Partida Rol por web

El Regente de Jade I: El Legado de Muro de Salmuera.

Los Velos del Pasado.

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20/04/2017, 14:11
Punta Arena: Alguacil Belor Cicuta.

Vigésimo segundo día del mes de Calistril del 4807. Cerca de la zona del puerto.

Tras la charla con la Alcaldesa Kendra Deverin.

Finalmente, saliendo de uno de los callejones laterales, Sandru localiza al alguacil Cicuta. Parece encaminarse por una de las calles principales hacia la zona del puerto… quizá hacia la pescadería.

El hombre se detiene al percatarse de que Sandru está en su camino y parece querer hablar con él. Se detiene a escasos pasos de Sandru y ladea levemente la cabeza. No es habitual que el caravanero varisio acuda a él. Finalmente cruza los brazos y sostiene la mirada de Sandru. No parece enfadado y su tono es amable, pero sí que parece convencido de que el varisio le trae malas noticias. O lo que es lo mismo, problemas.

- “Buenos días Sandru.” – Saluda con educación. – “¿Ocurre algo?” – Pregunta directamente. No es un tipo que ande con vueltas o subterfugios. Suele ser franco y directo.

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20/04/2017, 17:44
Sandru Vhiski.

Vigésimo segundo día del mes de Calistril del 4807. Cerca de la zona del puerto.

Tras la charla con la Alcaldesa Kendra Deverin. Ahora departiendo con el Alguacil Cicuta.

Sandru compone su mejor sonrisa de - No pasa nada. - Que tantos negocios le ha permitido cerrar.

Por un momento piensa en acompañar al Alguacil, pero si se dirige al Puerto, quizás pare en una conocida taberna que Sandru no pensaba pisar mientras pudiera evitarlo. Los dominios de Jubrayl.

- Nada aparte de un buen día Alguacil, y esperemos que eso no cambie. Acabo de dejar a la Alcaldesa, y la charla con ella me ha dejado dos preguntas para ti, Belor. - Sandru pasa a enumerar con los dedos de la mano.

- La primera es que dado que voy a pasar por Korvosa en mi próxima ruta, me preguntaba si necesitabas de algo en especial de esa región. La segunda es interesarme en saber en qué te basas para pensar que los Sczarni como milicia. Es una idea extraña y supongo que tienes tus razones, y me gustaría escucharlas. -

Tratar de descalificar porque sí lo que Belor planeaba sólo haría que se cerrara en banda. Era mejor tratar de conocer sus motivos para presentárselos de manera que él mismo pudiera deducir la verdad: Que los Sczarni sólo trabajan para los Sczarni.

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21/04/2017, 10:02
Koya Mvashti.
Sólo para el director

Trigésimo primer día del mes de Abadio del 4707. Sala privada del Dragón Oxidado.

En la intimidad del reservado del Dragón Oxidado, Koya permanecía observando el ajado rostro de su querida madre. Una sensación creciente de nerviosismo le atenazaba la boca del estómago, algo normal cuando le leían las cartas, pero que se acrecentaba por el silencio prolongado de Madame Niska ante la carta que tenían delante. Cuando su madre tomó sus manos entre las suyas para comunicarle lo que no podía significar otra cosa que les quedaba poco tiempo juntas, Koya notó como los ojos se le llenaban de lágrimas. Tuvo que hacer un enorme esfuerzo para contenerlas. Sabía que, si una sola se derramaba por sus mejillas, las otras, caprichosas e irrefrenables, la seguirían descontroladas, como el agua contenida en una presa que se rompe. Se desembarazó del agarre de las nudosas manos de su madre para acariciar su mejilla.

- Entonces será la última vez que alguien me eche las cartas.- Sentenció tratando de trasmitir toda la dulzura de la que era capaz en sus gestos y palabras. De aquella manera honraría a su madre, que tanto cariño le había dado, y guardaría aquel momento como algo único, con lo que recordarla para el resto de su vida. Si aquello era un aviso de Desna iba a aprovecharlo. Pasaría todo el tiempo que fuera posible junto a su anciana madre.

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24/04/2017, 19:46
Vankor Dalmuvian.

Vigésimo quinto día del mes de Kuthona del 4707. Afueras de Punta Arena.

Miró a Giorgino un tanto sorprendido.

