusta.

Lo miró desde detrás de la taza, casi escondida, intentando ocultar su expresión si decía de largarla ese mismo día o al día siguiente. Pero la taza lo que casi escondió fue su sonrisa de alivio al escuchar la respuesta del doctor.

-Gracias de nuevo por su hospitalidad. Le ayudaré con los niños, delo por hecho-le gustó que la incluyera como miembro de la manada, era una consideración especial sabiendo lo que ya sabía. Solo quedaba ver lo que opinaba realmente Jack al respecto de tener a una desconocida cuidando de sus niños-Ummm ya... por lo que veo sus normas son sagradas y las llevan a rajatabla. ¿No considerará que no debía haberme contado todo esto sobre ellos? Aunque realmente en la época en la que vivimos poco importa ya realmente... bueno, si no está conforme con algo ya nos enteraremos, estoy segura de eso.

Miró al doctor. Era un tipo raro, de los que hacía años que no conocía. No había visto aún ni una pizca de desconfianza en él y no temía responder a sus preguntas, es más, él es el que había empezado desvelándole lo que eran los niños y su padre. Quizás el anciano que le había hablado sobre su existencia podía recordarle un poco a ese patrón de persona pero, tenía claro, que en la comunidad en la que había vivido tantos años nadie se acercaba ni un poco siquiera a él.

-Matrix. Me gustaba aquella película, el papel de Neo es increíble y el de... ¿cómo era?-cerró los ojos, intentando recordar-¡Trinity! La chica. Era una buena película. Por lo que dice no descarto entonces la existencia de dragones. Que no podamos explicarlos científicamente ni los hayamos visto-sonrió divertida, recordando las reticencias del doctor ante lo inexplicable-no significa que no existan. Si hay magos, hay dragones, solo hay que encontrarlos. Cualquier dia podremos verlos volar en lugar de a los aviones. Ahora tienen el cielo para ellos solos. A ver... no se si se ha dado cuenta ya pero tengo una fijación con los dragones ehhh, de pequeña ya pedía que me leyeran historias sobre ellos. Lo más cercano que he conseguido ver ha sido un dragón de komodo, pero no cuenta, eso no son dragones ni de lejos-negó con la cabeza porque no, no era lo mismo por mucho dragón que se llamara.

-Hay una cosa que me ha llamado la atención, bueno dos. Antes dijo que Jack había ido a ayudar a un amigo suyo. ¿Cómo lo hacen? El saber que alguien necesita ayuda. ¿Radio? Los teléfonos móviles hace años que cayeron y solo se me ocurre que entre ellos sean capaces de algún tipo de comunicación a distancia, que sientan esa petición de ayuda de alguna forma. Y, la segunda, los hombres lobo tienen entonces el mismo problema en sus espermatozoides que tenemos los humanos?-tomó un sorbo de café lentamente, degustándolo-Hay veces que pienso que todo se ha conjugado para eliminar a cualquier especie inteligente de la faz de la tierra y que solamente los animales moren en ella. No queda mucho para eso tal y como están las cosas por lo que veo. En mi grupo no nació ni un bebe, ni siquiera hubo nunca ningún intento perdido, aunque sé que un par de parejas lo buscaban bastante a menudo-ya lo creo que lo sabía, los ruidos eran de todas cosas menos discretos.

El doctor acomodo la espalda de nuevo.- Una noche Jack salió con los niños aullar a la luna y escucho otro aullido en respuesta, lo reconoció y entendió el mensaje. No me pregunte como, son cosas de Garous que se escapan de mi conocimiento.

Eduard dió un trago un poco más largo y te miro con una ceja alzada mientras hablabas de lo genial que sería que hubiera dragones.- ¿Esta segura de que sería una buena idea?¿Se imagina que los dragones tengan la misma fijación por defecar en vuelo sobre la gente?

Te pregunto esperando que imaginaras que el tamaño de las heces de un dragón adulto, cayendo desde unos 300 metros de altura sobre una persona, sería, literalmente, una muerte de mierda.

Después se puso más serio.- Hay un montón de teorías sobre ello, desde las mas conspiranoicas que dicen que disminuir la población fue algo planeado por las élites para tener controlada a la población, hasta los que le aseguraran que la contaminación del aire o el agua, la radiación, el estres, los vaqueros ajustados, la implantación del 5g.... La explicación de los Garou es que Gaia se muere, si Gaia, fuente de la vida, muere la vida deja de producirse.

-Igual que los lobos de verdad...-asintió, comprendiendo. Tenía mucha lógica que fuera así, verlos sería grandioso-Me gustaría que algún día pudiera verlos, tiene que poner la piel de gallina.

