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El Reino de la Sombra: Enterrados en el Hielo

La Salida

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12/05/2013, 11:45
Director

Basta.

Extendiendo la mano hacia delante, hacia Urm, que carga hacia él, desata un huracán que impacta en el joven hijo de Orn, con tanta fuerza que lo manda de nuevo hacia atrás, y gracias a que el resto de sus compañeros lo sujetan con fuerza evitan que Urm caiga al vacío, fuera del estrecho saliente.

No pienso rebajarme a hablar con razas inferiores. Los finos labios del elfo se retuercen en una mueca de hastío mientras suspira con aburrimiento. Sólo necesito a uno de vosotros para que responda a mis preguntas. En cuanto al resto…

Un brillo aparece en las pupilas del elfo. Algo le acaba de cruzar la mente. Una idea.

Dicen de los gigantes azules fabricados poseían gran fortaleza. Afirma mientras, inmóvil en el aire sobre vosotros, extiende ambos brazos hacia vosotros con las palmas extendidas. Veamos pues si su degeneración en los últimos siglos os ha hecho más o menos fuertes.

Hablaré con el último de vosotros que aguante sin caer…

Una palabra desconocida surge de la boca del elfo y de inmediato, un nuevo vendaval de aire se abate sobre los hijos de Orn, más violento que antes. Las ráfagas son continuas y cada vez más violentas, y no hacen sino atraerlos hacia el abismo, sacarlos fuera de la seguridad del pequeño saliente, para arrancarlos de allí y tirarlos al vacío, a reunirse con Korn en el fondo del precipicio…

 

Notas de juego

Situación complicada.

El elfo pretende que vayan cayendo uno por uno al abismo, para tomar prisionero y someter a torturas al último de vuestros personajes que quede.

¿Cómo se hará esto? Con tiradas de de Fortaleza. Cada personaje hará esas tiradas a partir del momento que indique. El que falle dos seguidas caerá al vacío y será su fin.

¿Qué podéis hacer? Poco, la verdad. No os podéis moveros de vuestra posición, el huracán lo impide. ¿Atacar al elfo? Tampoco ya que no podéis moveros y el elfo está fuera de alcance. ¿Atacar con armas arrojadizas? Tampoco, el huracán protegerá al elfo de su impacto.
Y no, ni siquiera gastando Puntos de Acción podéis intentarlo siquiera.

De hecho, ni siquiera podéis hablar con el elfo o llamar su atención ya que las voces se las llevaría el viento.

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12/05/2013, 12:02
Urm, hijo de Korn

Urm logró evitar caer al vacío gracias a sus compañeros pero aquello no había terminado, antes de poder volver a cargar contra el elfo una ráfaga de viento le golpeó de nuevo. Afianzó los pies en el suelo como pudo y se dio cuenta de que estaba al borde, un traspiés e iría a reunirse con su padre. Intentó sobreponerse al viento tratando de avanzar hacia el elfo paso a paso, empujando su cuerpo contra el viento con las fuerzas que le quedaban, apretando los dientes y también su martillo.

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12/05/2013, 13:18
Corm, hijo de Korn

Corm tenía un extremo de la cuerda atado en su cuerpo mientras, con los ojos cegados por el viento. En medio de la tormenta, un estúpido pensamiento estuvo a punto de hacerle reir. Al fín y al cabo por fín, alguien ajeno a la pequeña expedición que habían organizado le consideraba un gigante, aunque ese alguien fuese a matarlos. De todos modos y, pasase lo que pasase, Corm sabía que ninguno de los hijos de Orn cedería ante la tortura.

Con la cuerda atada a su cuerpo, Corm la lanzó hacia atrás para que alguno de los suyos la cogiese y se atasen, haciendo así una cadena humana. Si uno caía, el resto lo ayudaría...y sí no caerían todos. Como ya había dicho anteriormente al elfo, ellos tenían honor. Preparandose para lo que venía, Corm clavó su espada en el suelo con fuerza, para poder asirse a ella y resistir el tiempo que hiciese falta.