-Sí, vamos, pero debemos decírselo a tu tío. Ahora o después, cuando regresemos. Ocultárselo no va hacer que desaparezca el problema y este es un pueblo pequeño. Más tarde o más temprano el jefe Sandru se enterará y prefiero que lo sepa de nuestra boca, de la tuya para ser más exactos, que de un paisano en la taberna  o de mano del propio alquimista la próxima vez que se encuentren. Las consecuencias serán peores. Y tú no sé, pero yo trabajo para tu tío y no estoy en condiciones de mentirle. Ni quiero. Libertad es responsabilidad. Hicimos lo que quisimos, ahora toca dar la cara. Quizá así aprendas que es mejor no pillar las curvas como lo haces -dijo Vankor seriamente antes de sonreír finalmente.

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25/04/2017, 08:14
Punta Arena: Alguacil Belor Cicuta.

Vigésimo segundo día del mes de Calistril del 4807. Cerca de la zona del puerto.

Tras la charla con la Alcaldesa Kendra Deverin. Ahora departiendo con el Alguacil Cicuta.

Cicuta se mantiene de brazos cruzados escuchando a Sandru. Niega con la cabeza, con gesto agradecido, ante la oferta de traerle algo de Korvosa. Pero frunce el ceño al escuchar la siguiente demanda del caravanero.

- “No he pensado en los Sczarni como milicia, y de todos modos no creo que eso sea asunto tuyo, Sandru.” – Su tono es firme, aunque se nota que no busca pelear o provocar. – “Pero dejaré tranquilos tus temores. Seamos realistas… la milicia podría defender el pueblo en una emergencia de un ataque de goblins, pero necesitamos ojos y oídos fuera. No quedan aventureros, todos se han marchado buscando las malditas ruinas de civilizaciones antiguas que a nadie le importan. Lo único que protege y vigila este pueblo desde el exterior es Shalelu y no estará ahí para siempre.” – Explica. – “Sé bien cómo son los Sczarni.” – Añade. – “Prefiero una alianza y un apoyo mutuo… aunque ellos salgan beneficiados, que emprender un enfrentamiento que no conviene a nadie ni va a ayudar al pueblo.” -

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25/04/2017, 08:26
[RIP] Punta Arena: Madame Niska Mvashti.

Trigésimo primer día del mes de Abadio del 4707. Sala privada del Dragón Oxidado.

Madame Niska asiente. Algunas lágrimas recorren también sus arrugadas mejillas.

- “Cuando… cuando yo no esté,” - comienza a decir, - “prométeme que seguirás tu camino. Quiero que vivas las grandes aventuras que siempre deseaste vivir.” – Dice la anciana. – “Sé que últimamente ni te lo has planteado por quedarte a cuidarme, y créeme que una anciana madre como yo lo agradece.” – Dice mostrando una sonrisa a la que le faltan algunos dientes.

La vidente recoge las manos y las lleva hasta su falda, rebuscando algo para finalmente sacar y colocar sobre la mesa un mazo de cartas que Koya conoce bien. El Mazo de Presagiar de la familia.

- “Esto ha pasado de generación en generación de madre a hija en las tres últimas generaciones. Tú serás la cuarta. Pero cuídate del poder de presagiar, pues en ocasiones es más una maldición que una bendición.” – Koya puede ver que su madre siente eso mismo en esos instantes con gran fuerza.

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25/04/2017, 11:17
Giorgino Vhiski.

Vigésimo quinto día del mes de Kuthona del 4707. Afueras de Punta Arena. Giorgino se quedó callado mirando a su primo Vankor. Tenía pensado llevar todo aquel asunto en secreto y con la máxima discreción, pero Vankor tenía razón, era un pueblo pequeño y alguien podía acabar enterándose, entonces sería peor y no quería que su tío se enfadara. Miró a su primo Bevelek también, aunque parecía decidido a hacer caso a Vankor. -Tienes razón primo... Creo que será mejor decirle al tío lo que pasó... Y también a la abuela, estropeé su carro... ¿Creeis que se enfadarán mucho conmigo? -Estaba deseando que su tío lo llevara en alguno de sus viajes y esto podía ser un serio revés para sus intereses, además el apoyo de Koya sería esencial para conseguirlo.- Solo quería ganarte... Pero metí la pata hasta el fondo y ahora encima os he metido en problemas... Giorgino estaba muy arrepentido, pero cuando se subía a un carro y conducía las decisiones eran rápidas e instintivas y no siempre correctas, pero llevaba en la sangre las carreras y ser conductor de carros, no podía evitarlo.

