Partida Rol por web

Es hora de salir de ahi, si tenemos el valor suficiente, podremos vencer, recordar porque estamos aqui

*Me saco un machete de la funda, preparado para lo que venga.

Chicos, la unión hace la fuerza seran mas pero nosotros somos mas inteligentes. Preparo el rifle para lo que pueda venir acontinuación.

Secándose el sudor, Jhon os mira con determinación. Mario simplemente había cargado un revólver, y asentido con energía. Éste enciende una nueva antorcha con uno de los candiles, y os susurra...

De acuerdo. Entonces, hagámoslo de la siguiente manera. Cada uno de vosotros irá a un lado de mí. A mi izquierda, la chica; el grandullón, detrás, enfrente mía, el chico silencioso, y a la derecha, tú. Señala a Ignacio. De esta manera, protegeremos el fuego. Estad atentos a lo que pueda ocurrir. Y sobretodo, caminad pegados a mí pero sin dejar de mirar a todos lados. Nunca sabemos que puede ocurrir....¿de acuerdo? En principio, no puede hacernos nada...pero estad atentos.

Jhon abre la puerta y la noche os envuelve. Todo está oscuro, más aun así, se distingue todo con facilidad debido a la Luna, brillante en el cielo.

Siluetas. Imnumerables siluetas por todos lados. Chillidos que se pierden en la distancia. Notáis presencias alrededor vuestra. Cada uno, preparado por lo que pueda pasar. Jhon os avisa que no disparéis ni hagáis movimientos extraños, a no ser que sea totalmente necesario. Eso podría enfardarlas, y el hacerlo, significaría más de un problema. Alguna que otra vez, las distinguís en la penumbra, acechandóos. La sensación de encontrarse con tanto seres inhumanos con ganas de acabar con vosotros comienza a hacer mella desde el inicio en vuestro ánimo. Estas cosas eran de película de terror, no de realidad. Pero ahora: ahora sentís por primera vez que podéis morir, que esto es algo muy real, algo que os puede pasar a vosotros; la muerte está en un movimiento extraño, en una caída, en un golpe de más....

Andáis con lentitud hacia el norte, atravesando la ancha calle a oscuras, con cientos de figuras negras acechando en la oscuridad...

Ignacio y Rafa, por momentos, tiemblan de pavor. Criaturas terroríficas, con unas ansias de sangre tan reales como que ellos mismos respiraban...sudando, en algún momento pensaron en lanzarse a la carrera, olvidarse de todo, y volver a entrar dentro de ese edificio...del Saloon. Si es que para entonces seguían vivos...

Y es que la manada de criaturas que os rodea no es precisamente pequeña. Continuáis avanzando por el pueblo. Las casas a vuestros lados siguen estando a oscuras, aunque esta vez, distinguís alguna que otra pequeña luz. Si lo pensáis bien, la claridad de la luna es tal, que sin antorcha veriaís perfectamente....por lo que el fuego solo estaba ahí para espantar a esos seres. El paso es corto, marcado por Jhon, el silencio, una realidad....solo algún gruñido que aparece de vez en cuando y que consigue poneros los pelos de punta...

Y así, finalmente salís del pueblo. El sendero de tierra sube de nuevo una gran cuesta (recordad que estaba en una hondonada), y se pierde más adelante, donde la vista ahora mismo no alcanza a ver. Subís lentamente, y aunque sentís la presencia de dichas criaturas, éstas parecen menos en cantidad al menos, pues ya no son tantas las siluetas que se adivinan en la tenue penumbra.

Tras una media hora después de la salida, llegáis por fin arriba. Delante vuestra, se alza un páramo bastante extenso, y al final, una serie de cadenas montañosas (foto) Jhon para un momento....la vista que tenéis, os da para observar que ahora, las criaturas apenas son unas pocas, que sobrevuelan vuestras cabezas; quizá sean las únicas que aun tienen esperanza de que el fuego desaparecerá.

De acuerdo, haremos un breve descanso. Así podré cambiar esta antorcha por otra. No quiero que se nos apague en medio del camino, y aunque parece estar ahí al lado, en realidad nos separan bastante distancia....yo diría que tardaremos, en vuestro tiempo, unas cuatro o cinco horas en atravesarlo...

Cambia una antorcha por otra. La que estaba encendida, la lanza con fuerza a un lado; uno de los bichos chilla por la sorpresa, pero consigue esquivarla a tiempo. Son rápidos.

De acuerdo, cinco minutos y seguimos. De todas formas, una buena noticia tengo que daros; aquí nunca sopla viento, por lo que no tenemos problemas de que el fuego se nos vaya. Una buena cosa tenía que traernos este calor tan asfixiante....

