ya esta
Tirada: 1d10+2
Motivo: escape
Resultado: 9+2=11
medio atrevida mi accion no crees jajjaja
El fotografo, mas que anonadado ante los actos que estan ocurriendo a su alrededor, decide apartarse del lugar, dirigiendose al otro extremo de la sala antes de salir por la puerta de ese mismo lugar.
Mientras tanto la sala del comedor es un verdadero hervidero de nervios y actividad pese a que varios marineros intentan calmar a la gente.
En el exterior el ruido de la persecucion (ningun disparo aun) se desvanece poco a poco y os preguntais que habra sido del destino del alocado Dish.
Bajas a todo trapo las escaleras casi volando por encima de ellas mientras te precipitas cubierta tras cubierta mas y mas al fondo del barco. En un principio escuchas al alguacil y a los suyos perseguirte pero llega un momento en que les dejas de escuchar... parece que les sacas una buena ventaja...
Ahora que te fijas te das cuenta de que no te habias percatado de la presencia en la sala de dos "hermanos" de haitos negros que parecen mantenerse serenos en una esquina remota de la sala donde parecen orar sus salmos en paz y tranquilidad. Por lo demas no ves nada mas que te llame la atencion...
Con todo el alboroto te percatas de que, en una de las mesas mas alejadas, hay un hombre que te suena... ah si! Es el hombre que te abrio la puerta en el Saloon cuando pretendiste refugiarte en su habitacion.
Parece que te mira y por un momento sonrie con una mirada que te hace evitarla lo antes posible.
-¿Me disculpa un instante?- le dice a Marie mientras se levanta.
Julián se levanta de la silla y se dirige a los dos frailes que parecen rezar sentados en una esquina de la sala. Cuando llega hasta ellos, les saluda con una cortés inclinación de cabeza y les dice algo.
-Fiat volúntas tua, sicut in caelo et in terra.
Mmmm...te audire no possum. Musa sapientum fixa est in aure.*- dice serio, en un moderadamente correcto latín y se queda a la espera de una respuesta. Para alguien que no conozca esta lengua, podría parecer que simplemente les saluda.
Tiene cultura 3, imagino que no hay problema. Si no, lo corrijo. Quiero hacer una comprobación asumiendo que en esa época todos los frailes sabían hablar en latín.
*Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.
Mmmm...no puedo oirte, tengo un plátano metido en la oreja.
Sorprendida y al mismo tiempo airada ante la mirada del hombre de la mesa, Marie se vuelve hacia Julián. Lo que me faltaba... ¿Pero qué se habrá creído...?
Julián se disculpa y se levanta de la mesa. -Pe, pero a dónde... Sin poder terminar la frase, observa cómo su acompañante se reúne con un par de frailes que se encuentran sentados en la misma sala.
Sin más remedio que la resignación, la mujer permanece sentada, esperando, mientras termina su taza de café.
Observas estoica como Julian habla con los frailes que parecen tan sorprendidos como tu el acercamiento de este.
De repente un chasquido te hace girarte viendo a una figura que te mira y sonrie.
- Hola guapa... creo que la otra vez dejamos nuestra charla a medias, no crees?
Se apoya en la mesa mirandote fijamente.
Te mira sin decir palabra, un tanto nervioso ante tu atenta mirada.
Te mira fijamente, serio, oscuro; luego sus labios se abren como el Mar Muerto y su voz, grave y rota, te acomete los oidos como si la palabra del Señor se tratase.
- Es usted un hombre gracioso pero no tenemos limosnas para darle asi que, le ruego, nos deje ora en paz.
-Ehhh...No entiendo. - finge sorpresa y apuro ante la reacción del segundo fraile.- No sé latín pero me enseñaron esa frase para ocasiones como ésta. Seguramente habré dicho alguna palabra mal pero...
¡Qué diantres! Nunca me gustaron esto pájaros de mal agüero que visten con faldas y se creen moralmente superiores a los demás.
-Veni, vidi y erré. Disculpen sus ilustrísimas paternidades. Les confundí con otras personas. - dice mientras retrocede con una exagerada y burlona reverencia.
Tras un breve cruce de palabras con los frailes, Julián se despide mediante una exagerada y quizá algo burlona reverencia para después volver a su mesa con una sonrisa de oreja a oreja.
-Ya estoy de vuelta. Es que tengo una excomunión pendiente.- bromea.
-No sé de qué me habla, si me disculpa, estoy esperando a alguien.
Dicho esto, se gira y vuelve a concentrarse en su taza de café mientras ruega que Julián vuelva pronto.
Marie siente las miradas de ese tipo en su espalda, la espera se hace eterna.
¿Qué diablos se trae entre manos? -pregunta a Julián cuando este regresa. Sus gestos parecen relajarse al sentirse de nuevo en compañía-. Dudo mucho que tenga que ver con su dote sacerdotal... -dice en tono de burla.
-Cada vez detesto más este lugar -continúa diciendo tras una pausa, mientras mira a su alrededor. Al toparse con la mirada del tipo de detrás, se estremece ligeramente-. Julián, no pienso andar desprotegida por este barco, usted no puede estar en todo momento conmigo al igual que yo no podré estar en todo momento con usted, de modo que... lo mejor será hacer una pequeña parada por nuestros camarotes. Marie le dirige una mirada cómplice al tiempo que apura el poco café que quedaba en su taza.
-Por mi no habría inconveniente, disfruto de cada momento que paso en su compañía- exagera con galantería - pero necesito también la de Mr. Colt.- termina mientras se levanta y le ofrece el brazo a Marie.
-No me diga que esos dos frailes no tienen cara de sospechosos. Quizá la paranoia me esté nublando el entendimiento, pero necesitaba comprobar que eran frailes de verdad. Eso me va a costar un año adicional en el purgatorio. - charla animadamente mientras camina hacia la salida. Parece que la perspectiva de que Dish vaya a ser atrapado ha puesto a Julián de buen humor.
depues de no oir los gritos de los alguaciles no estoy corriendo tan apresurado e intento llegar al cuarto de caldas para esconderme en un lugar donde no haya muchos guardias