Partida Rol por web

El retorno de Rayas.

Prólogo: Reunión de felinos bigotudos

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07/09/2015, 09:19
Rey de los gatos

¡Sois gaticos! ¡Domésticos, callejeros, abandonados, pero todos gaticos! A todos os une un objetivo común: ¡acabar con los humanos!

Sí, esos pedazos de carne grandes, sin pelaje alguno y que solo sirven para rellenar vuestros comederos, rascaros y dejar deliciosa basura en los contenedores. Uggg, que desagradables y raros eran los humanos. Entre vosotros se encontraban algunos de los félidos valientes que hacía no tanto habían salvado a Rayas de la perrera y habían finiquitado su misión. Todo exitoso al 100% y con un extra: se cargaron el "putogüifi".

Lástima que Sphynx, aquel creador de maldades se hubiera mudado a la gran ciudad para hacer anuncios de whiskas gracias a un concurso de instagram... Al final todas aquellas fotos ridículas que hacía su ama le habían dado fama y se estaba pegando la vida gatuna.

De Bola de Nieve, el gato ninja no se sabía nada, quizás estaba escondido entre las sombras, en cualquier rincón oscuro... O simplemente no estaba, vete tú a saber, por los bigotes de Bastet que era un gato escurridizo. Y Alfred... Bueno, se rumoreaba que había sentado la cabeza, que había conocido a una persa de familia noble y ahora tenían una camada de 10 gaticos. Él siempre ayudando a la causa dando más tropas a nuestras felinas filas.

En cambio, hoy había caras nuevas entre aquellas bigotudas miradas. Todos se habían reunido de nuevo en la plaza de la fuente, donde el coronel Bigotitos (no, aún no le habían cambiado ese ridículo nombre sus amos) iba a informarles de la nueva situación: ¡Rayas era un traidor! Purrrr, qué contrariedad que alguien que había sido tan buen gatico bastardo ahora se hubiera cambiado de bando...

... Pero esto es más común de lo que se cree, muchos gatos se vuelven gaticos falderos con la comida y los rascados apropiados... ¡Algunos hasta se venden por una caja de cartón! (ay, las cajas de cartón que suaves y cómodas son para dormir la siesta).

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07/09/2015, 09:35
Lúculo

Lúculo era ese gato seboso que dormía siesta hasta que comenzaron a llegar todos. Tenía fama de ser un poco simple, pero es que era un gato de una sola función a la vez, obviamente.

-Lo que os cuento...- decía, mientras estiraba sus patas y casi rodando por el suelo por ello. -A Rayas lo ha adoptado una familia, con perro y todo... Ahora es un gatico faldero y le dan whiskas premium. Ya no hace miauldades felinas como debiera... ¡No como yo! ¿Sabéis a qué me dediqué ayer? No, verdad, no tenés ni idea... ¡Me cargué el sillón favorito de mi amo! Llevo meses arañando el respaldo y las patas, afilando mis uñas para cuando necesite usarlas contra él, son mi arma más miaurtal... El caso que ayer hice un Sphynx, le meé el "putogüifi" a mi amo y cuando fue a mirar qué pasaba, derramé su coca cola que estaba en el brazo del sillón sobre el mismo- nadie se supondría que en realidad Lúculo había derramado sin querer aquel vaso, porque quería subir al sillón a dormir... Pero era gordo y torpe.

-¡Miau! ¡A ver quién supera eso!- y el gatito naranja miró desafiante al resto, incluso a los nuevos, a ver si alguno podía superar su maldad. Aún faltaba hasta que el coronel viniera y podrían contarse batallitas.

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07/09/2015, 17:45
Marfelina

Marfelina atendía a las palabras de Lúculo mientras lamía las patitas de su hijo adoptivo Guts.

Cuando terminó de comentar sus actos contra los humanos, la gata continuó con sus acciones miualiciosas. En mi casa, por llamarla de alguna manera, me he decidido al fin hacerle la vida imposible a los humanos que viven conmigo, ya que me han hecho ver lo despreciables que son meww... Ahora tienen un perro, ¡un perro! prrr... -suelta mientras le da un escalofrrrrío- y es como si yo no existiera, los odio ¡los odio!

