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El Reino de la Sombra: Enterrados en el Hielo

La Prueba

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11/04/2013, 09:37
Unks, hijo de Korn

¿Razonar con este ser? parece improbable. ¿Escapar con la cabeza? no lo veo viable. Puede que no haya mucho valor en hacer lo único que se puede hacer. Pero hay una diferencia en el hecho de hacerlo. El dragón me dejó clavado en el sitio, su maldad, me rodeaba con anillos que me sujetaban al suelo. Mientras mis hermanos acababan con él mi martillo no se unió a sus fuerzas y casi le cuesta la vida a Urm.

Así que, si vamos a luchar, que sea a nuestra manera. Suelto la parte de la cabeza que tenía yo agarrada y esta cae al suelo pesadamente, balanceo mi martillo con la mirada fija en el encapuchado. También paso la mirada por el resto de la sala esperando una posible trampa o emboscada.

- Hermanos ¿listos?- indico la carga (si no veo nada raro), yo por un lado, Urm por el otro y el acorazado Romt por el medio- Corm...- Si la sangre de gigante le empezaba a fluir sabrá lo que hacer.

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11/04/2013, 23:13
Director

Con un suave movimiento, la figura se echa hacia atrás la capucha.

Os veis reflejados en los cristalinos y brillantes iris del elfo que espiasteis hace varias horas. El mismo que ejecutó ante vuestros ojos a un caballero de Stumlad. Sus rasgos finos, su pelo largo y rubio, su tez blanca… no parece un ser de este mundo, sino alguien intemporal, surgido de un cuento de hadas.

Pero es sin duda real. Hasta para vosotros, en un momento como éste, os resulta difícil evitar sentiros atraídos por el aura que desprende, por su majestad, por su belleza. Sin embargo, este hechizo queda roto por la mirada que os dedica.

No se trata de miedo, algo que estáis acostumbrados a ver en los ojos de vuestros enemigos. Tampoco es odio, ni siquiera es rabia por haber acabado con uno de los dragones a los que él está devolviendo al mundo. No os mira con desprecio.

No. El elfo os mira con auténtica repugnancia. Con asco. Desde una soberbia increíble, va pasando la mirada por cada uno de vosotros. Es la mirada que alguien dedicara a unas cucarachas a las que ha descubierto tras levantar un mueble viejo.

La mirada se posa en Corm. El ver a un bárbaro en compañía de hijos de Orn hace que el rubio elfo arquee levemente una ceja. Entonces, a continuación, comienza a hablar, dirigiéndose a Corm, y usando para ello el idioma stumladés. La voz del elfo es suave, musical, pero suena como si le disgustase hablar esa lengua, como si le dejase un mal gusto en la boca.

Al menos tú eres un hombre… aunque tengas la apariencia de un simio… Hace un gesto con la cabeza, para referirse a los hijos de Orn. Traducirás a estos gigantes azules mis palabras, ya que no suelo dirigirme directamente a seres inferiores… Lo harás y quizás recibas una muerte rápida y relativamente poco dolorosa…

Les dirás que pertenecen a una raza degenerada, nacida de un abobinable cruce entre especies. Les dirás que son esclavos, como sus padres fueron antes que ellos. Les dirás que a un esclavo que no respeta a sus superiores se le condena a muerte. Que los pocos restos que quedan de su inmunda especie van a ser exterminados de este nuevo y mejor mundo que vamos a crear.

No volverán a ver a los de su raza. Y en cuanto les arranquemos por la tortura el lugar donde se esconden, el fuego de dragón, el puño de orko y la fuerza de troll, arrancarán esa mala hierba que es su estirpe de nuestro mundo para siempre…

 

Notas de juego

El elfo está plantado ante vosotros, impidiéndoos continuar hacia la salida. En apariencia no lleva armas ni armadura…

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11/04/2013, 23:44
Corm, hijo de Korn

El odio y la ira llenavan por igual el cuerpo del humano. No sabía que era lo que le ofendía más, el desprecio de la mirada de aquelñ ser, su arrogancia o la intención de humillar con esas palabras a su familia. La sangre del bárbaro comenzó a hervir y su poderosa voz no tardó en elevarse por encima del depulcral silencio en que había quedado la sala tras las palabras del elfo.

