Partida Rol por web

Cuando volviste a despertar a la noche siguiente. En esta ocasión, a los pies de tu cama encuentras un hermoso vestido rojo, hecho de una seda muy fina. En tanto, tu ghoul se encuentra llenando una bañera de madera con humeante agua caliente, aunque al último vacía una cuba de lo que parece leche. Cuando se ha dado cuenta de que has despertado, tu ghoul te dice:

- El señor Wilfred ha dicho que hoy es un día especial y usted debe estar deslumbrante. Tambien tengo a aun criado esperando por si quiere alimentarse antes del baño.

Cuando me levante me fije en todo lo que se estaba cociendo en la habitación. Observando con asombro como Luís llenaba la bañera. Para cuando se me acerco comentandome que Wilfred había condimentado un poco más este día en especial, me levante. Fui dirigiendome hacía mi ghoul con lentos pasos, mirandolo a los ojos sin dejar de prestar atencion a que habría una comida para mi.

- Bien, bien, bien... estupendo... dile al chico que entre. Así antes de que se fuera me acerque aun más a mi ghoul y lo bese en la frente. Espero que te amoldes a las costumbres de esta casa... creo que estaremos un tiempo hospedados aquí... así que sera mejor que no seamos de molestia puesto este no es nuestro territorio.

Una vez dicho esto, vi como se alejaba mi ghoul y con un gesto hizo pasar al muchacho. Yo estaba de pie cerca de la bañera para pasar con la mano encima del agua, chipoteandola un poco mirando de reojo como entraba el individuo.

-Pasa pasa y sientate en la cama. Diciendole con un gesto con la otra mano y observando el agua me quede pensativa en como iria el día... sin embargo deje de pasar la mano por el agua puesto podría divertirme y pensar justo cuando se fuera el chico. Así me dirigi hacía él a grandes pasos. Para tirarme encima de este cambiando mi rostro, arrugandose mis mejillas, saliendo los colmillos y introducirlos en el suculento cuello. Cuando termine de degustarlo, me relami los labios y pase mi lengua encima de las heridas. Recordando como me había enseñado mi mentor en cuando me lecciono con la caza. Puedes irte, muchacho... Dije mientras me volvia a poner en pie dejandolo estirado encima de la cama con un rostro algo cambiado justo cuando me dirigia hacía el baño. Dejame a solas puesto quisiera algo de intimidad.

Por eso espere a que se fuera y una vez las puertas estubieron cerradas me fije en el vestido de color rojo pasión... Por lo que me quite el camisón con el que había dormido dejando mi cuerpo desnudo, pasando mis cabellos por delante de los hombros, dirigiendome hacía el baño. Allí entre lentamente dentro de la bañera, cubriendo mi cuerpo con el agua y la leche que con tanto empeño mi ghoul había preparado para mi. Dejando caer mi cabeza en el interior así notandome mojada sabiendo que igualmente no debia limpiarme del sudor sino del hambiente y de los efectos del exteriror. Allí tumbada recorde lo que habíamos hablado sobre los nosferatus. Preguntandeme a mi misma si su fealdad haria que mis opiniones se vieran afectadas... ya veriamos en la reunion que haria...

Así sali de la bañera cogiendo unas toallas aterciopeladas. Secandome el cabello con una de ellas y con otra perfilando mis curbas quitandome todo el agua. Secandome también la cruz de oro blanco que yacia entre mis senos y justo con la cadena recordar mis origenes italianos... Para descalza dirigirime a la cama y cojer de los pies de esta el precioso vestido.  Encajandolo con un corsé así resaltando mis voluminosos pechos y buscar unos zapatos que fueran a juego de alguno de los baules que se trasportaron desde mi Villa.

Una vez cambiada me dirigi a la puerta, dejando la bañera como estaba y la cama igual... pensando que los empleados ya se ocuparian de eso. Para salir a buscar a mi mentor. No sabiendo cuando tardaria puesto la casa era lo suficientemente grande como para perderse en ella.

La verdad es que no es mucho lo que tienes que buscar a Wilfred, puesw el se encuentra esperándote en la sala de su casa. Se encuentra con una copa en la mina y parece algo abstraido mientras mira el fuego de la chimenea. Entonces, cuando se percata de tu presencia dirige su mirada a ti y su expresión es del todo alagadora. Entonces sale a tu encuentra, toma tu mano y la besa, diciendo:

- Sabía que ese vestido resaltaría tus ojos y los bucles dorados de tu cabello. La verdad es que al verte asi me siento incapaz de de discutir contigo acerca de los cataros, aunque sea una discusión fingida. No creo que nadie en el salón de palacio quede indiferente a tu belleza.

