Partida Rol por web

Vuestro grupo atraviesa el pasillo y salís por la puerta principal de Santuario. En el exterior os espera, como siempre, la vida salvaje. Es de noche y la luna llena brilla a lo alto del cielo. Quizá os cueste un poco distinguir los alrededores pero no debería ser un problema.

Variscita se pone a caminar sin esperar ni un instante hasta que se da cuenta de que no sabe adónde ir. Alabastro empieza a moverse en círculos, mirando los árboles, las hojas caídas, las flores y todo lo que llama su atención. ¿Habrá salido de Santuario alguna vez? Por lo sobreestimulada que parece, es bastante evidente que no.

Tenéis un camino que conduce hasta la plataforma de teletransporte. Aparte de esto no hay más rutas claras que podáis seguir. Santuario está rodeado de vegetación frondosa.

Variscita se frota el mentón con una mano y se pasa otras dos manos por el pelo.

- Quería que Turquesa nos acompañara- dice mirando al suelo.- Creo que a ella se le habría dado mejor esto.

Se encoge de hombros y empieza a dar vueltas por las cercanías.

- ¿Cómo buscamos a Esme?

Seguí un poco preocupada por Jade. Confiaría en Ámbar.

-Espero que no lo hagan nada a Jade. Si no... -y me callé.

En realidad no se me ocurría qué podría hacer. Lo único que me quedaba era confiar en que no le hiciesen nada más.

-No sé como podríamos buscarla. -me puse una mano en el mentón.- Tal vez Ónice tenga alguna idea de donde ha ido. O... ¿Obsidiana, no podrías hacer un rastreador o algo así? ¿O tú con tus poderes, Variscita)

Después de estar un rato pensativa, Variscita da una palmada y se gira a Esmeralda en la más pura expresión de eureka. Se acerca a la gema guerrera hasta estar a un palmo de ella y le sonríe.

- Tengo una idea- dice orgullosa.

Extiende sus cuatro brazos hacia ella: dos de ellos cogen las manos de Esmeralda. Con otra mano toca la gema en la frente de Esmeralda, trazando sus límites con el pulgar y el dedo índice. Con la mano que le queda libre, Variscita acaricia suavemente la mejilla de la guerrera.

La mira fijamente y, al darse cuenta de que no ha dado explicación alguna, tuerce una sonrisa. Quizá esta proximidad sea demasiado íntima e incómoda para algunas gemas.

- Tú eres Esmeralda. Buscamos a Esmeralda. Sois parecidas, más que cualquier otra gema que haya por aquí- expone sin soltar a la guerrera.- Si me dejas puedo buscar el rastro de energía que haya dejado Esme comparándolo con el tuyo... Así será más fácil.

Parpadea un par de veces y acaba cerrando los ojos de nuevo, mostrando una expresión serena.

Al principio me puse tensa. Muy tensa.

Si no le hacia una llave y la intentaba tumbar era porque confiaba en Variscita. Si hubiese sido otra gema me habría tomado ese gesto como una amenaza y habría contraatacado.

-Oh. -dije en cuanto me agarró.

Pero al explicarme lo que pretendía hacer, me relajé. No entendía lo que iba a hacer. Solo algo de una esencia con Esmeralda. Suponía que tendríamos una conexión al ser el mismo tipo de gema.

-Adelante. -dije cerrando los ojos.

Alabastro va mirando por los alrededores, encantanda con todas las novedades que hay en el exterior. Variscita sonríe.

- Vale.

Se acerca aun más a Esmeralda hasta que sus rostros están a unos pocos centímetros. Sus gemas empiezan a brillar y también la de Esmeralda, más levemente. La guerrera no siente más que un cosquilleo que recorre todo su cuerpo. Después de unos segundos, la fusión se separa de Esmeralda y asiente varias veces.

- Esme ha ido por allí- dice señalando el camino que acaba en la plataforma de teletransporte.- Aunque antes se ha sentado aquí- añade acercándose a un árbol.- Estaba triste.

Pasa una mano por la corteza del árbol con aire pensativo.

