Partida Rol por web

Atónito por el espectáculo que presencio,no me muevo del sitio ni cuando pasan por mi lado dos de los compañeros de esta peculiar odisea....

Antonio , espera que el desorden que hay en la comisaria les sirva para salir de allí sin apuros , así que pone cara de saber por donde anda y decide seguir a Bernardo y a Teo , al fin y al cabo son de Torrelodones ... y alli quiere volver , o despertar de esta pesadilla .

Franc hace un gesto a los demás para que esperen, mejor no pasar de ocho en ocho o llamarían mucho la atención, de tres en tres es suficiente.

Un momento de tensión muy alto en el que Elena agarra su pistola y apunta de nuevo al pobre mendigo al que ya apuntó Teo y le interroga. El mendigo retrocede en su celda.

No lo sé, no lo sé.-Solloza.-Sonaron muchos teléfonos, pero estamos aquí tras esa ... esa puerta de seguridad y no podemos saber qué pasa al otro lado del mundo. Por favor, no me mate.

Haciendo caso omiso, Teo guarda su pistola en el bolsillo y le siguen Bernardo y Antonio. El primer paso que dan fuera del pasillo es como el que dio Armstrong cuando pisó la luna, algo que se hace esperar y que parece que estén sonando notas graves in crescendo por detrás. Los tres aparecen en medio de la comisaría, las cámaras siguen grabando, hay un montón de policías corriendo de un lado para otro y algunas personas esperando sentadas en un banco y otras gritando en el mostrador que las atiendan. Todos los teléfonos parecen sonar a la vez. Se escuchan voces de policía diciendo "aviso de incendio, aviso de robo, aviso de maltrato, aviso de ...", y "la última vez fue falso, es un grupo de graciosos que no paran de dar falsas alarmas, vamos a coger a esos cabrones por su voz". Todo es un caos.

Viendo que el tipo no puede aclararle nada, Elena guarda de nuevo su arma y se dirige a la puerta, esperando que los tres primeros crucen y salgan, para salir con el siguiente "lote" de disimulados prófugos.

Camina y camina

Teo estira el cuello como un abogado y sigue caminando al frente, seguido por un alcohólico y un hombre llamado Antonio que camina al lado de un alcohólico. Los tres salen de la zona de las celdas como si tal cosa en medio de una comisaría y ...

Un policía levanta la vista. Toda la comisaría está inmersa en el caos más absoluto y tan sólo ese policía se ha percatado de lo que está sucediendo en las celdas. Sin avisar a sus compañeros se acerca a Teo y le frena con las manos, esperando que Antonio y Bernardo también se paren al estar tras Teo.

Perdón caballero, ¿podría explicar qué está haciendo?

El resto estáis en la zona de las celdas, con las puertas abiertas. No parecen haberos visto. Hay policías corriendo por todas partes y ocupándose de los teléfonos que no paran de sonar en las diferentes mesas.

Viendo que sus compañeros están absorbiendo la atención de algunos de los policías, y que los demás están muy ocupados con sus propios problemas, me giro hacia el resto que quedan en la zona y les digo:

-Bueno, yo voy a intentarlo, chicos. Voy a por uno de los uniformes, y salgo como si tal cosa...

Tras lo cual regreso, escojo uno que me cuadre más o menos, me cambio corriendo y salgo fuera.

- Voy contigo Elena.

Franc no sabe muy bien qué hacer, ¿Y si sale vivo qué? ¿Irá a hablar con su otro yo y vivirán juntos como clones diferenciados por un año de edad? En todo caso, quedarse en la cárcel no es tampoco una gran idea, así que imita a Elena y sale con ella.

Me escabullo por detrás del policía que ha parado a mis amigos y le toco la espalda reclamando su atención....

Perdone señor,pero la casa de mi vecino esta siendo robada por un grupo de jóvenes,con pinta de nazis agresivos,es aquel de allí y necesitaría urgentemente que le atienda uno de ustedes,esta a punto de tener un ataque de nervios si no se le hace caso de inmediato....

Señalando a uno de los paisanos que están reclamando al otro lado del mostrador,lo cojo por un brazo con suavidad y me lo intento llevar cerca del supuesto amigo,con la esperanza de que cuando la turba vea acercarse un policía uniformado al mostrador,lo asalten mil preguntas y cuestiones y nos olvide,dejando el paso libre para todos nosotros....

Antonio se queda quieto ante la pregunta del policia , pero espera que Teo conteste ... aunque con lo loco que esta cualquiera sabe que carajo esta pensando Teo , la cabeza de Antonio no para de dar vueltas a la locura tan personal de su compañero .

Elena respira hondo y adelanta su pie a la sala repleta de policías, a su lado sale Franc. ambos caminan con paso presuntamente seguro, aunque no lo es tanto. Paso a paso van acercándose a la salida y cuando más se acercan, más notan como la luz de fuera parece cegarles, un día en los calabozos y ya habían habituado sus ojos.

Jose agarra al policía que ha parado a Antonio, Teo y Bernardo y tira de él tratando de convencerle de que tiene que atender asuntos policiales. El policía se gira. Por un momento abre los ojos como si reconociera a Jose y dice:

Perdone caballero, ahora mismo no puedo atenderlo, si no le importa esperar un momento ... Ahora mismo estamos colapsados, traten de guardar su turno. Vuelva a su lugar, vamos apártese.

Elena y Franc se acercan un poco más a la salida. Entonces pueden ver lo que hay fuera. Un par de coches de policía de color negro de los que salen varios policías que parecen tener un alto rango. A su alrededor hay un montón de periodistas y no paran de preguntar por el "caso de la joyería". Aunque de todo esto son meros espectadores lejanos, porque aun no han salido de la comisaría, tan sólo escuchan comentarios fraccionados.

Maria observa a todos con cara de cansancio y susto tras haber seguido adelante por las celdas y mira a los policias diciendo a Elena y a los demas compañeros - larguemonos de aqui...

Cuando veo a los coches de policía detenerse ante la Comisaría, y descender de ellos a los tipos revestidos de mando, me acerco a una de las paredes laterales, mezclándome en el barullo de idas y venidas, de modo que no se sepa demasiado si soy una agente de la comisaría, o si acabo de llegar con los que entran. Pero no llego a salir, intento pasar desapercibida, para ver qué ocurre.

Vamos, pasemos como si nada por detrás de ellos. Digo señalando a Teo y a Antonio y salgo caminando como si fuera un usuario más.

Antonio agarra a Bernardo del brazo y le dice , venga larguemonos rapido de aqui , seguro que Teo ya le contestara algo . Y se dispone a marcharse de allí como si saliese de ver a alguien .

Me he quedado inmóvil, el aire se condensa más de lo normal en mi cabeza. Con cierto tono autoritario hablo al policía:

-¿Usted sabe quién soy yo?