Partida Rol por web

El Tesoro de la Desesperanza

Acto II: Deudas que saldar

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16/05/2008, 11:49
Director

Tras mucho conversar y beber, consigues una pequeña lista de locales que Lynn suele frecuentar. En particular, sabes que es mucho más probable que acuda a una especie de taberta llamada "Sopa de Tortuga", donde más de uno se la toma caliente en las habitaciones, ya me entiendes. Allí hay alguna que otra chica que Lynn suele preferir respecto a las del resto del lugar.

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16/05/2008, 22:18
Guillermo de Torres

Aquí, por fin -digo, esperanzado-. Terminemos con esta locura de una maldita vez. Ayúdame, Andrés.

Me dispongo a entrar en el mausoleo, no sin antes echar un vistazo alrededor y más concretamente a la cabaña del enterrador para comprobar que no me ve nadie.

Notas de juego

¿Se puede entrar libremente o está cerrado? ¿Tiradas?

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17/05/2008, 10:54
Director

Notas de juego

Está tan cerrado como si esperasen que no fuera a entrar nadie más durante años y años, ¡Qué ocurrencia!, ¿verdad? si quieres forzar la puerta necesitarás algo con lo que hacer palanca y una tirada con tu modificador de Fuerza (si encuentras algo grande, otra persona puede darte su modificador como bono), si quieres hacerlo sin que queden huellas, necesitarás una tirada de Abrir cerraduras o de Inutilizar mecanismo.

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17/05/2008, 12:13
Guillermo de Torres

Miro el candado como si nunca hubiera visto uno.

Maldita sea, ahora que necesito a ese viejo cura loco..., pienso, recordando a Sancho y su picaresca. Seguro que él sabe de estas cosas, aunque sea por robar del cepillo

Cojo el candado y lo observo, intentando averiguar como abrirlo, más que nada porque no deseo hacer ruido.

Me palpo la oreja izquierda hasta encontrar el pendiente que llevo desde aquella maldita vez que me emborraché, envalentonado por Andrés. Me lo quito y pruebo a ver si puedo abrir la cerradura utilizándolo como ganzúa.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Inutilizar mecanismo
Resultado: 3(+1)=4

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17/05/2008, 13:38
Director

Desgraciadamente no es la clase de talento que te caracterice, y el candado lo sabe: no cede ni un ápice.

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17/05/2008, 13:48
Viejo Bill Thorn
Sólo para el director

Con la información anotada en "cosas importantes" de su cerebro, Bill se dirige a vivaz paso a la taberna Sopa de Tortuga. ¿Que tendrá para gustar tanto a Lynn? ¿Mujeres con las que compartir lecho y a las que no les importaba que no tuvieses dientes? ¿Vino a raudales?. Se disponía a averiguarlo, pero nada más de pensarlo a aquel pirata la boca se le hacía agua.

Notas de juego

Quiero ir a la citada posada y estudiarla bien, ver las mujeres que hay y intentar buscar y hablar con el propietario.

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19/05/2008, 10:34
Sancho El Misionero
Sólo para el director

Las palabras se sucedían en mi cabeza, ¿cómo es posible que aquel tipo pudiese seguir hablando sin parar a respirar?.

Se noto a sí mismo asentir y asentir, intentando meter alguna frase para no cortar el entusiasmo y dar tiempo a los hermanos para conseguir los huesos... pero no hacía falta. Ni siquiera el amago de ron que tenía conseguía que la voz, cada vez más rápida y aguda le taladrase poco a poco la consciencia.

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19/05/2008, 12:12
Director

El letrero del local es una olla hirviendo, y al entrar entiendes perfectamente el por qué: prácticamente hacindos en un pequeño local, docenas de personas beben, fuman y se manosean, generando un tufo a mezcla de sudor, alcohol y otras sustancias aún por determinar por tu nariz olfativa. Dentro más que caminar uno se abre paso hasta la barra. Tras pedir una cerveza tienes la ocasión de comprobar que las damas del lugar no están nada mal, si no te importa que vengan algo manoseadas de fábrica, y que sólo algunas personas suben con ellas al piso de arriba, probablemente las más adineradas a juzgar por sus ropas. Transcurrido un tiempo, identificas cual de los mozalbetes que atienden en la taberna debe ser el jefe, y te dispones a hablar con él...

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19/05/2008, 20:14
Viejo Bill Thorn
Sólo para el director

- Bonito lugar.- dijo Bill, y aunque habalba al que parecía ser el dueño de aquel antro, miraba el pronunciado escote de un mujerzuela que estaba justo a su lado.

