Partida Rol por web

El perdón del Apóstol

Escena Alantar

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17/10/2021, 19:21
Director

Prólogo

Año del Señor de 1355. Mes de Julio.

El camino se hacía duro. No estabas acostumbrado a realizar viajes tan largos. Desde hacía tiempo te habías asentado en tu señorío, lícitamente concedido, en las tierras burgalesas de Alveza. Habías mandado construir allí un castillo antes del nacimiento de tu primogénito, y desde entonces la gestión de tus tierras era tu única ocupación. Sin embargo, en los últimos meses había ocurrido algo terrible: pareciendo ser fruto de la mala fortuna o algo peor, una peste se cebó con tus tierras y cosechas, infectando también a la población de las aldeas bajo tu protección.

Las gentes estaban consternadas. Varios vecinos habían muerto por este mal y algunas familias huyeron con tu permiso para evitar que la enfermedad los contagiara. Por tu parte, estabas convencido de que la súplica al Santo Apóstol de Compostela tras una devota peregrinación apaciguaría la terrible situación. Hace ya dos semanas que iniciaste tu partida. Dejaste Astorga hace dos días, continuando la ruta planificada. Tu siguiente destino no era sino Ponferrada. Aunque los caminos estaban transitados por comerciantes, arrieros y viajeros (lo cual te reconfortaba, y la proeza de viajar sólo se hacía más amena), entre ambas ciudades se extendía un terreno casi despoblado. Sólo algunas aldeas podrían aliviar la dureza del tramo, aunque tu intención más cercana no era sino llegar al castillo de Calmenor, entre las aldeas de Foncebadón y Manjarín. Por lo que habías podido saber, el señor de la fortaleza daba cobijo a peregrinos y dado que ya habías experimentado el pernoctar en los sitios menos indicados, aquello podría ser una gran oportunidad para el descanso.

Ahora caminabas bordeando la orilla del arroyo Valcaliente. En lo alto brillaba el sol sobre un finísimo lienzo de nubes. Habías dejado el camino principal y esperabas alcanzar Foncebadón muy pronto.

Notas de juego

Comenzamos.

Haz una tirada de Leyendas o CUL. Si tienes éxito pasa al 32. Si no, pasa al 5.

Nota: para las tiradas, se usa el d100. Hay que sacar menos que la competencia que usemos (Saltar, Descubrir, Escuchar, etc.). Como puedes ver, a veces pongo la compentencia y a su lado la Característica (o BASE) en la que se apoya. Por ejemplo, la tirada que te he pedido es de Leyendas, pero puede que un Jugador no tenga ningún % añadido en Leyendas. Por eso, aunque ésto ocurra, siempre puedes tirar con el % de su característica, y en este caso es CUL (Cultura), por lo que tirarías el d100 con cultura.

En tu caso, Martin no tiene ningún % de Leyendas, por lo que tienes que mirar en cultura y ese valor es la dificultad de la tirada

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23/10/2021, 23:40
Martín de Alveza (5)

Por el camino a Calmenor avanzaba un hombre, ayudándose de una vara tosca y aún fragante, hecha de una rama verde de sabina. Iba doblado por el peso del macuto, marchando con ese aire largo y fatigoso de los peregrinos, que tejen leguas con la tenacidad de un mecanismo de relojería. En llegando a un alto se detuvo y avizoró el paisaje circundante: magro, arisco, estoico. A los pies de unas peñas distinguió una pequeña poza, donde vertía sus aguas cristalinas un arroyo. 

Estaba el lugar rodeado de huellas diferentes, de bestias, y también de hombres. Parecía ser natural abrevadero en aquellas tierras, tan azotadas por el sol estival. Allí habían dejado su marca las pezuñas del corzo y del jabalí, las patas cortas y almohadilladas, terminadas en pequeñas garras, de la garduña y el hurón, así como el paso furtivo e indeciso del zorro, que dibujaba muchas vueltas alrededor del agua, como si no se decidiera a acercarse, tal vez por notar allí el olor del hombre. 

Martín de Alveza buscó la escudilla en su morral, y con el rostro encendido y anhelante, tomó largo sorbo de agua, que sintió le refrescaba no solo el cuerpo, sino también el ánimo. Con la sed saciada, volvió a tomarse el tiempo de extender la vista por los alrededores, que parecían haber ganado en belleza y plenitud con el don de aquella fuente cristalina. Sintiendo una incipiente añoranza de su tierra, que había sido tanto, y era ahora tan poco, fue Martín de Alveza buscando semejanzas entre lo que veía y lo que recordaba de su hogar, con el artificio de la imaginación más que con el rigor de los sentidos, pues en poco o nada se parecía aquella serranía a la tierra burgalesa, como no fuera en detalles aislados o dispersos.

