Partida Rol por web

En apariencia era una vieja granja vacía.

Jack no noto peligro u olor que pudiera alertaros de que hubiera nadie allí hubiera nadie pero justo al llegar a la puerta, esta se abrió desde dentro y una cara conocida os invito a pasar.

El mago se acerco a la puerta con tal cabreo que pensaste que iba a matar a quienes se estaban acercando, pero no fue así abrio la puerta de par en par y les invito a entrar.

- ¡Adelante, bienvenidos a MI casa, a la cual no les invite a venir y donde no son bien recibidos pero aun así siguen llegando cual plaga infecta!.- dijo el mago muy enfadado. En el interior de la casa había una joven sentada en el polvoriento sofá, con una taza de té delante de ella.

Los muebles habían sido movidos para dejar un gran espació. Pegado a la pared una gran mapa de la zona con multitud de lineas, círculos y cruces casi puestos al azar, sin marcar nada concreto.

Al otro lado de la puerta una pareja se sorprendió al descubrir que esa granja no estaba abandonada como pensaban.

 - ¡Owem! ¿Que haces tu aquí?¿Desde cuando es esto tu casa?.- pregunto un hombre alto y rubio que bien podía haber pasado por escandinavo.

La mujer que le acompañaba llevaba un pantalón corto, botas y una mochila militar a la espalda.

A llegar a la puerta de aquella granja la puerta se abrió de golpe y para mi sorpresa y por el gesto de Jack, la suya también, nos dimos de morros con Owem. - Yo también me alegro de verte, Owem. Tranquilo, solo estamos de paso, descansar y seguir nuestro camino. - Miré hacia los lados, viendo a una mujer sentada tomando algo en una taza de té.

- ¿Y Seth? ¿Está aquí contigo? - Le pregunté con curiosidad. La verdad era que si estaba allí me encantaría verle y que viese que Jack no me había hecho daño alguno ni me había comido como el temía. - Jack me contó quien eras, Owem y de verdad que me cuesta creer que alguien con ese valor y ese buen hacer se haya convertido en alguien como... tú. Supongo que es cierto eso que dicen que el poder corrompe y, aunque no te hayas convertido en un demonio, tu arrogancia y falta de respeto superan a tu ego desdemedio. Solo espero que a Seth no le ocurra lo mismo...

Me seguía lamentando por lo ocurrido el día anterior. Pero la verdad es que era imposible que le hubiese impedido llevárselo. Mejor voluntariamente que no un secuestro. Luego miré a la mujer. Sabía que Owem no nos presentaría. - Hola, soy Alex y él es Jack. - Saludé levantando mi mano. No sabía si era la novia maga o mujer de Owen y lo mismo me soltaba una coz al igual que aquel poderoso y soberbio mago.

Luego regresé a Owen. - La verdad es que me decepcionas. Creí que alguien de tu posición y poder tendría una casa menos carcomida por las termintas y que no estuviese a punto de ser derribada por la primera ráfaga de aire que sople. - Miré a Jack y me agarré de su mano. - Solo necesitamos, ¿cuánto? ¿Dos horas? - Le pregunté al garou.- Comemos, descansamos un poco y cuando empiece a quitarse el calor seguiremos nuestro camino. La granja tiene más habitaciones y no tenemos porque vernos las caras en este tiempo.

- No, Seth no esta. Lo he mandado a una misión de auto-descubrimiento. No puedo hacer nada con él si no termina de despertar.- argumento Owem. Parecía muy cabreado.

-¡¿Pero que sabrá usted del poder y de la corrupción?! ¿Y por qué piensa que me preocupa lo que pueda pensar de mi un ser inferior como usted?

May se levantó del sofá mirando a Owen primero y después a los recién llegados con una expresión que bailaba entre la sorpresa, el alivio y la vergüenza. Dependía de a quien mirara en cada momento. Se la notaba descolocada y sin saber muy bien qué hacer.

Caminó lentamente hacia la puerta mientras hablaban entre ellos, casi con miedo a llegar a la altura de ambos, o a la puerta misma. Cuando la muchacha habló no dijo nada de primeras. Solo la miró a ella largo rato, para después pasar a mirar al hombre que la acompañaba y terminar finalmente en el mago.

