Partida Rol por web

El explorador seguía intentando salir de aquel lugar infernal, peleándose con cables, desniveles y demás obstáculos, frustrándose hasta el punto de activar el potenciador de fuerza del traje, con intención de avanzar más rápidamente. Aunque el resultado seguía siendo horriblemente malo. 

Bockman mirando al bicho asiente - Si mi sargento! - a lo que comienza a apretar el gatillo contra el aracnido

Todo el mundo comienza a desplegarse ante la amenaza, algunos siguen dentro del taladro y no nos encontramos muy coordiandos, pero ya sabemos hacia donde tenemos que ir y el sargento mayor ya nos ha colocado. Solo ha sido el lapsus de la salida del taladro.

-Esto ha comenzado ya y seguirá así hasta que muramos...

No dejo que mis pensamientos me distraigan demasiado y me levanto dispuesto a ocupar mi nueva posición con el grupo de vanguardia.

-Sargento, me muevo para apoyar a Mackeyn en el túnel sur- informo para que tenga claro a quien tiene donde. Es perder una buena posición, pero así ya estaremos preparados en los grupos de avance.

En cuanto escuchó las palabras de Focker, Sonia no dudó y alzó el arma para disparar inmediatamente, exclamando al mismo tiempo:

- ¡Ya escuchaste, Hightower, matemos a ese cabrón!

Y la lluvia de fuego cayó sobre él, poderosa y con energía. Sí, la espera había sido todo un coñazo y ahora iba a asegurarse de cumplir la misión, matar bichos y volver a casa.

Con Gawain y Wallace fuera, el grupo conformado por los escuadrones Fox y alfa estaban prácticamente completos, ya solo siete infantes permanecían atrás. La preocupación por el momento aunque hacia presencia, no era tan tensa como sabían podría llegar a ser.

Los bichos aun no hacían aparición y aunque estaban cerca, aun no eran una amenaza real. No obstante el teniente Wayan afirmaba que venían y probablemente no lo harían en pocos números. Siendo concientes de que el taladro no partiría tan pronto como deseaban, sobre todo por la destreza de Mkoll y compañía el combate seria inevitable y por tanto sería mejor estar preparados para ello.

El artillero Hightwer fue quien rompió el silencio abriendo fuego contra un bicho obrero que cayo fulminado con una pequeña ráfaga. Para los veteranos era claro que eso no implicaba nada, los obreros podrían ser molestos e incluso peligrosos pero en el fondo eran basura si se les comparaba con muchos otros tipos de bichos.

-Esto no es un Marauder Sargento Focker, apenas y se puede maniobrar con esta cosa. Las patas pueden destruir el túnel que estamos formando a nuestro paso. Podríamos intentarlos pero no solo nos tardaríamos demasiado sino que además aplastaríamos a muchos de ustedes salvo que se alejasen por lo menos unos 15 metros. No obstante nuestras órdenes son marcharnos de inmediato una vez bajen sus tropas, lo mas que podemos hacer por ustedes es derrumbar el túnel a nuestro paso para que no quede un hueco entre ustedes; aunque tendrán que esperar, el motor esta sobre calentado y prefiero encenderlo de ultimo momento-.

Su arma aún humeaba de los primeros disparos realizados, el obrero había caído y el artillero sonrió aliviado. La primera sangre era suya y por ahora no había bichos. - Lo siento Cabo creo que debe darse más prisa si quiere tener un poco, aunque de este ya no queda mucho... aunque supongo que tendremos suficientes para empacharnos en esta maldita misión. - No se atrevió a mirar a los lados pero por su campo visual vio como tanto sonny como la cabo llegaban a su altura haciendo que el artillero se sintiera más seguro. Debían comenzar a defender la posición durante unos momentos hasta que salieran todos los malditos retrasados y más les valía no desperdiciar tiempo en ello o el maldito enjambre los acorralaría. A su derecha había un agujero al que no había nadie vigilando. No sabía como lo iban a hacer pero más valía que empezaran a moverse todos. - Chicos aunque seais de la ligera también podéis disparar eh? - Maldita sea enviaban novatos a hacer tareas de veteranos.

Aun así el artillero estaba feliz, hacía bastante que no era parte de una incursión de ataque y mucho menos contra una reina por lo que ese pensamiento lo hacía sentirse mejor. Con los focos apuntando en la dirección del tunel y el morita fijo en él se mantuvo por si volvía a ver un movimiento.

El ruido de las armas de fuego empezó a resonar a su alrededor, y Thomas sonrió a sabiendas de que los bichos estaban recibiendo su merecido. No quería perderse la acción, así que clavó la rodilla en tierra y vigiló atentamente el túnel sur por si atacaban por ese lado...

El explorador se frustró al no conseguir nada, así que desactivó el incremento de fuerza del traje, y enfocó el problema de un modo distinto, intentando que esta vez fuera su agilidad la que consiguiera sacarle de allí. El intento le pareció que fue bastante mejor, aunque realmente no avanzó suficiente para verse recompensado. 

