Partida Rol por web

El octavo señor

El primer frente

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25/07/2021, 10:59
Hi_Im_Elodin

 

Los gritos de dolor despertaron al penitente. Le dolía la cabeza, tenía los sentidos embotados y no recordaba muy bien que es lo que había pasado. El ambiente estaba cargado por la humedad y el olor de la sangre.

Miró a su alrededor. Se encontraba atrapado en un capullo de seda en una celda apartada, totalmente cubierta por frondosas telarañas y otros bultos como en el que él se encontraba. Delante suya se encontraba un Duk’zarist de ojos esmeralda. Llevaba un hermoso traje negro simple y estampados de tonos verdes cosidos en su piel, blanca como el mármol. Sostenía una pequeña navaja en su mano derecha, con el filo gastado y con algunas telarañas enganchadas en el cierre.

-Sal de ahí y vístete. Te están esperando. – dijo el Duk’zarist, sin disimular su asombro. -Eres el primero que sale en mas de cien años, y desde luego el que menos tiempo ha estado encerrado entre estas paredes, puedes considerarte un afortunado.

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25/07/2021, 13:29
Buenafu

Esdras se frotó lentamente la sien, confundido y desorientado mientras sus sentidos despertaban. Su nariz se contrajo de forma abrupta ante la intensidad del olor a sangre seca y excrementos que impregnaba el ambiente.

¨ ¿Qué ha ocurrido? ¨ pensó ¨¿dónde… dónde estoy?¨

Le dolía la cabeza, yacía en el suelo envuelto en tela de araña recién cortada. Entonces su vista terminó de enfocar, fijándose en el Duk zarist que le había soltado. Su mirada se tornó sombría y su pecho se llenó de aire, expandiendo su lustrosa caja torácica. Su cuerpo estaba surcado de profundas cicatrices, prácticamente no había cinco centímetros de piel sin una, pero se veía imponente. Su musculatura era profunda, apenas había grasa cubriendo su cuerpo y, aún así, era corpulento. Buscó en la habitación sus pertenencias y el elfo se las arrojó.

Cogió su cinturón para cubrir sus vergüenzas y parte del bajo vientre, el cinturón asemejaba la boca de un dragón a punto de devorar algo o alguien. Por el resto iba desnudo, solo unos guantes y botas.

Miró con seriedad al elfo, el cabello de aquel hombre era blanco, casi tanto como la piel del elfo, sus ojos eran profundos con una sombría mirada a pesar de ser del color de su pelo. Su voz era la de un hombre parecía gastada por los años, con un tono menos grave de lo esperado dada su constitución.

  • ¿Quién eres? ¿Dónde estoy y quién me espera? – Preguntó con un tono que advertía premura en la respuesta.

Él no era estúpido, no lo suficiente para irse sin sustraer la máxima información posible, pero tampoco para negarse a su captor. Estaba en clara desventaja, necesitaba información y tiempo, tiempo para despejar su mente y encontrar respuestas en su interior.

Notas de juego

Esdras acompañará al duk zarist aunque no le responda lo que ha preguntado. Su intención es mandar el mensaje de que no es alguien a quien ningunear, pero tampoco va a ser insolente sin conocer a qué se enfrenta aún.

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25/07/2021, 13:32
Buenafu

El penitente habló a su interior, buscando a T´zarkhan.

- ¿Qué ha ocurrido? Lo último que recuerdo es matar a aquella persona que me ordenaste... luego todo se funde en sombras... tú puedes ver más que yo ¿dónde estamos?

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29/07/2021, 00:33
Hi_Im_Elodin

La voz de T’zarkhan se escuchaba lejana y débil.

  • No tengo tiempo Esdras. Cuida tus palabras, mantente alejado de las paredes, memoriza el camino y si ella te da algo de comer o de beber no lo tomes. Es todo lo que puedo decirte. Pronto entenderás.
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29/07/2021, 00:33
Hi_Im_Elodin

                         

Ardiel observó atentamente al penitente. Observó su vestimenta, su piel, observó cómo se movía, como respiraba. Observó detenidamente cada detalle del Penitente sin disimulo alguno.