— Señor Santiago —dijo Martín, con voz queda y fervorosa—, concédeme ver restaurado el legado de mi padre.

Oraba y pedía el hidalgo, acostumbrado a la vida militar, con el mismo tono marcial y casi violento en que rezan los soldados antes de arrojarse a la refriega. Sentía, al perderse en el recuerdo de sus tierras maldecidas con la peste, una cólera que se convertía en impotencia, y que luego se tornaba en religioso fervor, pues solo en la intervención divina atisbaba Martín una salvación.

El lontananza, rompiendo el misterio de aquel silencio montaraz, resonaron las campanas de un pueblo. Tomó aquello Martín como señal de seguir camino, y así, volviendo a poner un pie delante del otro, fue sacudiéndose de aquellos pensamientos y dudas funestas, que le atormentaban el alma.

- Tiradas (1)
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24/10/2021, 22:06
Director

5

Teniendo en la mente la figura del Apóstol Santiago y las oraciones que bien habías aprendido tiempo atrás, seguíste caminando en tu peregrinación, y en la orilla del arroyo apareció un puente de piedra. No es que te hubieras perdido en aquel paraje de la comarca, pero nunca estaba de más encontrar señales viajeras para no extraviarse. Aquel puente era románico, de unos tres metros de ancho (lo suficiente para dejar que pasara una carreta) y constaba de tres ojos y unos desgastados pretiles.

Nada más poner el pie sobre el mismo, te diste cuenta de que alguien estaba de pie en su parte central, y parecía estar mirando el arroyo, inclinado un poco hacia abajo. Era una silueta vestida con una capa y embozo parduzcos y roídos. Te colocaste el zurrón sobre tu costado y comenzaste a caminar sobre el puente. No quitabas la vista de aquel tipo, ni la mano de la empuñadura de tu espada, pues tenías bien sabidas aquellas historias sobre los ladrones del Camino Santo hacia Compostela...

Estando casi a su altura, la figura, a la cual no llegaste a verle el rostro, se giró un poco, lo suficiente como para darte cuenta que se había percatado de tu presencia.

Notas de juego

Gran intervención, muy detallada ;) Me encantó.

Si decides hablarle, pasa al 30
Si prefieres pasar de largo, pasa al 12

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28/10/2021, 11:19
Martín de Alveza (5)

Martín se detuvo, la siniestra en la empuñadura de la espada, bien a la vista, en señal de velada amenaza. Con voz señorial y segura de sí, saludó al extraño, presentándose como uno más de los peregrinos que recorrían aquellas sendas en devoción al apóstol, sin dar más detalles de su cometido, o de su persona. Como el que busca cualquier excusa para iniciar una conversación intrascendente, le preguntó además si llevaba muchas truchas aquel río, que con tanto interés observaba.

Mientras el otro respondía, Martín, con aire distraído, avizoraba hacia la salida del puente, que juzgó como el lugar más propicio para tender una celada. Era su pensar que, en caso de tratarse aquello de una trampa para peregrinos, habría de ser sin duda ejecutada por gente cobarde y baja, recelosa de arriesgar el pescuezo en empresas poco claras. Así, mientras escuchaba, se echó la capa a un lado como apremiado por el calor, dejando ver a las claras el arma que portaba, así como el gambesón del que se había provisto para contingencias como aquella.

Notas de juego

Martín hablará con él, a ver qué le cuenta.

No añado preguntas más concretas porque, al ser esto un librojuego, entiendo que las respuestas vendrán más o menos prefijadas.

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29/10/2021, 13:30
Director

30

No sin la reticencia de una emboscada (sobre todo en el final del puente, lugar que mirabas), cruzaste a su lado, y la curiosidad acerca de lo que estaba mirando aquella persona hizo que te detuvieras a su altura. Ésta no se giró, sino que parecía estar completamente interesada en el arroyo.

Tras tu presentación amistosa como peregrino aguardaste un instante. Habías aprendido que si bien en muchos tramos del camino los trotamundos no reparaban en ningún otro viajero, también los había condescendientes, y a veces hablaban a uno amistosamente. Creíste que era justo actuar así también.

Sin embargo el tipo de la capa no dijo nada, ni tan siquiera se movió. Aún con tu mano posada en la espada junto al cinturón, notaste que ésta desprendía calor y un instante después comenzaba a quemarte. Retiraste entonces la mano con un leve gruñido, y la examinaste para comprobar qué estaba pasando. Al instante aquella extraña sensación desapareció, pues el arma fría, como de costumbre.

