Partida Rol por web

La mujer vodaccia miró a Pyotr con una ligera sonrisa, clavándole sus ojos. El velo hacia difícil discernir su color.
Buenas noches Pyotr, me podéis llamar Julia.
Os he reconocido por ese peculiar color de vuestros ojos... un tono de verde que parece el de las hojas de primavera...
Sólo había visto una vez ese tono antes, y también fue un ussuro... por eso os he reconocido... dijo, en un tono enigmático. Su voz era suave y seductora... pero tus sentidos te avisaban de “algo”... sentías algo peligroso en su mirada.

Valerio sonrió ante tu cumplido y miró a su prometida que desvió la mirada avergonzada.
Los negocios en Santa Lucrecia pueden traeros grandes riquezas... o la mayor de las miserias...
Todo depende de con quién hagáis tratos.
Cuando mi boda con Candice sea un hecho, la alianza con los Andrews será efectiva y dominaremos los mercados de la ciudad.
Creo que haríais bien en estar de nuestro bando... sugirió, encogiéndose de hombros con una ligera sonrisa.

Lucrecia apenas pudo reaccionar, habiendo cambiado de manos un par de veces y con los guardias en modo defensivo.
Bailemos pues. dijo sonriente a José.
La enérgica música avalonesa requería de cierta habilidad bailando o sería difícil perder pie.

Luca salió al jardín con el alcalde y su guardaespaldas Kalú.
El tío de José parecía feliz por salir al jardín acompañado por el apuesto vodaccio.
Luca... la vida en esta ciudad es dura... sobretodo en los barrios bajos del puerto. Asquerosa chusma se junta allí y no dudan en asaltar a cualquiera.
Como alcalde intento erradicar esa lacra, pero el Almirante no me presta suficientes hombres.
Pero a lo que iba. No tienes porqué vivir en un sitio tan peligroso. En mi casa hay sitio de sobras, y seguramente es el lugar más seguro de la ciudad.
Podrías ser mi guardaespaldas... Kalú está bien fornido y tal pero no me da conversación... necesito alguien más culto y atento, como tú.. sonrió abiertamente, dándote un empujoncito.

Oh, por supuesto también tendrás tu paga. Cincuenta gremiales al mes. A Kalú le doy veinte y no sabe en qué gastárselos... explicó, mirando al mulato que se ajustó la incómoda peluca blanca.

Como veis Lucrecia, si antes no era un "peligro" ahora que sabéis de mi compromiso, aún menos, y así como seré para Castilla, lo que necesite que sea, igual devoción os ofrezco, amigo, confidente y agente para lo que necesitéis. 

 Y ahora hagamos que se mueran de envidia, y demostrémoles a los presentes que somos la mejor pareja de bailarines de fiesta si nó de toda Lucrecia.   

Anita sonrió maquiavélicamente cuando sacaste el cuchillo y abriste su corsé.
Aquello elevó su excitación al máximo y se desató en una orgía de sexo y dolor, en la que terminaste agotado como no recordabas haberlo estado nunca.

Al despertar por la mañana, estabas tumbado en el potro de cuero, cubierto por una sábana. A tu lado en la mesa había una bandeja con el desayuno y un frasco de cristal con una nota.
”Bébetelo antes del mediodía o mañana será tu funeral. Habrá que repetir..”

La nota estaba perfumada y tenía grabado un beso con los pinta labios.
Realmente te encontrabas mal. No sólo agotado, si no que estabas mareado y te ardía la cabeza.
Al tomarte el antídoto, los síntomas desaparecieron en un par de horas.
Después de todo, no habías logrado descubrir gran cosa, salvo que Anita era una mujer muy peligrosa.

Me quede helado. Entre su referencia a mis ojos y la sensación de que había algo peligroso en su mirada... tenía la sensación de que los problemas que me iba a traer Oleg eran pocos en comparación con los que podía traerme Julia. ¿O no? Mi color de ojos era cosa de Matushka, y yo estaba siguiendo a dos personas que lo tenían... tenía que saber un poco más.

-Encantado de conoceros, Julia.-dije al fin. -Si, puede que sea una de esas cosas que solo se encuentran en Ussura. Como tantas otras. ¿Habéis estado en Ussura?-

Sonrió a Bernoulli.

- Jamás se me ocurriría estar en otro bando, señor. De hecho, el señor Andrews y yo tenemos pendiente concretar los detalles para embarcarnos en una aventura conjunta. – añadió, mientras no se le escapaba el movimiento de José.

- Señor Bernoulli, estoy segura de que podría poner en su sitio a ese castellano – le dijo dirigiendo su mirada al baile que se marcaba con Lucrecia - ¿cierto? – le tentó con la mirada y tendiéndole la mano para que le pidiera el baile – Quizás pudiera contarme más sobre esos mercados y como poder unirme más a su bando. Los cuadros seguro que no se moverán de donde están y nos esperaran, ¿verdad? – añadió con picardía.

