Partida Rol por web

Mira como el chico aquel se transforma en el pequeño Sora y se queda un poco perpleja... había visto magia antes pero ninguna de ese tipo... 

-Será mejor que aprovechemos la cueva y el fuego y nos resguardemos de la noche aquí... es demasiado peligroso el bosque como para salir habiendo oscurecido... y mas con Louisse herida.

Mujer, hazte tu cargo de ella. Esta muy débil pero su herida acabará sanando – Dijo mientras alzaba la vista hacia Aditu. Comprobaré que el resto de la caverna este vacío y enseguida me haré cargo del pequeño transformado. – Dijo mientras se incorporaba tras limpiar su mano ensangrentada, recogía el bastón del suelo y se adentraba hacia el fondo de la cueva sin esperar  aprobación alguna.

Ilumina mi camino…. – Recitó en tono sobrio y conciso -

El rostro de Louisse se contrae en una mueca de dolor a medida que la herida va cicatrizando gracias a los poderes que la diosa de Mortimer le concede al clérigo. Aunque si bien la nigromante está siendo arrancada de los brazos de la muerte que ella misma tanto adora, el resultado estético no es del todo satisfactorio. La herida cicatriza en torno a la herida de lanza de una curiosa forma y toma el aspecto de un tridente.

Terminada su labor la joven despierta con un sobresalto y un grito. Abre mucho los ojos mientras rememora el momento en el que el asta de su enemigo ha atravesado su carne. Se siente muy débil, al borde de la inconsciencia.

Mientras, Mortimer se adentra en la cueva para inspeccionarla. La caverna de la que han salido los goblins no tiene otro acceso que la entrada y no encuentra nada de valor o interés alrededor de la hoguera entorno a la que estaban sentados los hombrecillos. El lugar apesta y el aire está viciado. Empleando su luz mágica inspecciona los rincones más oscuros del lugar sin encontrar otra cosa que no sean huesos, desperdicios y excrementos. Cuando está a punto de abandonar la búsqueda se da cuenta de que un buen número de huellas de las criaturas vienen y van hasta una laja de piedra apoyada contra la pared de la caverna. Cuando la examina le da la impresión de que sería fácil moverla, incluso para una persona.

Spark por los alrededores de fuera de la cueva, empieza a investigar a ver si encuentra algo interesante.Le ha fastidiado el como le ha tratado aquel hombre de negro y no haber encontrado nada en los malditos Goblins, a este paso , va a ser el hazmereir del Gremio de los Ladrones.

Maldita sea, esos sapos con patas ni tan siquiera tenían una misera bolsa de Oro, que desperdicio de energías... - se decía para si mismo Spark bastante enojado -

Fuera ha oscurecido y Spark registra los alrededores a la luz de la luna. Examina los matorrales, levanta piedras y mira dentro de huecos de árbol sin encontrar nada más que algún vertedero de los goblins y otras cosas desagradables a su fino olfato. Cuando, muy enfurruñado, está a punto de volverse se fija en un montoncito de tierra que tiene pinta de haber sido removido hace poco.

¿que será eso? - examina el montoncito de tierra que ha sido hace poco removido, intenta mirar rastros de lo que sea haya hecho eso -

Spark mira con detenimiento los alrededores, la tierra removida y demás, afinando sus oidos, las orejas las tiene en punta esperando cualquier estímulo sonoro que pueda ayudarlo a detectar o saber quien ha hecho eso.

Aparte de las incontables huellas de goblin que hay por todos lados, Spark no ve ni oye nada extraño en el montoncito de tierra ni en los alrededores.

Inspecciona más detenidamente el montoncito de Tierra, saca sus garras y sigue escavando por si encuentra algo.

¿Que debería de haber escondido aquí? - decía muerto de curiosidad Spark -

La tierra la nota fría, gracias a sus garras, consigue escavar la tierra practicamente bien...

Bueno, si no encuentro nada, por lo menos afilaré y endureceré bien mis uñas... -se decía a si mismo, como intentando buscarse una escusa -

Spark no tiene que llegar muy hondo para descubrir una pequeña y ajada bolsa de cuero en la que hay 20 monedas de plata. Sin duda esto debe ser todo el tesoro de los difuntos goblins.

Se arrodilla junto a Louisse y le pone una mano en el hombro para mantenerla tumbada...

-Louisse... no te levantes... estás muy débil.

jujuju....20 monedas de plata, pero al menos he sacado algo de provecho... :3 -decía Spark más feliz que unas Pascuas, moviendo su cola de lado a lado -

:3 al Bolsillo para Spark, ya compraré cosas interesantes con ese dinero...n__n -se decía a si mismo Spark -

Podré comprar muchas cosas interesantes, aquella lanza desmontable que vi...n__n ...o..o..., aquella mochila atercipelada de azul, que da gustito acariciar..., o...o...., aiss hay tantas cosas.....wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii...qué bien..... ^//////^ ..., umm, ¿ropa interior?.....__ __U, tendría un problema en comprar ropa interior....ARRRGGGGG..., no se que comprarme con el dinero, hay, hay, tantísimas cosas chulas, bonitas y útiles.... - se decía a si mismo Spark , metido en su propio mundo -

Justo cuando el hedor comenzaba a hastiarle en gran medida este observó el río de huellas que conducia hasta una laja de piedra apoyada en la pared, allí se dirigió y tras un ligero movimiento de su mano,  la luz focalizada se desplazo justo a un palmo por encima de la misma.

Mortimer apoyo su cayado en la pared de la infecta cueva y tras coger la laja con ambas manos trato de trasladarla lateralmente. Veamos que hay aquí…. Susurro para si mismo.

Louisse se iba a levantar, pero realmente no podia, le dolia todo el cuerpo y en especial la herida, tenia forma de tridente y era bastante extraña, ante las palabras de su compañera guerrera simplemente asiente mientras dice:

- Que... como.... ha sido eso.....

Louisse observaba la cueva, miraba los cuerpos de los goblins pensando que podria hacer con ellos para engarse, incluso despues de muertos podria hacer algo, pensba y algunas ideas le pasabann por la cabeza mientras sus compañeros parecian saquear el lugar, a ella realmente no le interesaba que podrian ecncontrr ahi aunque si que podria hacer ocn los cadaveres

-El hombre de negro te curó... creo que es una especie de clérigo...

Se sienta en el cuelo y pone la cabeza de Louisse sobre su regazo para que esté mas cómoda ya que estando con la cabeza apoyada en el suelo debe encontrarse peor.

-No te muevas mucho ni hagas nada que te canse...  

Mortimer consigue que la losa se mueva un poco. La piedra pierde el precario equilibrio en el que se encontraba y se precipita al suelo con un gran estruendo cuyos ecos resuenan por todo el lugar un buen rato antes de extinguirse. El oscuro clérigo ilumina el interior y ve que se trata de un pequeño hueco de apenas un metro de alto por uno de ancho y dos de profundidad.

En el fondo, acurrucado y abrazándose las rodillas, con surcos secos de lágrimas en la mugre de su rostro, un niño harapiento con expresión aterrorizada parpadea cuando tras un largo periodo en la oscuridad sus ojos se ven expuestos a la brillante luz que porta Mortimer.