-Mi nombre es Ardiel, el Mensajero de Nettnix. Imagino que con esto te imaginas donde estas y quien te está esperando.

El penitente siguió a al joven mensajero por los anchos pasillos del castillo que, por la humedad, podía suponer que estaba excavado en las profundidades de la tierra.

Pasaron varios minutos andando entre celdas y escuchando fuertes gritos de dolor. Subieron unas escaleras interminables, resbaladizas y estrechas, con los escalones desgastados por el uso e iluminadas por unos pocos faroles colgados de los bajos techos.

Tras un buen rato andando, Ardiel se paró en seco delante de unas puertas de piedra maciza demasiado grandes para ellos y se apartó para dejar paso, haciendo un signo con la mano indicando el camino al penitente.

Esdras asintió. Hizo un leve estiramiento de hombro y abrió ambas puertas, de forma totalmente imponente. Las pesadas puertas de piedra resonaron por toda la estancia al abrirse. Justo en frente, al fondo de la sala, una gran estatua de una mujer harapienta, escuálida, con los ojos tapados, sujetando un enorme farol que colgaba a mitad de la gran sala, donde había una gran mesa de piedra presidida por la mismísima Señora de la gula, imponente, subida en un antiguo trono de piedra negra. A sus lados, alrededor de la mesa, varias criaturas de distintas razas, de serio semblante, se quedaron mirando totalmente atónitos al penitente.

Gula se incorporó y, al poco tiempo, empezó a dar un aplauso lento y sarcástico, el cual resaltó sobre el completo silencio que había inundado la sala después de que se abrieran las puertas.

-Eres el último en llegar, pero, sin duda alguna, el invitado de honor. Toma asiento- Dijo Nettnix señalando el asiento que presidía el otro lado de la mesa.

Tras estas últimas palabras, una oleada de murmuros recorrió la estancia, como si lo dicho fuera algo totalmente insólito. Pero tras unos segundos, los susurros pararon. Nadie alzó la voz ni protestó más allá del asombro inicial.

Esdras tomó asiento lentamente, orgulloso, observando deliberadamente al resto de individuos, pero evitando la imponente mirada de la diosa.

-Todos estáis aquí por lo mismo, como ya podréis imaginar. Espías, traidores, desertores, ladrones, chismosos y asesinos se encuentran hoy aquí. Gente talentosa a la que he dado una segunda oportunidad para vivir, por puro capricho. ¿alguien tiene algo que añadir?

Una mano se levantó a unos pocos asientos al lado de El penitente, pero acto seguido, como por arte de magia, su cabeza rodo por la mesa.

-Bien, bien, bien, me alegra que todo haya quedado claro, ¡ahora brindemos todos! ¡Por las segundas oportunidades!- dijo levantando la copa.

Hubo un brindis. un brindis silencioso y macabro. Algunos comenzaron a llorar mientras lo hacían, otros temblaban tanto que tuvieron que agarrar la copa con las dos manos, otros simplemente se resignaron. El penitente, confundido, brindó con el resto, pero a la hora de beber simplemente se acercó la copa a los labios, sin llegar siquiera a rozarlos.

después del brindis se  hizo el silencio, roto únicamente por los sollozos de alguno de los presentes, y uno a uno empezaron a caer. el fragil silencio se vio interrumpido por los golpes, la tos y el correr de la sangre. Miles de pequeñas arañas empezaron a salir por los ojos y boca de aquellos que habían bebido. Fue una escena cruel y sangrienta, una masacre. los cuerpos agujereados estaban desperdigados por la mesa y por el suelo, dependiendo de lo lenta que hubiera sido la reacción.

Un hombre de pelo cano, sangrando por los ojos y boca, había sobrevivido al veneno. Nettnix se acercó por detrás, siseante, como una serpiente acercándose a su presa.

-¿como esperabas que terminara esto Alban?- susurro La gran señora- ¿de verdad esperabas que no me enterara de tus planes?¿de verdad creías que esta pequeña revolución iba a llegar a algún lado?

el anciano escupió algo de sangre, pero se mantuvo callado. 