Cuando levantaste de nuevo la mirada, la figura ya no estaba.

26

Miraste a izquierda y derecha, e incluso miraste hacia abajo, más allá del pretil del puente. Sin embargo, tus ojos se desviaron hacia atrás. Allí estaba, a tus espaldas, a cierta distancia, aguardando de pie y mirándote. En realidad su cabeza estaba inclinada hacia abajo, y su espalda encorvada en el mismo sentido.

Notas de juego

*dada la extraña desaparición, ganas un punto de IRR y pierdes uno de RAC (modifícalo en tu ficha).

Si decides acercarte a ella, pasa al 33
Si prefieres alejarte de su presencia, pasa al 12

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06/11/2021, 10:59
Director

Notas de juego

Hola Alantar, el ritmo es el que es (bajo) y al menos hemos de hacer 1 post semanal. Tienes hasta mañana a las 12:00h para el posteo, si no cerraremos tu juego individual.

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06/11/2021, 17:17
Martín de Alveza (5)

Notas de juego

Hola, Orthanc. Creía que hoy se cumplía la semana, e iba a postear esta noche. Perdona el despiste. Hoy sin falta escribo mi turno.

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06/11/2021, 21:05
Martín de Alveza (5)

Fue su primera reacción el tomar la espada, pero al notar la empuñadura caliente apartó la mano, espantado. Martín se giró hasta encarar a la figura, con los ojos encendidos por una determinación funesta. Detrás del mal que asolaba sus tierras, adivinaba el caballero una voluntad y maldad ultraterrenas, y así, al encontrarse con aquella extraña existencia, no titubeó en enfrentarla con valor. Mientras esperaba a que esta se pronunciara, envolvió sus manos en la capa, presto a volver a tomar la espada.

Notas de juego

Opto por acercarme (o más bien esperar donde estoy, si es posible) y ver qué tiene que decirme.

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08/11/2021, 09:32
Director

33

Espada en alto, poniéndola entre tí y la figura con tus manos envueltas en la tela de tu capa, aunque te diste cuenta de que ya no quemaba. Luego te acercaste a la misma. No sabías muy bien cómo se había alejado unos pasos más atrás con tanta rapidez. Sabías que algo extraño estaba ocurriendo (de hecho le creíste una aparición, en primera instancia), pero hiciste de tripas corazón y decidiste acercarte a ella con sumo cuidado. Tu mano, que había sacado la preciada espada que te acompañaba, y no mostraba reparo en que estuviera a la vista. Caminaste poco a poco hacia la silueta, que permanecía inmóvil y cuyo rostro aún no habías visto...

39

La extraña sensación te invadió de nuevo.

Acto seguido, en medio de un leve pestañeo, la figura desapareció de nuevo y ahora estaba en el monte cercano más allá del puente, en medio de una arboleda; pero no había una, sino decenas de siluetas similares, como si se hubiera multiplicado. Creíste por un instante que te habías vuelto loco, y cuando te frotaste los ojos la figura volvió a estar sobre del puente, sola toda ella, apoyada en el pretil, justo a tu lado. Aquello te desconcertó y gritaste del susto al tiempo que un sudor frío recorrió tu cuerpo. ¿Estaría jugando contigo?, pues de tus preguntas nada contestó. Tu espada cayó al suelo, soltada por tu mano tras desfallecer ésta un instante. Entonces, segundos después, la recogiste y apretaste el paso.

Notas de juego

Haz con el d100 una tirada de IRR. Si no la superas tira 1d10 y serán los puntos que ganas de IRR (y pierdas de RAC)

Luego pasaremos al 2, pero añade con la tirada un post de interpretación :)

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12/11/2021, 22:23
Martín de Alveza (5)

Poco duró la resolución de Martín de presentar batalla, al verse de tal modo superado. Trastabillando y sin dar la espalda a aquel ser, que ya juzgaba como salido del infierno, fue retirándose hacia la salida del puente. Cuando sintió que se había distanciado lo suficiente, emprendió la carrera, mirando atrás a cada tanto, con la atención fría y tenaz de la fiera que se sabe acechada. Buscaba Martín llegar cuanto antes entre gentes, tal vez a aquella iglesia cuyas campanas le parecía haber escuchado, con la esperanza de encontrar refugio o de acogerse a sagrado.

- Tiradas (2)
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13/11/2021, 18:57
Director

2

Tras cruzar el puente saliste de aquel puente como alma que...

