Partida Rol por web

El Oddissey: Terror en la nieve

Alex y Walter: Epílogo

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25/10/2012, 01:27
Meredith Silverstone

Una vez en la oficina de la Señorita Silverstone, la mujer les dio la paga que habían pactado, que eran 9.000 dólares para cada uno.

-Muy buen trabajo, la empresa se alegra de haber recuperado su nave. Os felicito, no me equivoqué al contrataros.

Evidentemente nadie le había contado que habían roto la promesa de no bajar dentro del carguero y quedaba en decisión de los dos el contarle lo que había sucedido, o simplemente cobrar el dinero y volver a casa.

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07/11/2012, 19:09
Walter Ross

La cara de Walter parecía inexpresiva. Y es que no estaba muy a gusto con aquella situación, en la que echaba por tierra su integridad. Por otro lado, intentaba no parecer enfadado, solo quería que todo acabara pronto sin que les pasara nada.

-Gracias- dijo sin demasiado entusiasmo.

Una vocecita interior le decía que le cantara las cuarenta a esa mujer falsa, pero hizo lo propio. Con suerte, saldrían ilesos de  ésta. Y eso era lo que realmente le importaba a Walter.

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08/11/2012, 02:18

Notas de juego

Espero si Potty agrega algo más y sí falta muy poco pero obvio aclarar ciertos misterios. Pero poco en tiempo de juego =)

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09/11/2012, 19:29
Alex Arnold

Alex apretó la mano de Walter cuando la mujer les dio sus felicitaciones. Por dentro sentía un cúmulo de emociones que quería gritar, pero la prudencia y la anterior charla con su esposo habían conseguido que se mantuviera serena, al menos en apariencia.

Con una sonrisa tirante en su rostro, agradeció también las palabras de Meredith y rezó para sus adentros que todo aquello hubiera terminado. Al parecer la mujer no sabía nada acerca de su incursión a la bodega del barco y ella no iba a desvelar aquel asunto a menos que no tuviera otra elección.

Notas de juego

Perdón por la demora, pero estos tres últimos días han sido una avalanchas de cosas entre trabajo y llegar a casa a cualquier hora debido a manifestaciones, cortes de luz y otros varios XD

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09/11/2012, 23:55

El cheque fue pasado de manos y Meredith no comentó nada, así que los dos salieron del hotel sin mayores problemas. Bajaron el ascensor hasta el garage en donde estaba el coche en el que habían llegado. Era uno de esos garages de varias plantas.

Entonces lo vieron: un auto negro aparcado muy cerca del de ellos que no les daba buena espina. De hecho se parecía demasiado al que aquellos mafiosos, seguidores de Ithaqua si mal no recordaban, habían usado para pillarlos en el Royal Hotel, en esa noche de tormenta.

Desde donde se veía tenían tres opciones: arriesgarse a pasar delante, volver al ascensor esperando que siga en planta baja y no sean vistos en el intervalo o sacar el arma que aún conservaban y prepararse para un enfrentamiento.

Fue en ese momento que notaron una silueta de un hombre detrás de una de las columnas que les hacía señas. Estaba alejado del coche negro y parecía decirles que vayan con él.

Ahora eran cuatro opciones, y ninguna parecía segura.

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12/11/2012, 17:23
Alex Arnold

La entrevista con la señorita Silverstone había concluido mucho mejor de lo que esperaba. Les habían pagado por sus servicios y ninguna pregunta incómoda había sido pronunciada. Era hora de largarse de allí.

Alex caminó por los pasillos del edificio hasta llegar al ascensor y tomarlo para descender hasta las cocheras. En el viaje, suspiró aliviada y con cariño le plantó un beso a Walter que, de haber estado en público, seguro lo habría hecho sonrojar.

-Buf, todo salio bien... no lo puedo creer

Sin embargo, pronto se arrepentiría de aquellas palabras. Al llegar al estacionamiento, un coche, demasiado familiar se encontraba allí. Alguien los estaba siguiendo, la joven chef estaba segura de aquello.

Con calma y bajando la voz llamó la atención de su esposo sobre aquel hecho. -Walt, eso no me gusta nada... que hacemos? pareciera que nos están esperando...

Miró a un lado y al otro sopesando que podían hacer. Lo mejor sería volver sobre sus pasos, fingir que habían olvidado algo arriba y tratar de hacer tiempo o salir por otro lugar. Pero Alex no estaba segura de que el ascensor estuiviera esperándolos y la demora que podía significar aguardar que volviera, podía ser vital.

