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El Reino de la Sombra: Prisionero

HUIDA

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15/11/2013, 00:05
Derlan

Pocos segundos dejó el caballero la vista atrás para atisbar a sus perseguidores. Se volteó hacia delante y con decisión saltó hacia delante siguiendo a su compañero y al prisionero que escoltaban. La caída no fue larga pero el agua helada se le clavó como un millar de agujas cuando se zambulló en ella.

- Tiradas (1)
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15/11/2013, 01:14
Director

Petrer y el Prisionero ayudan a un aterido Derlan a salir de la poza de agua helada y, prácticamente sin darle tiempo que se recupere le instan a seguirlos por el lecho rocoso del fondo del barranco, donde el caudal de agua es mayor que antes, cubriéndoles hasta los tobillos.

La pendiente cuesta abajo se hace algo más pronunciada, al mismo tiempo que las paredes que delimitan el barranco se hacen más altas, lo que influye en reducir la visibilidad. Otra nueva razón para no detenerse y darse prisa. Corren el riesgo que, a medida que se pone el Sol, y además con lluvia, llegue un momento en que no vean donde pisan, de quedar atrapados en la oscuridad. Eso podría significar su muerte.

Tienen que llegar al final del barranco antes de que se haga completamente de noche...

 

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15/11/2013, 01:31
El Prisionero

Súbitamente, el Prisionero se para en seco, alzando la cabeza como si hubiese escuchado algo. Algo inaudible para vosotros.

Cuando estáis a punto de preguntarle la razón para que se detenga, el encapuchado alza las manos en un gesto para que guardéis silencio. No le habríais hecho caso de no ser por la alarma que refleja su mirada. Entonces, muy lentamente, señala hacia arriba, hacia lo alto de uno de los lados del barranco.

Seguís su indicación hasta que lo veis, allá arriba, asomado al borde de la pared.

Sólo lo atisbáis durante un segundo, ya que se percata de vuestra atención y desaparece de vuestra vista, pero se queda grabado en vuestra retina: Una plana y voluminosa cabeza pelada, de piel grisácea, semejante a la de un perro de presa, pero desproporcionadamente grande, donde refulgen dos ojos rojizos sobre una tremenda mandíbula, surcada por afilados colmillos. Un cuello corto y musculoso une su testa a lo que debe ser un cuerpo macizo.

Un explorador… Musita en voz baja el Prisionero mientras tratáis de recuperaros de la impresión que os ha causado la fugaz visión.

Ahora irá a avisar a la manada…

 

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17/11/2013, 10:29
Petrer

Hay que buscar un terreno mas propicio, se mueven muy rapido asi que en no mucho tiempo, caeran sobre nosotros, debemos prepararnos para la lucha...e intentar conseguir una superioridad....hay que salir del agua, y adquirir una formacion defensiva....aunque la noche acecha, otra opcion seria ganar unos cuantos metros.... sea como sea debemos estar preparados para lo peor....

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17/11/2013, 19:13
Derlan

-Será mejor que avancemos pegados a la pared del acantilado, asi al menos no podrán rodearnos desde todos los angulos y podremos defendernos mejor-dijo pensando que si los exploradores traían a todas las tropas de la zona los dos caballeros no bastarían como para defenderse con éxito-será mejor que nos demos prisa-dijo avanzando con paso rápido sin apartar la vista del camino y del prisionero.

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19/11/2013, 01:20
Director

Todavía les queda tiempo para huir, lo saben, pero no demasiado.

Una vez dentro del barranco, están atrapados en él, es decir, no pueden salir ya que las paredes a ambos lados son demasiado altas ya, y retroceder no es una opción. Pero tiene una serie de ventajas, y es que sus perseguidores tampoco pueden entrar dentro sin descender unas empinadas paredes y que además avanzan con más rapidez por aquí dentro que desde fuera. Es un camino mucho más directo, aunque quizás sea más peligroso.

Y sin embargo, la fugaz visión de ese monstruoso ser ha dejado a Derlan y a Petrer inquietos. Sea lo que sea, jamás han visto a una criatura como esa, a pesar de que el Prisionero esté convencido que pertenece a la manada que han oído aullar antes…

Pero no les queda tiempo para conjeturas mientras se mueven por el rocoso barranco bajo la incesante y fría lluvia, calados hasta los huesos, y en el que el caudal de agua turbia y grisácea, en las zonas más profundas ya les llega por las rodillas.