-Encantada Alex, soy May-devolvió el saludo a Alex, pero su mirada buscó de nuevo al hombre recién llegado al que miró como si buscara algo en concreto en él, algo que encontró porque se le notó en su mirada, en su expresión de reconocimiento. Pero Alex le había dado la confirmación que ella necesitaba realmente, solo esperaba no equivocarse-Hola, Jack.

Se volvió hacia el que, ahora sabía, se llamaba Owen-Sí, en serio pensaba que sería capaz. De eso y de más. Y no me estaba ofreciendo en esos términos, me entendió mal-aclaró con el mago algo de lo que tenían que estar hablando antes de abrir la puerta a los recién llegados-Respecto a lo que hablabamos antes...Veniamos a buscarlo-le dijo señalando a Jack-Su hermano estaba preocupado por él y pensaba que podía estar aquí, en la Granja. Cuando vimos la luz por las ventanas, él supo que había alguien más aquí que no era Jack y por eso nos acercamos a ver quien estaba dentro intentando no ser vistos. No le estabamos espiando a usted, buscabamos a Jack. Solo que usted estaba aquí. ¿Entiende ahora por qué no se lo he dicho antes?

May se quedó mirando al mago esperando su reacción. Parecía que conocía a Jack y a la muchacha, quizás eso sirviera para calmarlo y para centrar la conversación que estaban teniendo hacia unos segundos.

May buscaba en el rostro de Jack similitudes con Erick. Y allí estaban. Era sutiles, pero si se sabía que buscar, se encontraban.

La chica lo había presentado y el mago le había dicho que otro Garou se aproximaba. La intuición de May le decía que tenía delante al padre de Liam y Selene. Y como parecía que se conocían entre ellos, confió en que aquello fuera suficiente para aclarar parte del tema que se traían entre manos el mago y ella. A ella la dejara salir de la Granja y a Erick salir de la umbra.

Pero no pudo evitar mirar a la muchacha. Esa era la muchacha a la que Erick había visto con Jack en el bosque. Sintió un pinchazo de envidia por ella y sus pensamientos fueron a Liam y Selene. Esperaba que fuera lo suficientemente buena para ellos... pero creia recordar que Erick le había dicho que la mujer con la que vio a Jack era rubia. ¿O era rubia solamente la madre de Selene? No lo recordaba bien en ese instante. Pero las manos agarradas, dejaban bien clara la situación.

Solo espero que se lleven bien y me dejen estar con los pequeños... Se sorprendió pensando. Se obligó a volver al momento presente, porque estaba metida en un problema. Ella y Erick. A ver si la presencia de Jack hacía entrar en razón a Owen.

- Para mandarle a esa misión podría haberle dejado con nosotros. Seguro que tras su confesión y en una situación de peligro, hubiera terminado de despertar. - Respondí al borde de Owen con calma. Sus siguiente palabras me hicieron sonreír. - ¿Ve? Nuevamente me subestima. El poder y la corrupción siempre han ido de la mano. Y si le importa lo que piense un se inferior como yo, primero porque si no le importase nada, ya estaría muerta y segundo... porque se cabrea mucho más cuando se da una opinión que no le agrada... aun viniendo de mí. De nada.

Era peligroso cabrear a un mago. Pero por otro lado, me parecía divertido contestarle y demostrarle que no era tanto como él creía. Aunque sabía que al final tendría que callarme. Entonces me centré en la mujer. - ¿Cómo sabes que este es el Jack al que buscas? - Pregunté con desconfianza a la mujer.

No sabía de que hablaban el mago y ella, ni porque buscaban a Jack, si es que era el que buscaban, pero mi mano se tensó sosteniendo con fuerza la del garou. - A pesar de la despoblación mundial, el nombre de Jack sigue siendo bastante común... - No sabía de que iba aquello y que Jack sabía defenderse el solo, pero no podía permitir que todo fuese un error y acabar en un nuevo lío. Ya tuve bastante con Owem cuando le encontré por primera vez, como para que ahora esa tal May me complicase más la existencia.

-¡Claro, que conveniente!.- exclamo Owem en respuesta a May.- Si hubiera entrado una vaca usted diría que se acerco a por leche.

Después respondió a la otra mujer.- ¡Si hay algo más irritante que una mujer, son dos mujeres! ¿Que les pasa?¿Están en esos días especiales en los que sangran y no se mueren?