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25/04/2017, 13:54
Vankor Dalmuvian.

Vigésimo quinto día del mes de Kuthona del 4707. Afueras de Punta Arena

Vankor se encogió de hombros, mostrando su ignorancia en cuanto a la respuesta.

-Se sentirán molestos, por supuesto. Y posiblemente nuestras carreras en secreto se habrán acabado. Pero mejor eso que algo peor, que sería lo que ocurriría de enterarse de fuera. Hablemos primero con Koya. Es mayor y eres su nieto. Y aunque se enfade, sin duda entenderá lo que hemos hecho y por qué y quizá pueda suavizar la reacción del jefe Sandru. Nosotros somos los que más tenemos para perder. Nuestro trabajo -y pese a ello, Vankor, con su especial código ético, consideraba que era lo mejor a hacer en vez de callar.

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25/04/2017, 13:59
Vankor Dalmuvian.

Segundo día del mes de Neth del año 4706. Finales del otoño. Campamento justo fuera de Punta Arena.

De repente, cayó en cuenta. Solo el rechazo que sentía por aquel hombre le había impedido comprender que de quien hablaba su prima era el hermano mayor de Sandru.

-Jubrayl no es trigo limpio, Aio. Es un Sczarni. Sus promesas y juramentos son como meado de yegua. No valen nada. Me preocupa que se esté aprovechando de ti. Ese hombre no hace nada sin un motivo, sin un beneficio.

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25/04/2017, 15:51
Giorgino Vhiski.

Vigésimo quinto día del mes de Kuthona del 4707. Afueras de Punta Arena

Giorgino tragó saliva, aquello podía ponerse más serio de lo que pensaba en un principio y las consecuencias podían ser terribles. Se quedó un rato callado sin saber que decir o que hacer, probablemente tal y como decía Vankor, hablar con su abuela primero sería la mejor opción.

-¡Sí, sí, haremos eso...! Hablaré con la abuela. ¡Pero no podéis perder vuestro trabajo! ¡Eso sería terrible! ¡No lo permitiré! -Nunca podría perdonarse que tal cosa pasara, así que tenía que hacer algo.- ¡Ya se! ¡Iré yo solo! Y diré que todo es culpa mía, que cogí el carro para entrenar porque quería echar una carrera contigo y que lo choqué al dar una curva muy rápido. Así nadie os despedirá, al fin y al cabo la responsabilidad es toda mía. Me castigarán y ya está, nadie más tiene porqué salir perjudicado.

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25/04/2017, 16:58
Vankor Dalmuvian.

Vigésimo quinto día del mes de Kuthona del 4707. Afueras de Punta Arena

Sonrió ampliamente y dio una palmetada en la espalda de Giorgino.

-No. No irás solo. Te acompañaré e imagino que Bevelek hará lo propio. Fue un accidente, no algo buscado. Pero todos sabíamos que algo nos jugábamos además del orgullo de vencer. Yo lo sabía y pese a las consecuencias, acepté. Soy tan responsable como tú. Sé que quizá no era lo correcto, obrar a espaldas de todos, pero tampoco me parecía terrible hacerlo. Pero ahora estamos en la situación que estamos y toca apechugar. Ser un hombre o pretender serlo tiene sus obligaciones -apretó al mano sobre el hombro de su primo-. Vamos a ver a Koya y que sea lo que Desna quiera.

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27/04/2017, 09:37
[RIP] Punta Arena: Prima Ainoea.

Segundo día del mes de Neth del año 4706. Finales del otoño. Campamento justo fuera de Punta Arena.

Ainoea sonríe mirando a Vankor.

- “No te preocupes primito. Soy mayorcita y sé cuidarme. No soy tonta y sé que Jubrayl busca lo que busca.” – Advierte. – “Pero yo he conseguido lo que quería. Ahora ya formo parte de una compañía aventurera.” – Comenta con cierto orgullo.

- “Deberías preocuparte menos y disfrutar más.” – Comenta. – “Venga, te invito a unas cervezas, que cuando marche estaré fuera una larga temporada.” – Dice pasando el brazo alrededor del cuello de Vankor y llevándole de regreso a Punta Arena.