-Busco a un francés.- dijo aún presa del poder hipnotico que tenía aquello que asomaba por encima del encaje.

-Ese tipo, el francés, viene con una "dama".- Bill se esforzó por que al pronunciar esa palabra fuera obvio que en realidad lo que quería decir era "puta"

-Una mujer llamada Sahara. He oido que es capaz de hacerte ver las estrellas sin necesitar catalejo, que tiene los muslos firmes como los mástiles de una carabela y que sabe como hacerte jadear sin bajarte del catre. Oí hablar de ella en Cadiz y otros puertos y ha llegado a mis timpanos que venía por aquí.- describió un circulo con el dedo indice apuntanod hacia arriba

-¿Esta por aquí? Pagare bien.-

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20/05/2008, 00:19
Director

-¿Aquí?-El hombre da vivas muestra de no saber de lo que le hablas, pero después reacciona-...sí, aquí, Sajala, sí... por aquí suele estar, ¿No las has visto por ahí?-señala un lugar donde hay varias damas dedicadas al mismo oficio que la supuesta.

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20/05/2008, 09:05
Viejo Bill Thorn
Sólo para el director

-No, no, no. Sahara. He dicho Sahara.- Bill menea la cabeza de derecha a izquierda creyendo un poco estupido al tipo

-¿Por cierto tiene usted ajos? ¿Me vendería un par?.-

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20/05/2008, 09:10
Director

-¿Ajos? sí, claro...-te los ofrece-Pues yo creo que la mujer que busca es una de esas buen hombre, seguro que su francés está por ahí. Yo podría conseguirle un buen precio, ¿Sabe?

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20/05/2008, 23:05
Guillermo de Torres

Me rasco la cabeza. Le echo un nuevo vistazo al candado, a ver si estoy haciendo algo mal. Vuelvo a intentarlo, esta vez con más ahínco.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Inutilizar mecanismo
Resultado: 18(+1)=19

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21/05/2008, 00:28
Director

Casi milagrosamente, el candado cede. El olor a cerrado os inhunda.

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21/05/2008, 08:13
Viejo Bill Thorn
Sólo para el director

-No, no...- Bill se detuvo dandose cuenta de lo inutil de su esfuerzo. Habría que cambiar de táctica, un plan que consiguiera traspasar lo obtuso de la mente de aquel hombre. Para ayudarse a pensar, que mejor que el poder clarividente de un buen vino.

Mientras saciaba su sed, Bill anduvo observando el lugar y la gente que lo frecuentaba (al menos en aquella ocasion). Terminada la copa salió de allí, dejando atrás el calor carnal y etilico que era la Sopa de Tortuga, no sin antes tantear con los dedos que los ajos seguían en el bolsillo.

Notas de juego

Voy al cementerio a ver si veo a estos...

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21/05/2008, 12:57
Director

Notas de juego

Ok, te doy el pie cuando resulte apropiado.

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21/05/2008, 22:13
Guillermo de Torres

Lanzo una plegaria antes de seguir adelante, santiguándome.

Dios mío, perdónanos por lo que vamos a hacer.

Vamos-le digo a Andrés.

Entro en el mausoleo.

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22/05/2008, 01:10
Director

El mausoleo está tal y como esperabas: oscuro, maloliente y húmedo. Y seguarmente éso que acabas de pisar sea una cucaracha... o un antepasado de Lynn acaba de quedarse sin meñique. Tu hermano, por una vez más sensato que tú, se queda fuera.

Notas de juego

Te dejo que te curres un post al gusto. No vas a tener problemas en este momento así que aprovecha y lúcete en la descripción :)

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23/05/2008, 09:10
Viejo Bill Thorn
Sólo para el director

Notas de juego

OK.

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26/05/2008, 20:03
Guillermo de Torres
Sólo para el director

La escueta claridad de la luna desapareció tras la puerta que acababa de abrir. Los goznes chirriaron, sedientos de grasa, como si nadie hubiera intentado entrar allí en años, ni siquiera para honrar a sus muertos, lo cual era extraño, dada las fervorosas tradiciones de la zona con respecto a la vida tras la muerte.

Ah, maldito Lynn, ni siquiera eres noble para presentar tus respetos a tus muertos. Si algún día depende de mí, te mataré, como tú provocaste la muerte de mi querida Daniel.

