Partida Rol por web

El reinado de los Strigoi: Capítulo I

Capítulo 5: Vuelta a Prypiat

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09/03/2019, 19:46
Tobías Quinn

Los nuevos todavía no comprendían lo que les había pasado. Y Syria les dejó para ver si alguna estatua no había despertado. Tobías iba a acompañarla cuando se dio cuenta de que no podía dejar sola a Olivia. Los nuevos podían tener hambre y no se controlaban y la doctora era necesaria, útil y competente. No podían perderla en un remolino de hambre, menos de forma accidental. 

Se quedó para protegerla —Sentaros en las camillas y veremos que os ha pasado. Estoy seguro que lo mismo que a nosotros. 

—Olivia, ¿Puedes ayudarme a comprobar si han sufrido la transformación?

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10/03/2019, 20:57
Olivia "Liv" Moore

La doctora fue rápido a instalar a los nuevos y a tomarles las constantes vitales, reculando un poco al tomárselas primero a Svass. Cuando oyó a Patricia decir que alguien había muerto, se puso a temblar y miró a su alrededor.

Olivia estaba en aquella habitación con aquellas bestias, que antes fueron humanos, pero que ahora podían matar con una facilidad pasmosa. No habían tenido voluntad para no matar a uno de sus compañeros del búnker, quizás no la tendrían para ella.

-Dejo todo en sus manos, doctor Quinn…- dijo con cierta duda en sus palabras y reculó hasta la puerta, cogiendo del brazo al mecánico que había guiado al resto hasta ahí. –Voy… Voy a ver quién es el… muerto, si es que lo está-  sus palabras salieron atropelladas, al tiempo que su labio inferior temblaba ligeramente.

En cuanto se hubo alejado un par de pasos de aquella estancia, pudieron oír como sus pasos se alejaban corriendo de la enfermería.

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10/03/2019, 20:58
Director

Notas de juego

No, no conocéis nadie de ese nombre. Si existió no fue en vuestra época sino después.

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10/03/2019, 21:00
Abraham "El Anciano" Setrakian

El viejo asintió a las palabras de Danica, que cooperarían era lo único que quería oír. Perder a buenos hombres de la Resistence por monstruos que se volvieran contra ellos no era lo que hubiera querido. El anciano sacó uno de sus libros de una de las tantas montañas que tenía en la habitación.

-Hay una forma de dar con su posición exacta. O más bien formas de rastrearlo en un mapa, tengo una especie de conjuro mirado- comenzó a comentar y abrió el libro para echar un vistazo en su interior. Pronto algo de polvo se levantó con esta acción, no porque llevara tiempo sin tocar aquellas páginas sino porque eran tan viejos que parecía que el papel se deshacía poco a poco. –Necesitaría un strigoi de alto rango y de las primeras generaciones. Para eso habría que ir al lugar donde empezó todo. Lo malo que es el corazón de Europa y deberíais ser cautelosos. Si el maestro se huele algo, se las arreglará para desaparecer e intentará borrarnos del mapa… Pero si tenemos éxito, sería tan fácil para vosotros ir a por él…

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10/03/2019, 21:00
Olivia "Liv" Moore

Unos pasos apresurados cortaron la conversación. La puerta se abrió de repente y la doctora asomó. Su cara era más pálida de lo normal y su expresión de casi terror absoluto.

-Señor… Ha pasado…- dijo tratando de recuperar el aliento. –Hay más. Alguien ha muerto… Oh dios- se lamentó y luego sus ojos repararon en Danica y Collins, llevándose una mano a la boca y ahogando un sollozo. Aquella situación parecía superarle.

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16/03/2019, 08:15
Svass

Svass no se movió de donde estaba, se quedó quieto, impasible y observó a los demás con cierto aburrimiento - estoy perfectamente - añadió - ni shock, ni confusión... no puedo decir exactamente que ha pasado pues la memoria es caprichosa como algunos sabemos, pero... si se que ha pasado si me limito a mirar en mi interior... yo ya no soy Svass, ni soy el otro ser que hay dentro... soy un nuevo ser - se encogió de hombros; en su mirada había cierto deje de superioridad que no quería disimular - si quiere, puedo ayudarle a examinar al resto - y sonrió.

