Partida Rol por web

El claro del bosque comienza a coparse de una neblina mañanera que impide que los primeros rayos de sol iluminen el lugar. Se abre la puerta del arsenal secreto y subterráneo, de la cual sale Ivram Yelenko con tranquilidad y parsimonia. Camina, pasando por encima de varios cadáveres de terroristas de Federación Libre abatidos en el suelo. Se acerca al resto de su pelotón, ya preparados en un par de jeep militares.

- Adelante.

Los vehículos arrancan y en cuanto se ponen en marcha una enorme explosión destruye por completo la instalación. La bola de fuego sube hacia el cielo creando un destello de luz a la espalda de los soldados, que no se giran para ver el espectáculo. Seguían concentrados.

Misión finalizada. Sólo queda reportar al mando del ZSU de los detalles y esperar la próxima orden.

Aquella misión había sido mas fácil de lo que se esperaba, ahora solo quedaban los fuegos artificiales, así que despues de colocar los explosivos Ivram salio tranquilamente al exterior sin prestar mucha atención a los cuerpos de los enemigos muertos. 

Los demás ya estaban preparados en los vehículos de transporte, así que hizo los propio y se unió a sus compañeros. Unos segundos después de empezar a moverse el complejo donde había estado anteriormente voló por los aires, para Ivram eso era música para sus oídos, no había mejor sonido y espectáculo que ver sus explosiones. 

Pero no había que relajarse, aunque la misión había finalizado nunca se sabía si quedaban mas enemigos por el lugar, ahora solo quedaba informar a los superiores y esperar nuevas ordenes.

Tras varias horas viajando, cogéis un camino escondido y cruzáis un bosque frondoso. Tras varios controles militares, por fin llegáis a la base del ZSU.

Tras descargar tranquilamente, aparece vuestro inmediato superior.

- ¿Qué tal la misión, sargento?- Pregunta escuetamente.

El jefe de tu escuadrón saluda militarmente al capitán.

- Capitán.- Baja el brazo.- Más resistencia de lo esperado...Acabamos con unos treintacinco o cuarenta hombres, huyendo al menos una decena del lugar. Después Ivram lo redujo todo a cenizas...

Cuando el sargento termino de hablar Ivram dijo- Si quedaba alguien vivo dentro del lugar, poco quedara de ellos, señor- Ivram no acostumbraba a ser muy respetuoso incluso con los superiores, pero era mejor mantener las formas.

- Perfecto.- Dice escuetamente, aunque no refleja ninguna alegría.- Espero el informe cuanto antes, sargento. Mañana a primera hora, treinta kilómetros de marcha.

Se gira y os abandona. Es un jefe e instructor duro y exigente, pero convierte a unos hombres agresivos y alocados, en un pelotón de operaciones especiales eficiente y mortal.

- No deja ni descansar.- Se queja amargamente 'Doc', el médico del pelotón. Un hombre cabal e inteligente y que se ha ganado el respeto de todos salvando vidas a compañeros heridos de gravedad.

Parece que fue ayer cuando eras un niño jugando con dinamita y hace unas semanas ya cumpliste veintiocho años. Con diez años de experiencia sobre tus hombros eres la mano derecha del sargento Banic y, aunque han ido y venido varios soldados en todo este tiempo, se ha formado un grupo bastante eficiente del ZSU. Esto hace que tengáis bastante actividad, puesto que los mandos os realizan bastante encargos.

Más de un mes de instrucción y entrenamiento tras la última misión, pero Banic te exhorta a ir con él para recibir los nuevos objetivos. Entráis en una de las salas de mando, con muchos planos y papeles, donde os espera el capitán Rebov y vuestro máximo superior, el mayor Jaric.

- Buenos días caballeros.- Os saluda después de que os cuadréis ante él.- Descansad por favor.

El mayor es un hombre serio y eficaz, el ZSU es su familia y trata a sus soldados casi como sus hijos. Es exigente, pide lo máximo de vosotros pero es justo. El mejor líder que podía tener el grupo de operaciones especiales.

