Partida Rol por web

La flecha de Agwins impacta en el hombro del Goblin, el cual se queda mirándose, asustado como la sangre le salía a chorros del hombro. En ese mismo instante un filo afilado cruzó el cuerpo del Goblin de lado a lado, el pecho se abrió sin mucho esfuerzo. El Goblin cayó, vivo pero agonizante de rodillas al suelo.

Sus compañeros lo miraron pero con la indiferencia de un buen vasallo, se lanzaron todos contra Arago, sin armas, a sus extremidades, parecía que más que atacarle querían inmovilizarle.

Al observar el fragor de la batalla en perspectiva, no pude hacer otra cosa de alegrarme de la estupidez de los goblins - una molestia menos - pensé. Si en algo era bueno, era en la lucha y aprovechando la obertura que los vasallos habían dejado al ir a por Arago, centré mi mirada en Sigref y mientras mantenía mi sonrisa al ver el camino despejado pregunte - a ver que se rompe antes, el muro O TUS HUESOS!! - y comencé la carga de nuevo, pero esta vez sin ningún mueble que protegiese al pobre individuo de la temible embestida que se le aproximaba como una estampida de ñus salvajes.

Mientras veo como otro de mis compañeros carga con su hacha contra el enemigo, yo me giro dispuesto a ayudar a Arago en su contienda contra los goblins...

Sigref desenvainó su espada con toda la intención de dirigirse contra alguno de nuestros héroes pero, de forma inesperada, lo que a todas luces parecía una carreta gigante[1] atropelló a Sigref dejándolo en el suelo magullado. A todas luces parecía que alguien tenía un tema personal con él, pues no le dejaba ni respirar. La caida fue brutal, casi tan brutal como el golpe recibido. Alguien podía estar orgulloso de el mismo.

Al fondo, los goblins se habían lanzado contra Arago intentando inmobilizarle, lo cual consiguieron. Cogido por los pies, y los brazos, Arago era incapaz de moverse lo más minimo.

La lucha se está complicando parece que Arago está en problemas, mi próxima flecha va dirigida al goblin que lo sujeta por los brazos, apunto directamente a la cabeza pero algo me distrae.

Eso es. Retírate como la rata que eres.
Cuando me giro, veo al medio demonio siendo agarrado por los goblins. Lanzo un sablazo a uno de las piernas. Si le corto la pierna... No me preocuparé.

En mi intento de lanzar un ataque, todos los goblins sinexcepción se me lanzaron encima y me tumbaron, reteniendo pies y manos:-Mierda.-dije al verme en aquella situación:-Soltadme malditas y insignificantes criaturas!!.-grité imponiendo mi voluntad en aquél grito para que me soltaran esos goblins, además de forcejear un poco. 

La flecha lanzada por Agwins pasó muy cerca de la cabeza de uno de los goblins, pero no le dio, por poco. A diferencia de la espada de Justicia, que atravesó al goblin de lado a lado, poco pudo hacer cuando su cuerpo se dividió en dos partes simétricas.

El goblin que aún estaba de rodillas cayó al suelo con la cabeza machacada, completamente deforme y una última expresión de dolor en su cara desfigurada, gracias al golpe de Udo.

Arago, por su parte, parecía librarse del resto de goblins, parecía que los enemigos no estaba poniendo mucha resistencia. ¿O era todo una distracción?

Tras ver como uno de los goblins es seccionado por el tajo de Justicia, retomo mi ataque con fuerzas redobladas intentando aplastar el cráneo de otro de lo enemigos...

Después del segundo impacto, logré levantarme apoyándome mi gran hacha de acero negro. Necesitaba unos instantes para recuperarme ya que me había dado un tirón en el gemelo. Sin embargo, mi padre el gran Remol Hacha, siempre me había dicho la importancia de no revelar tus puntos débiles ante el enemigo, por lo que me adoptando una pose de superioridad y llenando mis pulmones de aire para hincar bien el pecho le dije al pobre charlatán al que ya había arrollado dos veces.