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27/04/2017, 12:49
Vankor Dalmuvian.

Segundo día del mes de Neth del año 4706. Finales del otoño. Campamento justo fuera de Punta Arena

-Confío en ti, Aio. En quien no confío es en los otros -dijo con un deje de preocupación-. Pero no quiero enturbiar tu aventura antes de empezarla. Empiezo a parecerme al resto de la familia -señaló con una sonrisa tímida, una sonrisa que se volvió más amplia cuando su prima pasó el brazo por su cuello-. Tomemos esa cerveza y brindemos por tu regreso, con éxito y salud -a su vez pasó un brazo por la estrecha cintura de Ainoea y la atrajo afectuosamente hacia él en el camino de regreso a Punta Arena-. Pero hay algo que quiero pedirte. Déjame que asista a esa reunión si sabes dónde va a ser. Te prometo que seré una sombra en la oscuridad y que nadie sabrá que escucho. Tan solo dime hora y lugar. Por favor.

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28/04/2017, 06:27
Sandru Vhiski.

Vigésimo segundo día del mes de Calistril del 4807. Cerca de la zona del puerto.

Tras la charla con la Alcaldesa Kendra Deverin. Ahora departiendo con el Alguacil Cicuta.

Sandru mantiene una expresión afable, pese a alzar las cejas algo sorprendido ante las primeras palabras del Alguacil. Cicuta era un tipo directo, pero a veces algo obtuso.

La verdad Belor es que sí es asunto mío teniendo en cuenta que mi madre y parte de mi familia viven en Punta Arena, villa de la cual soy ciudadano, ¿no? Dices que sabes lo que hay. Bien, me quedo más tranquilo en ese sentido. No me quiero meter en tus competencias, sólo dejarte claro que si usas a los Sczarni como ojos y oídos, verás y oirás lo que a los Szcarni les interese. Yo les conozco de una manera que tú no llegas a entender, amigo. – Esta última frase es pronunciada con cierto pesar por parte del varisio.

Sandru no creía que su hermano y su gente tuvieran tratos con los goblins. Aún no al menos. Pero sabía como funcionaban los asuntos de los Sczarni, y si tratar con esas horribles criaturas les beneficiaba de manera cuantiosa, no dudarían en mirar hacia otro lado o mentir por una buena ganancia. No obstante Sandru no dejaría vendidos a los suyos, y menos aún los denunciaría si un buen puñado de pruebas para respaldar sus palabras. Sólo podía advertir al respecto de la malicia de esa rama varisia que tanto despreciaba. Y en la que Jubrayl, su hermano mayor, tenía asentado su modo de vida.

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28/04/2017, 08:03
Giorgino Vhiski.

Vigésimo quinto día del mes de Kuthona del 4707. Afueras de Punta Arena

-Gracias primos, sabía que podía contar con vosotros, entonces vamos a hablar con ella.

Acompañado por sus primos Giorgino se acercó donde estaba su abuela y la saludó con un par de efusivos y sonoros besos. Su semblante parecía más serio de lo habitual, lo que denotaba que tenía que decir algo importante.

-Abuela... -Comenzó con apenas un susurro y mirando al suelo, no hacía falta conocerlo mucho para notar el tono de culpabilidad, y su abuela y primos lo conocían muy bien.- Tengo que decirte algo... ¡Pero no te enfades! -Hizo una pequeña pausa para tomar aliento y algo de valor y después alzó la cabeza para mirar a Koya y ver como iban las cosas, esperaba que no demasiado mal.- El otro día cogí prestado tu carro, quería practicar un poco para demostrar a tío que puede llevarme con él en la caravana. El caso es que... al dar una curva lo hice demasiado rápido y derribé parte de la valla del alquimista y tu carro se rozó un poco. -Ya estaba dicho, pero para aplacar el enfado de su abuela se adelantó a decirle las soluciones.- ¡Pero arreglaremos la valla abuela! Vankor y Bevelek se han ofrecido a ayudarme y también daré resina a tu carro y lo pintaré entero. ¿Que te parece? Así será como si tuvieras uno nuevo. ¿Que color te gusta más? Ya verás que bonito queda... ¿Estás enfadada abuela? Fue sin querer, no pensé que fuera a pasar nada... ¡La próxima vez te pediré permiso! ¿Vale? -Buscó en el rostro de su abuela la reacción ante sus palabras y después siguió con la segunda parte, otra que también le preocupaba.- ¿Crees que el tío se enfadará conmigo? Tenemos que decírselo también.