Mejor dejo de lado eso y explico lo que he hecho durante este tiempo. Como hago desde siempre, me voy a mi rincón y me pongo a arañar a los niños que tratan de tocarme con sus sucias manos prrr... -Marfelina siente otro escalofrío- también sigo dedicándome a romper y ahora a comer las flores de mi vecina humana, las cuáles son devueltas en forma de una bonita bola de pelo.

Como ya he dicho, ahora me dedico a fastidiar la vida de los humanos con los que vivo, lo que más suelo hacer es romper sus cosas más valiosas, como la pantalla que el humano mayor se queda todo el día mirando o la manta de mi coff...coff... querida hermanita humana. Tendríais que haber visto la cara que puso al ver que no quedaba nada de su manta de las Miaunster hig, estoy llegando a pensar que sabe que lo he hecho a propósito, por como me miró ayer, cuando me comí la cabeza de su muñeca... Otra cosa que he adoptado como costumbre es secarme los días de lluvia en los vestidos de la humana mayor, ella los llama vestidos fasion y que están a la última, pero siempre acaba tirándolos a la basura, con lo bonitos que los dejo... 

Y, por último, pero no menos importante, qué decir del perro, es el peor de todos, deja todas mis cosas sucias, no sé por qué no lo dejan en la calle, ahí debería estar, mejor dicho.... que se vayan todos a la calle y me dejan tranquila. ¡Cómo me las va a pagar ese perro del infierno! Aún tengo que hacerle muchas más perrerí... digo gaterrías, pero de momento he empezado por empujarle por las escaleras, aunque son muy pocas, pero creo que alguna vez funcionará para un perro de su clase.

¡Miauldito chiguagua! Una vez dijo eso, Marfelina buscó el apoyo de Zoe para calmar el odio que estaba a sintiendo.

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08/09/2015, 12:41
Queen Ginebra

Ginebra estaba algo mas voluptuosa de costumbre. Gorda, vamos. Y es que, se conoce que meses atrás se escapó de casa como otras tantas veces y se apareó con medio vecindario. Gatos callejeros, gatos domésticos pobre, gatos domésticos de alto postín...No hay filtro cuando el celo está en todo su esplendor. De ahí surgieron cuatro gaticos, ninguno del mismo colo o raza...Mezclete genético.

¿Solo vives con un perro?  - miré a Marfelina con suficiencia - Yo vivo con tres...Te quejas de vicio...Y el otro día estuve en casa de humana de pelo rojo que tanto visita mi humano doméstico, y uno de sus perros falderos quería oler a mi camada...!ja! Le arañé todo el hocico. ¿Que se creen esos chuchos del infierno?

En realidad, para Ginebra sus gaticos no estaban en orden de prioridades. Por encima de ellos siempre estaría la comida y darse sus buenos paseos...Pero no pudo resistirse a arañar a ese perro gordo y con mamitis. 

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08/09/2015, 13:28
Zapa

Zapa, miraba nervioso al grupo, era su primera misión, acababan de reclutarlo. Miraba a un lado y a otro intentando adivinar como eran sus compañeros de batallón. En mitad del discurso de Rey se le abrío la boca de aburrimiento.... Mierrrrrrda! Ya me ha entrado la modorra....Pensó..... Sin embargo para evitar que el rey de los Gatos tuviera una mala impresión de él, fingió un rugido.... Arrgggghhh!!! Miaulditos Perros.... en mi casa tuve que convivir con uno de ellos, era patético.... pero conseguí echarlo, le arañaba en el hocico todos los días para que saliera corriendo y rompiera cosas... Le daba láxantes mezclados con su comida para que se le escapase la caca y los pises por la casa adelante... Al final le acabaron culpando de todo y lo mandaron a otra casa....

 

 

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08/09/2015, 13:36
Maldito

Maldito estaba prestando atención a los gaticos y gaticas que se habian congregado allí, con las orejas levantadas atentas a las miauldades que contaban cada uno. Y sobre todo tomando nota mental de las que él mismo podría hacer en un futuro.

- Me presento, soy Maldito y es un placer estar aquí para acabar con los despreciables humanos. - Me lamo una pata antes de continuar con la miauldad que mejor se me dá - Yo soy un gato callejero, y aprovechando mi "exotico" aspecto asusto y molesto a los humanos de mi barrio. Por las noches me cuelo en sus casas por las ventanas que se dejan abiertas, entonces busco comida en los cubos y la tiro por el suelo para elegir que comer - aunque sea callejero tengo un gusto recatado - cuando los despreciables humanos vienen, lo primero que hacen es horrorizarse, no se si por dejarles una decoración nueva en el suelo o por mi  "exotica" belleza, luego les tengo dando vueltas por su estancia y así debilitarlos para nuestra causa.