-El penitente- pronuncio con curiosidad la madre profana mirando directamente a Esdras, el cual no tenía ni una sola gota de sangre manchando su cuerpo- He estado investigandote desde hace tiempo, concretamente desde que llego a mis oídos que Sigma estaba interesado en ti. Me has causado muchos problemas al matar a uno de mis espías antes de que  entregara su informe, pero has demostrado mas valor que esta panda de alimañas al negarte a beber aunque eso hubiera significado una muerte mas lenta y dolorosa- hizo una pausa y miró directamente al anciano que se encontraba tirado en la silla, completamente bañado en sangre-Así que dime, ¿qué harías tu si te enteraras de que un grupo de personas que considerabas de tu confianza ha confabulado para acabar contigo?

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02/08/2021, 16:42
Buenafu

Esdras miró a los ojos de aquellas personas que, con abruptos temblores, buscaban ayuda o auxilio. Sostuvo la mirada mientras aquellos arácnidos desgarraban la carne y los órganos de sus huéspedes y no parpadeó. Empezó a comprender el por qué cuando Gula se jactó de los traidores.

Solo se movió para evitar el vómito sanguinolento de uno de aquellos desgraciados.

“Este es el mundo en el que vivimos. Si quieres ostentar el mando debes poseer poder, si quieres conservar el poder debes estar dispuesto a todo.” Meditó en silencio.

La señora de la Gula se dirigió a él una vez sus anfitriones eran poco más que bolsas de arañas y amasijos de carne y órganos licuados.

El Penitente respondió con la mirada puesta en ella, no, más allá como si comprendiese algo conforme hablaba.

  • Nunca he tenido a nadie de “confianza”, pero si tuviese subordinados y cometiesen la estupidez de intentar traicionarme… - comenzó a decir con una muestra de repulsión ante la idea- les arrebataría la vida, arrojaría sus almas más allá del velo para liberarles de la miseria de su existencia. No me gusta el uso de los venenos, sin faltar, pero yo hubiera utilizado mis manos… debo sentir como su vida se escapa entre mis manos hasta dejar un cascarón vacío.

Concluyó fijando la mirada en los ojos de la señora de golpe.

  • En cuanto a tu espía – continuó- se cruzó en mi camino en un mal momento, o quizá yo en el suyo… - Inspiró un instante antes de continuar, tenía que mandar un mensaje- ¿por qué sigo respirando? No solo he matado a un espía, si Sigma está interesado en hablar conmigo ya son dos grandes razones para matarme, Gula… ¿qué quieres que haga?

El Penitente permaneció impertérrito al terminar su frase.

“Si me quisiera muerto ya lo estaría, es una estratega, como todos los señores de la oscuridad. Si sigo respirando es porque me necesita, probablemente más de lo que pensaba… y si Sigma me está buscando… Nettnix, espero que mi vehemencia haya logrado lo que buscaba.”

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09/08/2021, 16:07
Hi_Im_Elodin

Nettnix escuchó atentamente las palabras del penitente. Su rostro, impasible, no desveló nada hasta que una leve sonrisa se dibujó en su rostro.

  • Que qué quiero que hagas -Repitió la Madre profana, aun con la sonrisa en la cara Jamás había escuchado unas palabras tan osadas dichas con tanta cautela. Me alegra que hayas entendido tu situación, pero esto no trata de qué quiero que hagas o que no, trata de las segundas oportunidades. Si tu pregunta en cambio es porqué sigues vivo, la respuesta es mas compleja de lo que parece, pero antes de continuar permíteme eliminar primero a los fisgones.
  •  

En cuanto dijo esto, las grandes puertas de piedra se abrieron de golpe. En el umbral se alzaba un hombre inmenso, de cuatro metros de alto. Llevaba una bolsa negra en la cabeza a modo de capucha, en la espalda una doncella de hierro a modo de mochila y una rueda de tortura en su brazo a modo de escudo. Avanzó lentamente, con pasos pesados, en dirección a Alban, el cual seguía tirado en su silla, con el cuerpo cubierto de sangre coagulada.  Lo agarró, no con mucha delicadeza, y lo introdujo en la doncella de hierro. Acto seguido, hizo una torpe reverencia hacia la gran señora y salió por donde había entrado momentos atrás.