- Lo siento hijos, pero os tengo que mandar a El Yermo a pasar frio.- Explica, aunque no era la primera vez que realizáis una misión allí.- El Líder quiere eliminar un reducto terrorista relacionado con Nuevo Día, un campamento que sirve de base de operaciones y de almacén armamentístico. El capitán os dará los detalles.

Se acerca a vosotros y os estrecha la mano fuertemente.

- Suerte hijos, suerte.

Se despide y se marcha de la sala.

- Bien, esta es la situación.- Comienza a explicar el capitán una vez el mayor abandona el centro de mando.- Escondido en este bosque a treinta kilómetros al Norte de la ciudad-estado de Dudinka se encuentra el campamento objetivo. Alrededor de unos cincuenta hombres armados, pero contamos con el factor sorpresa.

Indica con su dedo un punto en el mapa.

- El transporte se hará por helicóptero, llegada y salida en este punto, a cinco kilómetros al suroeste. Todo se dirigirá desde el portaviones IV, que es donde despegarán los helicópteros. Por otra parte, tú e Ivram no iréis con vuestro grupo; mandaréis al pelotón noveno, junto a un pelotón del ejército regular de apoyo.

La cara del sargento Banic al escuchar esto último es un poema. Parece esforzarse al máximo para no quejarse y morderse la lengua.

- No quiero ver ni rastro de esos malditos de Nuevo Día, y sobre todo quiero la destrucción de todo armamento que haya en el lugar. ¿Entendido?

Sin mucha gana, ya que a Ivram eso de estar con los superiores y seguir el protocolo no le iba mucho, él era un soldado slo tenían que darle las ordenes y las cumpliría, pero no le quedaba otra que ir con el sargento y escuchar sus nuevas ordenes.

El mayor era como un padre para el escuadrón, aún siendo exigente y pidiendo resultados, les trataba como su propio familia, no estaba de más poder confiar en alguien más que la gente del escuadrón; así que hizo caso de las palabras del mayor y escucho sus palabras.

Una vez despedido al mayor, Ivram junto con el sargento escucho la instrucciones del capitán. Aquello le parecía bastante raro, nunca habían separado al escuadrón de esa manera y menos quitando a los dos a cargo de él, si a Ivram le parecía raro al sargento, al verle la cara, le parecía un insulto, pero esas eran las ordenes y las cumplirían aun si estaban en desacuerdo. Lo peor de todo es que les tocaba ir con un grupo de novatos, al menos a su punto de vista, a Ivram no le gustaba aquella situación, pero que diablos podía hacer, solo una cosa- Como usted diga capitán- era un soldado y solo le quedaba cumplir las ordenes dadas por el capitán.

Sin mas que decir espero al sargento y sobretodo se preparó para el cabreo que tendría mas tarde, posiblemente le tocara a Ivram el calmarle.

- Sí capitán.

Saluda lo más formalmente posible y salís juntos del edificio.

- ¡Maldita sea! ¿El pelotón noveno? Son una panda de inútiles que no merecen ni estar en el ZSU...¿Cómo vamos a hacer nuestro trabajo con estos hombres Ivram? ¿Cómo?

Saludo al capitán y salio de allí con el sargento.

Poco tardo en estallar el sargento, así que cuando acabo de hablar Ivram dijo- No tengo ni idea sargento, no me gusta nada estar lejos de los chicos y menos cargar con una panda de novatos... joder es una puta mierda- si hubiera sido con otro de los superiores no hablaría así, pero con el sargento y los demás era diferente, eran su familia y les tenía toda la confianza del mundo- Solo nos queda esperar que los chicos hagan su trabajo y a ver que demonios hacemos con esta gente para que no les maten nada mas empezar la misión.

Te encuentras recogiendo tus pertenencias y haciendo la mochila para la misión, algo rutinario pero no por ello menos importante.

El médico te interrumpe de forma pausada y amable.

- Perdona Ivram.- Se excusa.- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no os acompañamos en esta misión? ¿Es verdad que váis con el pelotón noveno?