- Vamos, calma.- pidió Jack a todos, en especial a Owem.- Se que Owem tiene un temperamento... peculiar pero es un buen hombre.... en el fondo, muy muy en el fondo. 

- Señorita, por favor, explíquese. ¿Donde esta mi hermano? ¿Que ha pasado?

May perdió por un instante la fé en que aquel hombre la creyera. Era demasiado complicado para ella, aunque no podía negar que razón no le faltaba.

Jack habló y May no pudo evitar sonreir de alivio cuando este le pidió que aclarase la situación. Era el Jack que buscaba. Gracias a Dios y a los espíritus...

-Erick estaba preocupado por usted, llegaba tarde y pensó que podía haberle pasado algo. Así que quiso venir hasta aquí solo en su busca sabiendo que había algo diferente en la Granja. Consideramos que podía ser algo peligroso y que usted podía estar en peligro, por lo que no le dejé que viniera solo, dos mejor que uno para evitar sorpresas desagradables-hizo una pausa, calibrando las reacciones de Jack ante lo que iba contando-Cuando llegamos cerca de la Granja, vimos las luces que... Owen...me ha explicado que son sus defensas. Le pedí a Erick asomarnos a la ventana para comprobar qué había dentro y Owen me sacó de la umbra de repente y llevamos un rato... aquí hablando los dos.

Se volvió para mirar a Owen, aún no sabía a qué atenerse con él, así que obvió comentar en qué términos estaba yendo la conversación exactamente. Le bastaba con aclarar el tema y que todo se solucionase, no hacían falta los detalles.

-Por hacer un resumen rápido, Owen pensaba que lo estabamos espiando. No me deja salir de la Granja hasta que le contase todo esto que estamos hablando aquí y le explicase cómo yo conseguí entrar en la umbra. Y mientras que no le dijera esas dos cosas, no deja salir a Erick de la umbra. ¿Me cree ahora Owen? No me puedo inventar todo esto en un segundo.

Lo miró inquisitivamente. No pensaba decir mucho más a no ser que fuera estrictamente necesario en esos momentos. No quería crear más problemas entre unos y otros porque se hubiera sentido en peligro con el mago, podía haber sido una confusión por su parte y no era necesario liar más las cosas.

- Cierto, para inventar algo así tan rápido hace falta ser muy inteligente.- afirmo Owem, con su sarcasmo natural. Chasqueo los dedos y de la nada cayo un hombre sobre el sofá. Uno enorme, aun más grande que Jack.

Tal como cayo se levanto con los ojos inyectados de sangre, era un Garuo enorme y muy cabreado. Jack corrió a sujetarlo, de no haber sido así hubiera corrido sangre. 

El tipo enorme se relajo cuando vio a Jack y este le aseguro que todo estaba bien, que no había enemigos. Ambos se abrazaron a modo de saludo y volvieron a acercarse al grupo.

Owem os miro a ambas y murmuro.- ¿Que pasa señoras?¿La zoofilia esta de moda?

- Alex, este es mi hermano Erick.- dijo presentando al recién llegado.

 - Siento la entrada, estaba atrapado y me puse nervioso.- dijo como disculpa.- ¿Estas bien, May?¿Este desgraciado no te habrá hecho nada?

- Tranquilo Erick, Owem no es un enemigo. Solo un tanto capullo.- dijo Jack dando una palmada en la espalda de su enorme hermano. A su lado Jack parecía bajo.

- Señorita May, le agradezco mucho todo lo que ha hecho y lamento haberles preocupado pero... ¿De que conoce a mi hermano?

Escuchó el golpe tras ella y supo lo que lo había causado. Se volvió a tiempo de ver a Erick revolverse en el mismo sofá en el que ella había caído antes, cuando Owen la sacó de la umbra de aquella forma tan brusca. Pero Jack fue más rápido que ella y, en un abrir y cerrar de ojos, estaba junto a su hermano para evitar el ataque de ira que ella sabía que tenía que haber estado acumulando el Garou durante el tiempo que había estado atrapado en la umbra.

Ignoró el comentario sarcástico de Owen, no iba a entrar en ese juego.

-No, tranquilo. Todo bien, solo hemos estado hablando. Luego te cuento los detalles si quieres...-le contestó a Erick cuando llegó a su lado.

May miró a Owen al escuchar el comentario de Jack Capullo se queda corto, menudo elemento.