Saco pecho y alzo la cabeza orgulloso por mis fechorias.

- Lo que me gustaría saber es cual es el objetivo de nuestra misión.-

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08/09/2015, 15:14
Lúculo

El gato naranja de ojos grandes y redondos se quedó extrañado mirando a Maldito. Aquel tipo de gato-rata sin pelo le sonaba.

-¿Tú no serás hermano de Sphynx, verdad?- dijo con la sospecha detrás del bigote. -La misión la explicará el coronel, claro... Y yo también busco comida en la basura de mis humanos, no entiendo por qué meten lo que está más rico ahí, luego lo tiran en una bolsa y después lo sacan a esas cajas metálicas de la calle que son como un buffet. En realidad los gatos callejeros tenéis mucha suerte- concluyó, relamiéndose la pata y acicalándose la oreja.

A su entender, toda la comida que iba a la basura no era sino para alimentar a los gatos callejeros de forma altruista. -¿Y tú no estabas a dieta?- bufó al acordarse de las penas que Ginebra tenía que pasar con su humano.

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08/09/2015, 15:43
Azrael

Azrael estaba escuchando todas las historias fascinada. Y ella que se consideraba la gata más malvada del mundo por hurgar en la basura y acostarse en la ropa blanca recién recogida del tendal… Sin embargo no iba a dejarse intimidar por todas aquellas estupendas anécdotas. Se acercó al grupo y se lamió la pata delantera para frotarse después la oreja antes de decir:

 -Eso no es nada. Cuando era una gatita sobreviví al ataque de un perro diez veces más grande que yo. Me metió en su gran bocaza y le arañé la lengua hasta que me soltó y pude refugiarme dentro de la casa de mis humanos. Estuve oliendo a baba de chucho durante días, pero me sirvió para aprender que la fuerza de un gato está en sus garras. Y creedme que se lo hago saber a todos los humanos que tienen la desgracia de juntarse conmigo. Mi estrategia favorita es tumbarme en el suelo enseñando la barriga y poniendo ojos tiernos. No hay humano que se resista a acariciarme el vientre y es entonces cuando les atrapo en un abrazo gatuno mortal, arañando y mordiendo hasta que se van gritando de dolor. ¡Lo mejor es que vuelven a intentar tocarme la barriga cuando me tumbo delante de ellos! No debe haber nada más estúpido que un humano.

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08/09/2015, 20:26
Mitones

Ya varios gatos habían hablado en lo que, a la robusta gata doméstica, parecía más una reunión social que una misión. Sin embargo, lejos de aburrirse, el escuchar las anécdotas de otros mininos pronto le hizo sentir emocionada al ver que no era la única que se había pasado la vida haciendo insoportable la existencia de sus amos. Mitones pasó la vista uno a uno a los gatos que le rodeaban...

Muy pequeño, muy flaquito, con todo ese pelo debe ser muy torpe, buen intento cachorro... pero ¡mira eso!

Los ojos bicolor de la blanca bola de carne que era Mitones se posaron en unos gatos particularmente grandes que allí estaban esperando a contar sus anécdotas. El solo pensar en competir contra ellos le hacía correr la sangre acelerada y querer ponerse a dar saltos y rasgar cosas.

Más valía que se controlase.

Sin embargo no pudo evitar el escape de un fuerte maullido justo después de que Azrael terminase de hablar, por lo que de mala gana agregó.

-Pues yo, como venganza a mi estúpido nombre, hoy he desgarrado completamente el sillón nuevo de mis humanos de solo tres zarpasos. Lo trajeron hace unos días a casa para comprrsar el antiguo cuando no le pudieron sacar el olor a pis que le quedó después que lo usé de baño durante toda la semauna... debieron de haber visto la cara de espanto que ponían mientras le sacaba esa cosa blanca a los cojines. Para cuando quisieron quitarme mi nuevo juguete de entre las garras tuve que darle al humano en el brazo. ¡Paf! De la pura impresión se cayó de espalda sobre la mesa de vidrio.

