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El Reino de la Sombra: Enterrados en el Hielo

La Caverna

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12/03/2013, 20:33
Director

Notas de juego

La sala está vacía del todo. Siempre se pueden usar ropas para trasladar el agua y seguro que un odre de agua tenéis.

Tenéis todos los datos necesarios para resolver el problema ya. No hay nada que descubrir o que esté oculto.

Por cierto, te diré que la solución no tiene nada que ver con la cantidad de agua que se eche en las pilas...

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12/03/2013, 23:12
Corm, hijo de Korn

O quizas....

Rápido— dijo recogiendo agua fría y caliente en un par de odres y lanzando uno a Romt—Cuando vertamos el agua tratad de abrid la puerta.

Corm se sentía algo incómodo con las sugerencias que hacía a sus hermanos ya que no quería que pareciese que daba ordenes, pero el bárbaro pensaba con rapidez todas las soluciones que se le venían a la cabeza. Alguna tenía que funcionar.

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13/03/2013, 21:13
Director

Quizás la idea planteada por Corm fuera la correcta, y las puertas se desbloqueasen al ser vertido el agua en los pilares, sólo que no se hubiesen percatado de ello.

Por ello, tanto el bárbaro como Romt llenan cada uno los odres que llevan como parte de su equipo. Uno con agua helada, el otro con agua caliente, y proceden a verterlo sobre los pilares, mientras los hermanos Urm y Unks empujan las dobles puertas con todas sus fuerzas...

Pero nada sucede.

Nuevamente.

A pesar que tanto Corm como Romt tratan de probar todas las combinaciones posibles de tipos de agua (caliente o  fría) sobre los dos pilares, en ningún momento las puertas se desbloquean y ni siquiera la hercúlea fuerza ejercida por los dos hermanos consigue mover un ápice la gran puerta doble.

Desalentados, los hijos de Orn se miran entre sí, empezando a pensar que no van a ser capaces de abrir esas puertas y que quizás deban volver por donde han venido, de nuevo a la caverna de hielo...

Notas de juego

¡Habemus papam! Y también habemus ultimatum. ¿Ultimatum? Sí, porque los gigantes y los bárbaros son de poca paciencia, así que:

Tenéis de límite para tratar de abrir las puertas hasta este viernes a las doce de la noche. Si para entonces no lo habéis conseguido, vuestros personajes se hartarán y volverán de nuevo por donde han venido.

Por cierto, no hace falta que esperéis mi respuesta a vuestras teorías, podéis plantear varias a la vez.

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15/03/2013, 18:31
Corm, hijo de Korn

¡MALDITA SEA!—bramó Corm frustrado. Su padre agonizaba y ni siquiera a Unks, que normalmente tenía buenas ideas se le había ocurrido la solución. El bárbaro metió la cabeza en la fuente de agua helada para aliviar su frustración y ya de paso beber algo de agua. Era tan fría que si no fuera por los tatuajes que le hicieron probablente lo hubiese pasado mal. SIn embargo el agua parecía refrescar sus ideas, ademas de su mente. Sí había dos fuentes era por algo....

¡Las aguas mezcladas! ¡Tenemos que mezclar el agua para abrir la puerta! — exclamó llenando por enesima vez en el día uno de los odres de la helada agua hasta la mitad para despues llenarlo de agua caliente. El barbaro agitó el odre para que las dos temperaturas se acomodasen y la comenzó a verter por una de las tinas. Sí aquello no funcionaba, abriría la puerta a cabezazos

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15/03/2013, 22:41
Director

Se escucha en ese momento un leve sonido metálico procedente de las grandes puertas dobles, y observáis con asombro como los dos martillos cruzados que las decoraban comienzan a girar sobre sí mismos hasta que pasan a estar paralelos.

En ese momento, y sin emitir apenas ruido, las altas puertas se abren hacia dentro, hacia la sala, y os llega una bocanada de aire viciado y helado desde el otro lado.

Os miráis entre vosotros, en silencio, y avanzáis unos pasos hacia la entrada, ahora abierta.

Da a un pasillo, amplio y alto como las puertas, que desciende en una rampa lisa hacia abajo. A ambos lados, las paredes están decoradas por completo por runas, y unos pequeños pebeteros anclados en las mismas paredes comienzan a encenderse solos, creando pequeños puntos de luz que siguen y siguen a lo largo del pasillo, hasta que se pierden de vista muy abajo.

El camino está claro. Descender es lo que pretendíais, y este pasillo lo hace, de manera que os adentráis en él, avanzando despacio, con vuestras armas en mano, y tratando de imaginar las maravillas o los horrores que os esperan al final del camino.

Notas de juego

Enhorabuena por desvelar la solución. Como podéis ver, en el fondo era algo muy simple.

Realmente, sólo era una forma ingeniosa de abrir la puerta para la raza que construyó este complejo subterráneo, nada más.

Un Punto de acción extra para Corm. Y el lunes continúo relatando lo que encontráreis allá abajo.