  • Bien, me gusta lo que has dicho acerca de sentir como arrebatas una vida con tu propias manos, pero cuando cazas ratas siempre tienes que dejar un cebo para hacer salir a las que están escondidas. - Nettnix hizo una pausa deliberada, observando satisfecha los cadáveres a medio devorar que había dispersados por la sala. Algunos habían sido reducidos a meros huesos mientras otros estaban completamente cubiertos por una marabunta de arañas. El sonido de las pequeñas patas recorriendo los cuerpos inundaba la sala - Volviendo a lo que te concierne, en pocos meses aparecerá quien será el octavo señor. Te ofrezco una segunda oportunidad, una segunda oportunidad para apoyar al señor venidero -Nettnix hizo otra pausa. Ya no sonreía, estaba totalmente seria mirando fijamente al penitente -y una segunda oportunidad de acabar con aquellos que adoran a El Padre y a La Madre.
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12/08/2021, 17:25
Buenafu

- una segunda oportunidad para apoyar al señor venidero -Nettnix hizo otra pausa. Ya no sonreía, estaba totalmente seria mirando fijamente al penitente -y una segunda oportunidad de acabar con aquellos que adoran a El Padre y a La Madre.

...

En otro momento, en otro lugar.

Una figura encapuchada esgrimía un látigo bicéfalo enegrecido por la sangre seca. Lo pasaba de una mano a otra mientras musitaba un rezo y, arrodillado ante él, un niño de apenas cinco años se retorcía en el suelo de dolor, con la piel surcada de heridas supurantes.

Aquellos rezos versaban sobre un padre y una madre de todos, ellos nos protegían y debían llevarse el mal. Él era el mal y El Padre y La Madre, a través de sus siervos, exortizarían su maldad.

La figura cesó su rezo y volvió a flagelar al muchacho con toda su energía mientras sus gritos inundaron las paredes de la catedral.

La estatua del Padre sobre el velo de La Madre les observaba en silencio.

...

¨Estoy... estoy aquí, frente a Nettnix. No es momento de perderme en mis pesadillas... así que eso quieres ¿vas a utilizarme verdad?¨

Esdras hinchó su pecho de una larga bocanada mientras relajaba el temblor de su puño, pues la rabia estaba por hacerle perder el juicio al oir aquellas palabras.

- Quemaré hasta los cimientos de cada iglesia del Padre y vomitaré sobre cada velo de La Madre que puebla esta inmunda tierra. Ahí has acertado sobre mis convicciones... tus espías son buenos, desde luego - cerró un instante los ojos para apaciguar su mente y prosiguió- Un octavo señor... ¿vas a permitirlo? No eres conocida por tu generosidad con los novicios... cuenta conmigo para acabar con los creyentes y su clero, en cambio lo del octavo... ¿qué se avecina Gula?

¨Me utilizarás en tanto te utilizaré yo, mi existencia te es valiosa y no eres generosa... no sé qué tiene contra la iglesia, pero de buen grado ayudaré. Mientras crece mi poder arrasaré lo que más odio, mientras aprendo de una señora oscura y aprendo el advenimiento de otro... puedo salir muy beneficiado, Nettnix, pero ¿hasta que punto conoces mis intenciones?¨ pensó mientras esperaba una respuesta.

 

Notas de juego

Esdras hará caso a Nettnix en lo que le ordene, ya sea un viaje o asesinar a alguien, es decir, no hace falta más conversación para que Esdras acceda a empezar el trabajo de Nettnix. Si se quiere seguir la conversación perfecto, pero Esdras ya está dentro.

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29/08/2021, 20:27
Hi_Im_Elodin

¿qué se avecina Gula?”. Cuando Esdras pronunció estas palabras Nettnix esbozó una sonrisa en su rostro.

-Se acerca el fin de nuestra era- Dijo al aire, sin pensar mucho en sus palabras. – Se acercan grandes cosas penitente, y si demuestras lealtad formarás parte de ellas. Por ahora acompáñala, ármate y descansa.- Dijo señalando a una hermosa mujer que se encontraba apoyando la espalda contra la gran estatua- Saldréis en dos días, Ardiel os acompañará y os dará los detalles cuando sea oportuno.