-Ayudo al doctor con sus investigaciones...-informó a Jack escuetamente. El sabría relacionar.

Me tocó guardar silencio porque me lo pidió Jack, pero esa se la guardaba a Owen. Ya me tocaría poder decir algo y esperé mi momento. Pero antes quería saber eso de su hermano. Solo me había hablado de sus hijos, pero claro, nos habíamos conocido hacia unas... ¿30 horas?

- ¿Umbra? - Pregunté ante aquella nueva palabra y el poder del mago de bloquearla. Fuese lo que fuese.

Y fue cuando Owen abrió la bocaza y ya no me contuve. - ¿Zoofilia? Y lo dice un tipo estirado y remilgado, misógeno, arrogante, que por no meter no mete ni miedo. Además, por la forma de hablar de las mujeres entiendo que le gusta que le metan la varita mágica por la puerta de atrás. ¿Para eso quería a Seth, para que le metiese la varita? Pues lo siento, pero al chico le gustan las mujeres... y es menor. Así que tengo delante a un pedrasta.

» ¿Sabe? Me recuerda a los curas en las iglesias, hablando en el nombre de Dios, de un poder más grande que nosotros mismos y luego abusaban de los monaguillos en la sacristía. ¿Usted también es de esos? ¡Oh no! ¡Es mejor! - Exclamé divertida.- Prefiere meterse con seres inferiores a enfrentarse al mal de verdad. Es más divertido intentar humillar a dos indefensas mujeres que ir a destruir una horda de zombis, no sea que se rompa una de sus delicadas uñas o se despeine... además, con lo mal que huelen... por favor... como se va a acercar a ellos... - Añadí al final cambiando el tono de voz en una clara mofa hacia el hombre.

Tal era mi charla que ni me di cuenta de la llegada del hermano de Jack y de como le sostuvo. Solo la voz del garou que me acompañaba me hizo darme cuenta de que no estaba a mi lado. - Eric... encantada. Y tu hermano tiene razón, solo que se queda corto con llamarle capullo. - Miré a Owem casi desafiante. - Tienes suerte de que solo sea una simple humana, porque de no serlo te daría tal lección de humildad que saldrías de aquí llorando y no dejarías de hacerlo el resto de tu vida, recordando a todos a quienes has ofendido o humillado con tus palabras. Pero te diré más. - Di un paso hacia él.

- Tú no tienes poder sobre mí. Podrás lanzarme por el aire, hacerme dormir o desintegrarme en mil pedazos, pero tus palabras... tus palabras no me hacen nada. Así que si quieres joderme, tendrás que buscar o inventarte otra cosa o salir corriendo en busca de un inocente niño a quien enseñarle a usar su varita mágica contigo. - Mi respiración estaba agitada y sentía como me estaba enfadando... eso no era bueno.

Me retiré de golpe del lado de Owem y me quité la mochila. Necesitaba un calmante o aquello no acabaría bien. - Podéis seguir hablando. Yo solo necesito un momento para tranquilizarme...

La vena del cuello de Owem se hincho como un globo.- ¡Yo no uso varita, señora! ¿Con quien se cree que esta hablando?.- exclamo como si eso fuera lo mas ofensivo que hubiera entendido de todo tu discurso.- ¿Con un fraude de feria ambulante?

Owem levanto la mano pero Jack se puso justo en medió, bloqueando cualquier cosa que se le hubiera ocurrido hacer en contra de la mujer tatuada.

 - Nadie quiere una pelea. Todos estamos muy nerviosos ahora, necesitamos descansar. ¿Que tal si vamos nosotros cuatro arriba y dejamos a Owem tranquilo un rato? Después nos marcharemos.- prometió.

- Bien, si no hay otro remedio. Para que luego no podáis decir que no soy magnanimo con los inferiores, pero no entréis en mi cuarto, si tocáis mis cosas os mandare a un lugar del que no podréis salir.- aviso

 Erick no era tan diplomatico.- ¿Como que nadie quiere una pelea? Yo estoy deseando arrancarle la cabeza a este gilipollas y creo que tu hembra esta de acuerdo conmigo.- gruño pero Jack le empujo hacia las escaleras con insistencia y logro que desistiera de un enfrentamiento físico.

