Partida Rol por web

La mercenaria meneó la cabeza compungida al ver el resultado de su llamamiento. Lo último que quería era un enfrentamiento entre hermanos y mucho menos presenciar un linchamiento, no sin antes saber con exactitud hasta qué punto Orj era culpable.

- Vamos. -Le dije a la volva mientras empezaba a descender de la atalaya.- No podemos permitir que ataquen al orfebre antes de que pueda hablar. Menos mal que Bjondir y Audun están allí, espero que hayan conseguido sacar algo en claro.

Herdis compartió una mirada con Thyra. Ambas estaban pensando lo mismo. Lo bueno de haber sembrado la duda entre el consejo era que ninguno tendria la mayoria para ejecutar a Orj. Menos si ella y sus compañeros se oponian. Tenian que tener que tener partidarios y defensores entre la gente de pueblo despues de todo el asunto de los Draugs.

La Volva caminó junto a Thyra dandole vueltas a su pequeño cerebro para ver si se decidia por cual de los consejeros era el traidor.

La puerta se abre en cuanto Bjondir la toca, con un ligero chirrido se abre dejando ver la umbría de su interior, al dar unos pasos notáis el suelo el suelo húmedo e imagináis de que se está cubriendo vuestras botas, entonces escuchas algo que viene de la oscuridad y una figura se abalanza sobre vosotros...

La puerta de la casa del orfebre Orj esta abierta de par en par. El gentío os rodea solemne y Magnus pregunta:- ¿Donde están vuestros compañeros?- El interior de la casa esta ligeramente iluminada por la luz de la chimenea que parece haber sido avivada por el fuego, al otro lado de la sala se ve gente tirada en el suelo, aunque las manchas de sangre en el suelo compuesto de tres rastros os hacen saber de la muerte de los ocupantes de la casa, al entrar vuestros temores son confirmados. El panorama no puede ser más desolador, la familia de Orj al completo ha sido asesinada a hachazos, sus restos están en sus camas y no parece que hayan podido defender. Orj en tanto esta tumbado en el suelo con un hacha en la mano, sin duda ha sido el culpable, enloquecido por la maldición del Dvengar.

Más hay algo extraño, las heridas de Orj no parecen ser de hacha, o sea que no se ha suicidado, sino que recuerdan a las de una espada ¿Que a pasado, porque no están vuestros compañeros aquí? La gente murmura y Vagn os pregunta:- ¿Que ha pasado...?- Entonces alguien llega corriendo gritando:- ¡Vagn, tu casa ha sido atacada!

Herdis se dio la vuelta ante la macabr escena.

Aquellos pobre niños...

Cuando escucho la pregunta no pudo evitar preguntarse lo mismo.

-¿Donde están Bjondir y Audun? No tengo ni idea. Debían venir aquí para apresar a Orj. Quizás cuando llegaron sorprendieron a su asesino y lo están persiguiendo. Dejadme que hable con los dioses, a ver si me muestran lo que ha sucedido aquí.

Audun, a pesar de saber que algo los atacaría dio un respingo por lo repentino. Estúpido, se dijo tratando de levantar la espada y enfrentarse a la amenaza.

- ¡Cuidado!

A pesar de estar acostumbrada a convivir con la muerte, la visión de los cuerpos en la caballa de Orj la dejó impactada. ¿Qué brazo diabólico había cometido tal crímen? La situación ya se les había escapado de las manos y ahora tenían que enfrentarse a un asesino despiadado. Y ¿dónde estaban sus compañeros? Aquello sólo conseguiría encrespar más los ánimos de aquella gente y Thyra estaba convencida de que caminaban por el filo de un hacha, en cualquier momento podían explotar en una auténtica guerra entre familias.

- Mira a ver si los dioses te dicen algo... Esto hay que pararlo.

Pero parecía que aquel crímen no iba a ser lo último que les deparara esa noche*, un nuevo peligro parecía estar acechando.

- ¿Otro ataque? Esto no parece tener fin. Vayamos a ver que ha pasado.

Y dejando a sus espaldas la visión de aquellos cuerpos sin vida se dirigió a toda velocidad a la casa de Vagn.