Quizás los callejeros tengan suerte -agregó mirando al anaranjado de ojos grandes -pero nada se compara a ver las caras de esos tontos miauntras sales al jardín como castigo.

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08/09/2015, 22:54
Queen Ginebra

Cada gatico comenzaba a contar sus aventuras particulares, pero Lúculo me hizo una pregunta y la contesté:

Estaba...Ahora soy madre de gaticos. Mi humano doméstico ahora me deja comer de todo. Esto de tener gaticos ha sido bueno en parte y todo...- ahora tengo mas curvas y todo. Mas petit reine que nunca. - Espero que a ese humano no le vuelva a venir la idea a la cabeza. 

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09/09/2015, 05:51
Ophelia

Habían llamado a convocatoria nuevamente, y Ophelia no dudaba un segundo en participar de ella. Sin embargo, los rumores decían muchas cosas de sus antiguos compañeros. Por ejemplo, que ahora el gato pelón trabajaba para esa compañía de asesinos que envenenaban la comida para hacerlos adictos. Y aunque había quedado de mantener el contacto con el gato negro, nadie había escuchado de él hacía ya tiempo, por lo que sus búsquedas al escuchar de la reunión resultaron infructuosas.

Pero parecía que por cada baja, había el doble de nuevas adquisiciones. Y si bien la enorme gata era desconfiada por naturaleza, el coronel Bigotitos solía tener buen ojo para los reclutas. Lo que no le trajo ninguna sorpresa fue la misión, ya habría podido predecir ella que Rayas se pasaría al otro bando. Más con lo cómodo que se había vuelto, ¡Y lo descuidado que había sido la última vez!

Se mantuvo en silencio observando las fanfarronerías del resto mientras lamía su abultado pelaje, pensando a su vez en la de humillaciones que tendría que soportar el pobre Guts. No lo conocía personalmente, pero sus padres adoptivos parecían asfixiantes, y así nadie se hace una reputación en la calle. Le sorprendió saber que el pelón 2.0 era callejero, siendo esos gatos tan finos y codiciados por lo general. Quizás el tal Maldito fuera más llevadero que sus compañeros de raza.

Suerte que los callejeros solo nos preocupamos por nosotros mismos y las misiones… No me veo planeando travesuras todos los días.

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09/09/2015, 16:37
Felicia

Había pasado un tiempo desde la última misión y las felicitaciones del Coronel que tanto la habían llenado de orgullo, pero habría sido incapaz de decir si hacía tanto o tan poco pues Felicia era una gata de naturaleza olvidadiza como ella sola. 

Durante esos meses, no había visto a ningún miembro del Equipo A gatunil y de ningún otro, de hecho, tampoco pudo maullar con ningún gato callejero o domestico así que echaba de menos ver a Bolita de nieve, Ofelia, Fusfus e incluso Sphynx con los que poder alternar y quejarse a gusto. Y las razones eran varias pero se podían simplificar y se originaban en una... 

Tras volver de terminar la misión de Rayas encontró a sus humanos haciendo cosas de lo más raras. Día tras día se largaban ausentándose largas horas, otras veces era peor y hacían justo lo contrario se pasaban el día yendo y volviendo por la puerta, sin parar hasta bien entrada la noche, y lo más curioso y problemático es que siempre, siempre, se llevaban algo con ellos y jamás lo devolvían, muchas veces incluso a patas llenas y sin dar explicación. Si pensaban que Felicia era tonta y no se daba cuenta, iban muy desencaminados. ¡Le estaban robando sus cosas! Su mesa, sus mantas, sus zapatillas que servían de zona de juegos… y no parecía que se fueran a detener.

Pero Felicia era ahora una gatita valiente y lo había demostrado, así que mordió, arañó, pateó e intentó vencerlos haciéndoles la zancadilla con su patita desde atrás, obviamente no surgía mayor efecto que el ataque de un muñeco de peluche pero no dejó de intentarlo y por mucho que se esforzó y por mucho que bufase no consiguió pararlos, cada vez había menos cosas en su hogar y Felicia se estresaba, observando todo con ojitos asustados sin saber donde meterse. Todos los escondites que había encontrado y todos los planes que en dos años había planificado (y muchas veces olvidado) se habían ido al traste. Ya el colmo fue ¡¡cuando se llevaron su sofá!! Aquello sí era la guerra, la estaban dejando sin nada, pronto se llevarían sus cuencos y su cajón de arena, aun al recordarlo le daban ganas de llorar, seguro que habían descubierto lo que habían hecho para frustrar aquella lucha contra lasalergias y querían ¡castigarla!