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17/03/2019, 20:39
Danica Dvorák

La falta de respuesta de Collins sólo hizo que la exploradora pusiera los ojos en blanco antes de volver a centrarse en el anciano. Lo que decía atrajo su atención lo suficiente como para echar un vistazo por encima de su hombro al libro que mostraba. No esperaba entender nada de él, pero en su interior rebullía una curiosidad nueva, que no era suya y sí lo era. Que venía de su sangre y no de su cabeza o de su estómago. 

Sin embargo, antes de que alcanzase a ver nada se abrió la puerta y recibió las noticias de la doctora con una mirada de funesta inevitabilidad. Conocía esa sensación de haber advertido de algo sólo para ver cómo la inacción hacía que sucediese, era una sensación que parecía estar ahora pegada a su piel. Sentía que se había dejado la voz y la cordura advirtiendo, predicando en el desierto, aunque ni de lejos Danica había experimentado nunca nada así. No era ella. Era el otro. Así que, de algún modo, sí que era ella. 

Asintió con la cabeza y luego miró al viejo. No se molestó en decir «Ya te lo dije». Sabía en lo más interno de su ser que no servía de nada. Tampoco se le escapó la elección de palabras de la doctora, que anunciaba que «había pasado». Una leve sonrisa asomó a la comisura de sus labios con lo que le pareció que esas dos palabras confirmaba por parte de Setrakian. Lo había sabido y esperado. Lo quería. Pero no dijo nada al respecto. Tan sólo se puso en movimiento hacia la puerta. 

—¿Vienes? —preguntó a Collins, aunque ella iba a ir de todos modos. Quería ver quiénes de entre aquellos habían encontrado un recipiente digno para ellos.

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20/03/2019, 01:13
Patricia Miller

Patricia siguió las órdenes de aquel hombre sin decir nada, sentándose en la camilla y mirando a los presentes con un aire de incomprensión. Sus pensamientos se acercaban más a lo que el hombre de la barba había expresado en voz alta que a los de quienes ya se encontraban allí. Quizá ella no sabía mucho sobre intoxicaciones, radiación, carbono o esas cosas... Pero desde luego sí pensaba que necesitaban una revisión. Sin embargo, el tipo que les había hablado parecía tener ya su propia teoría de lo sucedido.

—¿Qué es lo que os ha pasado a vosotros? —preguntó, un poco sorprendida al ver cómo la doctora se iba—. ¿De qué transformación habláis? —Se giró entonces hacia Svass—. ¿Qué estás diciendo?

Cuando más oía menos entendía. Y cuanto menos entendía, más creía que quizá se estaba volviendo loca.

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20/03/2019, 19:51
Tobías Quinn

Syria y un poco después, Olivia, acudieron a donde había estado el incidente, dejandole a él con los nuevos, uno de los cuales ya se daba cuenta de lo que había pasado y la otra no... al igual que el hombre de la barba. 

—Hace muchos años, hubo varios hermanos en sangre... que emprendieron un viaje en el tiempo. Habéis sido escogidos, habéis sido destinados a acoger uno de ellos. Siempre fuisteis uno de ellos. 

Se encogió de hombros. 

—Poco a poco lo aceptaréis. Poco a poco descubriremos que volvemos a poder movernos por la tierra... y podemos ser los salvadores de los humanos, ayudarles contra nuestro hermano descarriado y retomar nuestro legítimo lugar. 

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20/03/2019, 23:17
Richard Collins

Collins se había mantenido en silencio. No era fácil saber si estaba pensativo o si le había dado un aire, con la mirada fija en un punto de la habitación en el que no debería tener el menor interés. Hasta se iba poniendo un poco bizco. Solo reaccionó cuando apareció la doctora.  La oleada de sus poderes se hizo palpable para todos, sobre todo para la mujer rubia. Collins le sonrió, fraternalmente, calmándola sin necesidad de decir ni una sola palabra.

