Antes de ir a dormir, ya en camisón, Polat comentó un poco escandalizado: —por cierto que deben saber que el sobrino del duque y la duquesa se hacen visitas extemporáneas que me sugieren una muy mala catadura moral. Quizá sea algo a lo que estaba abocado el gran duque por casarse con una señora de tan desigual edad, pero... tsk tsk...
Miró a los concurrentes con aire quizá algo más astuto de lo habitual.
—A mi no se me ocurriría chantajearles por esto, pero serían presa fácil de gentes con menos escrúpulos que yo, y quizá alguien les podría obligar a hacer cosas más allá de lo que sus gustos naturales les llevaran a hacer. Malo. Muy malo. A esto nos lleva el pecado: a la perdición.
Si alguien hace algo diferente a dormir por la noche, que lo indique expresamente o pasamos al día siguiente.
Polat araña algunas horas al sueño para volver a hacer un intento con el conjuro ese de marras, jefe.
Turnos para no dejar los feces* solos nunca y a dormir.
(*) Los tres feces:
1.- El recientemente robado a Menkaph
2.- El fez falso que compró Saroch en la caja del fez original
3.- El fez original, escondido en una maleta y cerrado con llave.
A este paso antes de llegar a nuestro destino podremos poner una tienda de feces XD
Que yo sepa ahora mismo tenéis dos feces rojos.
En principio tenemos tres feces, dos verdaderos y Saroch compró uno falso en Londres y más tarde lo dejó en la caja del fez original, guardando el original en una de las maletas.
DOCTOR JEAN-LOUIS SAROCH - 05/05/2022, 15:45
Yo estaba a la espera de que me dijera el resto si les parecía bien el plan del Dr. Saroch. Tenemos un fez falso, tenemos el fez verdadero y tenemos a Menkahp en el tren con lo que parecen 3 secuaces suyos (ese tal Kapok y 2 hombres más).
Si os parece entonces hacemos eso de que haya 2 personas armadas en todo momento en el camarote con el fez y el fez falso en la caja de sombreros para que roben ese en todo caso. El resto pueden ir investigando otras cosas y haciendo tiempo hasta que lleguemos a Austria. (Por ejemplo ya nos ha dicho el Máster dónde están, alguien puede ir allí a intentar identificarlos físicamente, o alguien puede echarle un ojo a Menkahp a ver qué hace).
La verdad es que no le interesan mucho las historias de ganado o de hijos y matrimonios, pero asiste con educación y amabilidad y siempre dice un par de palabras, para demostrar que al menos estaba atendiendo.
La única señal de emoción a lo largo de toda la noche consiste sucede cuando el doctor Polat menciona el supuesto...enredo que existe en la familia eslava, y la no muy velada sugerencia del erudito.
-No creo que seamos quienes deban juzgar la catadura moral de nadie.- Comenta con suma delicadeza.- Y si es cierto que pueden estarlos chantajeando lo lamento por ellos. Nadie debería sufrir eso.- Mira a sus acompañantes.- Si me disculpan, caballeros, creo que me retiraré a descansar. No es adecuado que me quede aquí pasada la hora prudente...
Polat respondió a la señorita Meadowcroft con una adquiescencia que era más una actitud beatífica de aceptación que algo surgido de su voluntad. Era una actitud muy oriental. Parecía decir: "si es así es porque Dios lo quiere", o algo muy similar.
—Pero el hecho es que la duquesa se encuentra en una situación sumamente vulnerable. —Entrecerró los ojos. —Y nos rodean buitres. Buitres y alimañas. —Se levantó y se despidió amablemente. —Debo estudiar mucho antes de dormir. Algo me dice que será con nuestras células grises que acabaremos con la maldad. Que tengan muy dulces sueños.
Si queréis, hago el primer turno de guardia, mientras estudio. Así, cuando todavía haya gente despierta y circulando, quizá baste con chillar como una nena para desanimar a los ladrones, porque físicamente el buen Polat es meh, meh.
Recuerda, dire, otro intento con el cántico ese de marras.
Durante la cena, el joven noble se había mostrado muy interesado en las historias que tenía para contar el sombrío militar heleno. Y a cada momento lo animaba a que se explayara largamente sobre sus experiencias de combate.
Sin embargo, promediando la cena pudo percibir que su compañero Polat no parecía compartir su mismo interés por tales cuestiones. Así que intentó excusarse con la propuesta de continuar la charla en otra ocasión más propicia. Tal vez durante el día podrían coincidir nuevamente con el extraño personaje y abordar con mayor profundidad el tema que los apasionaba.
Finalmente, y cuando ya la velada parecía concluir, Woytek se las ingenió para acercarse hasta la duquesa para felicitarla por su intervención. Aprovechando la ocasión, incluso dejó caer con discreción unas sujestivas palabras de agradecimiento por la gratificante experiencia que les había obsequiado a todos.
Motivo: Psicologia
Tirada: 1d100
Dificultad: 62-
Resultado: 57 (Exito) [57]
Motivo: Encanto
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 94 (Fracaso) [94]
Dejo un par de tiradas como para ir haciendo amigos.
No se cual sería la más apropiada para ganarse la confianza del griego. Asi que dejo "Psicología" por las dudas.