Lejos de que aquellos humanos consiguiesen doblar su espíritu, ella se consoló sabiendo que la venganza se sirve fría, aunque a veces sea a base de cálidos arañazos. Ya terminarían pagando por todo aquello, llegaría su tiempo y triunfo. Mientras, impotente y con el lugar vacío, solo le quedaba su cerebro para distraerse donde intentaba grabar la experiencia para cuando pudiese explicarlo y donde empezó a engendrar la semilla de algún plan que no tardó en olvidarse al ver algún insecto, un destello o cualquier cosa similar a un cordón.

Y poco a poco, al fin, la casa quedó vacía. Salvo una cosa: aquella jaula diminuta y asfixiante con la que una vez la llevaron a esterilizarla. La bufó repetidas veces hasta que se cansó, la miró de soslayo y entró decidida a echarse una siesta, era lo único conocido del lugar que le quedaba. Pero las ofensas no terminaron allí, mientras aun estaba olfateándolo, la encerraron. Se lo habían robado todo y ahora incluso le quitaban su libertad y quién sabe si además seguiría aquél ultraje costándole hasta la vida (o una de sus siete).

Amargamente maulló mientras la sacaban y avanzaban por la calle. Intentó escarbar un agujero al suelo sin mucho éxito e incluso sacó la patita probando de forzar aquél cerrojo. Nada. Había caído en la trampa.

~

De pronto pararon, abrieron una puerta a lo desconocido y la dejaron salir. ¿Sería una nueva trampa?

Felicia salió olfateando a cada paso, desconfiada, dispuesta a presentar la última batalla de ser necesario pero de golpe con asombro y algunas reservas descubrió: ¡que ahí estaba todo!

Rápido habían pasado las semanas después, y al fin y al cabo no era del todo una gatita desgraciada, aunque sus maquinaciones siempre fallasen. Ahora su hogar tenía el doble sino el triple de espacio para explorar y un largo pasillo para correr, muchos escondites nuevos donde maquinar que sus humanos no habían descubierto y les volvía locos, cajas donde echarse la siesta, y montones de mosquitos a los que perseguir y cazar a pesar de que siempre escapasen. Su pelaje brillante y su pecho moteado de blanco volvió a crecer más fuerte y lustroso que nunca. Y, por lo contrario de lo que todos habrían esperado, no se quedó pequeña. ¡Había crecido! había pegado un buen estirón aunque en el fondo seguía siendo la misma gatita traviesa y mona que observaba siempre el mundo como si fuese nuevo.

A la reunión llegaba tarde porque no sabía que se la había convocado, semanas habían pasado hasta que no pudo salir de nuevo a la calle y más semanas tardó en volver a encontrar el lugar con la fuente que era el habitual punto de encuentro.

Se acercó a ellos a saltos rápidos y ágiles al avistarlos a lo lejos y se frenó al lado del coche permanentemente estacionado. Sospechó de él casi al instante ¿Por qué siempre estaría ahí? ¿Sería desde donde los espiaban los humanos?¿Otra trampa atrapa-gatitos? Algo de los maullidos de sus compañeros la devolvió al lugar y corrió hacía ellos.

¿Qué hay de nuevo, gatos? ¿Es que estamos de celebración?

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09/09/2015, 16:51
Supergato

Supergato había escuchado la llamada de la justicia y el deber. De la virtud y la bondad. Sus bigotes eran tan sensibles que le indicaban donde era necesario... y hoy lo era allí. Donde tantos gatos estaban reuniéndose. Con su superoído escuchó las historias que contaban. ¡Qué bromistas!

Aterrizó al lado de la reunión y miró a sus compañeros con aprecio.

—Supersaludos, camaradas, o como dicen por algún sitio cat-manada... encantado de conoceros a todos, como sin duda sabéis soy Supergato— comentó muy amablemente.

