Partida Rol por web

Cercanías de Railford, Lunar de Pharast, Tarde

La lluvia para por momentos,  pero  el ambiente húmedo y frío, junto con la visión del cielo encapotado sobre vuestras cabezas, no ayudan a que vuestro ánimo mejore.

Cuando Adril Hestram, vuestro capitan de la Sociedad os asigno a ésta misión en la región vinícola de Taldor os dijo que la zona era un lugar muy agradable. Como solía pasar, sus palabras eran engañosas. El viaje desde Absalom durante varios días por un mar en calma y la costa de Golsifar fueron agradables;  la tierras enfangadas y llenas de lodo que rodean Railford no lo son en absoluto.

-La misión es sencilla-, os dijo el capitan , -lo único que tenéis que hacer es viajar hasta Railford, en Taldor y encontrar al hijo de Iodon Railford, un prestigioso Pathfinder fallecido y convencerle para que permita a la Sociedad usar su destileria como Logia y base de operaciones de la Sociedad en la  la región. Tenemos una excelente posición financiera, podemos protegerle y si eso no basta, podemos ayudarle a honrar a su padre , que no podemos olvidar,  era uno de nosotros; un prestigioso Pathfinder.

El camino hacia Railford no es fácil de seguir , especialmente después de que el deshielo de la primavera y la lluvia hayan  convertido el sólido terreno arcilloso en un barrizal impracticable. Solo algunos árboles marcados toscamente indican la apartada ruta que serpentea entre el lodazal en que se han convertido los  campos de cultivo de vides ahora inundados y abandonados. Además un manto de niebla  cubre el paisaje impidiendo ver más allá de unos metros.

Hay  restos de protecciones metálicas para los viñedos enredadadas entre las podridas parras y zarzas mientras la vegetación baja y las malas hierbas crecen libremente entre los cultivos.

Pese a haber pasado pocas horas desde el mediodía pareciera como si fuera a anochecer de un momento a otro. En estos momentos es  difícil no echar de menos lo acogedora que resullta la Logia de Absalom

Marcell se envolvió bien en su capa mientras miraba con cierta tristeza como sus limpias botas habian terminado completamente cubiertas de barro. Ojeo a los árboles y pudo ver el camino a seguir entre la niebla.

"Es por aquí, no os separeis mucho compañeros, como nos descuidemos vamos a perder el dia tratando de encontrarnos unos a otros"

Puagh, vaya porquería de tiempo...

Valeros anda con cuidado, prestando atención a las marcas en los árboles que indican el camino a seguir. Está bastante seguro de que el explorador les guiará a su destino, pero nunca está de más hacer las cosas uno mismo. Por si acaso.

¡Por las barbas del gran mamut!, exclama Athanasius tras no ver absolutamente nada y estar a punto de tropezar con un árbol tras pisar algo blando.

¿Y este era el sitio maravillos del que nos habló el capitán?

¿Facil? ¿a esto le llama comodo viaje y agradable región el Capitan?, murmura Lathander mientras se abriga un poco más e intenta mantener el equipo seco.

Pese al despiste que le ocasiona al mago ir empapándose los bajos de la  ropa,  lográis manteneros a salvo en el sendero que lleva a Railford.

Tras una hora comienza a lloviznar de nuevo y oscurece aún más. Dentro de escasos instantes anochecerá. La vegetación y los árboles os protegen algo de la lluvia pero proyectan amenazadoras sombras sobre vuestro camino.

Es muy difícil ver nada más adelante en el camino, entre la niebla, la oscuridad y la lluvia

No os quejeis tanto, deberiais ver estas tierras durante la primavera, cuando han pasado ya las ultimas lluvias y el verano se acerca. Comprenderiais entonces a que se referia el capitán. Dias lluviosos y niebla hay en todos sitios.

Marcell continuó un poco mas dicharachero el resto del camino, intentando que sus compañeros viesen las maravillas de su tierra donde era dificil ver.

Caballeros, ¿Que os parece si buscamos donde acampar? anochecera pronto y creo que con este tiempo os costará más acampar.

Tenéis razón Lathander, es una buena idea y con este tiempo no se si es mejor seguir o parar y esperar que la cosa mejore, estaba mejor en mi biblioteca, no se si lo va a resistir mi grimorio- se toca su anillo, frotando la piedra engarzada en él y mira con atenta mirada su alrededor.