Sobre todo cuando desde algo más adelante escuchan el estruendo del agua al caer. Unos metros más adelante descubren que el barranco se estrecha todavía más, quedando bloqueado entre gigantescas piedras, entre las cuales fluye el agua, que se precipita en una violenta cascada hacia una caída hacia abajo, donde parece que el barranco continúa, tan estrecho que casi parece que se cierre por la parte superior, aunque más adelante se sigue viendo luz, por lo que sólo debe tratarse de una impresión.

Al asomarse no se puede distinguir nada con claridad, ya que las partículas de agua y espuma lo llenan todo, como una densa niebla. El ruido de la cascada es tal que les impide oírse cuando están junto al borde. Lo único claro es que se trata de una caída aún mayor que la última que saltaron…

 

Notas de juego

Vuestros personajes se encuentran en una situación semejante a la última, pero más peligrosa.

Podrían tratar de saltar desde el borde de la roca más cercana a la caída, como la vez anterior, pero el problema esta vez es que no ven el fondo, es decir, no ven a donde caen. Tampoco saben con seguridad la altura, pero seguro que serán más de seis metros (la de la última vez).

¿Más opciones? Tratar de descender por uno de los lados de las paredes del barranco, el izquierdo (sólo ese es practicable, ya que el derecho es demasiado empinado y además, recibe directamente el agua de la cascada). ¿Problema? Pared de piedra mojada. No va a ser fácil, pero os puede servir para ver mejor la situación allá abajo y quizás aproximaros a un lugar desde el cual sea más seguro bajar.

Otra opción. En el lado derecho, entre las rocas, se forma una especie de conducto, que recibe parte del agua que cae abajo, y que es una especie de “tobogán” que baja hacia el fondo. ¿El problema? Igual que intentar el salto, que no sabes hacia dónde conduce, y una vez dentro, salirse o detenerse podría ser difícil.

Sé que es un poco complicado explicar este tipo de terrenos, pero espero que os haya quedado algo claro. Tendréis que decidir qué hacer, cómo (podéis plantear alternativas, claro), y dependiendo de vuestra decisión quizás os pida realizar alguna tirada.

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19/11/2013, 09:15
Petrer

En esta ocasion es una insensatez saltar....no llevamos a ningun grupo pisandonos los talones, en principio por lo que yo optaria por bajar por la parte izquierda despacito y con buena letra...ademas puede que bajemos lo suficiente como para hacer un salto con seguridad o con como minimo mas seguridad en el caso de ser necesario....solo tenemos lo que tenemos asi que si uno se tuerce un pie o se rompe una pierna....bueno, no hace falta decir que seria una carga para los demas y un grave problema.

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19/11/2013, 23:34
El Prisionero

El Prisionero asiente a las palabras de Petrer.

Tienes razón, cocinero. Responde alzando la voz para hacerse oir por encima del ruido de la cascada de agua. Nadie quiere ser una carga, y si alguno se rompe la pierna aquí, puede darse por muerto.

Entonces, para vuestra sorpresa, se quita la amplia capa que lleva por encima, revelando que viste con simples ropas de viaje, un gorro de cuero encasquetado en la cabeza y un recio pañuelo al cuello que le sirve para cubrir parte de su cara.

Pero eso no quiere decir que no podamos asegurar nuestras posibilidades. Dice mientras señala vuestras espadas.

Lo comprendéis de inmediato, y comenzáis a sajar la capa de viaje con vuestros filos, creando tiras de tela largas pero anchas, que podréis anudar entre sí y de esa manera crear una pequeña cuerda con la cual el primero que se aventure por la pared podrá atarse al resto y de esa manera tener algo más de seguridad en la arriesgada exploración...

 

Notas de juego

Usando los ropajes de los que disponéis podéis crear una cuerda que llegará a los cuatro metros de longitud, algo es algo.

El primero (el resto le estarán sujetando con la cuerda improvisada) que se aventure a escalar la pared izquierda del barranco en busca de un buen sitio para descender tendrá que hacer una prueba de Atletismo con una dificultad de 15.
 