La mujer reconoció no haber estado nunca en Ussura, por lo que le pediste ir a hablar a un sitio menos concurrido, como podían ser los jardines.

Al salir, viste al llamativo alcalde y su guardaespaldas hablando con un tipo de aspecto vodaccio o castellano, algo alejados cerca del estanque.

Julia te explicó cómo había visto a otro hombre con aquellos ojos.
De hecho fue en esta ciudad.
Vino a verme a mi local, “Lucrecia ya no es Santa”, y en lugar de pedirme una de mis chicas, dijo que quería preguntarme algo.
Me contó una extraña historia sobre una visión y que tenía que llegar a un sitio... me pidió que le leyera las cartas...
Su suerte no fue muy buena pero aún así optó por marcharse a ese sitio, en medio de la selva. dijo, y se encogió de hombros como si quisiera decir que ese ussuro no estaba muy cuerdo.

”Bébetelo antes del mediodía o mañana será tu funeral. Habrá que repetir..”

La nota era clara y concisa. -Menuda mujer.- Dijo Luca para sus adentros. Inmediatamente se tomó el antídoto con cuidado de dejar un poco, apenas unas gotas, solo por si acaso. No quería repetir de nuevo aquella experiencia.

Desayunó, se vistió y adecentó un poco antes de irse. Al salir le dedicó una sonrisa a la sirvienta que le había ayudado anoche, seguido de un seductor guiño y las palabras -Volverremos a vernos- dichas en voz baja mientras pasaba. Era bueno mantener amistades en territorio enemigo.

Echo polvo, Luca decidió descansar un poco, sin que nadie le molestase, hasta la fiesta del pirata Taylor.

Luca levantó primero las cejas cuando el alcalde y tío de josé le hizo la propuesta, para después sonreir abiertamente.
-Sei molto intelligente Don Diego. Quiere mettere un zorro nel gallinero, per ponere fine alle personas di mal vivire. Sere como una guardia oculta di la ciudade, Don Diego el salvatore.- Dijo con entusiasmo para darle un poco de bola.

-Acepto. Mais tengo que partire en expediccione, ya he dado mi palabra, con vuoso sobrino, a menos que vos me encomendéis como su protectore personale. Entonces podria trabajare per vos.-

-¡Oh! ¿De verdad? Que curioso.- dije suponiendo de quién podía tratarse, aunque al ser solo uno...

-¿Podríais decirme hacia donde se dirigía? La verdad es que estoy buscando unos ussuros. Mi búsqueda me ha llevado hasta aquí. Puede que sea uno de ellos.- Decidí que lo mejor era decir la verdad.

Tras pensar un poco le dije -¿Vos leéis las cartas? ¿Soléis acertar? ¿También leéis los astros?- dije con curiosidad. -Julia, sois una persona con talentos curiosos.-

Valerio sonrió y tomó tu mano con delicadeza.
Me gusta que tengáis ambición. Sólo la gente ambiciosa puede llegar a ser grande.
Bailemos.... Candice querida, luego bailaremos tú y yo; le he pedido a los músicos que toquen algo más íntimo después. dijo. Candice no contestó, pero parecía indiferente con la propuesta.

Salisteis a la pista para bailar, y el mercader contestó a tu otra pregunta.
Por ahora las armas son un valor seguro, pero eso terminará cuando la colonización tenga éxito y desciendan las necesidades de luchar.
No creo que sea beneficioso la venta de armas en un par o tres de años.
En cambio, hay valores seguros como la venta de alcohol, tabaco e incluso la construcción. Hay proyectos para construir la segunda población castellana en Aztlan, y quien construya allí se hará rico.
También hay negocios más... turbios... te susurró al oído, mientras comenzó a bailar.

El alcalde sonrió satisfecho ante tu aceptación, y te estrechó la mano con las dos suyas.
Sabia decisión, Luca. Conmigo estarás en el lado ganador. Al Almirante pueden darle puerta, pero conmigo eso no pasará. Esta ciudad será siempre mía. dijo de form arrogante.

Puedes ir a esa expedición, claro. Pero ten cuidado, no te arriesgues más de la cuenta. Mientras tanto, te prepararé ropas adecuadas para ser mi guardaespaldas... explicó, y comenzó a manosearte para tomar tus medidas.

Fue diciendo varios números en voz alta que Kalú se apresuró en apuntar en una libreta.
Ah, sí, yo le enseñé a leer y escribir. El pobre era analfabeto, pero gracias a mí ahora es todo un caballero. El caballero negro, huhuhu.
Voy a hablar con Taylor, hay que hacerle la pelota un poco si no se pondrá celoso...
Hay mucha golfa suelta ahí dentro Luca, yo no me fiaría nada. Son como parásitos que te lo quieren quitar todo.
Un hombre apuesto como tú, podría ser víctima de sus maquinaciones.
Si quieres, Kalú te puede acompañar a mi casa y allí estarás seguro... explicó, esperando tu respuesta antes de volver al interior.

