Partida Rol por web

Fe!!! debes tener fe y bendecida quedará... - observa al cura y luego que algo les detiene.. - que ocurre? por que no siguen! - ni ataca ni huye - me quedare aqui mismo parado - venga venid!!! atacad!!! que nadie se mueva compañeros ocupad vuestros puestos pero no deis un paso esto es por alguna maldición seguro!!! no pienso huir ni atacare! - mira a sus compañeros y luego, vuelve la vista al jinete sin cabeza - venid! es que teneis miedo?? - grita al jinete fantasma - como podremos ayudar!! como romper la maldicion!!. - la idea le da vueltas a Don Julián en su cabeza.

Serapio se inclina con cuerpo hacia abajo y llena el cáliz de agua. El jinete no responde a las provocaciones , tampoco las dos criaturas . Se quedan inmoviles como si fuesen estatuas. Comenzais a impacientaros.

Como podremos ayudar!! como romper la maldicion!!. - la idea le da vueltas a Don Julián en su cabeza.

Que no os vamos a dar el caliz! - mira a Serapio que bendice el caliz - ni tampoco atacare nos iremos pero sin huir como si no existierais... que no os tengo miedo!!! - vocifera inquieto - en cuanto este el caliz bendecido ya no podreis llevaroslo...

-Don Julian, ya le he dicho que estoy en posicion, pero me extraña que ellos no se acerquen mas para enfrentarnos-
"deberemos dar el primer golpe o esperar que Serapio bendiga al caliz?"

realmente yo estaba muy inquieto.
-Si hay algo que detiene al caballero sin cabeza, entoses no representa peligro para nosotros por el momento, creo que deberiamos seguir y dejarlos atras en su "niebla"-

Guillem toma una decisión. Hace un gesto a Bizen para que esté preparado.
Avanza lentamente montado en su caballo, con la maza preparada, pero no alzada. Se coloca justo delente del jinete sin cabeza, sin llegar a adentrarse en el lado de la niebla, cara a cara, como un espejo.
Soy Guillem Rasquín de Sorio, soldado de profesión, al servicio de Don Julián Jesus de Ainzón, ¿Quien sois vos?
Guillem aprieta fuerte el mango de su maza, pero no quiere hacer un gesto ofensivo.
¿Por que deseáis el cáliz?
Hace retroceder su corcel para evitar el contacto con la niebla, y espera, mirando fijamente el lugar donde debiera tener su cabeza ese jinete.

Guillem se planta a escasos metros del jinete , sin salir del puente. EL jinete sigue sin inmutarse, las dos criaturas del averno babean y unas gruesas gotas de su saliva caen al suelo creando un pequeño charquito. Los gules empiezan a impacientarse, se les nota nerviosos , abren la boca, gruñen, os enseñan una fila de dientes afilados como cuchillas pero siguen sin actuar.

Guillem hace una mueca de disgusto. Da media vuelta y habla a su señor. Don Julián, tal vez deberíamos cruzar el puente, debemos encontrar al bebé y a la mora, a la vuelta podemos ajustar cuentas con estos seres.

¿Como atacar a algo que no supone una amenaza? De momento.

El soldado pone su caballo junto al de su señor.

Fe... fé... - se baja de su caballo, clava una rodilla en tierra y empieza a rezar... - voy a rezar por las almas de ambos dice mirando sus babas... nadie merece castigo solo compasion y perdon... - se queda meditando unos instantes con la mano sujetando su frente al suelo, solo se oye el silencio, entonces, de pronto se levanta como movido por un resorte y dice - claro! - sujeta las riendas de su caballo y mira al cura y le dice - ven... Serapio deja el caliz ahi en el suelo sobre la roca en nuestra orilla del rio, crucemos sin el... dejemoslo ahi... - entonces, mira el rio y el puente - Ellos no pueden cruzar... y quieren el caliz... hay que averiguar por qué quieren el caliz... y no se lo vamos a dar porque algo debe tener para que lo quieran con tanta ansia... asi que cruzaremos pero no por el puente... sino por el rio... - se monta en su caballo y cruza el rio observando la niebla del puente y con la lanza preparada mirando a ver si ve los fantasmas - venimos a salvar a dos inocentes, un niño y una mujer... - grita, el sonido del agua suena bajo los cascos del caballo - que Dios nos asista... si hemos de morir que sea por la vida de dos inocentes... baja a la orilla donde esta Serapio y observa su semblante asustado - vamos a ver recopilando la informacion... era cierto que hay un hombre sin cabeza... no temais padre parece ser que un sacerdote llamado Juan de Avila fue a ayudar al barón que perdio a su familia... su mujer y su hijo... quiza quiera volverles a la vida con los cuerpos de la mujer y el niño raptados... y quiza el caliz sea el medio... pero es voluntad de Dios que murieran aunque es triste... el dolor por la perdida ata a este caballero a este mundo debemos... dar paz a este espiritu pero no se como... parece ser que segun dijeron habian enfermado... pero entonces... por que el esta... con la cabeza cortada...?? debio ocurrir algo, quiza no enfermaron sino que atacaron a su familia por envidia mataron a su mujer y a su hijo porque era un baron un hombre con tierras y dinero, posesiones - elucubra... mira a Guillem volviendose hacia atras - Guillem dime que piensas tu que sabes tanto de leyendas... crees que estas ideas mias podrian ser ciertas? - se queda parado en mitad del rio si no es caudaloso... y mira el caliz - coged el caliz y guardadlo en no se... donde querais... quiza dejandolo ahi lo roben... mejor dejarlo en seguro, es de oro... lo devolveremos a la iglesia a la que pertenece...

Guillem mira a su señor, bajar de su caballo y ponerse a rezar, sin hacer mucho caso de sus palabras, y como da órdenes a Serapio. Cuando se dirije a él, queda un poco pensativo, y decide finalmente hablar:
Desde un primer momento pensé que aquel caballero podría estar detrás de esta historia, y, que, incluso aquel padre, pudiera estar ayudándole -se detiene un momento y se santigua-, pero no me imaginaba que fuera bajo estas formas, sinceramente, estoy un poco confuso, aunque creo que tiene sentido lo que decís, Don Julián.

En una situación normal, pensaría que a su señor se le habría nublado el juicio.
En una situación normal. Pensó el soldado.

Eh si... avancemos hacia ellos...

Bueno, por si acaso, me quedaré custudiando el cáliz, es menester que alguien se ocupe de él. Mi señor, nadie nos asegura que esas criaturas no ataquen si no llevamos el cáliz, así que si nos van a atacar, que al menos tengan motivo

De acuerdo ea pues adelaaaaaaaante!!! - dice sobrio y mira grave, a continuacion comienza a avanzar... sobre su caballo despacio al paso por el agua del rio mirando el puente y a los demas compañeros que le siguen.

-Don julian y compañeros mios; hemos pasadas grandes batallas juntos y la confianza que les tengo es enorme. saben que por uds yo iria al infierno, asi que si deseais atacar cuenten conmigo. yo ya estoy preparado-