Herdis se arrodilló en el suelo y sacó sus huesos. Oro las plegarias, realizo el ritual e invoco la misericordia de los dioses una vez mas. Mantuvo los ojos cerrados cuando agitó los huesecillos y solo los abrio cuando escucho que habian dejado de rodar. Aquella vez mucha gente estaba pendiente del resultado y, imperceptiblemente, la presion la hacia sudar la gota gorda.

La puerta se abrio lentamente con un chirrido y Bjondir entró despacio, dando tiempo a que sus ojos se acostumbrasen a la oscuridad de la casa. Al entrar se dio cuenta que sus botas pisaban algo que cubria el suelo, algo que suponia lo que era y que hizo que el berserker prestara más atención a todo lo que le rodeaba y agarrase su hacha con más fuerza para tenerla presta a usarla.

Entonces un leve sonido seguido de un grito de aviso por parte del scalda y un movimiento en las sombras de una figura misteriosa, ponen a Bojondir en guardia, lo justo para intentar parar el ataque de aquella figura.

Bjondir  pone el filo de su hacha dirigida hacía lo que se le viene encima para parar el posible ataque, por lo que la figura se aplasta contra el filo y ahora con horror podéis ver que la figura, no es nada menos que la mujer de Vagn. Su rostro tiene cicatrices y le han arrancado los ojos y la  lengua, por lo que sin poder pedir ayuda, ha reaccionado al escuchar a unas voces que reconocía acercándose con sus últimas fuerzas  aunque ese error ha provocado su muerte. 

Antes de que podáis plantearos que hacer, escucháis a un grupo grande de personas acercarse a la casa... Esto parece ser una trampa, sea quien sea se debe estar riendo de lo lindo.

La visión que te ofrecen los dioses es la de un agujero tapado con una capa de nieve, una trampa para los incautos que es observada por alguien que se rie maliciosamente mientras vuestro grupo se encamina a ella.

- ¡Por Odinn y todos los dioses!
El músico abre los ojos y los fija en su compañero guerrero como buscando una respuesta. Su mirada inquisitiva era ardiente. Se habían metido en un trampa y debían recapacitar.
- Salgamos por detrás - comenta sin mucha convicción - no podremos enfrentarnos a todos.
No quería que pensara que era un cobarde por lo que añade:
- Desde un sitio estrecho tendremos ventaja táctica, tendrían que entrar de uno ¿qué piensas?
La última pregunta salió de su boca como una súplica.

Herdis se queda atrás recibiendo la visión, mientras el resto de los habitantes evidentemente enfrentados entre ellos van detrás de Vagn, en tanto que Magnus es rodeado por los suyos que parecen estar dispuestos a defenderlo con uñas y dientes, en tanto que la familia Skargärdson,  no sabe por que bando participar, el pueblo está dividido y sea lo que sea que este sucediendo en la casa de Vagn no va a mejorar la situación. Que tiene la puerta abierta y una oscuridad que no hace presagiar nada bueno...

Por todos los dioses... sólo espero que no encontremos la misma escena que en la casa de Orj. Pero en fuero interno la mercenaria temía lo que pudiera significar aquella puerta completamente abierta a la oscuridad y el silencio del interior de la casa. Los ánimos estaban demasiado encrespados, las disputas entre familias estallarían en cuestión de segundos y si nuevos cadáveres aparecían en el interior... nada ni nadie detendría una revuelta en la aldea.

Espero que la völva sea rápida en su visión y que ésta nos arroje luz sobre estos nefastos sucesos. Temiendo lo que se pudiera encontrar, Thyra se acercó a la casa para ver qué secretos escondían. ¿Dónde estarán Bjondir y Audun?

Herdis surgió de su visión confundida, pensativa. Para su sorpresa no quedaba nadie ya en la casa pero su conjuro habia salido mal. Ella esperaba ver el pasado y, sin embargo, los dioses le habian presentado otro acertijo. aquello la enojaba. Seguro que su madre hubiera podido ver lo que deseaba. Todavia le quedaba mucho por aprender.

Herdis llegó corriendo, agitada, hasta la donde Thyra se encontraba.

-Una trampa! Han caido en una trampa! No se de que tipo pero he visto una agujero oculto en la nieve y a nuestros amigos yendo hacia ella... creo que es una metáfora de que les tendieron una trampa y cayeron en ella.