Partida Rol por web

Nos vamos levantando todos. Aún queda Yelena así que sin apartar la mirada al tipo la desato.

Parece que no podemos hacer nada mientras estemos en esta sala. Ver a los demás bien me relaja un poco… aunque me sigue escamando el tipo este.

-Grrrrmmmm…- El gruñido se vuelve desaprobación.

-Salgamos de aquí.- Digo con un tono seco .

Espero que nos recuperemos rápido… 

Despacio, sigo a mira. En cuanto salgo de la habitación, trato de ponerme la armadura. En cuanto siento que ésta me cubre al fin, empiezo a acumular cosmos. 

Espero mientras los demás salen de la sala. No sé qué esperan hacer, pero no tengo claro si es sensato quedarse aquí. Ahora al menos sabemos la cara del enemigo y que además realmente hay enemigo. 

Debemos volver al Santuario. 

Una vez Yelena cruza la puerta, observa que hay dos camino al otro lado: uno hacia la derecha y otro hacia la izquierda. Ambos hechos de roca e iluminados con unas antorchas que, en esta ocasión, sí producen calor. 

Cuando sale y siguiendo su línea de pensamiento, la armadura se pone sola. 

Cuando sales, justo al lado de la puerta y pegado a la pared, hay una pequeña mesa de madera.

Sobre ella está el mapa que os dieron, todas vuestras posesiones y la espada de Artemias. 

Recojo mis cosas y me las guardo. Mientras tanto, analizo el terreno. Quizá fijándome en la roca, en cómo está excavado el túnel, pueda llegar a intuir en qué parte del bosque (supongo que seguimos en el bosque) nos encontramos. Si no es ahora, seguro que me es útil para más adelante, cuando me pueda a poner a leer en el Santuario. 

Sin dejar de mirar a aquel sujeto camino con cuidado hasta mi espada, mientras lo sigo mirando, buscando analizarlo y sobretodo ver si tiene una cloth stone.

Quizás se trate de otro santo dorado, al parecer necesitamos niñera...

Luego de eso, tomo el camino de la izquierda.

- Yo que tú... - Dice cuando Artemias se acerca a la espada. - No haría eso... 

No lo dice de forma agresiva ni nada similar, es solo como si hiciera un comentario cualquiera...

¿La espada? ¿Ha dicho que no coja la espada?

Me giro hacia el arma. En teoría, tendría que estar igual que antes. ¿Le han hecho algo?

Pues... no noto nada raro. Arqueo una ceja de forma involuntaria. Con la máscara ni se nota. 

Sigo acumulando cosmos. 

No pareces ver nada raro...

- Artemias, tu espada está aquí - digo mientras sigo mirando los túneles. 

No creo que los túneles sean demasiado profundos. Me planteo mandar al espía de luz, pero temo que eso atraiga a las tipas que ha dicho el hombre de dentro. 

No me gusta la situación no se donde estamos ni quien es el que tenemos delante. Salgo de la habitación y busco algo que pueda indicar donde nos encontramos o quienes son esas misteriosas trillizas puede haber alguna pista por alguna parte.

En cuanto sales de la habitación, te encuentras con un camino a tu izquierda y otro a la derecha. Justo pegado en la pared, delante de Yelena, hay una pequeña mesa con vuestras posesiones y con la espada de Artemias.

Por lo que ves, los túneles están escavados en la roca, que están iluminadas por pequeñas antorchas. 

Dentro de la habitación ves la espada en la pared. 

Fuera, donde está Yelena y Opa, a través del hueco de la puerta, no ves nada.

-Yo estoy viendo mi propia espada- le dije a Yelena, aún así salí fuera para ver a que se refería y de paso ver el pasillo.

En cuanto sales de la habitación, ves dos pasillos, uno a izquierda y otro a derecha. Y justo fuera, junto a la pared, hay una pequeña mesa donde ves tu equipo y tu espada.

Los túneles están hecho de piedra y se encuentran iluminados con antorchas. 

Ante la tenue luz de la antorcha Alexander se hinco de rodillas en el suelo para contemplar de mas de cerca posible, y empezó a mirarlo con detenimiento lo dos caminos, se concentro en mirar el suelo en busca de marcas o señales.
“si nos han traído arrastrando hasta aquí debería haber marcas en el suelo o de pisadas, sino solo quedan un par de opciones:
1º teletransporte
2º levitación.
3º esto no es lo que parece.”
que conste mi personajes no se pone la armadura.
- por cierto sera mejor que hablemos lo mínimo, su puede vernos tal vez pueda escucharnos y no sabemos su intenciones respecto a nosotros. -

Los túneles están hechos en la roca, de manera que es bastante complicado que veas marcas o rastros. Sin embargo, si te fijas en que, en el pasillo izquierdo, parece haber menos polvo que en el derecho.

En el derecho hay un poco más en los laterales, mientras que en el izquierdo no hay apenas. Eso te indica que el camino izquierda es más transitado que el derecho. También puede ser el izquierdo por donde os han traído. 

Una vez todos fuera de la habitación me ocupo de cerrar la puerta mientras le hecho la última mirada de enfado al tipo.

Qué se quede ahí metido el tipo ese... vaya tonto. Grrrr...

-¿Estáis bien?- Digo en bajo algo más calmada.

-Eh... hay dos caminos. ¿Qué hacemos?- Mientras pregunto veo como todos están intentando comprobar si hay un camino correcto.

El tipo dijo algo de unas "trillizas"... y hay más de una... me pregunto que bestias serán esas. Espero que no sean como la de un solo ojo de la otra vez.

Ante tal pensamiento, la armadura de Mïra se manifiesta instintivamente..