 

Notas de juego

Los personajes en escena son Nettnix, El penitente y el personaje femenino de mario del cual aun no sabeis su nombre. 

Os doy aquí la oportunidad de armaros como querais, en el siguiente post iniciareis el camino. pasadme por whatsapp mismo el equipo que querais llevar(sin veniros arriba)

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29/08/2021, 20:37
Hi_Im_Elodin

Era una mañana especialmente fría y húmeda. Desde las grandes puertas del antiguo castillo se podía ver como un inmenso mar de nubes cubría la linde de la montaña. De fondo, el sonido del río hacía eco con las montañas vecinas.

Ardiel se encontraba preparando cuatro hermosos caballos de color negro, desenredándoles el pelo mientras cantaba una himnótica melodía. a su lado, una gran carreta de hierro y madera, cubierta con unas hermosas telas de color granate.

Ardiel alzó la vista y se dirigió directamente a Esdras, el cual se estaba aproximando al carro. - Nuestra primera parada será en la frontera con Sigma así que procura ser discreto.- dijo sin dejar de cepillar a los caballos.- y lo mismo va por ti, no quiero que ocurra lo mismo que la última vez.- Añadió mirando a la mujer que le acompañaba.

Notas de juego

Esdras aun no sabe nada de la misión, la mujer que le acompaña es evidentemente el gran Birrotauro.

Podeis notar algo de magia en la melodía que entona Ardiel para calmar a los caballos.

Quería meter una foto de Ardiel en esta escena pero no se que cojones le ocurre a la comunidad con los Duk'zarist y los elfos oscuros. 

venga que esto es una pequeña toma de contacto para que os conozcais y en breve llueven los vergasos

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02/09/2021, 11:36
Buenafu

Las palabras de Nettnix resonaban en su cabeza como el eco de un desprendimiento en la cueva más profunda. " Se acerca el fin de nuestra era"

"¿Qué demonios quería decir? ¿qué se le estaba escapando?... desde el nacimiento de aquel niño, ese señor tan extraño que siendo un recien nacido ya había escalado de forma nunca antes vista ¿tenía relación?"

Se frotó las sienes intentando conciliar el sueño, miró en su interior en busca de respuestas... mas no las hallaba. Debía descansar lo mejor posible, el viaje iba a ser duro y la frontera con Sigma era, cuanto menos, peligrosa para él. Trató de meditar, meditar como hacía en la torre encerrado, aislar su mente de su cuerpo y, al fin, encontró el profundo descanso al que estaba acostumbrado.

Le despertaron las voces de Ardiel.

- Con el frío que hace no entiendo cómo puedes seguir durmiendo, en pie, tenemos un largo día por delante.

Esdras se quitó la manta de encima y la escarcha del rostro, estaba aletargado como de costumbre. Mientras realizaba sus estiramientos rutinarios se percató de la presencia de una mujer que no conocía, pero Ardiel parecía tranquilo con su presencia mientras preparaba el carruaje.

- Procura ser discreto.- dijo sin dejar de cepillar a los caballos.- y lo mismo va por ti, no quiero que ocurra lo mismo que la última vez.- Añadió mirando a la mujer que le acompañaba.

Esdras escudriñó a aquella mujer, si estaba allí debía ser o poderosa o inteligente, Gula no era conocida por ser altruista de modo que si esa mujer estaba viva en su territorio, era porque sacaba algo de ella. Mirándo directamente a los ojos de la mujer se pronunció con el habitual tono seguro y firme que utilizaba.

- Mi nombre es Esdras y si estamos a punto de viajar juntos en esta misión hay dos opciones ¿sois el nuevo señor o estáis en esta situación para encontrarlo como yo? - preguntó sin cambiar su gesto.

Esdras no era conocido por su don de gentes ni su tacto, era poco más que una bestia que había vivido encerrado y torturado durante tantos años que su mente no podía reconocer ni su propia edad. No obstante sus palabras no eran hostiles, en este caso.

 

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02/09/2021, 11:50
Buenafu
Sólo para el director

El penitente meditó en busca de aquel que vivía dentro de su alma, necesitaba respuestas.