Necesito unos segundos para acostumbrarme a la falta de luz, y cuando lo consigo, en parte gracias a la luz que se proyecta por un enrejado ventanuco y por la puerta que acabo de franquear, me sobresalta el ruido que hace uno de mis pies al pisar lo que parece ser una cucaracha. Incapaz de mirar el suelo sin echarme a temblar del desasosiego, miro en cambio alrededor, deseoso de terminar la locura en la que me hallo inmerso y sobre todo de salvar a mis compañeros, presos (seguro estoy de ello) de Figueroa.

Me encuentro en una estancia rectangular pequeña, no tanto por el tamaño de su planta como por la cantidad de ataúdes que hay en su interior. Parece ser que es cierto que los Lynn llevan generaciones en la isla, y es más, que su riqueza ha aumentado, lo cual es atestiguado por la gran diferencia en los féretros. Los más modernos son ricos, de maderas nobles y repujados en plata; en cambio, los más antiguos son meras cajas de madera, sencillos, y tras tantas décadas de abandono, incluso carcomidos. Reina en el ambiente un nauseabundo olor a descomposición que me obliga a taparme la nariz y la boca con un pañuelo, que me anudo a la nuca. Maldigo a mi hermano, que ha vuelto a abandonarme a mi suerte.

-Parece que no has cambiado tanto, bribón -le digo a la nada, como si ésta pudiera contestarme-. Arriesgué mi vida y mis sueños por ti, y estamos como siempre, yo partiéndome el culo y tú mirando.

Soy consciente de que tales reniegos son fruto del nerviosismo que me embarga, ya que en condiciones normales no suelo sacar los trapos sucios del pasado, ni hablar de forma tan grotesca, ni culpar a los demás de mis propias decisiones. Debería culparme a mí mismo y a mi maldita lealtad, que no me deja hacer mi vida, mandarlo todo al carajo y dedicarme a pintar hasta los restos. Pero no puedo, no si de mí depende alguien, y tengo un hermano al que cuidar. Maldita herencia me dejó mi pobre madre.

Me acerco a uno de los ataúdes antiguos, que reposa en el suelo, en el nivel más bajo de una serie de repisas, y busco el nombre de Lynn en él. Una vez identificado, tanteo la madera, buscando una zona inestable. No es difícil encontrarla. En algunos puntos la madera se astilla fácilmente a causa de la humedad. Un líquido viscoso, que posiblemente rezuma del féretro colocado en la repisa superior al que inspecciono y que es bastante más moderno, cubre en algunos sitios la tapa. El inesperado contacto con él me hace tener fuertes arcadas, pero me contengo. Tiro del antiguo cajón para sacarlo de su sitio, y lo dejo en el espacio central del mausoleo. Me parece increíble que algo que por fuera es tan grandioso y rico por dentro sea tan sucio y repugnante. Se parece en Lynn en algo: es pura apariencia que esconde un algo despreciable.

Saco la daga y hago palanca con ella sobre el lugar más débil de la tapa claveteada, teniendo mucho cuidado de no dañar mi arma. Tales precauciones no parecen necesarias, ya que la madera se resquebraja fácilmente. De hecho, en lugar de desclavar la tapa, esta se ha partido sin más.

Me asaltan lágrimas a los ojos, y por una vez no sé si es el recuerdo de Danny (Dios no quiera que le inflija nadie a sus restos un sacrilegio similar), el olor asqueroso de la estancia o el puro y simple temor por lo que estoy haciendo. Vuelvo a santiguarme, y sin dudar más (no me siento con fuerzas para seguir adelante si sigo dudando), miro el interior del ataúd.

Hay un esqueleto de un blanco grisáceo, que mira el infinito con ojos inexistentes. Aún quedan unas hebras de pelo en su cráneo, pero de las ropas que le vestían sólo quedan jirones. No deseo recrearme en tales visiones, así que sin pensarlo mucho, me agacho, le quito una de las falanges y me la guardo a buen recaudo en un bolsillo. Luego cubro lo mejor que puedo el ataúd y lo arrastro una vez más a donde guardaba reposo eterno hasta que yo interferí en él.

Guardo la daga y, por si acaso me encuentro algo desagradable al salir de allí, desenvaino el sable, y pegado a la pared me dispongo a volver al exterior, no sin antes otear la entrada para comprobar que no hay peligro acechándome.

Notas de juego

Bueno, espero que te guste. A mí, personalmente, la escena me ha dado ganas de vomitar, así que supongo que será buena. Sintiéndome identificada con el personaje, ya ves.

Eso, que tú me dirás si me espera alguien fuera para darme pa'l pelo.