Bockman se había desecho de aquél bicho tan rápido como lo vió, y eso era bueno, aunque no parecía uno de los bichos más peligrosos. Al oírle se contuvo una risotada, diciendo luego:

- ¿No te has enterado o el viaje de batió el cerebro? Estamos bajando a Bicholandia, pronto habrá de sobra para todos.

Ahora había que comenzar a estar muy atentos, en cualquier momento podían tener compañía de verdad y, como en el Fuerte, no se podían cometer errores. "Dí que sí, Sonia... por si no sentías ya presión con tu cargo...", pensó, para luego buscar centrarse y moverse hacia el túnel no vigilado.

- Hightower, mantén la posición por si acaso. Sonny, conmigo - ordenó, añadiendo -. Billy, O'Flaggerty, salid ya del dichoso trasto y venid al norte cagando leches, sólos no cubriremos esto. Sargento Mayor, si puede prestarme un par de hombres de la ligera, querría dejar a uno con Bockman y otro conmigo, señor.

Hago lo que puedo, mi cabo, respondió James, enredado ya tan cerca de la puerta que se volvía loco pensando que salía. Ya casi estamos ahí. Llegamos en menos de lo que se tarda en decir bicho.

Pero esos pocos segundos estaban ahí, y si se apresuraba en exceso, podían ser más todavía, demasiados, de modo que prefirió no cometer errores y no esprintar en medio del taladro. El descenso le había jugado malas pasadas, y su cerebro todavía no se había puesto al cien por cien.

Los primeros disparos llenan el ambiente de su fuerte sonido. Un bicho menos parece haber caído a mis espaldas, pero muchos otros deberían aparecer por distintos flancos, principalmente el suroeste, el lugar donde indicó nuestro psíquico que vendría un ataque grande. Reparto órdenes mientras pongo la rodilla en el suelo y apunto hacía la zona que yo mismo designé para cubrir:

- "Ustedes cuatro, vayan con la Cabo Ramírez, ustedes cuatro con el Sargento Evans, ustedes dos conmigo. Sargento Evans, concentre sus hombres en el suroeste. Todos, mantengan a los soldados de la ligera detrás de los hombres de la Fox para protegerles. ¡Fuego a discreción, primen el fuego supresivo si llegan en hordas, para darle tiempo a los que faltan! ¡Mkoll, trae tu trasero fuera de ese vehículo para que el Teniente Smith se largue de una vez!"

Firme y decidido, comienzo a vigilar la zona que tengo en frente, esperando a que aparezca algún bicho por allí para acribillarlo con una rociada de fuego que detenga su avance si es que no lo mata.

Al fin consigue salir de ese infernal aparato que parece montado por un primate poco inteligente porque esa distribución tan rara del taladro no concibe de una forma lógica. Podrían haber cuidado un poco más los detalles, pero ahora ya está hecho.

-Wallance fuera del taladro y dirigiéndome hacia allí, Cabo.

Una vez fuera conecta la lámpara para iluminar la zona al igual que el resto de sus compañeros, se detiene un momento para situarse y emprende la marcha para ir al norte y situarse al lado del grupo de retaguardia. Parece que nada más llegar ya les están tocando la moral esos bichos y no parece que aun estén preparados para emprender la misión propiamente dicha, quedan varios compañeros dentro de ese trasto.

Sin saber muy bien que hacer Wayan decide intentar seguir ordenes y apunta al túnel sudeste, aunque no puede evitar que le tiemblen un poco las manos.

-Señora, sí, señora. -Respondo ante la Cabo por el intercomunicador, cuando pasa a mi lado. Las órdenes son claras, y por lo que parece Hightower es perfectamente capaz de arreglárselas solo con ese tunel, así que me tomo tanto el concepto de vigilar del Sargento Mayor como el encargo de la Cabo-jefa de retaguardia y avanzo a su lado, desviándome parcialmente para tener un mejor control del tunel y todo lo que pueda venir por el tunel del fondo, por el que, según creo, nos va a tener que tocar avanzar. Y si encima aparecen enemigos, cada paso va a ser un verdadero horror y consumo de munición.

En otro orden de cosas, por lo que parece el teniente del taladro no va a poder derrumbarnos el tunel detrás nuestro, lo que me lleva instintivamente a revisar el aditamento de lanzagranadas de mi morita, del que solo tengo una carga ya puesta, mientras el peso de dos granadas me da la seguridad de que las tengo en el cinturón. No tengo muy claro cómo vamos a poder cerrar el paso a nuestra espalda cuando nos movamos, pero ahora mismo sí hay algo que hacer, con más órdenes al resto del pelotón por parte del Sargento Mayor. -Ligera, dos a mis cinco y siete, dos con Bockman. ¿Me equivoco, Cabo? -Esbozo una media sonrisa, acelerando el tránsito de órdenes. No sé qué control de la situación tendrán, pero no los quiero delante cubriendo el fuego sino en un sitio moderadamente seguro y desde el que puedan abrir fuego, y Sonia está demasiado a la izquierda para eso. Quizá quiera un tercero con Bockman, pero para eso encargaría a O'Flaggerty, que seguro que pese a incorporarse nuevo a la Fox lo hace mejor que un ligera. Aunque sea por entrenamiento y equipo.