Pero en el caso de la condesa, será sin duda "Encanto".
Yo también me retiro y haría la segunda guardia, después de Polat.
Woytek está encantador está noche y consigue caer bien a todo el mundo con el que se relaciona. El militar griego, que es el comandante Nikolaos Digenis es bastante charlatán, aunque parece sólo interesarle la ciencia de la física, aplicada al lanzamiento de proyectiles y la explosión de los mismos. Sin duda, vaticina, Polonia volverá a algun día a su lugar en Europa, y será gracias al milagro de la artillería de retrocarga.
La duquesa Razumosky es más agradable. Ella y su marido han hecho un grand tour por las capitales europeas, y está deseando visitar Constantinopla para cerrar el periplo y luego volver a la Madre Rusia vía el mar Negro. París le ha gustado especialmente, aunque su marido se queja de los precios y de que Francia es un país sin rey y sin fe, algo muy desgraciado a su entender.
Motivo: Encanto
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 67 (Exito) [67]
Pasada una hora razonable, os retiráis a vuestras habitaciones. algunos para la guardia, otros para profundizar en los misterios del Apócrifo del Fez Rojo, los más afortunados para hallar descanso en brazos de Morfeo. Sólo se oye el reconfortante traqueteo del tren, como una canción de cuna de tiempos modernos.
Es el turno del profesor O'Leary cuando éste oye un grito femenino de terror provinente del pasillo.
El profesor intentaba leer un libro y concentrarse en las palabras. Pero quedarse a solas con el fez le aterraba. Le aterraba que las voces volvieran y se metieran en su cabeza. El traqueteo del tren y el silencio de los vagones en la noche le hacían cerrar los ojos cada vez más...
Hasta que el grito de una mujer le devolvió bruscamente a la realidad. Sin pensarlo dos veces, dejó caer el libro al suelo y abrió la puerta del compartimiento que daba al pasillo.
A la pálida luz de la luna que ilumina el pasillo, entre las sombras de la noche, divisas una mujer en el suelo, debatiéndose en lo que parece una especie de ataque... Te aproximas para ayudarla cuando las sombras se espesan mostrando la surreal silueta de un hombre joven en la pared. Luego la maligna figura se abalanza contra ti.
Tira cordura.
Motivo: Cordura
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 48 (Exito) [48]
Dormís. Soñáis. Hay un murmullo que se desliza entre el traqueteo del tren. Un sonido sutil como el caer de la arena en un reloj. Es el susurro de una canción antigua. QUe recitan hombres de piel oscura y mirada vacia, mientras la sangre gotea de los latigazos que se azotan en las espaldas. Hay una mujer tumbada encima de un altar. Hay una daga de bronce. Sube y baja. Sube y baja. Su sangre mancha la ropa del sacerdote. Sangre negra como el alquitrán. Sangre como la que fluye del fez rojo... Un pequeño hilo de negrura en la noche que vaga por los intersticios entre compartimentos hasta llegar a vuestras camas. Sube y sube. Hasta llegar a vuestras bocas...
Tirad cordura.
¡Díos mío!- exclamas sin poder impedirlo. La sombra se lanza contra ti... Tiene zarpas afiladas y dientes agudos manchados de sangre. Te cubres como puedes el rostro rápidamente. Se clavan en tu antebrazo a través de la ropa hasta la carne.
Motivo: ataque de la sombra
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 10 (Exito) [10]
Motivo: defensa profesor
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 34 (Exito) [34]
Motivo: daño
Tirada: 1d4
Resultado: 3 [3]
Pierdes 1 punto de Cordura y 3 de daño.
Estáis en un combate (él tiene mayor destreza). He hecho una tirada enfrentada de cuerpo a cuerpo y ha ganado él. Puedes intentar huir o pelear.
¡Nooooooooo! Polat gritó en medio de la noche, creyendo estar en otro lugar muy diferente de aquel lujoso tren.
Motivo: cordura
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 96 (Fracaso) [96]
Fallo.
Motivo: Cordura
Tirada: 1d100
Dificultad: 55-
Resultado: 12 (Exito) [12]
El Doctor Saroch entró en esa extraña pesadilla. De alguna forma su pasada pérdida y las pesadillas causadas por la misma le habían preparado para distinguir sueño de realidad, y en este caso le ayudaron a sobrellevar la pesadilla una vez se dio cuenta de que no era real.
Motivo: Cordura
Tirada: 1d100
Dificultad: 89-
Resultado: 87 (Exito) [87]
Uff por los pelos.
Amelia aprieta las sábanas entre sus puños cerrados, moviendo la cabeza como si algo terrible estuviera pasando detrás de sus párpados. Su respiración se vuelve entrecortada, y termina incorporándose en la cama sin saber lo que ha soñado pero sabiendo que no ha sido bueno...
Motivo: Cordura
Tirada: 1d100
Dificultad: 85-
Resultado: 12 (Exito) [12]
Motivo: perdida cordura
Tirada: 1d4
Resultado: 2 [2]
Los que falláis la tirada perdéis 2 puntos de la abyecta experiencia y despertáis con un grito cubiertos de sudor.
Los demás despertáis también.
Tirad todos Escuchar.