- T'zaarkhan ¿cómo que el fin del mundo? ¿qué está ocurriendo aquí? ¿quién es el nuevo señor?... ¡YO SERÉ EL NUEVO SEÑOR! Debemos darnos prisa, cada vez surgen nuevos candidatos... no es que me moleste aniquilar a los actuales, pero lidiar con cada vez más alargará demasiado nuestro ascenso...

Notas de juego

Por la noche quiero preguntar a T'zaarkhan

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14/09/2021, 19:22
Birrotauro

La enigmática mujer lanzó una mirada sobre Edras. Parecía fuerte, decidido y curtido... hermosamente torturado pensaba la mujer. Permaneció unos momentos en silencio, evadida, como dialogando consigo misma. Con desparpajo la joven respondió: -Eres mi nuevo compañero, pero no soy como tú, yo tengo un señor al que servir, vengo a ayudaros cumpliendo sus ordenes, me llamo Safhira, y cabalgaré a tu lado sirviendo a ese propósito. Lo mejor será que nos conozcamos... -dijo suavemente. -Pareces muy dulce... Dime... ¿Qué sabes hacer "compañero"? Los ojos de la mujer escudriñaban el torso del guerrero surcado de cicatrices buscando, maravillada, la naturaleza de tales heridas.

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14/09/2021, 23:07
Hi_Im_Elodin

Ardiel se pasó la mano por el pelo, incomodo.

-No son horas Safhira. Partiremos en 10 minutos, espero que estéis preparados para entonces. Os daré los detalles de camino.

Tanto Shafhira como Esdras prepararon su equipo y subieron al carro, el cual estaba abarrotado de cajas y botellas, y comenzaron el camino.

cuando abandonaron la linde de la montaña y se incorporaron a la vieja calzada de piedra, Ardiel empezó a hablar. Estaba visiblemente molesto, por el traqueteo de la carreta que  le obligaba a hablar más alto de lo que deseaba.

- Nuestro objetivo es el fuerte de Vesteszeg, pero acamparemos en unas ruinas que hay a medio camino, me gustaría comprobar el tránsito que hay por allí.

El camino se hizo lento, aburrido e incómodo. El viento traía el frío del invierno y los inmensos charcos que inundaban la calzada retrasaron considerablemente el viaje.

Llegaron a un claro donde se encontraba la sombra de lo que fue un gran torreón muchos años atrás. Ardiel mecánicamente procedió a preparar el campamento resguardados por las paredes que quedaban de la antigua torre, no sin antes asegurarse de que los caballos tenían comida y agua.

-Vesteszeg está en la frontera con Sigma y el primer Imperio. Conecta con la ruta de comercio principal de Sigma y da comienzo a la ruta fluvial de Beril, por lo que es una zona bien defendida. -Empezó Ardiel mientras descargaba algunos sacos del interior del carromato- Todo lo que tenemos que hacer es pasar desapercibidos y contactar con nuestros informantes. Safhi ya los conoce así que no será muy difícil localizarlos.

Notas de juego

He dado por sentado que no intervendríais de camino, pero si queréis preguntar algo a Ardiel o hablar entre vosotros mientras estais en el carro sentíos libres de hacerlo, de igual manera que si queréis ir mirando el entorno o lo que queráis.

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14/09/2021, 23:19
Hi_Im_Elodin

La voz de T'zaarkhan salió desde lo mas profundo del abismo. Su voz resonaba en la cabeza del penitente con la dureza de un lobo hambriento.

-La guerra... Eso es lo que pasa. Muchos sucesos están aconteciendo, cientos de presagios que auguran guerra, una como nunca antes se ha librado. El abismo reclama sangre, la primera señora ha despertado y el octavo señor está por alzarse... No lo consideres algo malo Esdras, con suerte la guerra entre los señores te abrirá paso.

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05/10/2021, 17:16
Birrotauro

Safhira se bajó del carro con agilidad al llegar al viejo torreón. - Creo que iré a echar un vistazo por los alrededores. No me gustaría tener sorpresas. Vosotros podéis montarel campamento mientras tanto. (y así de paso me libro)- pensó para sus adentros mientras se dirigía a una de las grietas de las ruinas para inspeccionar el exterior.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Si nadie se lo impide saldré a echar un vistazo. Realizare un control de buscar buscando huellas en el lodo reciente producto de las lluvias.