No traducire tus envenenadas palabras a mis hermanos—dijo poniendo enfasis en la palabra hermanos. Al fín y al cabo, ellos eran su familia, los que le habían criado, protegido y dado una vida— No somos esclavos y jamás podrás arrancarnos la información mediante tortura. La raza de Orn no se extinguirá. Lo más parecido a un ser degenerado aquí eres tú, que pretendes dominar a los indomables. No... No cederemos.

Corm preparó su acero para atacar mientras miraba fijamente los ojos del elfo y pronunciaba suavemente en el idioma de los gigantes azules.

Pretende acabar no solo con nuestro clan...también con nuestra raza. No lo permitamos, no permitamos que se unan orkos, dragones y trolls... y menos controlados por ...esto....

Finalmente, miró a los ojos al elfo de nuevo y sonriendo, y con cierto tono jocoso respondió, refiriendose a sí mismo por primera vez durante todo el viaje como un hijo de Orn (y orgulloso de ello)

Escucha, arrogante. No se que pensaran los de tu raza, pero aquí somos de la opinión que es mejor estar muerto, torturado y llorando sangre antes que ser esclavos...Eso es algo que los tuyos no comprendereís jamás.

- Tiradas (3)

Notas de juego

cierto, había olvidado el ataque...aunqeu para lo que nos va a servir XD

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12/04/2013, 00:14
Urm, hijo de Korn

Urm no necesitaba nada más. Dio un mazazo contra el suelo con la empuñadura y luego se lanzó sobre el elfo bramando presto a aplastarlo como a un insecto.

- Tiradas (3)
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12/04/2013, 01:37
Romt, hijo de Kun

Había sido prácticamente criado desde niño por el pueblo de Stumlad. Había adquirido sus costumbres, sus modos, sus religiones, y por supuesto, su idioma. Las duras palabras de aquella criatura, no hicieron mas que tener otro motivo para masacrarla, ya que, de sus intenciones, era evidente que no nos iba a dejar el paso.

Pero, lo mas triste para el elfo fué, que sus amenazas no habían tenido el menor efecto en mi. Solo sentía mucha lástima y pena por aquella despreciable criatura, que alguna vez había nacido en medio de los bosques mágicos y amado como nadie a la naturaleza.

Por eso, la experiencia me indicaba que no debíamos perder tiempo ni esfuerzo en dialogar, con este insecto. A diferencia de Corm, no iba a gastar palabras que no serían entendidas por aquella bestia que, si bien, su aspecto suponía un ser celestial, sus intenciones eran las de una criatura tan insignificante como un trol. Incluso un trol podía distinguir entre el bien y el mal, en el mejor de los casos. Asique, decidí copiar las intenciones de ambos hijos de Orn, Corm y Urm.

Si bien los cuatro gigantes de hielo íbamos a atacar al elfo, algo me indicaba que no nos sería fácil vencerlo.  Y era que no cargaba con armas. O por lo menos eso parecía. Mi experiencia convertida en consciencia resonaba como un tambor dentro de mi cabeza, diciendome que no se trataba de un ser convencional, sino una criatura de un nivel superior. Se podía sentir una energía mágica y divina tan poderosa como maligna. Teníamos que estar preparados para lo que fuera.

Sin vacilar ni quitar los ojos de aquel ser, me expreso hacia los hijos de Orn en tono de concentración - Será mejor que lo flanquiemos. Ya lo han visto como contra el dragón. Es una técnica muy difícil de contrarrestar - y termino afirmando mis pies en el suelo cargándoles todo mi peso, preparado para saltar y arremeter contra el elfo. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Y tú, Urm decías que no tenías suerte en las tiradas?! Lo tuyo si que eran buenas tiradas!