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20/11/2013, 19:19
Derlan

-Esta vez iré yo primero-dijo el caballero asiendo con las manos la improvisada escala- después de mi bajarás tu-le ordenó al prisionero de quien no confiaba en absoluto. Se frotó un momento las manos y se acercó al borde del barranco. Aquello era una locura pero aquella locura era su única salvación, quizás el prisionero fuera una pieza importante en aquel extraño juego de ajedrez y no dejaría que cayera en manos de los malditos orkos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Perdón por la tardanza.

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21/11/2013, 01:20
Director

Cuando contemplas desde el borde la caída hacia un fondo que no eres capaz de distinguir debido a la neblina que causan las partículas de agua sientes un vacío en el estómago que te hace pensar nuevamente en que todo esto es una locura, que el mundo ordenado que conocías hasta hace menos de una hora ha estallado repentinamente en tu cara y que todo esto no es más que un tremendo error, un gigantesco malentendido, y que pronto alguien vendrá a poner orden en este caos.

Aprietas los dientes y sacudes la cabeza. Eso no va a suceder. Tienes que concentrarte en la misión. Es lo único importante, la misión que te encomendó el capitán Andrais: llevar al Prisionero hasta Eradun.

Así que atas el extremo de la improvisada cuerda fabricada a partir de la capa a tu muñeca y te aferras a la pared de roca del lado izquierdo, saliendo de la seguridad del borde y comenzando a moverte por la pared en dirección horizontal. Tus dedos se aferran a pequeñas oquedades, tus pies se soportan en minúsculos salientes y de esa manera, centímetro a centímetro, comienzas a avanzar. Sabes que debes alejarte lo suficiente de la cascada como para ser capaz de distinguir algo más allá de la neblina creada por el agua al caer.

Tras avanzar un par de metros por la pared todavía no eres capaz de ver nada claro. Debes continuar. Pero sientes un creciente miedo. Miedo de caer. Miedo de morir. Vuelves la cabeza hacia donde están tus compañeros en esta desesperada huida. Puedes ver al Prisionero sujetando el extremo de la cuerda, haciéndote gestos para que continúes. Parece que ahora quiere colaborar, pero no olvidas las palabras que te dedicó cuando le perseguías hace un rato: Si continúas siguiéndome… te mato. Estás convencido que el Prisionero no dudaría un segundo en sacrificar tu vida si eso le beneficiase en algo.

Pero debes apartar estos pensamientos de tu mente y continuar moviéndote. Cada vez sientes más cansancio y frío. Tus fuerzas se agotan más rápidamente de lo que pensabas. Sigues avanzando, y de pronto lo ves, algo más delante de ti, un ancho saliente en la pared de roca. Si logras llegar hasta él podrás detenerte, descansar y evaluar la situación…

 

Notas de juego

Un último esfuerzo para llegar a ese saliente seguro. Para hacerlo, hay que superar de nuevo otra prueba de Atletismo con dificultad 15.

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21/11/2013, 01:57
Director

El teniente Derlan decide lanzarse a escalar la pared del lado izquierdo, la opción que le has recomendado sin dudarlo. Eso te hace amagar una sonrisa. Reconoces que te sorprende el joven, ya que un rango superior como el suyo bien podría llevarte la contraria sólo por no dignarse a seguir los consejos de un siervo, a los que algunos caballeros consideran meros criados. Puede que Derlan tenga algo de sentido común, o simplemente que esté demasiado cagado de miedo por la situación en la que os encontráis como para tener recelos de nadie.

El chico se ata el extremo de la improvisada cuerda fabricada a partir de la capa a su muñeca y se aferra a la pared de roca del lado izquierdo, saliendo de la seguridad del borde y comenzando a moverse por la pared en dirección horizontal. Sus dedos se aferran a pequeñas oquedades, sus pies se soportan en minúsculos salientes y de esa manera, centímetro a centímetro, comienza a avanzar. Sabes que el teniente debe alejarse lo suficiente de la cascada como para ser capaz de distinguir algo más allá de la neblina creada por la caída de agua.

El Prisionero y tú sujetáis la “cuerda”, manteniéndola tensada. Es lo único que podría salvar a Derlan en el caso que cayese. Pero lamentablemente no es lo suficientemente larga. Al poco llega un momento en que sólo el Prisionero la sostiene por su extremo. Y sin embargo no es suficiente, ya que el teniente os grita desde la pared, diciendo que debe avanzar un poco más, lo que da a entender que ha descubierto algo.