—Pero no he podido dejar de escuchar que hacéis la vida imposible a vuestros amos... eso no está bien del todo, si demuestran amor y cariño (y comida), debemos responder de manera similar. Por ejemplo, a los dueños de un famoso sitio de esos donde los humanos van a comer, unos majos que me dejaban comida, les dejé una rata en mitad del comedero de humanos, para que comieran comida de verdad. Una bien gorda. ¡Todos gritaron para celebrarlo! Y salieron corriendo para que pudiera comerme la comida de sus platos. fue todo tan feliz que vinieron unos humanos de azul y ya no les dejan trabajar en ese sitio, y como recompensa ya no tienen que trabajar y viven en la calle, cerca de mí.

Después de la charla moralizante, se quedó esperando a ver si el resto también se presentaban...

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13/09/2015, 15:57
Queen Ginebra

Después del intercambio de información con Lúculo, comencé a lamer mi pata para poder lavarme detrás de las orejas. La higiene era importante. Llegan unos y otros, caras nuevas y caras que ya conocía. Pero ninguna mejor que la mía.

Alguien ha caído mal de una cornisa...- es lo que añado para todo el mundo, tras el último parloteo de aquel gatico tan raro y vestido tan absurdo. !Vestido! Estos humanos que se empeñan en vestirnos como si fuéramos como ellos. Supergato....En fin.

Nada de celebraciones, Felicia. Rayas  ahora es un gatico faldero. Debe haber algo más si el Coronel nos convocó.

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14/09/2015, 11:39
Maldito

Cuando Maldito oye a Lúculo hablar de Sphynx, ladea la cabeza extrañado a la vez que intentaba hacer memoria, ya que el nombre le sonaba pero no sabía mucho de ese gato que nombraba.

- ¿Miauuu? - Dije extrañado - No conozco a mi familia ya que de pequeño me encarcelaron hasta que un despreciable humano pudiese "adoptarme". Además los muy desgraciados me pusieron en la celda de al lado un asqueroso chucho pulgoso.

Maldito, al acordarse de esos recuerdos saca las uñas y encorva la grupa sin pelo en señal de odio infinito hacía el perro y los humanos que lo enjaularon y suelta un bufido.

De repente vuelve a la realidad cuando un insecto pasa por enfrente de su hocico, y descarga su ira en el de un solo zarpazo.

Más relajado se acuerda de donde estaba y cuál era la pregunta así que después de acicalarse un poco continua respondiendo.

- Sobre si soy familia de Sphynx no lo sé, pero sí que he oído hablar de él y por lo que sé estuvo en una misión anterior a esta. -

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15/09/2015, 15:11
Lúculo

El gatico naranja entrecerró los ojos, tratando de poner mentalmente la imagen de Sphynx y de maldito una al lado de la otra. Quizás así sacaría el parecido y lo confirmaría. Aquella concentración duró milésimas de segundo, pues las pupilas del gatico se ensancharon a la vez que veía una pluma volar por su lado. De inmediato fue a darle un par de zarpazos, perdiéndose en la conversación.

-Purrrr... Sí que tarda el coronel en venir, quizás le ha pasado algo- se lamió la pata con insistencia y luego se rasco la oreja, tratando de lavársela. El problema que tenía Lúculo es que perdía la concentración rápidamente si no se trataba de comida el asunto. -Creo que mi humano hoy cenaba comida china, y aunque me tratéis de caníbal, está miauy rica. Si Bigotitos tarda mucho más, me veré obligado a irme a casa... Puuuurrra no levantar sospechas.

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15/09/2015, 20:20
Felicia

Entró en escena aquél gato tan pintoresco y Felicia lo contempló con ojos asombrados y atónitos, tentada de ir detrás de su capa roja e intentar cazarla, y pensó que ella jamás había oído hablar de Supergato.

 —Jamás había oído hablar de Supergato.- Sí, Felicia a veces era muy simple y decía lo que pensaba. Después de la pertinente presentación, iba ella a su vez a decir que también estaba encantada cuando abrió la boca y así se quedó, sin tener nada que decir, escuchando aún con mayor incredulidad las palabras de aquél gato con calzoncillos. ¿Había profesado abiertamente que dejasen tranquilos a los humanos? ¿Que les demostrasen amor y cariño? Eso iba contra todo lo que creían. No daba crédito, casi tan poco como aquella vez que descubrió que Ophelia casi les había vendido por un bocadillo de atún, o eso había creído por unos instantes, o la primera vez que vio a Fusfus, el gato imposiblemente enorme, aunque esas dos ocasiones estaban ya completamente olvidadas pues era gata con memoria a corto plazo la mayoría de ocasiones, a la par que muy distraída aunque había demostrado que llegada la necesidad era posible conseguir concentrarse… bueno, no siempre.