- Pues eso mismo estoy diciendo. Veo que su inteligencia no es más alta que su nivel de sarcasmo. Por eso usan varitas con usted... - Abría la mochila con velocidad. - Mis pastillas, necesito mis pastillas. - Ya lo que se considere usted es problema suyo. - Dije respondiendo al tema del fraude de feria ambulante.

En ese momento me había girado y vi su mano alzada frente a mí y a Jack protegiéndome. - ¿Encima le gusta pegar a las mujeres? - Dejé la mochila. Pasaba de las pastillas. - Déjale Jack. Sin magia. El hombre que una vez fue, sin trampas, contra un ser inferior, contra una mujer... - Mi corazón se aceleraba. Podía sentirlo. La sangre me hervía por dentro. Quería golpearle y demostrarle contra quien se estaba enfrentando. - Pero eres un cobarde y usaras tu magia. No soportarás ser vencido por una mujer... lo veo en tus ojos.

Al fondo escuché al hermano de Eric darme la razón. - Yo solo quiero darle una lección. Tiene más valor vivo que muerto. - Dije con la respiración agitada. - Pero no merece la pena. Acabará descubriendo que sin sus poderes no es nada y solo me generaré un enemigo más... - Tiré con fuerza de la mochila. - ... y ya tengo suficientes fantasmas a mi alrededor para que ahora se una un mago con más arrogancia que valor.

Con la mochila agarrada a mi mano, sentí un tirón fuerte hacia atrás. Estaba diciendo que no iba a pelearme con él pero no me retiraba. Fue Jack quien me hizo retroceder y subir aquellas escaleras. Mi mente aún funcionaba y me decía que debía tomarme las pastillas, pero estaba al límite y esa parte deseaba bajar y cruzarle la cara al mago un par de veces al menos.

Al contrario que May, que había ignorado el comentario de Owen, Alex se lanzó a contestarle al mago de inmediato, saltó como un resorte ante la provocación.

Ya le había quedado claro, por la conversación entre ella y Jack, que ambos conocían al mago, pero le sorprendió la reacción de la muchacha y todos las directas que le lanzó en un momento. Debía conocerlo muy bien para hacer todas aquellas acusaciones.

Dio un paso atrás, aquello se estaba poniendo feo, se iba a pasar de las palabras a los hechos de un momento a otro y, para colmo, Erick se ofreció voluntario también a darle su merecido a Owen. Todo se estaba descontrolando por momentos.
Volvió a salvarlos Jack.

-Estoy de acuerdo con Jack, vayamos a arriba...Erick, déjalo, no merece la pena.

Jack tiró de su hermano y de Álex hacia arriba. Ella se quedó sola con Owen antes de darse cuenta siquiera.
Se volvió hacia el mago. Sentía que le debía una disculpa.

-Disculpe por no contarle toda la verdad desde el principio pero, como le dije, pensaba que podría hacerle daño a Erick...y a mi-miró hacia las escaleras por las que habían desaparecido los demás-Subo yo también... será lo mejor-terminó, señalando las escaleras.

- ¡Yo nunca me rebajaría a golpear a una mujer, el ser menos pensante de todos los seres con raciocinio! .- Declaro expresando su profunda misoginia.- Seria rebajarme sobremanera.

El mago se relajo un tanto cuando vio que la exasperante mujer tatuada subía. Tomo aire y respondió a la otra mujer.- Disculpas aceptadas. Entiendo sus motivos. En comparación ya no me parece tan horrible.- declaro. Se giro y te hizo entrega de un libro voluminoso.- Si de veras quiere aprender empiece por esto y ahora fuera, tengo trabajo por hacer.

El piso de arriba era un reflejo del inferior. Jack abrió una habitación que no parecía tener objetos personales y por el polvo del suelo hacia mucho que nadie entraba en ella.

- Creo que aquí estaremos bien. - dijo dejando que todos entraran antes de cerrar la puerta.- Se que Owem es un capullo arrogante pero tenerle paciencia, no tiene la culpa de ser tan insufrible. Es algo genético.. creo que tenía asperger o asperyer o algo así... Eso no quita que sea grosero ni lo disculpa pero tenerle un poco de paciencia, en el fondo no es mal tipo.

Dicho esto continuo.- Os pido disculpas por preocuparos me... entretuve demasiado en el camino. Lo siento.

Se acerco a Alex con cariño.- ¿Estas bien? ¿Necesitas un poco de agua... algo?