La llegada a Edimburgo reulta un tanto triste. El aeropuerto está plagado de personas que esperan impacientes la llegada de sus familiares. Es lógico. La Navidad se presentará en muy pocos días y la familia desea estar reunida. Además, hay quien dice que en estas fechas siempre se producen milagros, pero también ocurren cosas como en las Navidades de 1993, cuando el hermano de uno de los miembros de la Merrick murió en extrañas circunstancias, aunque eso es otra historia.
Nada más estais en el interior del aeropuerto un hombre de unos cuarenta años que presenta sintomas de cansancio se acerca a vosotros. Va vestido informalmente y en colores oscuros, su brazo izquierdo está vendado desde la muñeca hasta el codo.
- Buenas tardes, soy Conrad Adams, y ustedes son...- espera hasta que os presentais- He preferido venir a buscarles personalmente. En el telegrama les indicaba que preguntaran por mi en el Hospital General, pero he decidido recogerles aqui para informarles durante el trayecto de todo lo sucedido. Recojan sus maletas y acompañenme al coche, por favor
-Encantado. Preguntamos por usted en el hospital. ¿Cómo se encuentra?
Agarré ambas maletas. No quería que Jack se molestase tan alterado como estaba. Respiré intranquilo. Había acertado... Una mala costumbre mía.
-¿Qué ha ocurrido? -pregunté mientras guardaba las maletas.
Creo que me acabas de hacer un spoiler xDD
Caminaba como un zombie. Recogí mi maleta e hice caso de aquella persona. A veces parecía que me mareaba y me agarraba al brazo de Nathan.
-¿a dónde vamos? -pregunté con una voz casi inaudible.
Obligué a Jack a beber un par de tragos de una bebida isotónica.
-¿Estás mejor?
Le abrí la puerta del coche. La frustración se iba haciendo cada vez mayor. Intenté calmarle de nuevo.
Asentí con la cabeza sin decir nada mientras una lágrima resbalaba por la parte interior del cristal de mis gafas cuando me agaché para entrar.
-Vamos, inglés... Necesito al hombre que me amenazó con volarme las pelotas con un microuzi. -sonreí mientras le dejaba la botella en las manos.- Te necesito para esto, Jack. No me abandones ahora.
-Estoy aquí -esbocé una sonrisa mientras daba palmadas flojas ne la pierna de Nathan- Hemos de enterarnos de que ha pasado, igual no estamos tan desarticulados. -no tenía claro si creía mis palabras-
- Estoy mejor, las quemaduras no han sido tan graves- dijo Conrad mientras conduce al hospital, os lleva a la cafeteria y alli empieza su relato- No me resulta fácil explicarles lo sucedido, pero intentaré hacerlo de la mejor manera posible. Les ruego tengan en cuenta que todavía me encuentro afectado por los acontecimientos. Probablemente ustedes ya estarán al tanto de parte de lo sucedido. Sin embargo, hay ciertos aspectos que quisiera discutir con ustedes. Lamentablemente, creo que tan solo los que estamos sentados en esta mesa somos capaces de evitar males mayores. Los demás, es decir, los restantes miembros de la Merrick, o están en el hospital, o bueno, ya me entienden... La señorita Hasting está bastante mal, creo que es coma. En cambio al señor Klodzinski...- La cafeteria del hospital no resulta agradable, a pesar de la intención de proporcionar un ambiente acogedor y relajado. Podeis ver que estais rodeados por cuatro paredes pintadas en tonos pastel. No el tipico verde quirurgico ya que, por lo que parece, este color está destinado únicamente a los quirófanos. Las mesas están ocupadas casi en su totalidad, por personas con la mirada perdida y gesto de infinita preocupación. Alguien llora en una alejada esquina. Entre un aséptico silencio, Conrad Adams continua con los hechos.- Todavía no he podido hablar con los bomberos, pero todo parece indicar que el incendio se produjo a raiz de una explosión en el sistema de calefacción del edificio. Esto es logico. El depósito de combustible líquido está en el cuarto de calderas, lugar al que puede acceder prácticament cualquier persona sin levantar sospechas. Una pequeña explosión provocó seguramente todo este desastre. Por cierto, tengo una cita con el tneiente Ross, el encargado de la investigación. Vendrá dentro de un par de horas
¿Una explosión en el cuarto de calderas? -me repetía mentalmente una y otra vez-, hasta qu ele respondí con voz mas segura y decidida:
-Le acompañaremos a esa entrevista con Ross. Cuanto mas sepamos mejor.