He hecho mi tirada de iniciativa para que quede para otra ocasión. Esperaré a que ambos ataquen.

(este post tendría que haber sido anterior a los post del master, pero me ganó de mano. Asique igual lo pongo, por el trabajo que me costó, y haré otro a continuación de este, mas corto)

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12/04/2013, 01:58
Director

Saltando hacia adelante, el bárbaro ataca.

Corm descarga toda la rabia que le han causado las palabras del elfo en un poderoso tajo horizontal. Puede ver claramente cómo detrás de la apariencia de ángel se oculta un monstruo mucho peor que el dragón al que acaban de decapitar. Algo mucho peor que la maldad por la maldad.

Y no está dispuesto a permitir eso.

La hoja de acero de su espadón atraviesa al elfo por la cintura…

 

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12/04/2013, 01:58
Director

Justo detrás del bárbaro llega Urm. Y el primer pensamiento del hijo de Orn es que su hermano pequeño ha partido en dos al rubio elfo.

Pero no.

El elfo se mantiene erguido donde estaba.

Sólo que se desdibuja, ondula como una llama. Es como uno de esos espejismos que a veces tienen lugar en las planicies nevadas… Urm lo comprueba, pasando su martillo a través del elfo, cuya forma se retuerce y se hace jirones, para acto seguido desaparecer.

No era real. Es algún truco de magia. El elfo no estaba aquí, delante de ellos, sino en otro lugar. Lo que han visto no era su cuerpo físico, sino sólo una imagen, un espejismo.

Pero… él los ha visto, por tanto sabe dónde están. Y eso quiere decir que…

Un grito de guerra les hace volverse hacia la caverna.

 

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12/04/2013, 01:59
Director

Desde más allá del recodo a partir del cual se abría la caverna, es de donde llegan.

El grito de guerra proviene de un troll, que agita en su brazo una pica de hierro. Pero no es el único, ya que divisáis a dos más llegando desde atrás.

Y alrededor de ellos orkos. Docenas de ellos. Muchos armados con cimitarras negras, pero otros tantos portando ballestas. Y no dejan de aparecer más.

Os han visto. Y comienzan a correr hacia vosotros. Algo más de cien metros os separan ahora mismo.

Entre la horda que comienza a surgir os parece distinguir por un instante el reflejo de unos cabellos rubios.

Y otro sonido atronador y terrible resuena desde el fondo de la caverna. Y ya sabéis que significa:

Otro dragón negro acaba de despertar…

 

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13/04/2013, 20:35
Romt, hijo de Kun

Atónito había quedado con semejante "movimiento" que venía hacia nosotros, al parecer, sin detenerse. Hacía mucho pero mucho tiempo que no veía tantos enemigos juntos intentando cargar contra nosotros. Pero, mi agilidad, destreza y fuerza al atacar contra decenas de criaturas al mismo tiempo, no habían disminuido. Seguían tan perfectos como siempre. Mejor aún, gracias a la experiencia que ganaba batalla a batalla. Recuerdo como una vez, había cargado contra siete orcos y dos trols con solo dos movimientos. Por ese entonces cargaba con un espadón en mi mano derecha y un martillo en la izquierda. Fue un ataque perfecto. Todos quedaron muertos tirados por el suelo tras mi ataque. Igualmente, no deseaba repetir tal hazaña.

Sin perder ni un segundo mas, comienzo a correr en dirección al hueco que habíamos hecho y que el mismo se encontraba tapado por toneladas de hielo. Al divisar esta abertura, grito a los muchachos en tono de orden para hacerlos reaccionar - Vamoss!! A correr hacia el túnel hasta las fuentess!!! -

Sentía la cabeza cercenada del alado detrás de mí, como golpeaba mi espalda a cada paso que daba. Sentía como un líquido viscoso y tibio de color negruzco corría por mi desnuda espalda. Era la sangre que chorreaba desde el cuello y el cráneo del dragón hasta mis piernas. 