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16/03/2013, 17:03
Urm, hijo de Korn

Urm había observado el trabajo de sus hermanos y fue una agradable sorpresa que fuera Corm el que diera con la clave de aquel misterio. Se adelantó hacia las puertas que acababan de abrirse y sonrió a su hermano.

-Buen trabajo aunque no entiendo como se te ha podido ocurrir una cosa asi. No veo que utilidad tiene abrir unas puertas de manera tan extraña-murmuro Urm animado.

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17/03/2013, 01:00
Corm, hijo de Korn

Era evidente...frio y calor... pero estaba comenzando a frustrarme bastante.—respondió su hermano con una risa grave— Por Orn que estaba dispuesto a inundar la habitación mientras buscabamos otra salida.

El joven barbaro tampoco tenía muy claro el porque del acertijo. Probablemente estuviese explicado en aquellas extrañas runas que parecían moverse pero aquello era algo que nunca sabría. Además tampoco le importaba demasiado. Lo único que quería era llevar una cabeza de dragon a su padre, para que pudiese descansar en paz....y ya habían perdido demasiado tiempo con aquella dichosa puerta.

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17/03/2013, 09:01
Unks, hijo de Korn

Levanto las cejas ante la solución que nos tenía a todos dando vueltas. Una vez resuelto parecía evidente la respuesta. Cuando la puerta se abre y no surge nada del interior nos relajamos un poco, bajando las armas. Le doy un golpe afectuoso a Corm al adentrarnos.

-Bien hecho- con un ultimo vistazo por encima del hombro que nadie nos sigue, nos adentramos más en la montaña.

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19/03/2013, 01:04
Director

Bajáis por la rampa. Parece que estáis descendiendo una eternidad, y a medida que lo hacéis el frío resulta más intenso, y es que a pesar de ser inmunes a sus efectos, sois capaces de sentirlo perfectamente.

Dais gracias también por el regalo de la luz que os proporcionan los pequeños pebeteros que regularmente hay en las paredes llenas de runas. No todos se iluminan con esa suave llama azul, pero sí los suficientes como para permitiros ver en la oscuridad del interior de la montaña. Os preguntáis de qué manera, tras lo que parece un prolongado tiempo de abandono, es posible que funcionen y cómo se alimentarán esas llamas si aparentemente no hay ningún tipo de combustible.

Finalmente, el pasillo termina en otra sala. Una sala de iguales dimensiones a la que contenía las fuentes, sólo que ésta se encuentra vacía. Completamente vacía, salvo por el hielo.

La única salida, frente a vosotros, se trata de un gran portal, pero que ha sido totalmente colapsado por el hielo, que también se ha apoderado de buena parte de la habitación. Las llamas azules se reflejan en los bordes helados y hacen brillar el aire, en el que flotan miles de partículas de hielo.

Como en la anterior sala, en esta también las paredes laterales ofrecen el juego de una ilusión óptica, en el que si la pared se mira desde un lado, muestra una escritura en forma de runas y si se contempla desde el frente, ofrece un mural con imágenes.

En esta ocasión, la pared de la izquierda muestra a un grupo de esos seres corpulentos y barbudos, trabajando con picos en lo que parece una escena en la que están excavando un túnel con mucho esfuerzo. Por otro lado, en la pared de la derecha sólo aparece un ser, sentado sobre una extraña plataforma que da la impresión de que se desplaza con ruedas en su parte inferior y que en su parte delantera posee una especie de gran taladro con el cual parece abrirse paso en el interior de la tierra. La “plataforma” tiene una chimenea en su parte trasera de la cual surgen nubes de humo.

Sin entender demasiado bien a qué se referirá el extraño mural, os concentráis en la salida bloqueada por el hielo. ¿Conducirá a alguna parte? Parece ser que sí, que hay algún tipo de luminosidad al otro lado, que hay algo al otro lado.

Sabiendo que sólo podréis salir abriéndoos paso, igual que hicisteis cuando quedasteis atrapados en la sima, los hermanos Urm y Unks comienzan a descargar los martillos de piedra sobre el hielo, que se rompe y desmenuza, que estalla en miles de fragmentos. Mientras, Romt y Corm ayudan a despejar el hielo y a ensanchar la abertura.

Más deprisa de lo que creísteis en un primer momento, os abrís paso entre el hielo hacia el otro lado, sabiendo que lo que os espera allí os pondrá a prueba como nunca nada lo ha hecho antes en vuestra vida.

Mientras lucháis contra el hielo, vuestro pensamiento vuela de nuevo a Korn, abandonado allá arriba moribundo. También él lucha en su última batalla, una que no puede ganar.

Pensar en él y en la responsabilidad que ha dejado en vuestras manos hace que redobléis vuestros esfuerzos. No importa lo que a lo que os enfrentéis. Haréis que se sienta orgulloso de vosotros…

 

Notas de juego

Esta escena termina aquí y queda cerrada.

Enterrados en el Hielo continúa en la siguiente escena: La Prueba