Y por suerte fue Ginebra, aquella colosal diva felina fue quién la sacó de sus posibles cavilaciones.

—¿Rayas es un gatico faldero? ¡Meuw! ¿Rayas? ¿Nuestro Rayas?- Hubiese seguido exclamándose pero recordó que no lo había llegado a ver nunca, o quizás sí, y era incapaz de recordarlo.

 —¿Por lo tanto habrá misión?- dijo divertida y alegre frente la expectativa y empezó a saltar alegremente alrededor de Ginebra y sin ningún reparo a embestirla cariñosamente. —Sí, sí, sí, sí.- Habría seguido, quizás, fastidiando la tranquilidad de aquella orgullosa y señorial gata soprano de no ser por el paso de un insecto que la distrajo, relegando el resto del mundo a un segundo plano, observándolo con ojos muy atentos, pero antes de poder perseguirlo o jugar con él: “Zas” otro gato de nombre Maldito ya le había dado mejor vida de un zarpazo.

Felicia dio un salto y bufó asustado, pero la sorpresa dio paso a la tristeza al ver al insecto muerto al suelo. Se acercó al mismo y le dio algunos toquecitos con la pata para ver si era capaz de hacerlo volver a moverse. —Meuw… Vamos. Muévete.- dijo moviendo la cola y pasándose aquél cadáver irremediablemente de una pata a otra mientras Lúculo les maullaba.

—¿Y por qué no vamos nosotros a buscarlo?- preguntó referente al Coronel.

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16/09/2015, 16:45
Zapa

Para Zapa esta era su primera misión... escuchaba atentamente a sus otros camaradas y mentalmente tomaba nota de aquellas maldades y consejos que podrían ayudarle a hacerle la vida más dura a su humano... la mayoría eran bastante razonables... bueno a excepción del raro ese de la capa... a él en alguna ocasión los idiotas que vivían con él habían intentado ponerle una correa... Pffff, una correa... a un gato!!! Hay que ser estúpidos....!! El mero hecho de intentarlo ya era un ofensa... ponerse una correa era casi como que te comparasen con un vulgar perrete... Pero si ya era absurdo una correa, lo de la capa y la ropa ya era de género bobo... Un gato vestido con capa... ¿que sería lo siguiente un gato con botas?

Zapa, escuchaba hablar de un tal Rayas... se giró hacia el gato que tenía a su derecha y al tiempo que movía lenta e hipnóticamente la punta de su rabo le preguntó... ¿oye... quien es ese Rayas? ¿Es un antiguo recluta...?

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16/09/2015, 18:01
Zoe

Zoe llegó con un poco de retraso, saludó a todos alzando una patita para después rozar a su hijo y a Marfe.

Se os escucha desde hace cuatro esquinas, dijo en tono divertido, que sepáis que he visto el futuro mis bigotudos amigos, los humanos son idiotas eso lo sabemos, pero domesticables, mas que un sucio perro, mira su cola torcida por el mordisco de un Yorkshire salvaje, hay sitios donde los humanos  sueltan a sus cachorros y no hay nada mas molesto para esos … no hay palabras en el D.U.G* para describirlos, en fin, mi idea es ir y dejar que los cachorros me acaricien, entonces ellos corren a sus padres para gritar su famoso “puedo quedármelo” ,pero a los padres yo les araño y les gruño, los niños lloran por el si, los padres por el no y mientras yo miro feliz desde arriba del tobogán.

Notas de juego

Diccionario-Universal-Gatuno.

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16/09/2015, 19:48
Marfelina

Marfelina olvidó el enfado que tenía cuando el gatito vestido empezó a hablar ¿Qué es eso que cuelga de su espalda? Parece divertido. La gata saltó cerca del peculiar gato y empezó a jugar, tumbada en el suelo y moviendo la capa con sus patitas delanteras.

Cuando se dio cuenta de la situación, se recolocó, se aclaró la voz ejem...ejem...meww... y soltó algunas palabras Puees...no he odío hablar de tí, ¿Supergato era? ¿Por qué vas vestido? A mí siempre que me visten, algo que intento evitar arañándolos, me siento presionada. Me acabo quitando la ropa a zarpazos. No sé en qué piensan cuando lo hacen...mewwhumanos... suspira.