Habías sentido una sensación de pesadumbre y miedo sin igual en tu interior. Además, a los pocos instantes de macha (mientras tratabas de buscar gente y un lugar sagrado), notaste que tu zurrón tiraba más de ti de lo normal. Reparaste en ésto con desconfianza e intriga, al mismo tiempo. Tras detenerte un momento, miraste en su interior y encontraste un bulto con extremos angulosos envuelto en una tela oscura. Tras sacarlo y destaparlo de aquel trapo encontraste una pequeña caja de oro, maciza, seguramente. Lejos de dar saltos de alegría, como cualquiera podría hacerlo, miraste en derredor por si alguien más ponía sus ojos sobre aquel botín; además, te quedaste observándolo absorto debido a una atracción irresistible...

Notas de juego

No sé si te has añadido el punto de IRR y has restado el de RAC. Entiendo al mirar tu ficha que sí (si no es así, hazlo cuando puedas).

Si decides examinar la caja, pasa a 16.
Si prefieres abandonarla en el camino, pasa a 13.
Si por el contrario prefieres guardarla por precaución, pasa al 23.

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20/11/2021, 04:47
Martín de Alveza (5)

Notas de juego

Hola, Máster. Me ha sido imposible escribir ayer por la noche, hoy lo hago sin falta. Disculpa. A partir de ahora debería de ir más holgado de tiempo.

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20/11/2021, 13:30
Director

Notas de juego

No pasa nada. Cuando puedas postear seguimos.

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20/11/2021, 15:17
Martín de Alveza (5)

No podía ser aquello cierto, pensó Martín, mientras sin dejar de caminar reparaba en la caja que había aparecido en su macuto. En vano trataba de encontrarle un sentido a todo aquello y, por primera vez desde que había comenzado su peregrinación, sintió miedo, pues tal vez no fueran sus tierras, sino él mismo, el objeto de aquella extraña maldición. 

En una rápida decisión, Martín decidió conservar la caja por el momento, pero sin atreverse a mirar en su interior. Con la esperanza de hallarse pronto entre gentes, apuró el paso hacia el pueblo más cercano, con la esperanza de encontrar asilo para pasar la noche y reposo para su cabeza, perdida en confusos pensamientos.

Notas de juego

Paso a 23. Perdón por el retraso.

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22/11/2021, 22:38
Director

23

Miraste a izquierda y derecha, pero no había nadie cerca. Decidiste guardar la caja en tu zurrón. No tenías ni la menor idea de cómo diantres había llegado a tu poder, pero lo más razonable era preguntárselo con las ideas claras y en un lugar más seguro (no en medio del camino). Ese lugar parecía ser, a tu juicio, el destino al que ibas: el castillo de Calmenor.

24

En las sucesivas horas de marcha, a cada paso que dabas no podías dejar de pensar en aquella extraña caja. No sabías si era una maldición, un regalo o un incomprensible capricho del destino. Lo cierto es que el trasiego de gentes comenzaba a aumentar considerablemente debido a que te acercabas a Foncebadón, lugar de parada y descansos para peregrinos de la ciudad santa de
Compostela.

Una vez que estuviste a las puertas de la población, oías el ruido confuso de voces en su interior. Era día de mercado y veías a las gentes ir y venir, fardos con cuantiosos productos, carretas tiradas por bestias cargadas de alforjas y un sin fin de curiosos que se adentraban en su interior.

Notas de juego

Si decides visitar Foncebadón, pasa a 38.
Si prefieres continuar el camino hacia Calmenor, pasa a 15.

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26/11/2021, 22:30
Martín de Alveza (5)

Quiso Martín entretenerse entre el gentío, y aquel miedo que con él traía fue poco a poco remitiendo, como si un instinto ovejil le hiciera sentirse ya más seguro, rodeado de sus iguales. Poniendo la mano sobre el zurrón, sabia práctica cuando uno ha de meterse entre el gentío de un mercado, comenzó a caminar ocioso entre los puestos, sin detenerse a ver las baratijas y chucherías que allí se ofrecían. Lo que Martín buscaba era una iglesia, pues solo en lugar sagrado se atrevería a abrir la caja que palpaba dentro de su bolsa, esperando que el poder de lo divino lo protegiese de lo que allí dentro se ocultaba, que intuía no era de este mundo.

Notas de juego

Paso a 38.

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29/11/2021, 11:08
Director

38

Una vez te adentraste en Foncebadón, atravesaste las primeras calles paseando entre las casas bajas, y enseguida te viste empujado por la corriente de personas que iba y venía en dirección a la plaza del mercado. Una vez que llegaste hasta él, tu olfato percibió el terrible hedor de la mercancía cruda traída de sólo Dios sabía dónde, así como el ganado guardado en improvisados rediles. Por otro lado, decenas de comerciantes ambulantes vociferaban los beneficios de sus artículos tras sus tenderetes bien avenidos que, debido al almotacén de turno llegado de Ponferrada, habían de cobrarse por ellos un portazgo.