Empezando a entrar en pánico, detectó por el rabillo del ojo que alguien, desde las sombras, les hacía señas. Parecía instarlos a ir con él (o ella), lejos de los del coche negro. ¿Sería esa una trampa o nuevamente tenían un ángel guardián velando sus espaldas?

-¿Qué hacemos cariño? No tenemos mucho tiempo, creo...

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12/11/2012, 22:50
Walter Ross

Como su esposa, Walter parecía aliviado de que aquello no les había salido mal, y eso compensaba el hecho de tener que perder su integridad como escritor y periodista. Pero la cosa duró poco, en el aparcamiento estaba un coche que recordaba sospechosamente al que utilizaron los que les atacaron días atrás en Islandia.

Cuando estuvo a punto de delatarse para enfrentarse a ellos con su arma vieron a una persona que les hacía señas. No es que se fiara más de aquel tipo, pero parecía solo uno.

-Creo que debemos seguirle- dijo en voz muy baja a Alex. Además, si era una trampa aún tenía la pistola con él y aquel tipo le parecía de momento una amenaza menor.

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12/11/2012, 23:07
Cartero

Al acercarse comprobaron que el hombre no era otro que el mismo que les hizo entrega de aquella carta, la que inició toda la serie de eventos que culminaron con el hallazgo del cartero... y demasiadas preguntas. Alex también notó que el sujeto era realmente parecido a ese cuadro del hotel, de la planta olvidada, en donde un conde portaba ropajes realmente de fina hechura.

-Puedo sacaros de aquí. Sé que tenéis todo el derecho a estar llenos de dudas, pero si subís a mi coche os prometo dos cosas.

El hombre hablaba bajo para evitar que el eco del estacionamiento llevara su voz a lugares poco adecuados.

-Una saldréis ilesos como con la criatura del Odissey... aquella que maté con mis propias manos. Segundo contestaré vuestras dudas pues hay algo que debo dejaros, algo que no debería caer ni en la señorita Silverstone ni, mucho menos, en esos orates de los Seguidores de Ithaqua.

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27/11/2012, 17:30
Alex Arnold

Durante unos instantes, Alex se vio inmersa en una fuerte sensación de irrealidad. Allí, frente a ellos, como salido de la nada, se encontraba ese hombre, quien primero los había llevado hasta la misión que casi acababa con sus vidas y que luego la mujer había visto retratado en aquel lúgubre pasillo del hotel. Por si aquello fuera poco, el hombre aseguraba haber sido su rescatador en el barco, cuando el hombre-lobo o lo que fuera aquella criatura los había intentado cazar. Involuntariamente, se acercó aún más a su marido y aferró su brazo con temor.

¿Era seguro confiar en él? ¿Acaso tenían alguna otra opción? Era tarde para volver sobre sus pasos y no había manera de alcanzar su propio vehículo sin tener que enfrentar a los ocupantes del auto negro. Resignada pero alerta, abrió la puerta trasera del vehículo y se subió en él. -Vamos de una vez... ya no soporto más la tensión.

Notas de juego

Bueno, esto en un par de post tendría que estar finiquitado :)

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30/11/2012, 18:34
Alex Arnold

Notas de juego

Esposo mío, no te olvides de esto... a ver si lo finiquitamos de una buena vez XD

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30/11/2012, 19:08
Walter Ross

Walter aún no creía demasiado en lo que decía aquel hombre, pero tampoco le sorprendía. Al fin y al cabo alguien les había protegido durante el viaje.

-Sí, creo que debemos confiar en él.

No es que no desconfiara, pero el extraño ofrecía ayuda y respuestas, y si el escritor necesitaba algo era eso. Saber en donde se había metido, para darle sentido a todo lo que había hecho hasta ahora. Siguió a su esposa y subió al vehículo. ¿Qué era lo peor que podría pasarles?

Notas de juego

Hecho... mil perdones xD

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30/11/2012, 19:52
Cartero

Con la pareja ubicada dentro del coche, el hombre puso en marcha el motor y salió de aquel estacionamiento sin inmutarse. Pasaron frente a los hombres del vehículo negro pero ellos no parecieron percatarse de que Alex y Walter iba dentro. O bien estaban demasiado metidos en su papel de vigilar el auto en el que habían venido o bien había algo en aquel misterioso hombre capaz de desviar la atención de los demás de sí mismo y sus acompañantes. Cuando estaban alcanzando la salida, pudieron ver que cuatro tipos descendían del coche negro y rodeaban el vehículo que los había llevado hasta allí, escondiéndose en las sombras y montando lo que seguro era una trampa que hubiera acabado con sus vidas. Al parecer, el cartero volvía a salvarlos de una muerte segura.