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13/04/2013, 20:54
Romt, hijo de Kun
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago la tirada de atletismo por las dudas que haya que hacerla.

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13/04/2013, 23:13
Corm, hijo de Korn

Corm permaneció patidifuso ante aquella disolución mágica del elfo. El hombre no entendía demasiado de magia, ni de otras razas que no fuesen los gigantes. Incluso había costumbres humanas que no acababa de comrpender del todo. Lo que tenía claro es que las palabras del elfo le habían enervado como nada antes había conseguido hacerlo. Aquel ser había amenzadao a su familia... Sin embargo aquel no era momento de maldecir, ni de pelear...era momento de correr. Correr por la vida de su clan, la de todos los gigantes de hielo y la de todo lo que conocía.
Urm, vamos. Ya ajustaremos cuentas más tarde—exclamó mientras tiraba del fornido brazo de su impulsivo hermano. Visto desde fuera aquella escena parecía la de un niño tirando de la mano de un adulto, pero poco mas podía hacer en aquel momento— Corre— volvió a gritar mientras se alejaba velozmente.

- Tiradas (1)
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14/04/2013, 02:24
Urm, hijo de Korn

Urm se giró para encarar a sus enemigos, pero tal y como le había dicho Corm ajustarían cuentas más tarde. Debía proteger a Romt y a sus hermanos para que pudieran entregar la cabeza de dragón a los humanos y eso debía prosperar por encima de sus propios deseos. Se giró y apretando la mandíbula de rabia empezó a correr detrás de sus hermanos dispuesto a frenar a cualquier enemigo que se les acercase.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vaya pensaba que Unks había posteado, como vi 3 actualizaciones..

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14/04/2013, 11:28
Unks, hijo de Korn

La evaluación fue rápida. Tras eso, martillo a la espalda, y poner rumbo a la sala de las fuentes, si llegamos a esas grandes puertas tendremos un respiro. Observo como Corm lleva la cabeza colgando de la espalda, aunque le debe estar quemando no hace muestras de ello.

- Tiradas (1)
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14/04/2013, 20:38
Director

Con la sensación de haber pisado un nido de avispas, los hijos de Orn retroceden corriendo y sin mirar atrás hacia el extremo de la caverna, el cual está invadido por el hielo. A grandes zancadas, suben por los montículos helados en busca de la salida.

Ya saben lo que se les aproxima, no hace falta girar la cabeza. El griterío de los orkos, los aullidos de los trolls y el rugir de un dragón en la distancia… Todos estos sonidos se mezclan en una onda sonora que rebota una y mil veces en las paredes de piedra y hielo, dando la impresión que sus enemigos están a sólo unos pasos detrás de ellos.

Forzando la carrera, descienden una ladera de hielo resbalando para llegar a la abertura que han abierto antes para entrar en esta caverna. La abertura les llevará a la rampa de piedra que atraviesa la montaña y que sube hasta la sala de las fuentes de agua y luego más arriba todavía, aunque no lo suficiente como para escapar de este lugar.

No importa. Lo primero es llegar hasta donde dejaron a Korn. Después tendrán que encontrar una salida.

Corm, el más adelantado, llega hasta la abertura y desaparece dentro de ella. Le sigue Urm, todavía disgustado por no poder haber hecho frente a sus enemigos. Tras él, entra Romt, que si le causa fatiga el cargar con el trofeo que han obtenido, no lo demuestra. Cubriéndole las espaldas, Unks mira hacia arriba, donde dardos de las ballestas de los orkos cruzan el aire, demasiado alejados todavía como para ser efectivos.

Rápidamente, sigue al resto al interior.

Fuera, la horda se acerca. El Mal que anida en el interior de la Montaña ha despertado por fin.

Y no se detendrá hasta que los intrusos estén muertos.

 

Notas de juego

Esta escena termina aquí y queda cerrada.

Enterrados en el Hielo termina, para bien o para mal, en la siguiente escena: La Salida.