La fusión se gira de repente y mira a las demás con expresión de duda.

- Si ha ido a la plataforma de teletransporte, no podemos saber exactamente adónde ha ido- explica caminando hacia vosotras, deteniéndose delante de Obsidiana-. Pero tú podrías... ¿analizar la plataforma? Para saber si se ha activado. Cuál era el destino. Algo así- sugiere con una sonrisa algo ingenua.

La fusión señala con sus dos brazos derechos hacia el interior del bosque.

- ¡Vamos a buscar a Esme!

Os ponéis en camino. Variscita coge a Alabastro de su mano más pequeña para guiarla. Ahora mismo, la gema deforme está tan emocionada que podría echar a correr en cualquier dirección. Alabastro mira hacia todas partes con su afilada sonrisa y haciendo ruidos que suenan como una risa ahogada.

Esmeralda y Variscita conocen bien el camino, aunque es difícil perderse porque el sendero de tierra tiene un trazo claro, abriéndose camino entre árboles y matorrales. La oscuridad no os impide avanzar con seguridad puesto que no hay obstáculos.

Al poco rato llegáis ante la plataforma de teletransporte, que está cubierta por una estructura a medio hacer que se asemeja a una cúpula. Podría ser un pequeño templo. Esmeralda y Variscita (gracias a los recuerdos de Heliotropo) saben que allí encontraron a un ser humano. Quizá ellos tienen algo que ver con este pequeño monumento.

En cualquier caso, ahora estáis en frente de la plataforma.

- Sí, sin duda la ha usado. No percibo su energía más allá de este lugar- os confirma la fusión.

Variscita hace un gesto para que la ingeniera intente... algo. Ella tiene suficiente trabajo manteniendo a Alabastro cerca, para que no se pierda.

Fuimos tranquilamente hacia el teletransporte.

Me paré delante del mismo y miré los alrededores, a ver si veía rastro de aquellos humanos.

Luego miré a Obsidiana y con los brazos cruzados le dije:

-Vamos, chica, es para hoy. -y le señalé con la mirada la plataforma.

Observaba en silencio el teletransportador, frunciendo el ceño mientras me acercaba a este, recorriéndolo con la yema de los dedos.

-Los teletransportadores pueden llevarnos a cualquier parte, la pregunta es hasta donde ha llegado...-

Fruncía el ceño posando mis manos en la plataforma, intentando encontrar algún tipo de sistema de rastreo o historial de viajes

Obsidiana accede a un sistema sencillo en la base de la plataforma: se enciende una luz que proyecta una pequeña pantalla. Pocas gemas saben de su existencia pero, al ser una ingeniera, ella sabe cómo se registran los viajes por la red de teletransporte de la Tierra. En unos pocos segundos consigue las coordenadas del último viaje hecho desde esta plataforma.

También logra proyectar un pequeño mapa que os muestra la zona de dichas coordenadas. Hay pocos indicadores visuales para saber en qué parte de la Tierra está situada pero, después de observarlo durante un rato, Variscita dice algo.

- ¡Oh! Piedra Lunar conoce ese lugar- comenta con una sonrisa-. Cerca de ese teletransportador está su antigua base.

Os mira a cada una y asiente varias veces.

- Tendría que haber pensado en eso, ¿eh?- añade un poco avergonzada.

-Pues lo mejor que podemos hacer es teletransportarnos allí directamente. ¿Listas?-

Preguntaba guardando el panel en su sitio para quedar sobre la plataforma, esperándolas para iniciar el teletransporte.

Me subí a regañadientes a la plataforma de teletransporte.

Mi instinto me decía que algo peligroso nos aguardaría en nuestro destino. Pero mi preocupación era Obsidiana y Alabastro. La gema oscura parecía no tener experiencia en combate, y la gema blanca... No sabía como reaccionaría en el fragor de la batalla. ¿Se asustaría? ¿Se pondría a pelear con nosotras? Al menos Ónice, Variscita y yo eramos una fuerza a tener en cuenta.