- Aun quieres más? - pregunté mientras miraba como el enemigo intentaba levantarse - para luchar contra el gran Q'Khar hacen falta diez como tú y todo un ejercito de esas cosas verdes JAJAJAJA. - comenté echando una rápida mirada a mis compañeros para ver que tal les iba el combate.

Sigref parecía recuperarse de la embestida. En ese mismo instante, quien le había atacado no parecía ni despeinarse, de hecho se le veía henchido de valor.

Sigref se echó a reír.

-¿Si quiero más? Jajajajaja No vas a poderme dar más, te queda muy poquito de vida campeón, muy poquito.-

Nada mas acabar la frase, la espada de Sigref cortaba el viento a una velocidad inusitada. Más rápido de lo que cualquiera podía esperar.

Desde atrás veo como Sigref ataca brutalmente a Q,Kar, tenemos que  mermar a ese mequetrefe que se cree el dueño de la mina, así que me olvido de los goblings y apunto al Inglés—espero no errar esta vez—digo en voz baja .Doy unos pasos hacia la derecha y me posiciono de forma que Q,Kar no esté delante de mi objetivo, tomo mi mejor flecha y disparo.

Miro con seriedad a Sigref. 

¿Se cree que puede burlarse de nosotros? Va a pagar.

- ¡¡¡Serás juzgado por la Luz!!! - y corro hacia él con la espada en ristre, hondeandola en el aire.

Seguía tirado en el suelo, medio inmovilizado por los goblins. Parecía que flaqueaban y aproveché el momento. Usando el poder de mi sangre demoníaca, incrementé mi fuerza todavía más para vencer la fuerza que ejercían los goblins, los movimientos repentinos para forcejear y que las manos de los goblins se soltaran. 

Volví a gritarles a esas pequeñas y asquerosas criaturas que me soltaran para intentar que huyeran presas del miedo. 

De mientras veía al resto atacar a Sigref y a los goblins que no estaban reteniendome. 

Aunque los goblins lo intentaban con todas sus fuerzas, Arago no era un enemigo fácil, sin que estos lo esperaran este se soltó. Se quedaron sorprendidos viendo como uno de sus compañeros había muerto y estaba destrozado. El resto de enemigos les ignoraban, ¡¡LES IGNORABAN!! Y eso no podía ser...

Uno de los goblins se tiró a la pierna de Arago por haberse soltado, intentando golpearle.

Otro de ellos no se lo pensó dos veces y salió corriendo para ponerse al lado de su jefe, Sigref. Este goblin era un poco pelota.

Los otros dos salieron corriendo detrás de Justicia, no la iban a dejar atacar a su jefe tan fácilmente.

Después del intercambio de golpes unidireccional que había sufrido Sigref, el contraataque me pilló algo desprevenido esperando sólo un simple golpe sin fuerza ni velocidad, pero al charlatán aún le quedaban la suficiente energía como para dar algo más de batalla. Sin embargo, no me retorcí de dolor tras recibir el tajo, ni siquiera pestañeé. 

- JAJAJAJA eso es todo lo que tienes? - reí con fuerza mientras borbotones de sangre emanaban de la fea herida que cruzaba mi torso en diagonal. - No eres más que un animal acorralado, intentando luchar contra un destino que ya está escrito... si quieres salvar el cuello, ríndete antes de que llegue la decapitadora del grupo - comenté mientras miraba como llegaba Justicia, perseguida por unos goblins.

Consigo soltarme de los goblins: uno de ellos sale corriendo hacia Sigref, otros dos se lanzan a por Justicia y el último muere por una flecha de Agwins. El último de los goblins se lanza a por mi otra vez y tenía claro que intentaría cogerme de la pierna. 

Aun tenía mi espada desenvainada, preparé la posición de ataque y esta vez si que lo conseguiría:-Habéis olvidado quién soy?-vuelvo a preguntar. Pivoto el pie derecho hacia un lado y el izquierdo lo traslado hacia atrás dibujando un medio circulo en el suelo y lanzo un corte descendente hacia el Goblin.