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13/10/2021, 11:40
Hi_Im_Elodin

El fuego proyectaba extrañas sombras en las antiguas paredes del torreón. El viento silbaba entre las rocosas ruinas de lo que una vez fue un puesto de guardia de los primeros hombres, cuando la luz aun inundaba el viejo continente. Tanto Esdras como Safhira dormían, Ardiel se encontraba, apoyado en uno de los muros de piedra mientras hacía la guardia. Hacía años que sus espías estaban al servicio de Nettnix, pero con lo ocurrido recientemente no podía confiar en nadie. Ardiel siguió meditando durante horas, inmerso en sus pensamientos, invadido por una rabia como las aguas de un lago. Nadie mas fallaría a su señora, no mientras el viviera.

A la mañana siguiente recogieron el campamento y continuaron su camino, totalmente en silencio. Tras varias horas de camino, un canto gutural empezó a escucharse en la lejanía. ¿Cuánto tiempo llevaban escuchándolo? ¿de dónde provenía?. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Ardiel y Esdras. Había algo que no estaba bien. Según se acercaban al fuerte pudieron vislumbrar signos de una gran batalla ocurrida hace no mucho. Había arboles partidos y con arañazos, la tierra estaba revuelta por rastros de pisadas de un lado a otro, había lanzas y hachas tiradas por el suelo junto con armaduras descarradas como si fueran de papel.

 Al llegar al fuerte fue cuando se encontraron la sorpresa. La mitad de la muralla sur se encontraba completamente destruida, como si una criatura de un tamaño colosal hubiera arrasado con ella y con las casas colindantes. Cuando llegaron a la gran puerta, se encontraron con dos guardias custodiándola y unas pocas carretas intentando entrar en la ciudadela.

Cuando intentaron entrar uno de los guardias se acercó a ellos. Se notaba en sus gestos que el brazo que le faltaba lo había perdido hace poco a pesar de tener la herida curada. Hizo ademán de sacar algo con su brazo perdido, pero, al darse cuenta rectificó su movimiento, sacando una pila de papeles y un bolígrafo que levitaba a su lado.

Antes de que pudiera decir nada, Ardiel le tendió un pergamino y el guardia le cedió el paso. En el interior de la ciudadela las casas estaban destrozadas y grandes partes del muro dificultaban el paso. Pese a ello, la gente caminaba normal, ignorando completamente los destrozos de la cual tuvo que ser una cruenta batalla.

Tras hospedarse en lo que quedaba de una casa franca, un chico pelirrojo entró precipitadamente en la sala.

-Señor Ardiel, me alegra verle, ¿a qué se debe tan inesperada visita? – Dijo tembloroso el joven.

-Bern ¿Qué ha pasado aquí? ¿Quién ha realizado el ataque? ¿Dónde está el resto? Trae ahora mismo a los demás, tenéis que pagar por vuestra irresponsabilidad- Dijo Ardiel a punto de perder los nervios.

-Pero señor, nadie ha atacado y yo siempre he trabajado solo, ¿ha pasado algo en el castillo de lo que deba preocuparme? - Dijo el joven visiblemente desorientado.

Ardiel bufó. se levantó alterado tirando la silla al suelo.-¿NOS TOMAS POR TONTOS? DESAPARECEIS SIN DEJAR RASTRO, SE PRODUCE UN ATAQUE A LA CIUDADELA, NO REALIZAIS NI UN INFORME CON LO SUCEDIDO Y ENCIMA TIENES LA CARA DE DECIR QUE TRABAJAS SOLO CUANDO SOLO ESTAS AQUI GRACIAS A CLARA Y A DAMIAN.-Le reprochó Ardiel furioso. 

El joven bajó la cabeza, asustado y musitó -Pero señor... temo decirle que no se de que está hablando, no conozco esos nombres... creo que... hay algo que no está bien...- pronunció estas ultimas palabras casi susurrando, como si supiera que estas palabras le iban a bastar para firmar su sentencia de muerte.