Es la verdad, no se que diablos pasa, pero las ordenes son que el sargento y yo vallamos con el ejercito regular- dio un largo suspiro de resignación y siguió hablando- el sargento esta bastante cabreado y por mi parte tampoco es que me agrade mucho la idea, pero no tenemos mas opción que cumplir las órdenes aunque no estemos de acuerdo; lo único que puede deciros es que os cuidéis y tener cuidado, no sabemos lo que nos espera allí.

Ivram se quedo un rato pensativo y en voz mas baja dijo- Esto no pinta nada bien, así que tener precaución extrema todos los del escuadrón, el sargento y yo no estaremos para sacaros de los líos- esto último lo dijo con una sonrisa en la cara y estrechando la mano a Doc y a continuación dijo- Buena caza y volver todos.

- Lo mismo digo.- Sonríe ligeramente.- Que no te disparen, que no estaré para sacarte la bala...

Con el apretón de manos, cada uno se concentra en sus tareas.

Una fina lluvia cae sobre la cubierta del portaviones. Los helicópteros y los pilotos ya están preparados, pero algunos del pelotón noveno aún no han terminado de cargar sus mochilas.
El sargento se desespera cada vez más. Mientras el ejército regular se está subiendose ya a los aparatos, vuestros compañeros del ZSU demuestran su ineptitud y dejan a la sección en mal lugar. Banic tuvo que contenerse varias veces para no golpear a algún soldado que preparaba mal sus armas o que en vez de concentrarse en la misión, soltaba consignas contrarias al Líder.

Los rotores comienzan a ganar gran velocidad y el sonido es molesto.

- En tres minutos subimos.- Un teniente del ejército regular se marcha de vuestro lado una vez el sargento le informa del retraso.- Panda de inútiles...A ver si termina esta maldita misión de una vez. Nos dividiremos en dos grupos; yo entraré con la primera escuadra para despejar y controlar la zona. Tú Ivram, con la segunda escuadra vas limpiando edificio por edificio y colocando tus explosivos. Después los fuegos artificiales y nos largamos.

Ivram miraba aquel espectáculo con una sonrisa en la cara, la cara de desesperación del sargento era todo un poema, pero mejor no echar mas sal en la herida.

Ivram escucho las palabras del sargento y dijo- Como digas, pero esta misión no pinta nada bien tenga cuidado jefe- le estrecha la mano y dice- le espero para ver los fuegos artificiales al final de la misión.

Dicho lo que tenia que decir y despedirse del sargento Ivram se fue donde se encontraba la segunda escuadra, aunque no le gustaba nada como iban las cosas no estaba por la labor de fallar la misión.

Los helicópteros despegan una vez están todos preparados. Tu sección apenas habla y sólo se oye el rugir del motor; observas que alguno parece marearse por el viaje y resoplas esperando que los malos augurios del sargento no se hagan realidad.

La zona de aterrizaje está limpia y el transporte no tiene problemas en dejaros en tierra. El teniente del ejército regular despliega a sus hombres con eficacia, mientras que a vosotros os cuesta dirigir a las dos secciones del ZSU. El bosque os da la protección necesaria para no ser vistos, por lo que Banic da la orden al ejército regular de avanzar hacia el objetivo.

Tras más de una hora, llegáis a las inmediaciones del campamento de Nuevo Día. Por el momento está resultando sencillo, puesto que nadie se ha percatado de vuestra presencia ni habéis tenido contratiempos. El sargento te hace una señal para acercarte a recibir las últimas instrucciones.

Al juntarte con él, llama al teniente del ejército regular con una señal.

- Si que tienen que estar mal las cosas en el ejército para aceptar a un imperial.- Susurra con cierta indignación antes de que llegue el teniente.

Una vez el teniente está a tu lado te das cuenta de a qué se referia Banic. Su aspecto es claramente de un hombre del Imperio, quizá un Hombre de Oro o de la Arena, no estás seguro puesto que no dominas las características de las tribus. Su presencia en el ejército es algo anómalo, y más extraño aún que tenga un rango tan alto.

- Me informan que ya estamos a pocos metros y que no hay actividad enemiga.- Aunque intente disimularlo, notas el acento del Imperio.- ¿Van proceder a entrar? ¿Cúal es el plan?