Una vez que estuvieron en la calle, a la luz del día, el conductor comenzó a hablar.

-Me llamo... bueno, tengo muchos nombres. Pueden decirme Michael, aunque cualquier nombre me da igual. La cuestión es que los seguí hasta el Oddissey y vi a la criatura. Las empresas se olvidan de que no son Dios, si es que Dios existe. Tanto la empresa química como los tipos locos que quieren cambiar el mundo se olvidan que hay criaturas más antiguas que ellos mismos. Seres como ese que hans visto, como esas crisálidas... como yo mismo.

El cartero, Michael, o como demonios se llame sonrió y justo a tiempo vieron sus dos colmillos relucientes.

-Sí, soy aquel que está retratado en el Royal Hotel, en aquella ala que no debe ser visitada.- Al decir aquello, levantó la vista y miró por el espejo retrovisor buscando los ojos de Alex, para reprocharla con la mirada. Al parecer, estaba al tanto de la excursión que la joven había hecho por su cuenta y seguramente también sabía que más tarde había conducido a su esposo hasta allí.

-He estado en muchos sitios y conocido muchas épocas, pero eso ahora no viene a cuento. Lo que les interesa saber es que la compañía de la señorita Silverston descubrió algo que debía permanecer oculto, pero que el afán de conocimiento y poder los llevó a ir más allá. Estaban estudiando a la criatura intentando descifrar su genética. El traslado a EEUU se había concertado para seguir estudiándola en los laboratorios del país, por tener mayor tecnología a su disposición. Pero como han visto, el asunto se les fue de las manos y el barco nunca llegó a puerto.

El hombre condujo con naturalidad entre el tráfico de la ciudad, evitando los principales atascos mientras se dirigía a la zona bancaria de Boston.

-Lo otro que seguramente quieren conocer, es la identidad de los locos que intentaron matarlos. Así como parte de los antiguos nos hemos dedicado a custodiar al mundo de ciertos saberes que la humanidad no está preparada para manejar, hubo otros que tan sólo querían dominarlo. Ithaqua era uno de ellos. Algunos lo consideraban un visionario; para mí, era tan solo un loco que perdió el rumbo.

-Esos tíos que los han estado persiguiendo, forman parte de un culto dedicado a él. Se encuentran desperdigados por el mundo, intentando hallar vestigios del reino sobrenatural, de manera de encontrar la forma de traer a su maestro a este plano nuevamente para que pueda cumplir con su deseo de sumir al mundo bajo su mando. Si alguien se cruza en el camino, o resulta amenazador para ellos, simplemente lo eliminan del juego. Es por eso que quieren acabar con sus vidas.

El hombre suspiró, como sintiendo el peso en sus hombros y sus colmillos se retrajeron, dándole nuevamente el aspecto de alguien normal. En ese momento la pareja pudo notar que el auto se detenía cerca de un banco privado, pero de larga trayectoria.

-Antes de separarnos tengo una propuesta que hacerles. En aquel banco hay una caja de seguridad. En ella encontrarán toda la documentación necesaria y el dinero suficiente para que empiecen una nueva vida bajo una nueva identidad. Eso debería mantenerlos a salvo de los sectarios. A cambio de esta seguridad, deberán hacer algo por mí.

Michael, o como fuera que se llamara aquel hombre, giró la mitad del cuerpo para enfrentar a la pareja y hablarles directamente mirándolos a la cara. -En esa caja de seguridad hay también un medallón. Es posible que hayan visto alguna copia mientras estaban en Reikhavic, pero seguro era una baratija. El que descansa en aquella caja perteneció al verdadero Ithaqua y es una fuente de inmenso poder si se sabe utilizar. Lo que quiero pedirles, es que se conviertan en sus guardianes.

Dicho esto, aguardó con seriedad la respuesta de sus acompañantes pues todo estaba dicho. Con ésto había jugado sus últimas cartas y ahora le tocaba al matrimonio decidir el último movimiento.