Sólo hay una manera de proporcionarle más cuerda. El Prisionero debe sacar la mayor parte de su cuerpo más allá del borde, mientras sostiene en su mano el extremo de la improvisada cuerda y tú lo sujetas para evitar que caiga.

El Prisionero te observa con esos ojos que parecen evaluar todo lo que miran, buscando debilidades y flaquezas, decidiendo si lo que ve le conviene o no, y te dice:

Mi vida en tus manos, cocinero…

Y se deja sostener por ti, mientras saca su cuerpo más allá del borde de la cascada.

 

Notas de juego

Durante un rato Petrer va a tener que sostener a pulso todo el peso del Prisionero. Para ver cómo lo lleva, tendrá que hacer una prueba de Fortaleza (tiene un +4) contra una clase de dificultad 10.

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21/11/2013, 11:04
Petrer

Peter mira con seriedad al prisionero y simplemente asiente con rictus serio en el rostro, a modo de vuestras vidas en mis manos, y aferra con fuerza al prisionero para intentar dar la estabilidad necesaria para que este no caiga.

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24/11/2013, 13:03
Director

Notas de juego

Un último esfuerzo para llegar a ese saliente seguro. Para hacerlo, hay que superar de nuevo otra prueba de Atletismo con dificultad 15.

Para no ralentizar la partida, voy a realizar yo esta tirada.

No, espera un momento, haré algo más interesante y divertido: la tirada falla automáticamente…

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24/11/2013, 13:04
Director

Sin apenas sentir los dedos a causa del frío, Derlan avanza a lo largo de la pared rocosa hasta el saliente que ha visto justo delante. Sabe que va demasiado lento, pero no es capaz de moverse más rápido, a pesar que la meta está casi al alcance de su mano.

El teniente se siente como un naufrago tratando de alcanzar una tabla de madera en mitad del mar y con la marea en contra. Pero hace un último esfuerzo, estira su pierna y logra apoyar su bota en el saliente con firmeza. Casi está. Ahora sólo ha de desplazar el resto del cuerpo y ponerse a salvo. Ahora puede ver claramente que el saliente al que trata de llegar es el primero de muchos, que la pared a partir de allí puede ser descendida con seguridad. Esa será su vía de escape para evitar la cascada de agua helada y las rocas de abajo.

Con un gruñido de esfuerzo estira su brazo en busca de una oquedad en la piedra, la encuentra y mete sus dedos en ella, para después mover todo su cuerpo hasta la seguridad del saliente.

Y entonces su pie resbala.

Derlan se precipita al vacío.

 

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24/11/2013, 13:05
Director

Petrer ve al joven teniente caer. Desaparecer en la neblina causada por las partículas de agua de la cascada.

Un segundo después, la improvisada cuerda se tensa bruscamente. Y es el prisionero, que la sostenía enrollada en su brazo, quien sufre el tirón cuando frena la caída de Derlan. El hombre sin nombre lanza un aullido de dolor cuando su hombro está a punto de dislocarse. Pero aguanta.

El golpe se lo ha llevado el Prisionero, pero es Petrer quien ahora sujeta con sus manos el brazo del hombre que cuelga sobre la cascada. El cocinero aprieta los dientes por el esfuerzo, afianzando los pies sobre la piedra, luchando desesperadamente contra la fuerza que también le arrastra a él hacia la cascada.

Y es que no sólo sostiene al Prisionero y a Derlan, sino que tiene que luchar contra la fuerza del agua que cae sobre ellos y les arrastra inmisericordemente hacia abajo…

 

Notas de juego

Como Petrer ha superado la tirada anterior de Fortaleza con un 17, y esta es una situación difícil (lo que supone una clase de dificultad 15), la diferencia 17 – 15 = 2 son los asaltos que puede aguantar antes de que pasen una de estas dos cosas:

Que sea arrastrado con los demás abajo.

Que los suelte.

Durante estos dos asaltos puede intentar subir al prisionero, pero eso es algo muy difícil. Requiere superar una Prueba de Fuerza (Petrer tiene un +1) para una clase de Dificultad de 20.