Me pedí un gofre con nata y lonchas de beicon por encima. Aquella mezcla daría energía hasta a un muerto. Lo devoré mientras escuchaba a Adams. Asentí con severidad. Recordaba a Ross. Un hombre muy eficiente.
-Sin embargo, no pareces muy seguro de que eso sea todo. ¿A qué estás temiendo?
Hastings... Uno de los nombres cuadraba.
-¿Conoces a un hombre llamado Molay?
Comencé a revisar mis cosas con disimulo palpándome por todos lados.
-Deberías comer algo, Jack. Quizás no tengamos mucho tiempo para comer de ahora en adelante.
Le dejo unos trozos de beicon para que los pruebe.
-Mientras tanto, me gustaría ver el edificio, si es posible. También un inventario de lo que había en los sótanos. Quizás hayan usado la explosión para robar algo.
-Si no recuerdo mal, tenía una cámara ignífuga en el sótano. No se que habrá sido de ella.
Comí un cachito de bacon y puse cara de asco, entonces me peí´un trocito de pastel de crema con una fresa encima y un batido de chocolate.
-Yo necesito azúcar, y otros van a necesitar mas fuego...
-También necesitaría una lista de la gente que había en la sede no sólo durante el incendio, sino remontándonos quizás a varios días. Depende de si encontramos algún dispositivo.
Terminé mi plato, bebiendo los posos de mi cerveza sin alcohol.
- Tengo la corazonada de que no fue un accidente, sino que fue alguien de dentro- dijo Conrad al rato de haberle preguntado, esta con la mirada perdida, se le nota muy cansado- Me parece bien que quieran estar en la entrevista con el señor Ross. Ahora mismo no dejan ir a nadie al edificio, está desalojando cosas. No se con exactitud que había en los sotanos, supongo que habria un registro, pero habra quedado todo quemado... No se si querrán ir a ver a la señorita Hasting, pero está en la habitación 213
-Por supuesto que iré a ver a Catalina (sita Hasting :D).
Miré le reloj y les dije:
-Ya casi es la hora, en marcha.
-Deberíamos verla antes de comenzar... Aunque sea sólo para ver su estado y preocuparnos por ella.
La verdad, no estaba demasiado ilusionado con la idea. La última vez que fue a ver a alguien a un hospital, no acabó demasiado bien... Habían pasado casi treinta años de ello. No puedo evitar mirar al vacío con un deje triste.
-Espero tener las listas pronto. ¿Nos acompaña a ver a la señorita Hastings?
Esperé a su respuesta mientras sacudía las migas de mi pantalón.
- Esperare aqui por si el teniente Ross se adelanta en su horario, no quiero que por no verme se marche. Vayan ustedes, si...- Conrad se queda callado y prosigue a los pocos minutos- si llega antes de que vuelvan, les avisare
haced tirada de charlataneria-3 para que os dejen pasar a la UVI
Nos despedimos del pobre hombre, que parecía estar en el mismo estado que Jack en el avión. Hablando con una enfermera, conseguí engatusarla para que nos permitiera pasar a la UVI donde la señorita Hastinsg estaba ingresada.
Motivo: Charlatanería
Tirada: 1d20
Dificultad: 8-
Resultado: 5 (Exito)