Notas de juego

Ya casi, ya casi!!! XD

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01/12/2012, 18:30
Walter Ross

Al menos el tipo misterioso no los había matado aún. Aunque lo que dijo era casi peor, según parecía era una especie de (el anterior Walter se hubiera reído solo de pensarlo siquiera) vampiro o ser sobrenatural. Y les ofrecía la libertad, o eso parecía, pero a un precio que quizá fuera mayor de lo que parecía. Además siempre que tuvieran esa cosa que debían llevarse estarían en peligro. Por otro lado, ya estaban en peligro.

-Supongo que no hay una opción intermedia- dijo a "Michael", pero continuó antes de que el viejo, nunca mejor dicho ya que según él había vivido siglos, cambiara de idea- aunque algo me dice que no- y miró a su mujer por si quería decir algo- pero, si hacemos lo que dice, ¿nos dejará en paz? ¿seguirá nuestra pista para pedirnos algo en un futuro?

Walter había pensado hacerle caso a aquel extraño, pero dudaba que los dejaran tranquilos después de asignarles algo que parecía tan valioso para ellos.

-¿Tendremos que hacer algo con esa cosa?

Notas de juego

Si no te dejaron respuestas a mis preguntas, lo hago y punto, que tampoco quiero alargarlo mucho, no te preocupes ^^

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01/12/2012, 19:01
Alex Arnold

Alex no había prestado atención al recorrido. De hecho se solbresaltó un poco cuando aquel hombre misterioso detuvo el coche de golpe. Es que la historia que les había contado el cartero era misteriosa, fascinante y a la vez inverosímil. Pero las heridas sufridas y lo que sus ojos habían visto confirmaban la veracidad de la misma. Sin proponérselo, habían quedado atrapados entre el mundo real y ese otro que parecía contener magia, seres mitológicos y quién sabía que más.

Al escuchar las preguntas de Walter, Alex no pudo menos que asentir. ¿Qué implicaba cargar con ese medallón? Se veía demasiado simple el asunto como para ser algo limpio. Mejor que aquel hombre tuviera respuestas, aunque la mujer no sabía que harían si se negaba a responder.

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01/12/2012, 19:07
Cartero

Michael los miró profundamente, meditando su respuesta antes de respoder. Luego, con voz pausada y seria los enfrentó a la verdad.

-Pueden decir que no, pero en ese caso no podré protegerlos más. Como último favor, puedo hacerme cargo de aquellos que los esperaban en el estacionamiento, pero no puedo garantizar que en el futuro no vuelvan tras ustedes. Igual pasa con Meredith y los intereses de su compañía.

Se notaba que no le gustaba la idea de no darles una verdadera opción para elegir, pero la realidad era dura y no estaba en sus manos deshacer lo que los había conducido hasta allí.

-Deberán custodiar el medallón por un tiempo, hasta que las aguas se calmen y podamos devolverlo a otro sitio seguro. No creo que suceda nada en ese tiempo, pero si llegaran a sentir que el peligro los acecha, tienen el número de Jack. Él es un antiguo también... y él es de confiar. Sea como sea, ésta será la última vez que nos veamos y decidan lo que  decidan, sepan que han sabido ganarse mi respeto.

El cartero suspiró y aguardó por la última palabra del matrimonio. Luego solo quedarían las despedidas.

Notas de juego

Listo, elegí vos si sí o si no y ya lo cierro ;)

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01/12/2012, 22:20
Walter Ross

-Bien, creo que aceptaré- Walter se sentía en deuda con aquel hombre o lo que fuera. Al fin y al cabo él les había salvado en muchas ocasiones y lo que pedía era algo que podrían hacer. Esperaba no arrepentirse de la decisión.

Walter se dispuso a salir del vehículo para recoger las documentaciones y el medallón que ha prometido proteger pero antes vuelve a dirigirse al extraño cartero.

-Ah, y gracias por todo. Sin su ayuda, Alex y yo no habríamos sobrevivido. Me parece justo devolvérselo con este favor, es lo menos que podemos hacer.

Aunque Walter esperaba no volver a verlo pronto.

Notas de juego

Pues nada, ya está el pescado vendido ^^

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01/12/2012, 23:47
Director

El hombre agradeció que aceptaran el encargo y se despidió de ellos.

Alex y Walter recogieron las cosas de la caja de seguridad y comenzaron una nueva vida confiando en que el futuro fuera más tranquilo.

Y esta historia alcanzó su

FIN

Notas de juego

yeaaaaah, la terminamos!