Cuando el doctor le hizo el comentario sobre los dragones se lo quedó mirando unos segundos, imaginándose lo que quería decir-No, harán sus cositas en el suelo, ¡no me quite la ilusión!-le dijo riendo a la vez que se levantaba para llevar las dos tazas a la cocina, el café ya terminado-Hace muchos años, fui con mis padres de vacaciones a Portugal. El primer dia, nada más llegar, en la plaza del pequeño pueblo pesquero mientras buscabamos restaurante para cenar... pasó un grupo de gaviotas. Esas sí que hacen sus cosas en vuelo. Mi padre soltó tantas palabrotas mientras nos limpiabamos que nos estuvimos riendo todas las vacaciones. Así que no, solo por tamaño, prohibo que lo hagan en vuelo, iría contra natura-terminó bromeando, divertida.

Mientra que fregaba las tazas escuchó la explicación del doctor para la poca fertilidad de todos en general. Ella ya había pensado sobre las razones y tenía su propia explicación-Yo creo que es Gaia la que ha decidido que ya no tenemos que estar aquí, somos demasiado malos, demasiado destructores. No sabemos vivir en conjunción con el resto de las especies, si ni tan siquiera somos capaces de entendernos entre nosotros como vamos a ver a los que nos rodean. Animales, plantas, el medio ambiente en general. Gaia nos dio la vida, no hemos cumplido. Lo normal es quitar de la ecuación a lo que sobre para que el resto siga-enjuagó las tazas y las comenzó a secar-Pero esa teoría de los Garous es peor, si Gaia muere, todo muere.

Dejó las tazas sobre la encimera, de donde las había cogido antes mientras pensaba en esa teoría-Eso es todo lo que ellos creen al respecto o ¿eso también va unido a alguna forma de salvar a Gaia? Las leyendas siempre tienen esa parte, la posibilidad de la redención, de salvar y restaurar de alguna forma. De un nuevo comienzo.

Los Garou tienen cientos de leyendas e historias, puede que demasiadas.- murmuro el doctor.- Supongo que piensan que si destruyen al Wyrm, que es quien trata de matar toda vida en la tierra, quien envenena las aguas y el aire, el responsable de las guerras y de todo mal, Gaia se salvara.

El doctor se froto el puente de la nariz por un momento antes de volver a hablar.- Hay algo que quiero enseñarle, no se asuste, instale mi pequeño laboratorio en el sótano. Los niños tienen prohibido jugar allí pero de todas forma siempre lo cierro con llave.- aseguro sacando la llave que tenia colgada al cuello con un cordón, por dentro de la camisa.

-Allí es donde fabrico las pastillas con hiervas pero también es donde sigo trabajando para encontrar una cura. Mi trabajo estaba en un punto muerto hasta que usted llego. Me gustaría que bajara un momento conmigo para que se lo mostrara.- Te pidió.

El doctor se levanto con ayuda de su bastón y abrió lo que hasta el momento habrías pensado que era una despensa.

Unas escaleras descendían hasta las pulcras instalaciones.

Sí, tenía sentido que pensaran que el Wyrm era el responsable de todo pero, ¿quién podía saber realmente si era así o el Wyrm era solamente algo diferente, algo que no lograban entender? ¿Un arma de Gaia para destruirlos? Tal vez nunca lo sabrían.

Pero las siguientes palabras del doctor le produjeron justo lo que el pedía que no sintiese. Fue algo rápido e imprevisto. Desconfianza. No pudo evitar sentirla. Demasiados años de protegerse a sí misma quizás. Pero no tenía ninguna razón para pensar mal de el, ninguna en absoluto. Así que intentó hacer desaparecer esa sensación rápidamente, no tenía razón de ser. Respiró hondo cuando se levantó del sofá para seguirle.

Bajó lentamente las escaleras, siguiendo los pasos del doctor y el laboratorio se abrió ante sus ojos escalón a escalón. Miró sorprendida la habitación, sin palabras. Y sin poder dejar de darle vueltas en su cabeza a las últimas palabras de Eduard.

Hasta que ella había aparecido estaba en un callejón sin salida.

Su mente le estaba jugando una mala pasada. Suponía que el doctor le habría sacado sangre, ya se lo dijo al despertar, y eso lo habría llevado a obtener alguna conclusión que encajara con sus estudios, pero la laguna mental que tenía desde que se desvaneció en el bosque hasta despertar en su dormitorio se hizo ahora más patente, más real, provocándole un vacío incómodo en su estómago.

-¿Todo esto lo ha montado usted? -habia maquinaria potente, instrumental, cosas impensables de conseguir hoy en día-Esto le ha debido costar una fortuna... Es increíble -estaba asombrada y no lo escondía.

Paseó con cuidado por la sala, temiendo tocar algo y romperlo, aunque había material que conocía bastante bien. Había tenido algunos de esos instrumentos en su clínica veterinaria.