Le hubiera gustado que nadie se enterase, pero dadas las circunstancias lo más probable es que terminaran haciéndolo y era mejor confesar como Vankor había sugerido.

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28/04/2017, 09:02
Vankor Dalmuvian.

Vigésimo quinto día del mes de Kuthona del 4707. Afueras de Punta Arena

Vankor frunció el ceño y se cruzó de brazos escuchando a Giorgino. No entendía cómo alguien podía hablar tan rápido ni decir tantas cosas ni inventar tantas otras.

-No Giorgino, yo no me he ofrecido a ayudarte en la reparación de la valla. Ni en la del carro -dijo seriamente-. Ni tú has pedido ayuda en ese sentido. En toda esta historia mi único consejo ha sido que fueras sincero y que contaras a tu abuela y a tu tío lo ocurrido en vez de callar y tratar de solucionarlo en secreto como tenías intención.

Parpadeó tranquilamente, mientras se pellizcaba el mentón.

-Pero sí, te ayudaré en el arreglo.

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28/04/2017, 14:13
Bevelek Dalmuvian.

Vigésimo quinto día del mes de Kuthona del 4707. Afueras de Punta Arena

Había permanecido en silencio desde que Giorgino llegó a comentarles el problema, en otra ocasión se hubiera quejado o quizás habría sido más taxativo en sus recomendaciones, pero él también había participado en más de una carrera con los carros y aunque en la ocasión que les ocupaba el desperfecto no lo había ocasionado él, bien podría haberle ocurrido.

— Mi hermano y yo tenemos práctica en hacer reparaciones similares. No nos costará mucho dejarlo todo como estaba con anterioridad, no habrá que preocuparse de eso.

El menor de los Vhiski era todo pasión y tanto él como Vankor lo habían adoptado como una suerte de hermano pequeño, quizás en ese rol autoimpuesto debían comenzar a vigilarle más y refrenar algunos de sus impulsos propios de la juventud. Aunque nunca lo habían hablado de forma directa Bevelek creía saber que Sandru se sentía tranquilo si ellos vigilaban a su sobrino.

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01/05/2017, 21:32
Koya Mvashti.
Sólo para el director

Trigésimo primer día del mes de Abadio del 4707. Sala privada del Dragón Oxidado.

Una inmensa pena atenazaba la garganta de Koya, como su un ogro la estuviera estrangulando con su manaza de piel endurecida y áspera. Sentía que, si osara hablar, la voz apenas le saldría, entrecortada por el llanto. No eran los varisios pudorosos a la hora de mostrar sus sentimientos pero Koya no quería entristecer aún más a su querida madre. Tragó saliva y le pareció que el ruido que hizo su gargante era atronador.

- Lo prometo, Madre.- Era verdad. Había retrasado su deseo de hacer un largo viaje por estar cuidando de ella pero no se arrepentía en absoluto. Ahora que su propia madre presagiaba su pronta ausencia Koya se enfrentaba a un abismo, el de su ausencia. No quería hablar más de aquello. Era ley de vida y así debían asumirlo. Entonces Madame Niska Mvashti le ofreció el mazo familiar de presagiar. Aquello era un punto de no retorno. No pudo contener más las lágrimas en sus ojos y ya corrían por sus mejillas plagadas de los surcos provocados por la vejez. Eran lágrimas agridulces, como pudo comprobar cuando una se metió en su boca por la comisura de sus labios.

- ¡Oh, Madre!- Se levantó y se sentó junto a la anciana para abrazarla y plagarle las mejillas de sonoros besos. Recogió el mazo de cartas y lo miró con gran orgullo.

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02/05/2017, 10:59
Koya Mvashti.

Vigésimo quinto día del mes de Kuthona del 4707. Afueras de Punta Arena.

