Partida Rol por web

-¿Señor Bond? Soy Goodnight. Me han dicho que le preste toda la ayuda posible desde la agencia.

Como ibamos a salir directamente al casino, se cambió antes de subir al coche. Llebaba el portatrajes por algo. Se vistió adecuadamente para asistir al casino.

Ya en el coche se terminó de ajustar la pajarita y se percató que esta pistolita no le abultaba con aquella ropa. Daba gracias a que fuera así.

Nada más llegar al coche, ve que es una "agradable" mujer la que conduce. - Si, estoy seguro que su ayuda será inestimable. El deber estaba por encima de todo, y el servicio a la Reina era lo más importante, pero ... esta reina ya sería oportunamente. Y le sonrió amable y pícaramente.

Al llegar al casino, quedó en la puerta, dejando que ella fuera a aparcar. - Le esperaré dentro Señorita Goodnaight. Ya había empezado a tramar si siguiente movimiento. Esperaba poder detectar a ambos, y si él estaba demasiado entretenido con el turismo del casino, ella se aburriría, y podría "tajarla" un poco para que se le "soltara" la lengua. Además, siempre podía mandar a su "compañera" a que mantuviera entretenido al otro ... un poquito.

Mientras hacía su "vuelta de reconocimiento", hacía tiempo para que la agente llegara.

Dejas a Goodnight para que aparque el coche y entras en el casino despacio, examinado todo a tu alrededor. Hay dos mesas de Ruleta, y tres de Blackjack. A estas horas hay bastantes personas elegantemente vestidas. A la izquierda está el bar y por unas escaleras se sube a la parte de arriba donde los clientes pueden cenar mientras observan el ajetreo del casino. Encuentras a tu objetivo en una de las mesas de cartas. Tras él está su novia, una joven morena bastante atractiva.

No había remedio. Había que esperar a la compañera. La necesitaba como entretenimiento al espía, cuando esta se separase. Los mantengo vigilados. Subo a la parte alta y recorro con la mirada toda la sala, para ... no encontrarme con más sorpresas y que alguien se me acercase, sin saber que hay "más gente especial" por allí.

Subes por las escaleras hacia la parte alta mientras echas un vistazo a todos a tu alrededor. Desde arriba tienes una panorámica perfecta de toda la planta baja. Entre todos los clientes no ves a nadie que levante tus sospechas si bien es verdad que te fijas en que, entre mano y mano de blackjack, tu objetivo observa su reloj como si estuviera esperando a alguien.

En ese momento entra Goodnight que se queda junto a una de las mesas de ruleta, buscándote. Está magnífica embutida en un traje de noche negro que realza sus curvas.

Dejó que Goodnight siguiera buscándole. Tendría que espabilar si quería ser agente de verdad.

Observó con cuidado al "individuo" pero no en el sentido de no perderle ojo, sino de los que le rodeaban. Quién se acercaba y marchaba. De cuando en cuando miraba a su "chica" a ver si le veía. Y en cuanto eso fuera así, le haría una seña para que se acercara. Quería saber donde había dejado el coche, y quería las llaves.

Observas que el tipo juega de manera descuidada. Está ahí simplemente pasando el tiempo. Su novia pronto se aburre y se acerca a la barra a pedir un trago. Finalmente Goodnight te divisa y va a dar contigo en el piso superior.

-Ah, señor Bond, está ahí ¿Ha encontrado al objetivo?

- Tercera mesa de la derecha. Comentó por lo bajo mientras se giraba hacia ella, para darle una bien venida.

-Señorita Goodnight, ¿Se ve en condiciones de entretener al hombre si la mujer se llegara a separar? Precisaría interrogarla y seguro que nos puede indicar algo.

-¡Claro que podría! -dice un poco ofendida-. Soy una agente preparada, igual que usted ¿Quiere que lo haga ahora mismo?

Era mejor intervenir que esperar la oportunidad. Había que crearla. Entrando ambos a la vez, si acaso unos segundos antes, entrar en juego Goodnight. - Gracias preciosa. Alagó a la compañera. - Pues vamos.

Sus planes eran que la chica "asaltara" al espía, y antes de que ella se ofuscase o saltara, intervendría, y ... vería como reorientar la conversación. La invitaría a algo. - La bebida hace que se suelte la lengua.

Bajáis de vuelta al casino. Goodnight se acerca a la mesa de BlackJack y pronto la ves flirtear con el tipo. Su novia permanece en la barra, tomando una copa y ajena a lo que ocurre. Te acercas a ella y te sientas a su lado. El camarero se acerca a ti.

-¿Desea algo, señor?

La pareja de Chilikov te observa brevemente. Intercambiais miradas pero ella regresa de vuelta a su bebida.

Sonrie y procura poner una de sus "poses". - Lo mismo que la señorita, por favor.

Luego, tras esperar a que le sirvieran, le comentó. ¿Es usted de aquí?

-Muy bien, señor. Aquí tiene. Vodka-Martini -el camarero te sirve la bebida con prontitud.

¿Es usted de aquí?

La mujer se vuelve a mirarte otra vez. Te observa un poco más y parece interesada por lo que ve porque responde:

-No, llegamos hace dos noches al país, ¿señor...? -habla inglés con un suave acento de la europa del este.

- Jay, por favor. Le mintió con una sonrisa.

Y con la misma cara afable se interesó: ¿Y de donde llegaron?

-Desde Sofia. No se si habrá estado en esa ciudad, señor Jay ¿A qué se dedica usted?

Contesta todo orgulloso: - Agente de seguros. Pero, no es plan de interrumpir a una dama. Y dio un pequeño sorbo de su copa, mientras, disimulada mente, hacia por que sus ojos percibieran tanto a Goodnight y a su "entretenido". - ¿ Y que les ha traído aquí desde esa ciudad señorita ... El alargado de la frase era precisamente para ver si había suerte y soltaba su nombre.

-Ognianova... Darina Ognianova -mientras la mujer se presentaba echaste un vistazo a tu blanco. Goodnight lo estaba haciendo bien, pero el tipo era esquivo. Después de unos minutos y de mirar de nuevo su reloj, empujó levemente a Goodnight a un lado y se dirigió hacia una de las mesas de ruleta. Allí habló en voz baja con un hombre y se encaminaron los dos hacia los baños de caballeros.

Se percató de la maniobra de dejar a su compañera tirada. Era el momento. Si estaban por hacer algo, aunque sólo fuera un intercambio de información, este era el momento. - Si me disculpa. Se despidió amable de la señorita con un rapido movimiento de mano, haciendo una señal de que se dirigía a "algún lugar". - En unos instantes regresaré.

Sigues hacia los dos hombres que se encaminan al servicio de caballeros. La pareja desaparece por las puertas batientes de la entrada al baño. Amartillas la pistola y la vuelves a guardar en la chaqueta antes de tomar tu siguiente decisión...