Partida Rol por web

La hienacea pasea por el cuarto, olisqueando, gruñendo, un poco fake, pero era para sentirse más espantadora.  Sobre todo por si había alguien por ahí. 

Sniff sniff, su nariz tomaba y daba aire en las esquinas polvosas. ¿Había oculta una puerta, otro pasillo, qué?

Basado en tu conocimiento,  esta tiara podría ser un objeto usado por Immlaziel el antiguo,  quien fue famoso por su sabiduría y habilidad de descifrar antiguos acertijos durante sus aventuras. 

Olisqueas todo el cuarto con mucha dedicación,  y , aparte de los olores de ustedes no encuentras ninguna criatura. 

Además,  revisando acuciosamente estas absolutamente segura que no hay puertas ocultas. 

Lanzo Detectar Magia sobre los objetos encontrados.

¿Qué es una tiara? ¿Te refieres a la diadema que dijo Gael?

Tiro por Historia para ver si se más cosas de ese tal Immlaziel y si tenía algún objeto curioso que hiciera algo especial.

Tiro por Investigación, para ver cómo es esa diadema y si se utilizarla, en el caso que sea mágica.

No, no hay nada. 

La hienacea avisó, con gestos, gruñidos y otras indicaciones, que no había visto, oído u olido nada, y que ahí no había ni pasillo ni cámara oculta.  Ahí podrían descansar si quisieran. 

Hienacea empieza a gruñir intentando comunicarse con ustedes. 

Mueve la pata,  para las orejas y sigue gruñendo mientras apunta al cuarto. 

Dejó los objetos en manos de los versados en la magia, estaban viendo a Panacea llevar a cabo gestos para atraer su atención. El caballero supuso que quería que alguien mirara o usara las manos para abrir algo. Tomó la espada pues el escudo siempre lo llevaba presto, se acercó entonces para mirar mejor donde la druida le estaba indicando con la mirada y la pata. Seguía llevando la espada que compraron en el pueblo, mientras que la familiar descansaba en la vaina.

Gael sonrió un instante, estaba descubriendo la emoción que creaba explorar un lugar en cierto modo prohibido.

Ya pasado el peligro, veo si el cofre que contenia la trampa y ya habia sido revisado por Gael se podia sacar desde su sitio. La idea era poder llevarlo con nosotros una vez regresaramos al pueblo. 

Mientras revisaba el cofre se percato que algo intentaba comunicar la gnoma, intento comprender que era lo que decia pero no entendia mucho a los animales. Nunca le habian gustado pero recordo un perro que usaba el dueño de un local que frecuentaba para cazar patos.

- Panacea, responde con un gruñido fuerte para NO y dos fuertes para SI. Y si quieres que veamos algo apunta con la pata.

Movió la cabeza de lado, esperando la pregunta. 

¿Qué hay mágico Director? ¿Y mis tiradas?

Luego de conectarte con tu magia,  empiezas a darte cuenta de la magia que corre por tus venas empieza a extender tus sentidos,  una especie de diálogo mudo,  y empieza a extenderse desde tus manos hacia afuera. 

La diadema que tienes actualmente en la mano,  y que sacó Gael  desde el cofre empieza a brillar,  como respondiendo a tu llamado. 

Varios otros objetos empiezan a brillar suavemente,  respondiendo al  llamado. 

Un objeto en la espalda del guerrero,  en el lugar donde ves una espada,  brilla débilmente,  seguido de un objeto que,  al parecer,  se encuentra dentro de la hiena,  similar a una esfera,  en la parte superior de su lomo. 

Panacea no señala nada, es como si no hubiera nada en el lugar que fuera del interés de la hiena.   Es más, pareciera que busca en esta recámara un lugar donde dormir, como si en algún lugar tuvieran que descansar, ya sea aquí mismo o allá en la otra sala con el caballo. 

Al lanzar mi conjuro, varias cosas empiezan a brillar con una tenue luz azulada. La espada que Gael lleva a la espalda, algo en la hiena y la diadema que estoy observando.

-"Buenos, chic@s. Parece que la diadema es mágica."

El descubrimiento de la magia en aquél objeto llamó la atención del caballero.

- Bien, me imagino que hace falta tiempo para que podáis determinar sus cualidades exactas.

Gael no entendía de esos temas, tenían que ser los demás quien le pusieran al corriente.

- Durmamos entonces, estuvimos muchas horas de marcha. Este intento debería de salir bien pues hemos explorado los alrededores.

El caballo también lo iba a agradecer. Ya descansados podrían tratar de recorrer todo ese túmulo de una, encontrando los misterios y tantos peligros como parecía guardar, pero por lo que veían, también magia que había quedado perdida en el interior.

Me acerqué a mis compañeros. Deposité la diadema en la bolsa donde estábamos guardando todos los tesoros encontrados.

-"Sí, creo que descansar nos vendrá bien a todos. Parece que este sería un buen sitio."

Descansan y se toman el tiempo necesario para recuperar conjuros y habilidades.

No alcanza a pasar mucho tiempo desde que inician el descanso,  cuando ven que la Hyenacea se vuelve a su forma original. 

Luego de aproximadamente 8 horas,  despiertan en la oscuridad absoluta 

En esta cámara,  y lejos de la entrada , casi no se siente ningún ruido. 

Se levantó notando que todo estaba oscuro y sin el peso característico de la armadura, aquello le hacía sentir algo vulnerable, pero importaba más el hecho de que el descanso pareció salir bien lo que a su juicio permitiría explorar toda aquella área sin más dilaciones. Habló imaginando que alguien crearía algún tipo de iluminación mágica que les permitiera verse.

- Muy bien compañeros, necesito que me ayudéis a colocar mis protecciones en su sitio.

Un caballero no podía viajar en solitario justo por ese motivo, por el momento en la mañana en la que la armadura debía de ser ceñida a su cuerpo.

- En cuanto las vista de nuevo seguiré por la sala del frente.

Panacea se levantó.  Se intentó rascar la oreja con la pata trasera, pero ... no pudo. 

 ¿mm?   -Ahh, creo que ya me desconvertí, uhy.  Mbueno, que bueno, porque, pues el hambre es canija y no hay que comerse a los compañeros.  -Más bien tomó una zanahoria, y se la comió con gusto.   -Y dejaremos que las zanahorias silvestres crezcan por todo el mundo. 

En la oscuridad hizo su rito pidiéndole a la madre naturaleza las bendiciones del día que comenzaba pero que no podía ver.

Buendía compañeros.  -les dijo al levantarse ellos. 

Prendió una antorcha, la puso en un pebetero, e iluminó todo para que con mayor facilidad se pusieran armadura y desayunaran. 

Semillas, huevos, algo de yoghurt de yak (yakgurt?), y los dejó a todos nutridos y saludables para enfrentar los retos que por amor a la región emprendían.  Ah, y vio por el caballo para alimento, agua y revisión de heridas.  Usó su hechizo de capacidad de hablar con animales para preguntarle dónde había ido aquella yegua que faltaba.*

Una vez hecho esto, les contó a sus compañeros de las invocaciones que había preparado*, para que supieran con qué podían contar, y estuvo lista y con todo recogido para poder seguir avanzando por las cámaras y pasillos que les faltaba por explorar.

-muy bien gael, no tengo mucho conocimiento pero si me guias podria ayudarte - tomo una proteccion del hombro - esto va en la rodilla o en tu codo?