Asintió con evidente desgana a la pregunta de Danica, y chasqueó la lengua con desdén.  Cuando la exploradora volvió de nuevo su atención hacia él se aseguró de mirar significativamente al viejo Setrakian. Puede que Danica no tuviese acceso a su mente, pero estaba seguro que reconocía la advertencia que quería transmitirle. “No confíes en él”.

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20/03/2019, 23:19
Richard Collins
Sólo para el director

 

Algo se había alterado en el interior de lo que ahora Collins desde el momento en el que había entrado en la habitación del viejo. “Magia”, había supuesto el otrora profesor. Pero en el momento en el que el anciano ignoró sus preocupaciones sobre el canibalismo latente en alguno de sus hermanos y lo trató como a un niño, denegándole su petición ¡PETICIÓN! Su exigencia de que se le diese otra habitación donde pasar el día, diciendo que “prefería tenerlos juntos”, algo comenzó a aullar en él. Quería matar a ese hombre. A golpes, mordiscos, latigazos. Someterlo a su voluntad, hacerle suplicar su perdón, y seguir atacando hasta que su viejo cuerpo quedase roto en el suelo.

Era un obstáculo en sus planes. Quería dominarlo, hacer suya su voluntad, usar sus conocimientos y sus recursos, pero sus poderes se lo evitaban.  Se había tomado la libertad de decirle lo que tenía que hacer, de negarle sus peticiones, de advertirle, de amenazarle. Solo por ello debería arrancarle el corazón de su débil y frágil cuerpo y exprimirlo. Debía ponerle en su lugar.

Pero más que por eso; era una amenaza. Collins no dudaba que una vez cumplido su cometido, el viejo usaría su magia contra ellos. Para destruirles, o someterlos a su voluntad. Ya lo había dicho, “no toleraría otra condena a la humanidad”. Debía morir, o se volvería en su contra. Pero no podía simplemente matarlo. Los que habían sido sus hermanos ahora eran un grupo de idiotas ciegos dispuestos a compartir la habitación con alguien que había devorado a uno de ellos, pero era consciente de que en el momento en el que él les diese el más mínimo motivo para volverse en su contra, lo harían. Siempre la habían envidiado, siempre le habían menospreciado.  Tampoco podría confiar en Danica. No para eso. Sabía que ella le protegería, pero juzgaría con severidad si él fuese el atacante. Tendría que pensar algo, y calmar a la bestia que le instaba a actuar ya.

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21/03/2019, 17:32
Svass

Se encogió de hombros y miró a la rubicunda mujer de ojos claros. No puedo evitar esbozar una sonrisa, sencilla, leve... peligrosa - ¿no te notas diferente? ¿más fuerte? ¿más veloz? ¿inteligente quizás? - se paseó un poco por la sala y escuchó a quien se había postulado como el doctor del lugar, alguien que sabía; al fin y al cabo, fue uno de los que trajo las estatuas. Ante sus palabras Svass solo supo asentir.

 - No se si es el destino o que, aún no he llegado a esa conclusión, solo se que ahora soy diferente, mejor, que se cosas que yo no sabía antes... ni tenía vagos recuerdos de otra vida. Yo era soldado, de élite, de los mejores de mi país, se matar, se infiltrarme, se luchar en resumidas cuentas, pero ¿de medicina? no sabía más que lo básico y ahora bien se que podría operaros a cualquiera de vosotros con tanta facilidad y tan seguro de que saldría a la perfección que la sorpresa solo cabe en mi, la sorpresa... y luego, el orgullo - sonrió nuevamente - mira en tu interior... - la instó finalmente.