Se produjo un silencio prolongado artificialmente. el joven se encontraba parado en frente a Ardiel el cual se llevaba una mano a la boca mientras movía inconscientemente una pierna. 

Pronto Ardiel se dirigió a Esdras y a safhira.- Encargaos de el interrogatorio, tengo que comprobar unas cosas.- y salió de la sala precipitadamente.

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22/10/2021, 16:14
Hi_Im_Elodin

El fuego proyectaba extrañas sombras en las antiguas paredes del torreón. El viento silbaba entre las rocosas ruinas de lo que una vez fue un puesto de guardia de los primeros hombres, cuando la luz aun inundaba el viejo continente. Tanto Esdras como Safhira dormían, Ardiel se encontraba, apoyado en uno de los muros de piedra mientras hacía la guardia. Hacía años que sus espías estaban al servicio de Nettnix, pero con lo ocurrido recientemente no podía confiar en nadie. Ardiel siguió meditando durante horas, inmerso en sus pensamientos, invadido por una rabia como las aguas de un lago. Nadie mas fallaría a su señora, no mientras el viviera.

A la mañana siguiente recogieron el campamento y continuaron su camino, totalmente en silencio. Era extraño, el camino estaba especialmente tranquilo. Algunas flores crecían en los alrededores del camino, lo cual no era lo común en esta época del año.

Llegaron al poco tiempo a la ciudadela, rodeada de unas macizas murallas de piedra de mas de quince metros de altura. Cuando llegaron a la gran puerta, se encontraron con dos guardias custodiándola y unas pocas carretas intentando entrar en la ciudadela.

Cuando intentaron entrar uno de los guardias se acercó a ellos. Se notaba en sus gestos que el brazo que le faltaba lo había perdido hace poco a pesar de tener la herida curada. Hizo ademán de sacar algo con su brazo perdido, pero, al darse cuenta rectificó su movimiento, sacando una pila de papeles y un bolígrafo que levitaba a su lado.

Antes de que pudiera decir nada, Ardiel le tendió un pergamino y el guardia le cedió el paso. En el interior, la ciudadela se veía alegre, lo cual era especialmente raro ya que se encontraban en una zona fronteriza y no estaban acostumbrados a los tiempos de paz. A pesar de esto, se podía notar que había poca gente en la ciudadela.

Tras hospedarse en una casa franca, un chico pelirrojo entró precipitadamente en la sala.

-Señor Ardiel, me alegra verle, ¿a qué se debe tan inesperada visita? – Dijo tembloroso el joven.

-Bern ¿Qué ha pasado aquí? ¿Quién ha realizado el ataque? ¿Dónde está el resto? Trae ahora mismo a los demás, tenéis que pagar por vuestra irresponsabilidad- Dijo Ardiel a punto de perder los nervios.

-Pero señor, nadie ha atacado y yo siempre he trabajado solo, ¿ha pasado algo en el castillo de lo que deba preocuparme? - Dijo el joven visiblemente desorientado.

Ardiel bufó. se levantó alterado tirando la silla al suelo. -¿NOS TOMAS POR TONTOS? DESAPARECEIS SIN DEJAR RASTRO, SE PRODUCE UN ATAQUE A LA CIUDADELA, NO REALIZAIS NI UN INFORME CON LO SUCEDIDO Y ENCIMA TIENES LA CARA DE DECIR QUE TRABAJAS SOLO CUANDO SOLO ESTAS AQUI GRACIAS A CLARA Y A DAMIAN. - Le reprochó Ardiel furioso. 

El joven bajó la cabeza, asustado y musitó -Pero señor... temo decirle que no se de que está hablando, no conozco esos nombres... creo que... hay algo que no está bien...- pronunció estas últimas palabras casi susurrando, como si supiera que estas palabras le iban a bastar para firmar su sentencia de muerte.

Se produjo un silencio prolongado artificialmente. el joven se encontraba parado en frente a Ardiel el cual se llevaba una mano a la boca mientras movía inconscientemente una pierna. 

Pronto Ardiel se dirigió a Esdras y a safhira.- Encargaos del interrogatorio, tengo que comprobar unas cosas.- y salió por la ajada puerta de madera.