Partida Rol por web

El secreto de Laviana

4. Culpables.

Cargando editor
22/09/2013, 15:25
Mu´tamid Badawa
Sólo para el director

Notas de juego

Oki, fracaso pues hehehe.

Cargando editor
22/09/2013, 20:21
Vasco Peres

Las palabras de mis compañeros consiguieron calmarme. Envainé la espada de mala gana y fui a atar el caballo a un árbol para terminar de apaciguar los ánimos. Volví y me acerqué a donde estaban los demás.

-Es aqueste hombre el que está infectado -dije, señalando a Sixto-. Non nosotros.

Entonces dejé ver mi cuello, no sin gran fastidio.

-¿Estás ya contenta? Abrid de una vez -dije, sin poder evitar un tono de desdén.

Cargando editor
22/09/2013, 22:56
Director

-Apartaos, echaos paratrás vamos a salir, mas el rubio (Vasco) que se quede atrás del todo, no vaya a ser que le de la locura. Descubrios los cuellos y enseñadmelos. - Dice Llócaba a través de la mirilla. 

Cargando editor
23/09/2013, 12:19
Vasco Peres

Mostré el cuello desde mi posición. Después ajustaría cuentas con aquella vieja, en caso de que nos quisiera engañar.

Cargando editor
23/09/2013, 13:02
Mu´tamid Badawa

Mu´tamid suspira. Pese al arranque de mal humor de uno de los nobles, la vieja había aceptado ver a su compañero. Quizá después de todo no morirían tan pronto.

Se hizo a un lado y mostró su cuello, como ya lo había hecho antes y esperó a que la vieja saliese y diese órdenes. Es todo lo que podía hacer.

Cargando editor
23/09/2013, 14:45
Sixto de Lagran

Avanzo con el cuello destapado hasta cerca de la puerta.

Cargando editor
24/09/2013, 20:41
Director
Sólo para el director

Salgo de la casa con Xervás que me acompaña con un hacha de mano detrás mia -no abrais las puertas a menos que os lo diga- les digo a los que están dentro de la casa. Un trueno ensordecerdor retumba bastante cerca y la lluvia fina comienza a caer.

-Ya veo las marcas de ese...a los demás supongo que no tardarán en saliros. -digo señalando a Sixto y sacando un colgante de forma extraña del pecho y apretándolo con la mano, acto seguido coge un crucifijo y se lo enseña a lo que Sixto responde con un bufido, como si fuese un gato.

-Es sin duda un malino lo que tiene este hombre y poco puedo hacer contra esto, salvo rezar a la Santina para que os ilumine. Pero el que avisa no es traidor y yo lucho por el bien, lo menos que puedo hacer es contaros la maldición que pesa en esta tierra, y con la que vosotros habeis tropezado de lleno.

Alvarez de Asturias, conocido como el conde de Tiraña, fué alguien que hizo mucho daño a Laviana. Era una persona cruel, despiadada, y malvada, que todo lo que hizo en su vida fué hacer daño y sembrar malícia hayá donde fuere. Se sabe que reclamaba el derecho de pernada a numerosas doncellas, y si se resistían ¡ay! de sus familiares, desaparecían miembros de las famílias misteriosamente, y aparecían en el fondo de algún barranco, o comidos por las alimañas en algún campo. Incluso se dice que mató a un cura en el propio altar de la iglesia,  porque negose a repetir una misa, a la que no pudo asistir por haber estado de cacería.

Un ser humano repunante y despreciable aquel conde. Harto de hacer maldades durante toda su vida quedó, le llegaron a oidos del rey las atrocidades deste hombre de tal forma que declaró que habría de derruir la antigua iglesia profanada y construir una nueva, para tapar los horrores que había hecho en la vida. Pero a Dios o al demonio no les convenció el trato.

Así al morir el conde una bandada de cuervos irrumpieron en el sepelio y cayó sobre el cadaver descuartizándolo con sus picos y garras. La bandada de cuervos llevó los restos sanguinolentos al Pozo de Funeres, donde se han oido desde entonces alaridos infernales, y en cuyo fondo, según la tradición, moran espíritus malignos, que no pudiera ser de otro modo teniendo en cuenta que es entrada al infierno.