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12/05/2013, 22:37
Director

A pesar de las ráfagas que le azotan, Corm logra clavar el espadón en el suelo de roca, y mientras se sujeta con fuerza a la empuñadura, le pasa la cuerda a Unks, que aunque se encuentra aplastado contra la pared por la fuerza del vendaval, asiente sin palabras a su hermano y pasa el cabo alrededor de su cintura por dos veces para después anudarse y poner el extremo en manos de Romt, que resiste como puede agachado, pero que logra deslizar la cuerda entre las tiras de sujeción de su armadura de piel, para entonces gritar a Urm y lanzarle a su vez el extremo, que el gigante atrapa con su mano, y en cuanto gira la vista atrás y ve como los demás se han enlazado, gira el brazo en círculos hasta que la cuerda se enrosca firmemente en su antebrazo, sujetando el extremo con fuerza.

Corm unido a Unks, Unks unido a Romt, y Romt unido a Urm. No dejarán a nadie atrás.

Y si caen, caerán todos.

 

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12/05/2013, 22:38
Director

Y a medida que la fuerza del huracán se incrementa, eso es lo que, inexorablemente, comienza a suceder.

Porque en el saliente no hay lugar donde protegerse del viento, donde afianzarse ante los embates de las ráfagas. Al final, el cuerpo posee una fortaleza limitada, y nadie puede soportar el esfuerzo que hacen los hijos de Orn durante mucho tiempo. Y la pura fuerza de voluntad no es suficiente.

Poco a poco, sus cuerpos ceden a la presión y son llevados hacia el borde del precipicio.

Centímetro a centímetro se acercan a la fatal caída…

 

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12/05/2013, 22:38
Director

Cuando súbitamente el viento deja de soplar. De una manera tan repentina como empezó. Y los hijos de Orn, desfallecidos por el esfuerzo, se derrumban en el suelo.

Apenas les quedan fuerzas para ver al elfo descender flotando sobre el saliente hasta tocar suelo unos cuantos metros frente a ellos.

Por primera vez pueden leer en su rostro una mueca de disgusto. Por primera vez en sus ojos se atisba el brillo de la furia. Está claro que la actitud que han tomado los hijos de Orn al atarse unos con otros ha frustrado el “experimento” que pensaba realizar con ellos: hacerles caer del saliente uno por uno hasta que sólo quedase el último.

No parece la clase de persona que esté acostumbrado a que no le resulten sus planes, o a la que sus deseos sean incumplidos, y esto da la impresión que le ha hecho perder los nervios.

¡Estúpidos seres! Espeta con indignación. ¡¿Tanta prisa tenéis por morir?!  ¡¿Acaso queréis burlaros de mí?!

¡No os entiendo, monstruos! El rostro angelical del elfo se convierte en una grotesca máscara debido a la rabia que le embarga. ¡¿Por qué habéis decidido morir todos juntos?!

¡¿Por qué?!

 

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12/05/2013, 22:39
Director

De pronto el cuerpo del elfo se arquea hacia adelante, y sus ojos se abren como platos por la sorpresa… y el dolor.

El rostro, de repente blanco como la leche, mira hacia abajo, hacia su pecho, donde se abre paso, traspasándolo por completo, un filo transparente, resplandeciente.

Un filo de un arma que todos los Hijos de Orn conocen muy bien: el Hacha de Hielo.

Los labios del elfo se abren para decir algo, pero solo surge de ellos un chorro de sangre muy, muy roja.

Y lo imposible sucede. Apareciendo detrás de él, sosteniendo la sagrada Hacha con la que ha atravesado el pecho del elfo...

Korn.

Su rostro, afilado y duro como si estuviera tallado en piedra, se acerca al del elfo, que lo mira con un asombro infinito, sin poder decir nada, simplemente negando con la cabeza, incapaz de creer lo que ve, mientras es taladrado por la dura mirada de los ojos negros del líder del Clan del Hacha de Hielo.

¡¿Por qué?! Le increpa Korn, con el tono de un juez inmisericorde dictando una sentencia de muerte.

Con un brusco movimiento, desclava el Hacha del cuerpo del elfo. La herida del pecho es tan brutal, que se puede ver a través de ella un segundo antes de que ríos de sangre se desborden desde su cuerpo.

Y acto seguido, ese ser surgido de los cuentos y las leyendas, cae hacia atrás, engullido por el abismo, hacia su muerte final.

¿Por qué? Repite Korn, esta vez para sí mismo.

Porque somos una familia.

 

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13/05/2013, 00:25
Director

Notas de juego

Continúa en la última escena: Epílogo