En cuanto encontre a Wilfred me alivio la idea de no tener que buscarlo por todo la gran lujosa casa. Esperando a que acabase de hablar, lo mire con real interés.

- De modo que tendremos que discutir como si no nos conocieramos lo suficiente como para saber que con la mayoria de temas pensamos igual. Dije sonriendole acercandome a uno de los sillones del salón. Observandolo pasando la mano por el terciopelo de la silla esperando quizás una contestacion. Sin embargo dije Espero que la belleza no interceda en los intereses reales de la reunion, mi querido Wilfred. Solte una leve carcajada y me sente lentamente. Pero el tema de los cartaros... yo intentare ser una fachada de fieldad a la iglesia y a un dios que me arrebato al hombre que amaba... por eso, quizás sea un poco seca a la hora de tratar este tema. Es punzante... con un tono absorvente continue diciendole; realmente pasional pensar que Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas. Lo mire con intensidad a sus marronosos ojos para añadir en un tono suave y familiar, pasando la yema de mis dedos por encima de la cruz que llevaba colgando del collar. ¿Vamos a esperarnos un rato antes de dirigirnos hacia el castillo del príncipe Berenguer... o voy a llamar a Luís para que prepare el carruaje? Realmente estoy algo nerviosa y excitada si le debo sinceridad. No obstante... sabe muy bien que intento que mis emociones no confundan mis intenciones. Le sonrei para esperar haber que haciamos o si queria hacer algun último reparo en algo que debiese comentarme.

Wilfred te dice que ya no tiene nada que decirte, que confía plenamente en ti para que realices esta misión y que no solo tu belleza es lo que ha influido para elegirte, sino por el hecho de ser astuta. Después te dice que es mejor que partan por separado a la reunión, pues sería raro que llegaran juntos y que luego estuvieran en bandos contrario. Así, Luis prepara tu carruaje y te llava al palacio del principe.

Cuando llegas, te das cuenta de que no eres la unica, pues en ese momento coincides con un sujeto que lleva los atavíos de obispo y que va acompañado de un séquito de unas diez personas. Ese supuesto obispo te lanza una mirada demasiado lasciva para ser un hombre de Dios.

Por otro lado, se acerca a ti un hombre con la apariencia de un anciano y te saluda con una sonrisa. Entonces lo reconoces como uno de los acompañantes que estaban con el principe la noche anterior, antes de que Berenguer se retirara con ustedes para hablar en privado. El hombre te dice:

- Buenas noches, señorita Schibaldi. Soy es senescal del príncipe y me ha encargado que os reciba y ayude en todo lo que sea posible. Mi nombre es Louis de Marseille.

Supuse que tenia razón Wilfred con el tema de irnos por separado. Seguramente no estaria nada bien visto por lo que accedi gratamente a su opinion. Por otro lado estaba nerviosa por lo que pudiese pasar en la reunión.

Una vez estabamos apunto de llegar, le comente a Luís que estubiese más alerta que de costumbre. No sabia como transcurriria la noche y de algun modo tener el carruaje a punto para irse junto a él.

Por otro lado al ver al supuesto obispo lo mire tenuemente para disipar su mirada. En cuando baje del carro volvi a darle un toque de atención a mi ghoul para de esta vez dejarme ver por el nuevo individuo que se me acercaba.

- Buenas noches Lord Louis de Marseille, En esto hice un gesto de reverencia para pasar a alargarle la mano es un honor volver a estar por este lugar... se hace apacible. Así hice unos pasos para acercarme más a él. Espero a que me pueda acercar al encuentro con su señor y los nuevos señores y señoras que esten en la reunión. Dejo a mi ghoul al cargo del carruaje pero si hubiese algun problema comuniquenselo a él puesto estara al mando de que pueda llegar al sitio donde me hospedo. En eso, me cogi de la parte delantera del vestido rojo notando lo sedoso que era para levantarlo un poco y que no rozara con el suelo sucio y dejara las tipicas marcas de un placido paseo. Bueno, así me espero a ser recibida lord.

Mire de un lado para otro por si veia a mi mentor... aunque en el fondo pensaba que seguramente estaba dentro del palacete. Volvi la mirada hacia el carruaje viendo como Luis se alejaba y me senti sola al lado de un desconocido... añorando al igual la tranquilidad que daba estar en la Villa en la que tantos años me habia ocupado al igual que pensando como hiva el funcionamiento de mi Taberna sin ir día si, día también.