Pero el mal no se fué del todo, se quedó aquí en estas tierras madurándose y concentrándose. Han llegado a mis oidos de gente infectada. No es esto-dice señalando a Sixto- una infección, se trata de la maldad del conde infecta que se propagará por todas estas tierras sin que pueda pararse. Todo aquel con el que haya hablado o estado junto a él -dice señalando a Sixto- estará maldito, pués sí, se trata de una maldición y por lo tanto lo único que puedo hacer es rezar a la santina diosa de las montañas para que pueda hacer algo por nosotros, pués rezar a otros santos y menos en la presencia deste hombre es harto mortal. Por lo que yo no lo haré, pués no querría despertar a la bestia que está dentro deste hombre, que no es más que su propio espíritu envenenado con el malino que habita en el.

El gusano que decís es la forma corpórea que adopta, segúramente estuvo durante mucho tiempo anidando en algún otro cuerpo, y al morir saltó al que más cerca tenía. Pero esta maldición se pasa de un lado a otro por el ánima, no por ningún gusano.

La lluvia comienza a arreciar bastante. -Rezaré por vosotros, pero no puedo dejar que entreis en casa, no puedo permitir que se propague en mi casa esta maldición. Pero os ofrezco en compensación cena y desayuno, por una pequeña ofrenda monetaria por vuestra parte, ayudamos al viajero, pero vosotros nobles pareceis gente pudiente, además de fanfarrona. Portaos bien y  no hagais que me arrepienta de esto.-Les digo con gesto serio.

Si quereis os dejo los establos, y por lo que más querais no invoqueis a los santos y no perdais los nervios, pues el malino aprovecha para tomar la mente del maldito y le hace hacer los horrores más espantosos. Debeis entenderlo y asumir mi decisión.-Digo mirando a Vasco fijamente y con algo de desprecio.

No temais pués la Santina suele iluminar el camino a seguir, pero debeis tener paciencia y hacer caso a las señales.

Cargando editor
24/09/2013, 21:03
Vasco Peres

-¿Qué tontería es esa de la "santina" y la diosa de la montaña? -dije, con desprecio-. ¡Solo hay un Dios, y de él procede todo! Y si esta maldición viene del infierno, solo Dios puede acabar con ella. Bah, aquesto ha sido una pérdida de tiempo. Yo solo me las puedo arreglar para averiguar cómo acabar con la maldición.

Dicho esto, me alejé en dirección a mi caballo para emprender la marcha.

Cargando editor
24/09/2013, 21:11
Director

Como si alguien abriera un grifo la lluvia comienza a caer a raudales. -Entre dentro Llócaba, yo les guiaré a los establos al que quiera venir- Dice Xervás. A lo que Llócaba obedece, entra en la casa y vuelve a cerrar a cal y canto. Desde la mirilla le dice a Xervás- ¡Patán protégete con el amuleto, no lo sueltes. Y que no se acerquen a tí!.

-Ya habeis oido, seguidme, pero por favor no os acerqueis, sois gente noble y respeto vuestra palabra- Os dice Xervás.

Cargando editor
24/09/2013, 21:20
Vasco Peres

-¡Joder! -proferí, cuando empezó a llover.

Tuve que volver, esta vez con el caballo, y aceptar cobijarme en el establo. Si mi padre me viera...

Entonces oí algo sobre un amuleto que protegía de la maldición. Esperé a estar solo con mis compañeros para actuar.

Notas de juego

¿Cuántas horas han pasado desde que dejamos el pueblo?

Cargando editor
24/09/2013, 22:10
Mu´tamid Badawa

A estas alturas Mu´tamid no sabía a quien tenerle más miedo. Si al endemoniado, al noble agridulce o a la vieja misteriosa tras haber escuchado aquello de "diosa de la montaña". Entre su pueblo también se hablaba de un "viejo de la montaña" pero no se acordaba del todo bien ya de aquellas historias de la infancia.

Por suerte Don Diego, y aquel jove, Xervás, ponían algo de tranquilidad a la situación. Don Diego era poco arrogante y muy amable para ser noble, raro de ver aquello, y el joven era como el mismo, quería vivir y librar de malas situaciones, era todo lo que le preocupaba.

Cuando empezó a llover acompañó a Don Vasco maldiciendo, pero al oír la invitación al establo se calmó.

Al menos tendré techo para dormir, y con suerte, la lluvia borrará nuestras huellas del camino.