La expresión de alegría en el rostro de Koya al ver venir a Giorgino acompañado de sus primos se esfumó en cuanto el joven empezó a hablar, con su habitual verborrea, mirando al suelo. No auguraba nada bueno y no había que ser adivina para saberlo. Escuchó la confesión con el ceño fruncido y una expresión de decepción que el joven varisio no habría visto en su abuela en toda su vida. Era un jarro de agua fría en toda la cara. Después de haber defendido ante Sandru la conveniencia de que Giorgino formara parte ya de una caravana ahora dejaba a Koya con el culo al aire.

- ¡Uy, no vas a volver a tocar mi carro!- Le repuso airada y llevándose ambas manos a la cabeza como si fuera a mesarse los cabellos. Le importaba un comino los detalles de cómo había tirado la valla o dañado el carro. El daño estaba hecho ya y lo más importante no era el hecho en sí, sino la mentira y, sobretodo, la muestra fehaciente de la falta de madurez del chiquillo.- ¿No sabes manejar el carro y te crees ahora los suficientemente ducho en la materia como para repararlo? No, gracias. No quiero ir por ahí, en lo que puede ser mi último gran viaje, en un carro mal reparado por un chiquillo que no ve más allá de sus propias narices.- Koya caminaba haciendo aspavientos y volvió a detenerse delante de los tres jóvenes con las manos en jarras.-  ¿Y vosotros?- Dijo interpelando a los primos con un dedo acusador que pasaba de uno a otro.- ¿También os creéis ahora ebanistas de renombre? ¡Hay que tener valor!¡Buenos para nada!- Se sentía traicionada y la voluble sangre varisia que aún recorría sus venas efervescía como si fuera una jovencita adolescente. Le daban ganas de abofetear a su nieto. De decirle que le había hecho daño, justo ahora que no había pasado ni un mes desde su fiesta de cumpleaños y cuando la ausencia de Madame Niska Mvashti estaba tan reciente. Las fosas nasales de Koya se abrían y cerraban con gran agitación. Trató de calmarse mientras en silencio clavaba su dura mirada en los tres jóvenes, sobre todo en Giorgino. No podía evitar que fuera su favorito, tanto le recordaba a su padre.

- Te diré lo que vamos a hacer. No te quepa duda que arreglarás la valla del alquimista. Pero en cuanto al carro, los arreglos los hará un profesional. Por supuesto vas a trabajar para tu tío y, con lo que ganes, me pagarás hasta la última moneda de lo que cuesten los arreglos.- Por un momento pensó en no decírselo a Sandru pero al final recapacitó y se dijo que al final acabaría enterándose.- Se lo diremos a Sandru y que él decida si de verdad eres apto para acompañarlo en la caravana.- Dijo con un gran tono de decepción en la voz.- ¡Tira p´alante, anda!- Le cogió del vello de las patillas para que se pusiera en camino delante de ella.

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02/05/2017, 12:19
Vankor Dalmuvian.

Vigésimo quinto día del mes de Kuthona del 4707. Afueras de Punta Arena

La reacción de la mujer le pareció desproporcionada. Parpadeó un par de veces, sorprendido ante el rapapolvo y frunció el ceño cuando la vieja Koya tomó a Giorgino por la patilla, conduciéndolo hacia Sandru como si fuera un chiquillo. Aunque joven, el sobrino de Sandru tenía la suficiente edad para ser tratado como un hombre, máxime cuando había confesado lo ocurrido y había intentado ofrecer una solución. Además, era a Gioirgino a quien correspondía hablar con su tío, personarse ante él como un adulto capaz de hablar y asumir las consecuencias, y no ser conducido como un niño.

-Disculpa, Koya -dijo adelantándose y poniéndose en su trayectoria-. Puedo entender tu enfado pero creo que tu reacción es... excesiva. Tu nieto trata de demostrar su valía y quizá en su empeño haga cosas que no debiera, pero es comprensible. Ha aceptado su responsabilidad y está dispuesto a asumir las consecuencias, pero no creo que llevarlo por la patilla ante su tío, al que tenía intenciones de ir para hablar tras hacerlo contigo, sea lo más adecuado. Ya no es un niño. Ni yo soy un ebanista. Pero tampoco necesito serlo para reparar un carro -sabía que posiblemente la vieja Koya descargaría contra él, pero no le importaba-. Antes de hacer nada que ya no tenga vuelta atrás, quiero pedirte algo. Vayamos a ver tu carro y contempla sus desperfectos. Decide después la gravedad de los mismos y si crees necesario un ebanista.