El Senescal te invita a que lo sigas y mientras pasan por los corredores en que puedes ver finos tapices en las paredes, te dice:

- Espero que se encuentre a gusto en nuestra ciudad. Su mentor es una persona muy importante aquí y todfos estamos seguros de que usted cumplirá con lo que se le ha encomendado de la mejor manera posible. Nuestro clan tiene muchos enemigos y, si no recurrimos a todos las ecciones posibles, pronto esta ciudad ya no será nuestra.

la verdad es que en vez de tranquilizarte, parecía que la intención del senescal era ponerte más nerviosa. Entonces llegas a un enorme salon lleno de gruesas columnas. Ahí ya se encuentra el obispo con su séquito y alguno otros vampiros que como tú han llegado a la reunión.

Lo segui, escuchandolo con atención. Pense para mis adentros que lo que me estaba comentando era de mucha razon y preocupacion a la vez.

- No se preocupe, las medidas estan tomadas... ahora solo queda esperar que todo lo que ocurra en la reunión sea de buen beneficio. Le sonrei para antes de entrar decir en voz pausada. Señor, Berenguer es un hombre muy apuesto e inteligente... veremos si sus intenciones enversus yo tengan cabida en el clan.

Una vez dentro me quede mirando a los asistentes. Me presente como la dama Silvina schibaldi y deje transcurrir el tiempo necesario para ver que se coceria de nuevo con mi presencia.

La verdad es que nonguno de los presentes te presta demasiada atensión, pues para ellos solo eres una cainita más. No obstante, esto te permite observar a los presentes sin que esto llame la atención. Ves como llegan los nosferatu, las criaturas más horribles que has visto en tu vida, y también los brujah, que parecían tipos muy serios y que no estaban cómodos de encontrarse en ese lugar.

Pero en tu observación y en busca de alguna cara familiar, ves en un rincón al señor Aziz acompañado por un nosferatu, quienes, como tú, parecen estar analizando a toda la concurrencia.

Viendo que mi presencia no era de lo mas bien recibida, pase a observar a los presentes. Pense de mientras que pasase lo que pasase seguramente tendria buen recaudo para la noche. Así cojiendome la parte delantera del vestido me fui hacia donde estaba Aziz, con pasos lentos observando igualmente a mi alrededor. Pensando que como estaba este, almenos lo conocia de la noche anterior.No estaria de más ser perceberante con los conocidos.

Una vez cerca, me solte la parte delantera del vestido para que cubriese mis pies y haciendo un gesto de saludo me dirigi más cerca de ellos.

-Buenas noches caballeros. ¿Como se les presenta la noche? Al final el tiempo pasa y ya estamos reunidos... ¿Verdad señor Aziz? Los asuntos importantes se transmiten en que tenemos que estar presentes. Les sonrei para dar paso a observar al singular ser que acompañaba al susodicho.

¡Lady Schibaldi, cómo me alegra que se acerque a saludarnos a mi amigo y a mí! Creo que no se conocen, los presentaré. Elías del clan Nosferatu, Silvina Schibaldi del clan Ventrue. -al saludar, se levanta y besa la mano de la chica y picarónamente espera la reacción al posible contacto de tan hermosa y frágil criatura con el descompuesto Elías-. Nos agradaría sobremanera que se sentara a nuestro lado para acompañarnos pero algo me dice que hoy no contaremos con la ayuda de la diosa fortuna para permitirlo, pues me temo que debéis acomodaros con los de vuestro clan, ¿no es así?. Tal vez al acabar la reunión podamos charlar un rato y compartir opiniones sobre lo que ocurra, nada me satisfaría más.

Por su lado Elías mira extrañado a la mujer, como si desconfiara de que alguien de tan alta alcurnia se acercara a haclar con ellos. Por eso, simplemente hace un areverencia de cabesa y dice:

- Buenas noches, señora.

Sin embargo no puede evitar hacer chazcar la lengua luego de decirlo.

Ante la atenta mirada de los dos presentes y después de saludar me quedo anonadada cuando Aziz dispone a besarme la mano.

- No se crean que no estoy encantada de verlos aqui presentes. Les sonrio a los dos. Además así he podido conocer al señor Elías... Así haciendo un gesto de saludo al nuevo conocido sigo comentando; pero no se preocupen no se aún donde sentarme y realmente ando algo perdida en lo referente a esta reunión. Miro a mi alrededor dejando de mantener la mirada al Lord Elías. Esto parece llenarse por momentos y creo que me quedare aquí por aqui cerca a no ser que me digan lo contrario, puesto no me gusta mucho ser el centro de atención. Miro mi atuendo, mi vestido rojo aterciopelado y con una leve carcajada respondo. Aun que hoy parece que mi eleccion de vestuario denote que vengo más a una fiesta que quizás a una reunion, no creen...