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28/03/2019, 23:49
Konstantin Vorona

Konstantin escuchó con atención y cierto desdén impropio aquella conversación. "¿Salvadores? ¿Más fuertes, veloces o inteligentes? Y yo pensé que el que podría estar sufriendo un infarto era yo", pensó inmediatamente, meditabundo y detestando las palabras con cierto desagrado inherente. Su cuerpo automáticamente pareció resistirse a la idea y sus cejas se juntaron rápidamente, poniendo en su rostro un gesto de desaprobación.

-La euforia y los delirios suelen ser un síntoma que acompaña este tipo de problemas- enuncia, finalmente interviniendo en la conversación. -Lo que necesitamos todos, incluyendo a miss Miller es una buena revisión y probablemente algo más de descanso. Lo que sea que haya sucedido, ya se encargarán los demás del asunto.- dijo mientras buscaba si había una camilla para recostarse en ella.

-En realidad, escuchándoos, está claro que sois prioridad. Ya estáis delirando y esas cosas- dijo, pensando en que le vendría bien un descanso, pero con lo mal que estaban sus compañeros, también le valdría mejor no quitarles los ojos de encima hasta que recibieran tratamiento médico propiamente.

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14/05/2019, 17:29
Abraham "El Anciano" Setrakian

Liv había dado el aviso a Setrakian y se decidió que hasta por seguridad de todos era mejor confinar a los nuevos vampiros con aquellas estatuas. Se les suministró sacos de dormir y todo lo necesario para pasar allí el rato. Estaba claro que dormirían por la mañana y les asegurarían que nadie iba a entrar a aquella sala cuando eso pasara. Tampoco se les dejó nada de comida al uso, pues no iban a aprovecharla. Liz sin embargo les pasó cuatro bolsas llenas de hemodonación que deberían compartir entre ellos. No todos habían comido.

-Mañana hablaremos todos, tengo que decir el próximo movimiento…- dijo Setrakian antes de dejarlos allí dentro encerrados. –Sin duda esas estatuas, o lo que queda, ha sido algo peligroso en este lugar. Os aseguro vuestra seguridad, por lo que no intentéis escapar- y tras eso cerraron la cámara con todos dentro.

Ahí aún quedaba una estatua en aquella sala, para desgracia de Ravana. Su hermana no había despertado.

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14/05/2019, 20:31
Danica Dvorák

Danica llevaba escrito en la cara un «Te lo dije» silencioso que parecía dirigido a Setrakian. La comisura derecha de sus labios se curvaba en una media sonrisa llena de ironía que no terminaba de extenderse hacia su mirada. Esperó en silencio, deslizando una mirada curiosa hacia los desconocidos que habían sido suficientemente dignos para las estatuas, y cuando el viejo se marchó dejándolos a solas, habló por primera vez desde que todos se habían reunido.

—Tenemos que viajar al corazón de Europa —informó, centrándose principalmente en aquellos con los que había compartido viaje. Sabía que aquello era peligroso, no en vano era allí donde todo había comenzado, la zona más infestada de esos engendros—. El viejo necesita que le consigamos un strigoi de alto rango, de los primeros en ser creados. —Hizo una pausa, breve, y se explicó mejor—. Con él podrá hacer un abracadabra y localizar directamente al Máster, sin más búsquedas ni juegos.

Ladeó la cabeza hacia un lado y luego hacia el otro. Sus ojos recorrieron a los nuevos y su sonrisa se definió más en un gesto que no le pertenecía a ella, sino a su sangre. Se preguntaba quién albergaba a cada uno de esos que había visto en sueños. Estuvo a punto de hacer esa pregunta en voz alta, pero entonces pensó que tal vez sería más divertido tratar de averiguarlo simplemente observándolos. Esa idea le habría resultado alienígena unos días atrás, cuando tan sólo era Danica. Pero ya no era sólo la exploradora hosca que había sido y su sonrisa se volvió juguetona y sus ojos escrutadores. 

—Bienvenidos — les dijo, para después coger uno de los sacos y acomodarlo cerca de la estatua que faltaba. Tocó la piedra con la palma de la mano abierta y murmuró algo en su dirección—. Sólo un poco más de paciencia. Te sacaremos de ahí. 