La mujer ladeó la cabeza pensativa.
Dijo que debía llegar al lago Yuchaka. Lo poco que sé sobre estas tierras es que es un lago sagrado para la comunidad indígena llamada Tzak K’an.
Un explorador castellano... no se qué Soldano, fue el que lo descubrió, pero fue capturado por los indígenas.
Ya hace tiempo que debe andar muerto. Sea como sea ese lago está muy adentro de las selvas, más incluso de los territorios conquistados por la Armada castellana y es un suicidio ir allí.
No sé qué buscaba ese ussuro en un lugar como ese... se encogió de hombros.

Sé leer las cartas del destino, y si no acertara me dedicaría a otra cosa. Leer los astros es demasiado sencillo, no me interesa.
Las cartas del destino son algo mucho más complejo. Pues saber interpretarlas puede decidir el destino de las personas.
¿Acaso estáis interesado? te preguntó con un tono sugerente.

Lago Yuchaka, repetí en mi mente pata no olvidarme. Era la primera pista sólida que tenía desde hace mucho y tenía que aprovecharla. -Muchas gracias Julia. Me habéis sido de mucha ayuda.- dije visiblemente contento.

-Pues la verdad es que sería interesante.- dije refiriéndome a la lectura de cartas -Pero me temo que tendrá que esperar, ya que ahora no tengo casi dinero. Aunque mañana salgo en una expedición y podré pagaros por vuestra lectura de las cartas. Prefiero no tener lo que no puedo pagar, así evito endeudarme.-

-Pero si puedo hacer algo por vos, será un placer.-

El manoseo estaba de más, pero por cincuenta coronas al mes, era lo menos que podía hacer, que se hiciera ilusiones. En cuanto le dio pie para hablar, Luca no dudó.

-Io quero hacere una pregunta, qui espero no sea de vueso desagrado. ¿Conocce di veneno de escorpión atzlantano?. Eco, andare io en los barios bajos qui espero ayudare a limpiar, encontre con un homo que utilizaba qui veneno. Al parecere is de accióne retardada e luego, ¡plof!, ti deja indefenso hasta expirato por asfixia, una morte horribile.- Indicó el Vodaccio. -He conseguido une muestra dil antídote, per, no sé quien puede ayudare a replicare.- Dijo sacando un pequeño frasquito con apenas unas gotas del antídoto.- No he mucho, pero pode ayudare.

- …los más lucrativos… - repliqué a su oído juguetona y sensual.

Comencé a bailar con Valerio al ritmo de aquella música avalonesa extraña. No era algo a lo que estuviera acostumbrada a bailar, pero alguna vez debía haberla bailado en alguna fiesta y llevaba un rato viendo bailar a José. Aunque me movía con gracia, he de reconocer que no tenía la misma soltura que él con aquella música endiablada.

- Oh, cuento con que la colonización no sea tan rápida. Cuando pacifiquemos esta zona, aún quedará mucho continente que explorar y pacificar. Dudo que la demanda de armas baje incluso cuando mis nietos conquisten sus propias tierras. – replicó con tono de mujer de negocios.

- Pero si tan seguros estáis de que las armas no serán un negocio rentable en tres años, os propondré compraros el derecho en exclusiva de comerciarlas en los próximos 20 años. – propuso con una sonrisa lobuna.

Julia sonrió debajo de su velo.
No tiro las cartas sólo por dinero.
Tirar las cartas de una persona significa ver una parte de su destino, y sólo aquellas personas que me parecen interesantes hacen que quiera verlo. explicó en un tono enigmático.

Si no tenéis dinero, quizás podáis pagarme con información...
Anoche una de mis chicas en el “Lucrecia ya no es Santa” fue secuestrada... y Eugenia la encargada dijo que se fue con un tipo que... casualmente... su descripción encaja bastante con la vuestra... dijo en un tono jocoso, sonriendo de nuevo.

El alcalde se puso el dorso de su mano sobre su nariz y apartó la cabeza del frasco.
¡Oh! ¡Por Theus! Aún sigue circulando eso... di órdenes claras de que confiscaran todo el veneno de la ciudad. Tendré que hablar con el Almirante... dijo en un tono indignado.

Por desgracia alguien descubrió ese veneno y lo comenzó a comercializar. Hay rumores de que lo hacía un tipo llamado Búho Negro... es uno de los criminales más famosos y peligrosos de la ciudad.
La guardia consiguió retirar del mercado decenas de dosis, pero parece que aún quedan...
Mantente alejado de esos sitios, Luca. Allí sólo hay hombres traicioneros, asesinos y mujeres de mal vivir. Sobretodo, mujeres de mal vivir. recalcó lo último para que lo tuvieras claro.