Cargando editor
24/09/2013, 22:30
Director

Notas de juego

Son las 8 de la tarde, queda una hora para que se haga de noche.

Cargando editor
24/09/2013, 23:48
Vasco Peres

Aquel tipo, Xervás, llevaba consigo un suculento caramelo. No podía arriesgarme a comprobar en ese momento si tenía poderes mágicos, ya que, como había leído en los grimorios de mi madre, se advertía que si se usaba el poder de detección de la magia y había demasiada cerca, podría ser peligroso. Por eso, intenté templarme, esperé a que Xervás estuviera allí con nosotros, y entonces le hablé.

-Te llamas Xervás, ¿verdad? ¿Por qué non me enseñas ese amuleto que llevas? Solo lo quiero ver; estudio alquimia, me interesan los talismanes, et quiero saber si puedo fazer uno igual para proteger a mis compañeros. Te doy mi palabra de que non te lo voy a quitar.

Notas de juego

Lo digo por el efecto de Ungüento de Bruja; creo que me salió que duraba 2 horas, y lo activé cuando estábamos en la iglesia del pueblo.

Cargando editor
25/09/2013, 00:28
Sixto de Lagran

Sixto ajeno a todo, medio atontado o atontado y medio, solo queria acabar raudo y volver a ser él.

Cargando editor
25/09/2013, 08:56
Xervás

-Míralo, más no te acerques a mi- Le digo al rubio (Vasco) mientras le enseño el amuleto de Llócaba y pongo mi hacha en alto, y me separo un poco más del grupo.

-Yo los dejo aquí, si quieren algo más, den unas cuantas voces y acudiré, más no entren a la casa. Descansen esta noche, pués al menos lo harán secos y con la barriga llena, que no está mal para un viajero perdido- Les digo esperando por si alguién quiere decirme algo más.
 

Notas de juego

@Vasco, han pasado más de 2 horas desde que lo activaste.

Cargando editor
25/09/2013, 09:00
Director

Al sacar el amuleto que es una especie de medalla colgada de un hilo, sentís una especie de nausea, un malestar, aunque no es molesto es incómodo para vosotros. Sixto en cambio, se siente peor y vuelve a torcer la boca en un gesto involuntario de rabia, aunque controlando el momento.
 

Cargando editor
27/09/2013, 20:02
Director

Xervas sale afuera con toda el agua de lluvia que le cae encima, ois como abre la puerta de la casa a lo lejos y se cierra.

Cargando editor
27/09/2013, 21:12
Vasco Peres

-Al final la vieja tenía razón -dije con amargura-. Planeaba quitalle el amuleto a ese Xervás, mas notado he algo desagradable cuando lo ha mostrado. Me temo que también estamos infectados et non hay más remedio que escuchar a la vieja. Espero que mañana nos dé algún remedio, por más que desapruebe sus rezos paganos, pues si non, estaremos perdidos.

Había planeado apoderarme del amuleto y beber la leche de sapiencia que llevaba conmigo para saber cómo podía sacarle partido, pero de nada me iba a servir tenerlo en la mano si me causaba tal desagrado.

El caballero dijo que haría la primera guardia.

-Pues yo la segunda -le dije, y me acomodé como pude en el sucio suelo del establo, maldiciendo a la vieja Llócaba por no tratarnos con la deferencia que merecíamos como nobles.

Cargando editor
29/09/2013, 21:27
Mu´tamid Badawa

Yo si lo nesisitan haré la última-dijo Mu.tamid.

Primero matan a un cura, luego insultan a una vieja curandera y planean robarle el medallón a un joven que los ha tratado bastante bien, incluso intercedió por ellos ante la vieja. Rachid estaba empezando a replantearse quienes eran los "buenos" y quienes los "malos" de esta particular andanza.

A mayores, el noble había demostrado abiertamente en varias ocasiones en estos últimos días que era practicante de brujería (que alah me proteja), cosa perseguida por la iglesia católica, pero luego tildaba a los que hacían lo mismo de "paganos"... "que me maten si entiendo algo"

Cargando editor
30/09/2013, 13:30
Sixto de Lagran

Sixto no estaba para guardias ni para otra cosa que no fuera ser curado.

Notas de juego

Entiendo que no hará otra cosa,de ahi mi silencio.