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15/05/2019, 17:10
Svass

Svass se mantenía serio, sereno. Miraba a cada uno de ellos con cierto detenimiento, buscando descubrir quienes eran en realidad, pero era algo difícil. Sentía que eran como el, ¿hermanos? ¿parientes lejanos? era complicado darle un nombre, por ello se quedó con la idea más sencilla, los reconocía. Ahora era otro ser, otra persona, diferente, mejor, pero ya tendría tiempo para sondear la nuevamente que se coló en su interior ya que estaba seguro de que "eso" ya lo sabía todo de él.

Cruzó los brazos y le dedicó una larga mirada a la mujer que habló informando del siguiente paso a realizar. Él no había estado con el grupo original, se había quedado en la base con el resto, y aunque siempre desconoció los detalles, si que supo que un pequeño grupo partió hacía lo desconocido; ahora parecía que formaba parte de ese grupo - Asumo que en ese grupo para ir a Francia se me incluye - se encogió de hombros de manera repentina - y sino es así, iré con vosotros - no lo dijo con imposición, sino con la seguridad fehaciente de que él iría para allá. 

Cuando le dio la bienvenida después de informar a los "originales", Svass le dedicó un gruñido reflejando un agradecimiento por ello.

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16/05/2019, 11:08
Tobías Quinn

Algunos aceptaban la transformación y otros estaban en un estado delusional similar al inicial de Collins. Por experiencia, Tobias sabía que se darían cuenta con el tiempo. Escuchó lo que decía ahora Dania. Por fin tenía algo de sentido. 

Por fin tenían un plan. 

Svass expresó duda y deseo de estar incluido.

—Iremos todos. Con suerte volveremos todos.  

Se sentó en una esquina y esperó a ver si le daba "sueño". No tardaría. Ahora que ya tenía a sus vampiros Setrakian los metía juntos... para asegurar a los de fuera que no habría más muertes. El anciano estaba dispuesto a hacer sacrificios. Había condenado su alma, pero por salvar a otras. Que curiosa paradoja. 

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16/05/2019, 15:14
Richard Collins

Ah, es una lástima haber desechado al inquisidor que me sirvió en Estambul. Estoy seguro de que podríamos haber sacado información útil del ser.  – Dijo en cuanto escuchó el plan de reclutar un strigoi de alto rango, y lanzó una mirada poco disimulada a Syria y Tobias. – Confío en que esta vez el miedo… o la precaución, mejor dicho, no ganen a la lógica y al pragmatismo.

 

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20/05/2019, 20:38
Syria Keogh

Syria contemplaba furibunda la pétrea personificación de Ennoia que se erigía frente sus narices. Su estado anímico era un conglomerado de frustración e impotencia provocado por diferentes razones. Una la tenía enfrente, la otra… les cerraba la puerta.

Estaba claro que el viejo quería curarse en salud, pero no podía evitar sentir desconfianza. ¿Y si decidía encerrarles? Trató de ahuyentar tal pensamiento, bajo la perspectiva de les necesitaba.

Evadía miradas, de unos y otros. Una curiosas, otras perdidas. Otras, como la de Collins, reprochaban cosas. Las ignoró todas, aún de pie frente a Ennoia.

- Debemos volver a esas minas, donde empezó todo. Ahí estaban encerrados, ahí habrá respuestas. – asintió a lo que ya se estaba diciendo de fondo, lo que le hizo volver al aquí y ahora.

Al fin y al cabo, son obra suya. Aún había muchas lagunas al respecto, pero de lo que no cabía duda es que eran los responsables de la creación de aquella cosas. A ellos les correspondían hacer algo. Al menos para volver a reinar sobre la tierra. Ellos eran los verdaderos dioses.