Después de denotar un poco de humor puesto no me importaba reirme un rato ya que queria romper algo el hielo. Me dispuse a mirar a mi arededor por si veia a alguien más conocido. Para pasar a mirar al señor Aziz y con un tono meloso decir.

- Si después de la reunión pudiesemos hablar, no estaria nada mal. Las opiniones son como los colores... hay demasiadas en la villa del Señor.

Así y tocandome el amuleto en forma de cruz, que yacia colgando de mi cuello, espere alguna respuesta y segui observando si encontraba quizás mi sitio en esa circunstancia para poder sentarme y apaciguar los nervios.

¡Muy bien! Sentaos pues a nuestro lado, hermosura -Aziz, hace hueco y le indica un lugar entre Elías y él mismo, el setita se pregunta cómo verán los demás el enorme contraste de apariencia entre el Nosferatu y la Ventrue-. No encuentro en mi mente ninguna objeción que realizar a su vestuario, bella dama. A una reunión de la Primogenitura es lícito llevar algunas de las mejores galas que se posean, la imagen es fundamental y doy fe de que la suya es espectacular. Veamos que tienen que decir los que manejan los hilos del destino en nuestra ciudad. Por supuesto que no tendré ningún inconveniente en charlar con vos al finalizar el encuentro.

En cuanto vi el hueco en el que se me señalizo me incline y me sente lentamente. 

Esta bien, voy a sentarme junto a ustedes si no manejan ningun incombeniente... Mire a Aziz de reojo. Muy sutil y agradezco los calificativos con los que he sido adjudicada. Le sonrei para después observar al señor Elias. En cambio usted... casi no ha dicho nada del encuentro. Parece que se reserva para decir en su justo momento de la reunion lo que crea combeniente. No esta nada mal. Di dos palmadas con la mano y dije en un tono sencillo pero seguro. Veamos que nos deparan los primogenitos. No creo que haya problema porque este sentada aqui junto a ustedes. Lo que digan o lo que piensen los demás no me suele importar más que conocer a nueva gente. Por lo que estar junto a ustedes y conocerlos mejor es lo que creo que me interesa.

Así junte las manos y repuse mi falda al haberme sentado sin casi ni mirar. Para quedarme observando a los demás como se hivan juntando.

Elias, por rara y chistosa que fuera su situación, parecía algo cohibido sentado sentado al lado de Silvina. Miraba alresto de los nosferatu que se encontraban sentados todos juntos y que lomiraban con un gesto desaprovatorio, como si estuviera en un lugar al que no pertenecía.

No obstante, lo que atrae en ese momento la atención de todos los presentes fue cuando a la sala entro un hombre vestido de moro, el mismo que Aziz había visto antes. No se había visto un vampiro moro moverse habiertamente por la ciuda de Barcelona hace mucho tiempo. Los presentes más contrarios al islam, en especial los lasombra, se ponen de pie airados por la presencia del infiel, pera hay otros que ni siquiera le prestan atenciòn.

Por su lado, el moro ni se inmuta por la reacciones, simplemente se dirige al lado más sombría de la sala y se queda ahí mirando a todos con el gesto de un águila al asecho.

Cuando la disputa respecto a la presencia del moro se puso más álgida, hace su entrada en la sala el principe quien hace callara los presentes y dice:

- Por favor, mis señores. Ni siquiera hemos empezado a discutir el tema que nos convoca y ustedes ya quieren quitarse los ojos. Les pido que tomen asiento y dejen de vociferar. En cuanto a nuestro invitado, es mi voluntad que él se esté aquí, y mientras esta sea mi casa nadie tiene derecho a poner objeciones a mi voluntad.

Entonces el Principe Berenguer fue al sitial principal y tomo asiento. Cuando vio que el silencio se imponía en la sala, les dijo:

- Nos convoca en este lugar la existencia de refugiados cataros en nuestros territorios. Hemos de decidir que hacer con estos herejes, por lo cual todos los presentes tienen derecho a expresar su opinión con libertad.

El primero en abrir el debate fue Wilfred de Newcastle, viejo conocido para algunos y un total desconocido para otros. Quien se pone de pie y anuncia:

- Soy Wilfredo de Novocastrum, o Wilfred de Newcastle para los que estén familiarizados con la lengua angliana. No voy a hablar por todo el clan Ventrue, sino solo por mi apresiación personal y esta es que los así llamados cátaros no representan en nada un peligro para este reino. Son gente pacífica y si su religión es diferente simplemente se perecen el mismo trato de tolerancia que se le da judios e cristianos en las tierras moras, de quienes podríamos aprender buenas prácticas.