No me gustaba nada esto. No se parecía a tener un lanzallamas, como nos quedáramos in fuego estábamos muertos. Una idea demasiado desalentadora, pero es lo único que pasaba por mi cabeza.
Miré a John cuando dijo lo de que no hacía viento, sin saber demasiado bien si estaba haciendo un chiste o si es que hablaba en serio pero sonaba a coña..

- Vale, cambiamos de antorcha. Aunque siendo los qie somos me parece que sólo deberíamos llevar dos. Uno de los que la lleve que no vaya el primero, ya que si aparece cualquier cosa los de detrás quedarían cegados por su luz, así que debería ir en el medio y la otra pèrsona con antorcha debería ir detrás. - Digo pensando que es lo mejor que podemos hacer dentrod e una cueva.

Bueno ya por lo menos hemos salido del pueblo y las criaturas que nos rodean son menos que las de antes esperemos tener suerte y al llegar a la cueva encontrarnos con las menos posibles mirando al cielo viendo las siluetas de las criaturas Kira tu idea de las dos antorchas para la cueva me parece correcta cuando estemos alli veremos que hacemos... mirando a Jhon Jhon ¿sabes la dimensión que tiene la cueva? preguntando con cara de curiosidad.

Niega con la cabeza ante la pregunta de Ignacio, mientras prepara otra antorcha. La prende, y la luz ahora es algo más intensa. Algunos de los seres retroceden, con un chillido.

No lo sé, nadie sabe que se cuece ahí dentro...quien investigó, murió. Eso lleva ahí desde que el padre del padre de mi padre vivía...es algo con lo que hemos convivido siempre, por eso estamos acostumbrados. Y yo...yo soy el primer loco que sale, y encima, va a meterse en la boca del lobo....por si no lo sabéis, no creo que salgamos con vida de ésta. Lo que estamos haciendo es una locura....una maldita locura.

Por un momento, Jhon parece dudar, parece querer irse....pero es solo un reflejo, un espejismo. Sus ojos vuelven a ser serenos, con temple y confianza...

Mas no podemos quedarnos siempre aquí parados. En el pueblo, nadie sale, nadie se aventura....nisiquiera sabemos si existen otras poblaciones más allá de ese lugar...no sabemos nada. Vosotros sois los primeros extranjeros que llegáis. Posiblemente, si no hubiese llegado hoy La Noche, hubiesen acabado con vosotros...allí, todos son así. Nadie quiere cambios.

Escupe al suelo, mientras se acomoda la mochila al hombro...

Bah, se acabó eso. Entraremos ahí, acabaremos con esas bestias, recuperamos la página, y volvemos. Porque....se me ha ocurrido una forma de acabar con ellas.

Jhon sonríe durante un momento. Parecía tener un plan...

La verdad es que escuchar esas palabras de una forma tan optimista levantaba los ánimos a cualquiera, por lo que una sonrisa de determinación se dibujó en mi cara.

- Estaría bien que nos hicieras partícipes de tu plan. - Digo al hombre mientras se regocija en sus ideas. - Si lo sabemos todos será más sencillo que lo llevemos a cabo, no?

El camino prosigue. Finalmente, Jhon es el único que tiene una antorcha, aun con la idea de Kira, él decidió que debería haber una sola antorcha, pues en caso de combate, serían más un obstáculo que una ayuda. Avanzáis lentamente, la oscuridad se cierne ante vosotros. Es desesperante caminar por un sitio tan exento de nada, salvo de esa montaña en la lejanía, que parece no llegar nunca a vosotros, ni vosotros a ella. Sin embargo, con el paso de las horas, el presuroso viaje tiene buen final; ahora, por fin, el resultado de vuestros infinitos pasos os lleva a unos metros al lado de la entrada.

La imagen no es muy ilustrativa, pero pensad en la entrada excavada así en la roca, de unos 3 metros de altura, y por supuesto, en penumbra. No he encontrado nada mejor.

Jhon suspira un momento. En este momento, la luz de la Luna es aun más fuerte; sin antorchas, posiblemente veriaís perfectamente, sin problemas. Una noche tranquila, con una temperatura agradable, sin calor ni frío, y sin criaturas por vuestros alrededores...éstas dejaron de perseguiros a las horas de empezar a caminar por el páramo; la ausencia de viento también es notable. Todo parece ir bien....

Hasta que el viento sopla. Un viento que procede de dentro de la cueva, un viento que no esperáis; es antinatural, una gran corriente que os deja sin palabras un momento, que revuela vuestros cabellos, e incluso os hace retroceder a todos, alarmados....y que, sobretodo...acaba con la luz de las antorchas.

Y ahora....estáis a oscuras. Pero véis. Simplemente, la luz de la Luna es suficiente para vosotros. Y ahora, en el silencio....escucháis esos gritos tan particulares....por lo visto, no estábais solos, como pensabáis...