-Descubrió algo en mi sangre que le ha dado una pista para seguir su investigación?

El doctor se sentó en una banqueta de patas altas, muy parecida a las que se veían en las barras de los bares en otros tiempos.

- Esta cabaña era de mi padre, me la regalo cuando me case, seguramente para que mi madre no se la quedara en su inminente divorció. La reforme entera, poco a poco, pasaba aquí las vacaciones con mi familia.- Te explico .-fue mi esposa la que decidió que fuera "eco sostenible", poner placas solares y tomar el agua de un rió subterraneo y todas esas mierdas que ahora son una bendición tener.

Mientras el hablaba viste estanterías llenas de papeles y anotaciones, perfectamente ordenadas, junto con una foto del doctor rodeado de lo que parecía un equipo medico. Al lado viste la foto de un bebé sonriente.

 Después del accidente la cabaña se convirtió en mi refugio permanente, me volqué en mis trabajos de investigación hasta que comenzó esta locura y volví a mi puesto para investigar el virus... Cuando se descontrolo por completo los militares me llevaron a aquella base de la que le hable.- Te contó.

Aunque no lo crea, era un doctor reputado, una eminencia en mi campo. Fui un niño "prodigio" ingrese en la facultad de medicina a los catorce años. He dado conferencias por todo el mundo y trabajado en los mejores hospitales, eso genera unos ingresos que hoy en día son papel mojado y no sirven para nada, pero que compraron todo esto.- Te explico.

Seguiste mirando, encontrado algunas fotos más.

- Tome una muestra de su sangre cuando llego ¿quiere verla?.- te pregunto cambiando de tema, ofreciendo te echar un vistazo a su microscopio.-Me gustaría saber su opinión, aunque su campo no sean las personas, sería interesante comparar puntos de vista.

En condiciones normales, si el dichoso virus no hubiera venido para romper el curso normal de la humanidad, nunca se hubiera imaginado entrar en la casa de un desconocido y andar mirando sus fotografías familiares. Pero se le iban los ojos de una a otra, captando retacitos de la vida de Eduard que le iban dando una imagen más ámplia de cómo era él en realidad.

Se olvidó de la desconfianza que había sentido arriba y se centró en el presente, en lo que veía, en lo que le transmitía su intuición. Se detuvo un poco más en la fotografía del bebé. Fue cuando el doctor le pidió su opinión respecto a su sangre.

-¿Cree que me hubiera lanzado yo sola a recorrer parte de mi cuidad y a meterme de cabeza en un bosque en el que no sabía que iba a encontrar para buscar a un médico de mala muerte? -se acercó hasta el doctor y lo miró directamente a los ojos-Me hablaron muy bien de usted y confiaba por eso en encontrarle. Me dijeron que era el mejor, que si alguien tenía que descubrir algún día la vacuna sería usted, que nadie más lo conseguiría-le puso una mano sobre su brazo, un ligero roce solamente, pero ahí estaba, no se atrevía a reconfortarlo con mucho más-Eran muy guapos los dos, lo siento mucho. Pero dele las gracias a su mujer por haberle dejado todo esto y la oportunidad de estudiar el virus como usted se merece. Tiene aquí un pequeño tesoro y no me refiero a las máquinas ni al material-señaló las fotografias-No las pierda nunca, ojalá yo fuera la mitad de afortunada que usted en ese sentido. Con tener una sola de mi familia ya sería feliz.

Miró a la mesa y vio que el doctor se había sentado junto a un microscopio de gran potencia-Claro que sí. Será todo un placer. Veamos que corre por mis venas...

Cogió una banqueta igual a la que el doctor había cogido antes y tomó asiento, regulando su altura con la de microscopio. Cogió aire y miró.

- Ojala fuera tan bueno.- dijo el doctor, algo frustrado por no encontrar la cura después de tantos años de investigación.- Tampoco se crea que es tan genial conservar recordatorios constantes de lo que se a perdido y jamas se recuperara.- murmuro con tristeza.

- Esta muestra a estado en la venera desde que llego.- Te comento cambiando de tema mientras veías que para tus glóbulos blancos, un virus letal, era poco menos que un insecto molesto que barrían de tu organismo sin ningún problema.

-Sus defensas son extraordinarias. Puede que sea algo genético o algo que comiera con asiduidad o condiciones ambientales. Si me da su permiso me gustaría hacerle unas pruebas, tomar nuevas muestras de sangre, de saliva, de cabello... nada doloroso ni invasivo. También me gustaría que respondiera unos cuestionarios, son pesados y aburridos pero ayudan a descartar cosas, por ejemplo ¿Le ha caído un rayo alguna vez?.- el doctor sonrío. Si dice que si puede ser una pista, si es que no podemos descartar la idea de electrocutar a la gente para salvarla del virus.