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24/11/2013, 13:06
Director

A pesar del dolor estallando a lo largo de su brazo, Derlan siente mucho más punzante el frío del agua de la cascada que le cae directamente encima, como una continua sucesión de golpes sobre su cabeza y sus hombros. Sólo agua helada a su alrededor. Lo llena todo. Se da cuenta que no puede respirar, de que si lo intenta llenará sus pulmones de líquido.

Aún así trata de moverse, girar sobre sí mismo. Y comprende que está colgado en el vacío, sin ningún apoyo a su alcance. Sin posibilidad de hacer nada para remediar su situación.

La cuerda de tela es lo único que le sostiene. Y Derlan sabe que es el Prisionero quien la sostiene, y que a su vez es Petrer quien sostiene al Prisionero. Y también sabe que su peso, combinado con la fuerza del agua, debe estar arrastrándolos al vacío junto con él.

Y entonces se da cuenta que sí que puede hacer algo. Algo que seguramente evitaría la caída del Prisionero y de Petrer.

Podría soltarse. Dejarse caer…

 

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24/11/2013, 20:37
Derlan

Podría dejarse caer, pero no hasta haber asegurado al prisionero. ¿Que sentido tendría perder la vida para que aquel hombre la perdiera a continuación? Intentó empujar con todas sus fuerzas, incomodo y mojado y con los brazos ya entumecidos a aquel misterioso hombre. Si Petrer fuera capaz de cogerlo al menos habría cumplido con su misión tanto cómo le había sido posible aunque algo le decía que salvar a ese hombre era algo imposible.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Un intento al menos, que no he estado tanto tiempo sin postear como para querer matarme ya!

Cargando editor
26/11/2013, 21:02
Director

Derlan se resiste con uñas y dientes a su situación. Bajo el infierno de agua helada que cae sobre él, colgado en el vacío, sin apoyo alguno a su alcance y sujeto del brazo con la cuerda que sostiene el Prisionero, que más arriba, también lucha por no precipitarse, trata de hacer algo, de alzarse en la cuerda, de balancearse y de alcanzar de nuevo la pared…

Pero es inútil.

Y las fuerzas se le agotan rápidamente, así como el oxígeno que le resta en los pulmones.

¿Cuánto más podrá resistir?

 

Notas de juego

Lamentablemente Derlan no puede hacer nada en esta situación. Depende totalmente de si Petrer logra tirar de ellos con éxito.

Cargando editor
26/11/2013, 21:03
Director

Las fuerzas de Petrer también se agotan con rapidez. Por el momento es capaz de sujetar el brazo del Prisionero, que se mantiene con casi todo el cuerpo fuera del borde de la cascada y que a su vez sostiene la cuerda que aguanta al teniente Derlan.

Petrer siente como empieza a perder sensibilidad en los dedos a causa del frío. ¿Cómo puede siquiera soñar en aupar a ambos, venciendo su peso y la fuerza del agua que cae sobre ellos, cuando apenas puede evitar verse arrastrado con ellos al vacío?

Pero entonces qué, ¿soltarlos? ¿para salvarse él? En su interior recuerda uno de los viejos lemas de la orden de los caballeros de Stumlad: No dejamos a nadie atrás…

Así que afianza los pies, toma una bocanada de aire frío y tira hacia arriba, y, en ese momento, lo imposible sucede.

Dos pares de brazos aparecen de la nada y le sostienen, ayudándole. Petrer abre los ojos, sin poder creerlo. Dos caballeros acaban de aparecer a su lado, sin duda supervivientes de la emboscada a la compañía del capitán Andrais. Han llegado en el momento justo. Pero no hay tiempo de saludos ni de presentaciones.

Deben subir a los otros. Ahora. Hay que conseguirlo. Y así, los tres a la vez tiran hacia arriba, llevando sus fuerzas al límite en un esfuerzo desgarrador…

 

Notas de juego

Efectivamente, acabáis de reuniros con el resto de los personajes. Pero de momento las escenas permanecerán todavía separadas.

La situación no ha cambiado. Petrer debe realizar su tirada, igual que antes. La única diferencia es que los otros personajes pueden darle bonos en su tirada según unas tiradas que realizarán en su escena.

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27/11/2013, 09:35
Petrer

Peter se esfuerza pero el peso le hace tambalearse aunque no pierde terreno ante el empuje del peso del agua y sus compañeros, las fuerzas de sus mermados brazos son escasas.

- Tiradas (1)