Si quieres que aprecie de verdad tu tierra, Marcell, tendrás que presentarme las bondades de sus mujeres, el auténtico baremo por el que se puede juzgar la calidad de una nación.

Y sobre lo del campamento, yo seguiría un poco más. Cuanto antes salgamos de este húmedo agujero mejor. Y más si encontramos una cálida posada en la que pasar la noche.

A pesar de su incesante charla, Valeros permanece antento al camino...

Yo también preferiría pasar la noce bajo un techo, en un lugar seco.

Amigo Valeros, si quieres conocer los encantos de las taldoreñas vas a tener que trabajartelo tu mismo, no esperes que te las ponga ne bandeja. Comentó Marcell con una sonrisa en su rostro

En ese momento , mientras charláis , Lathander se tensa escrutando algo indiscernible para vosotros  más adelante en el camino.

Las condiciones son tan adversas que tan solo el semielfo , usando sus afilados sentidos,  se percata que unos metros más adelante, no muchos más de diez o quince, se observa entre la niebla , la lluvia y la vegetación  el destello intermitente producido por un fuego pequeño situado seguramente a ras de suelo. Una hoguera o fogata quizás. Es muy difícil asegurarlo.

No se adivina ninguna figura en torno a las llamas, aunque habría que acercarse más. La niebla convierte en sombras todo lo que hay más allá de unos pocos metros. Tampoco es posible oir nada concreto a ésta distancia.

Psssttt!!!, Caballeros, hay una hoguera allí delante, pero no veo a nadie ni nada, me acercaré a ver.

Ten cuidado Lathander, grita si tienes problemas. Esperaremos diez minutos antes de acercarnos al fuego para que tengas tiempo de situarte.

Marcell se ajustó la rodela, y comenzó a mirar el suelo trando de ver cualquier rastro no borrado por la lluvia que les indicase quien podría haberla hecho.

Tras esto desenfundó su espada y esperó en silencio.

Si queréis poneros nerviosos por un fuego...

Valeros se cruza de brazos, aparentemente muy tranquilo, pero no le quita ojo a la niebla circundante.

Athanasius coge su vara con ambas manos, mira el anillo de su padre y fija la mirada al frente esperando una señal de sus compañeros o a que suceda algo.

Te apartas por el camino internándote en los campos de cultivo , entre los matorrales a la derecha de la hoguera. Avanzas despacio para no ser visto y evitar los grandes charcos de agua que ahora son un lodazal.

La lluvia te empapa pero su sonido enmascara tus lentos pasos.

Cuando te pones en paralelo a la fogata puedes ver entre la niebla, dos, tres , quizás cuatro sombras que se recortan contra el fuego. Parecen hombres sentados. Incluso el viento trae a tus oídos el resonar ininteligible de alguna palabra en idioma común. Parece que conversan.

No te han visto. Tras unos instantes consigues llegar hasta la posición que pretendías , justo en el lado opuesto a tus compañeros

Lathander el semielfo se pierde entre la niebla y los arbustos empezando a rodear la hoguera por su lado derecho.

Al prestar más atención a la hoguera parece que se observan a algunas figuras humanoides sentadas a su alrededor. El fuego oscila por las abatidas de la lluvia y el viento, pero parece que están protegidos bajo un árbol. Sigue sin escucharse ni verse nada claramente, entre la niebla, la llovizna y el ligero viento. Deberíais acercaros bastante más para determinar las características de esos seres.

Marcell inspecciona el camino con destreza, mirando huellas que para los demás simplemente, no existen.Pese a que  el lodazal ha borrado casi todos los rastros,  observa algunos  restos de huellas de perro (más de dos) que se mueven de acá para allá, en el camino, entre los cultivos..sin un patrón fijo. También observa algunas huellas de pies de humanoide, calzados. En ambas direcciones, hacia y desde Railford.

Pasan unos minutos y calculáis que vuestro compañero ha llegado a la posición acordada sin que se observe ningún cambio en torno a la hoguera y los misteriosos seres que allí se congregan.

Lathander debe estar ya en su sitio. Si quereis puedo acercarme a ver si es seguro, aunque tiene pinta de tratarse de viajeros como nosotros nunca estan de mas las precauciones.

Marcell enfundó su espada, no queria parecer un bandido si se tratava de simples viajeros, y miro a sus compañeros esperando respuesta.

Acerquémonos todos, ¿no?

Comenta Valeros sin dejar por un momento la postura relajada.