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29/05/2019, 20:10
Dutch Velders

Había permanecido tanto tiempo en silencio que Dutch ya no estaba segura de que su voz fuera la de la mujer que había sido o si, por el contrario, hablaría con la voz profunda y monstruosa de Tzimisce. Tampoco estaba segura de que le importara, sus pensamientos se centraban en ella. Sólo en ella. Ni siquiera en sus compañeros o los strigoi. Mucho menos en los humanos entre los que ya no estaba segura de contarse.

La idea de experimentar con la carne, los huesos y moldear su propio cuerpo y el de otros era a cada instante más atractiva, y no estaba segura de qué esperaba conseguir o averiguar haciendo tal cosa. Quería hacerlo, así de sencillo.

Su identidad se fundía con la de Tzimisce y no sabía si debía o no resistirse. Y aunque lo deseara, ¿podría hacerlo? Los vampiros de las estatuas buscaban nuevos cuerpos y tampoco sabía cómo impedirlo, no sabía ni cómo frenar los pensamientos de Tzimisce.

Poco a poco, todo lo que significara algo para ella dejaba de tener sentido. Ni siquiera sentía ya que fuera mujer, y tampoco hombre aunque eso había parecido ser Tzimisce, su género había dejado de importarle tanto como el sexo, la comida o la bebida. En su lugar sólo quedaba una insana curiosidad por su capacidad de manipular la carne y sabía que lo único que le daba placer era la sangre.

Y así era como veía a los humanos Tzimisce. Sacos de sangre necesarios tan sólo para mantenerlo despierto y que servían a su placer egoísta, los strigoi sólo era una plaga que amenazaba con arrebatarle su sustento y su placer. Por eso lo molestaban, porque estaban amenazando su diversión, y la razón de querer acabar con ellos comenzaba a cambiar, como todo estaba cambiando, y ya no era por justicia o empatía. Ni siquiera sentía miedo, el miedo era otra cosa que le costaba recordar, el miedo por su supervivencia ya que Tzimisce estaba seguro de que podría aplastarlos fácilmente. Él, o ella, y cualquiera de los que habían entrado en la cueva y de los nuevos recipientes de esas antiguas criaturas.

De hecho se planteaba volver a jugar con esas creaciones con las que se había divertido en el pasado, pese al disgusto de algunos de sus acompañantes.

Dutch sólo podía intentar mantener un equilibrio entre ella y ese demonio, tratar de entenderse mutuamente hasta que acabara acostumbrándose y encontrara la forma de que sus recuerdos y los de él convivieran. Por suerte tenía bastante experiencia en rebelarse como para no dejar que esos instintos tomaran control de todo, aunque había argumentos de peso en las ideas de Tzimisce.

Cuando Setrakian abandonó la estancia, cerrando tras él, Dutch sonrió resignada pero también sentía cierta diversión por parte de Tzimisce. Si decidía salir en ese instante a devorarlo, ¿de verdad pensaba que podría detener al Dragón y al Demonio? Aunque era cierto que aunque no era tan exquisito como Verddatha la sangre de viejo no era la más apetitosa de todas.

—Las respuestas las tenemos nosotros. Creo —respondió Dutch a Syria, Ravana o quien fuera. Por lo menos su voz seguía siendo suya—. A lo mejor sólo es cuestión de recordar más. 

Lo que le importaba a Dutch en esos momentos eran esas cuatro bolsas.

—No me voy a llevar muy bien con ese viejo idiota... —refunfuñó cogiendo una bolsa de las cuatro que les había dado el anciano, mirándola con asco—. Una noche más así y me lo como a él por rata.

Como nadie parecía tan preocupado por su alimentación —o gula pues Tzimisce bebería también por placer y no por necesidad— como ella simplemente se apartó del resto y bebió de esa bolsa, la encontró fría, rancia y no había placer alguno en beberla. Hizo una mueca de disgusto, pero trató de conformarse.

Si alguien quería sangre ya lo diría, poco le importaba que el resto estuviera famélico mientras no fuera su caso. Dutch iba a la suya pero lo de Tzimisce era un nivel distinto.