Veías a tal efecto a esta figura, acompañada de un escribano y un par de soldados avanzando puesto a puesto y revisando que todo estuviera en perfecto orden. Carnes, frutas, pescado, telas variadas y género vivo eran los productos más comunes y visibles aquel día; pero también había otros artículos dispuestos en cada tienda: aceites, lanas finas, utensilios del hogar y de cocinas, y algunas especias traídas, según decían, del reino de Granada. Mucha gente comerciaba, pero la mayoría observaba y paseaba delante de los vendedores. Desde el otro extremo del mercado llegó a tus oídos el rugido de un martillo golpeando hierro sobre un yunque; y detrás de algunos de los puestos el rumor de una taberna, cuya entrada asomaba a la plaza del mercado, y se veía concurrida a la par que apetecible.

Notas de juego

Si decides pasearte por los puestos, pasa al 3. (Nota: Si ya elegiste anteriormente esta opción, no puedes volver a hacerlo)
Si quieres visitar al herrero, pasa a 7.
Si prefieres descansar en la taberna de la plaza, pasa al 10.

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04/12/2021, 07:28
Martín de Alveza (5)

Quiso Martín acercarse a la taberna, por creer que poniendo algo de orden en su estómago, que rugía pidiendo alimento, lo haría también en su cabeza, bullente de funestos pensamientos e ideas, a cada cual más desconcertante. Así, sin más dilación e ignorando las voces de los vendedores que alababan las grandezas de su género, Martín de Alveza fue abriéndose paso hacia aquella taberna que invitaba al descanso y el esparcimiento, dejando por un momento el asunto de la misteriosa caja a un lado, como se hace con los malos sueños cuando uno se despierta.

Notas de juego

Paso al 10.

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07/12/2021, 12:28
Director

10

Aquel día era bueno para degustar algún alimento caliente y beber vino, pues todo peregrino del Camino debía mantener la entereza mediante tres requisitos constantes: rezar cada día, tener paciencia en el peregrinaje y mantener el estómago lleno. Es por ello que te mezclaste con la gente de la plaza para poder atravesarla hacia el rincón donde se ubicaba la taberna. Enseguida contemplaste cómo un tumulto de gente sobresalía de sus mismas puertas, desde el interior al exterior. La gente rebosaba de ese lugar más que el vino vertido en sus copas. Y habiéndote hecho paso entre la multitud, lograste acceder al interior y contemplar cómo mesas y sillas estaban abarrotadas de gente.

Vistes a un lado de la sala un gran tablón horizontal, colgado en la pared, el cual a duras penas mantenía en sus púas y salientes un gran número de cayados y otras prendas. Al otro lado una gran superficie fabricada con numerosos tablones cortados al unísono hacía de mostrador para servir vasos y jarras, y colocar los almuerzos que salían de la cocina e iban al gran salón. El vocerío entre el matrimonio que regentaba el negocio y los clientes era constante.

Quiso la suerte (o quizá fuera la pericia del tabernero al atenderte) que fueras servido rápidamente con un vino que, según aseguraba él, había llegado esa misma mañana en varias barricas.

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07/12/2021, 12:28
Tomás

10

Y tras ello un tipo que asemejaba a un peregrino comenzó a charlar contigo amistosamente.

Su mano sostenía aquel vaso vacío y acompañaba con movimientos al unísono sus palabras. Luego, y sin ánimo alguno de ofensa, se ofreció para guiarte a cualquier punto desde Foncebadón hasta una decena de leguas a la redonda, pues según contaba solía acompañar peregrinos en aquel tramo del camino, pues desde aquel pueblo había varias rutas posibles.

Y esto lo hago de vez en cuando, esperando que todo buen peregrino llegue a donde tiene que llegar -decía, con el vaso vacío-. ¿Queréis vos compañía en el camino? A buen seguro que no vos perderéis.

Aunque negaste al principio contar con sus servicios, lo más sensato sería conocer el siguiente tramo de tu marcha. El tipo, sin embargo, se mostró algo receloso y se dio la vuelta.

Notas de juego

Si decides preguntarle, haz una tirada de Elocuencia con el d100 con un malus del 25%.
Si además le entregas diez maravedíes haz la tirada sin malus.
Si le entregas veinte, haz la tirada con un bonus del 25%. Si tienes éxito, pasa al 35.

Si fallas la tirada o prefieres no preguntarle nada, pasa a 38.