-Pues en marcha. -dije dando una palmada.- Y Obsidiana... Si hay indicios de batalla, si nos encontramos con enemigos, quiero que cojas a Alabastro y os pongáis a cubierto. ¿Vale?

-Céntrate en el combate directo si lo hay y yo te intentaré dar apoyo desde la distancia... Si es que esto funciona con lo que haya al otro lado.-

Pronunciaba haciendo aparecer el rifle, mirando este antes de fruncir el ceño, estaba segura de que funcionaba con gemas, pero si al otro lado había algo que no fuera una gema y resultase peligroso, habría problemas.

-Variscita ¿Que más sabe Piedra Lunar? ¿Que hay en ese lugar? Instalaciones, gemas... Lo que sea que nos sirva para cuando lleguemos-

Variscita piensa en la respuesta mientras asimila la pregunta de Obsidiana. Mira hacia arriba en un intento de concentrarse mejor para recordar.

- Hmm... Allí no hay nada de lo que dices. Ni instalaciones, ni gemas. Es un lugar tranquilo- explica con toda certeza.

La fusión coge a Alabastro de la mano y la acompaña hasta la plataforma de teletransporte. La abraza por detrás con un aire fraternal, asegurándose así de que el viaje no sea apabullante para la gema blanca, que probablemente sufra alguna confusión por no haber usado nunca esta tecnología.

- Hay un bosque. El antiguo hogar era una cueva. Un lugar seguro- añade mientras las demás subís.

Las cuatro estáis preparadas para el viaje. Obsidiana activa la plataforma con las coordenadas en mente y la luz os rodea. En unos instantes desaparecéis y aparecéis de nuevo en otro lugar. Alabastro da un traspié pero Variscita la mantiene firme. La gema blanca mira a su alrededor llena de perplejidad y no echa a correr solo porque la fusión la tiene cogida de la mano.

Como ha dicho Variscita hace unos segundos, vuestro destino es una zona boscosa. La vegetación es parecida a la que rodea Santuario, lo que os hace pensar que debe de ser una zona de similares características o incluso cercana a vuestra nueva base de operaciones.

Os tomáis un tiempo prudencial antes de bajar de la plataforma, mirando en todas direcciones para aseguraros de que no haya nada ni nadie peligroso.

Variscita es la primera en dar el paso, aún dándole la mano a Alabastro.

- Por allí- indica señalando con sus dos manos derechas.

La dirección podría ser aleatoria porque no hay ningún camino. La vegetación es bastante frondosa, habiendo muchos arbustos e incluso algunas flores y malas hierbas. Los árboles son de tronco alto y estrecho. Aquí también es de noche; tendréis que tener los sentidos más despiertos.

Empezáis a caminar todas juntas, manteniéndoos cerca para no perderos de vista unas a otras. Variscita lidera la marcha, pues solamente ella conoce este lugar. A falta de un camino natural o algún indicador evidente, está claro que no habríais encontrado fácilmente esa cueva si no fuera por el recuerdo de Piedra Lunar. Probablemente eligieran esta zona porque cualquiera se perdería aquí a menos que conociera bien el lugar.

Al cabo de unos minutos andando a paso ligero llegáis a la entrada de una cueva situada en la ladera de lo que debe de ser un barranco. Es bastante ancha y profunda: no llegáis a ver su final desde aquí. Al ser de noche, es muy difícil ver en su interior.

- ¿Estará aquí Esme?- se pregunta la fusión, quieta en la entrada.

Necesitaréis luz para entrar, o bien una vista envidiable.

-Chicas, mi gema no... -no sabía como decir aquello. No quería que se riesen de mi, o que pensasen que soy más débil por no saber crear luz con mi gema.- ¿Es que no sabéis iluminar vuestra gema? ¿Usarla como un foco? A Citrino se le da bien.

Propuse eso mientras sacaba mi hacha. Debíamos estar preparadas por si alguien nos atacaba.

-Será mejor que vosotros iluminéis y yo me ocupo de la ofensiva. Sí, mejor así.