Partida Rol por web

El hombre os hace una seña para que le sigáis, os conduce por una puerta en la pared de la derecha siguiendo un estrecho pasillo hasta un comedor con un par de largas mesas y una docena de sillas.

- Aplaudo vuestra valentía, nunca nadie aguantó la piedra tan bien... - señala una de las mesas - tomen asiento, en seguida les traigo algo de comer-  y diciendo ésto desaparece por el pasillo de vuelta al salón.

 Cuando Corcus se fue, yo me apresuré a sentarme en el mejor sitio para mi: Pegado a la pared y con una vista completa de la estancia, como siempre hacia. Luego miré a mis compañeros y les respondí:

 - ¿Y que pensáis de todo esto?.

- Sigo pensando que las ruinas de Boris están relacionados con esa maldita piedra.

No comprendía como había perdido el control de la situación. Aquellas señales en la superficie...Me obsesionaba su imagen. Estaba ansioso de consultar sus libros, que no los había llevado. maldita sea.

-¿Hicisteis fotos?... Me pareció que los símbolos de la piedra no tenían nada que ver con lo que se encuentra en esta parte del mundo, y si bastante con algo que vi en monumentos y templos de sudamerica. Curioso... Me gustría estudiar esos símbolos, y compararlos ¿Os imaginais que historia? Unas ruinas de centroeuropa relacionandas con culturas sudamericanas.

-Tengo echa fotos de cada ángulo de la piedra - contesto al compañero dando buena cuenta de la comida - A mi también me suena a cultura sudamericana, fueron encontradas en Yucatán - añadí, tras lo cual tomé un sorbo del vaso de rosado - Estoy convencido. ¿Pero por qué diantres aquí en centro europa? - señalé con el tenedor a Roland - estoy convencido de que encontraremos más pistas en las ruinas de Boris.

- El señor Harper tiene razón, deberíamos ir a ver las ruinas del viejo Boris.- Dije y acto seguido saqué mi libreta para apuntar: "Ruinas de Boris". No conseguiría gran cosa más que recordar el nombre, pero eso era suficiente ya que era una persona despistada.

Finalizada la cena os retiráis a vuestras habitaciones que dicho sea de paso, son bastante mejores de lo que os esperábais. Disponen de una amplia cama y están limpias.

La noche discurre sin incidentes y a primera hora del día siguiente sin que hayáis podido desayunar pues  ni nadie os sirvió ni a nadie vísteis en el salón de la posada, así que partís en dirección Biscke hasta llegar a las ruinas que dos días atrás os señalara el cochero cuando os traía a Stregoicvar.

Las ruinas cubiertas de musgo son más bien un pequeño cementerio que una sóla tumba, aunque de entre todas las lápidas destaca una de enorme tamaño con el dibujo de un caballero blandiendo un espadón, la lapida está fuertemente erosionada y sólo puede leerse "Vladinoff".

 Observo las ruinas, curioso:

 - Deberíamos decidir como vamos a hacerlo, ¿miramos por lo alrededores, sin entrar en ellas, en busca de algo de interés...?.

- Yo, si es necesario hasta entro - respondo acercándome con mi cámara de fotos.

- Entremos, tiene que ser interesante.- Dije abstraído en mis pensamientos mientras empuñaba mi libreta y mi bolígrafo.

Comencé a hacer fotos sin perder tiempo. De todos los ángulos posible para no perder detalle. Comenzando por la lápida, comenzó a enfocar y hacer las fotos en círculos asegurándome de no dejarme ni un rincón sin ser fotografiado.

-pues entremos....

No lo había dicho muy convencido, porque no sabía si sería un crimen y además no era plato de gusto ver cadáveres.

Apretó el puño de su bastón y haciendo de tripas corazón siguió a los más valientes.

El escritor se acercó a la puerta y trató de forcejear la cerradura sin éxito.

- No tendréis una palanca o algo para abrirla ¿nó?

Me temía que no iba muy preparado para eso. Dudaba mucho que con una cámara de fotos pudiera abrir la puerta.

 Examiné con atención la cerradura del candado:

 - Prefiero, por experiencia, no romper algo que podamos necesitar... Como para volver a cerrar la puerta con urgencia. - Añado con tono siniestro.

- ¿Acaso esperas que vamos a encontrar algo de lo que tengamos que huir? - preguntó perplejo el profesor de historia antigua - ¿qué esperas encontrar?

 - Créeme, es mejor que no lo sepas... ¿Opciones, por favor?.

Caminé el último hasta llegar donde todos estaban y escuché este último diálogo.- El señor Gabriel tiene razón, quizás con algo que sirva como ganzúa podramos abrirlo sin estropear el candado.- Dije mientras buscaba algo con lo que poder hacer una ganzúa o simularla para abrirla yo mismo.