Partida Rol por web

Estaba claro que la elección de las armas estaba siendo muy buena. Era importante que tuvieran diferentes alternativas a la hora de atacar al enemigo.

-A mi dame un fusil. Creo que ya tenemos suficientes rifles. Además ahora tenemos en nuestra unidad un anti acorazados, buena elección Ethan. No se que sucederá en la batalla pero el gobernador va a pasar sus últimas horas en una tormenta de fuego y sangre.

El quarren se frota las manos

Un clásico, si señor. Hay cosas que siempre son la mar de utiles. Si, creo que tengo algo "especial" dice mientras se pierde entre estanterias y vuelve al cabo de unos minutos. Porta un pesado fusil blaster de repetición ligero cuyo cañón eso si parece proceder de algun arma aun mayor habiendo sido ingeniosamente reacoplado al cuerpo del blaster. Esta preciosidad se basa en las modificaciones realizadas por la Legión CCCII sobre el diseño Czerka original. ¡Pocas armas hay que puedan escupir más disparos por segundo! Y por si todo falla lleva una sorpresita final.

Una vez recibidas las armas los gamorreanos os empujan hacia la salida con la amabilidad tipica de los porcinos matones Hutt. os dais cuenta de que os llevan por varios pasillos distintos hasta que tras subir en un montacargas os encontrais en un mugriento almacén. Uno de los gamorreanos os entrega la munición de las armas mientras el otro acciona una puerta metálica que da a un sombrío callejón. Con un último gesto descortes os ponen de patitas en la calle.

Os encontrais el grupo en ese pequeño callejón y mirais con aprensión el comunicador que os entregó Eskol y que por el momento sigue silencioso. Necesitais un lugar donde esperar a su señal, algún lugar donde poder aguardar entrar en acción y lejos de las mirada que seguramente el armamento pesado que ahora cargais atraerá sin dudarlo.

Al final del callejón podeis ver que este desemboca en una calle algo más ancha pero también igualmente con escaso tráfico a esta hora de media mañana.

Balon se encogió de hombros y comenzó a andar alejándose del lugar. 

-Podría ser peor, a decir verdad. No hubiera apostado porque saliésemos de ahí dentro. Será mejor buscar algún lugar donde esperar. 

Llegó a la calle que se abría más adelante y miró hacia los lados. 
 

Adrieira asintió.

- Deberíamos poner rumbo a la capital y tratar de acampar a la suficiente distancia para no ser detectados, pero para poder conseguir información táctica. Con las miras de los rifles quizá podamos ver algo que nos ayude. Y si estamos cerca podremos actuar con más precisión y contundencia.

Balon asintió.

-Estoy de acuerdo. Una posición elevada sería lo mejor. Quizá alguna colina cercana a nuestro objetivo o algo así. Pero primero a ver si somos capaces de salir de aquí sin llamar demasiado la atención.

Asiento lo que comentan los compañeros. Estoy contigo Adriera, conseguir una buena posición nos daría una ventaja táctica lo cual por pequeña que fuese nos vendría bien.

Wexley procedió a seguir a sus compañeros, dejando el lugar. Habían tenido suerte con el Hutt y, al menos, les había proporcionado algunas cuantas armas con las que pondrían desenvolverse bien durante la batalla que estaba por venir.

-Tenía la sensación de que nos lanzaría a esos gamorreanos de un momento a otro -coincidió con lo dicho por Balon, respirando hondo, aún sorprendido de que la situación no hubiera terminado de forma violenta-. Es una suerte que hayamos podido solucionar ese asunto por las buenas.

Balon se asoma y os hace un gesto para que os acerqueis también. La calle parece desierta pero al fondo de la misma podeis ver pequeños grupos de las milicias planetarias montando puntos de control. ¿Algo esperable en una ciudad bajo el control despotico de un rebelde o acaso se esperan el ataque de Eskol?

Moverse por la ciudad, y cargados como vais con armamento claramente ilegal, puede resultar peligroso mientras esperais la señal de Eskol. Para vuestra sorpresa una figura bajo uno de los portales, un pequeño niño twi'lek bastante harrapiento, os hace señas para que os acerqueis.

Balon se acercó hacia el Tw´lek con cierto recelo. Podría ser enviado de Eskol, o podría ser algún tipo de timo. Al llegar hasta el movió la cabeza como preguntando qué quería de ellos. 

El pequeño twi'lek abre desmesuradamente los ojos cuando Balon se planta frente a él. Cubierto con la capa de camuflaje de la que sobresalen el fusil y el rifle francotirador el cadete presenta ahora una imagen que queda muy lejos del bisoño guardamarina que era apenas hace unas semanas.

Me dijeron que un buen amigo os invita a entrar ahí, subid al segundo piso y daros prisa. Dice señalando con su manita a un portal un par de puertas más abajo.

Balon mira al resto, intentando averiguar su opinión por sus miradas. Lo cierto es que tanto puede ser una trampa como cualquier otra cosa, pero la situación parece complicada como para no aceptar la oferta del Tw´lek. Por él, aceptan la invitación. 

Cuando finalmente salimos de nuevo a la calle también lanzo un suspiro de alivio. – Yo también estaba convencido de que no saldríamos vivos de nuestro encuentro con el hutt.

Al aparecer el niño les indico con un gesto de los que nos enseñaron en el entrenamiento de entrar, pero vigilando por si acaso.

Avanzar por las calles antes de iniciar una rebelión era más difícil de lo que parecía. Cuando el pequeño twi'lek les ofreció la invitación la misma sonaba igual de bien que cualquiera otra que pudieran tomar por ellos mismos.

-Por mi podemos seguir a nuestro "amigo", ahora mismo el problema de intentar hacernos caer en una trampa no me preocupa. Estamos armados, y vamos a cargarnos a un gobernador. Por mi podemos ir a tomar un descanso al segundo piso.

Adrieira asintió, pero no sin echar mano de su pistola blaster por si acaso.

- Sigámosle, quizá encontremos un sitio donde descansar y tomar fuerzas hasta que... - 

Miró al muchacho y guardó silencio. Era mejor no revelar planes, nombres o nada. Bien porque podría ser un espía, bien porque en un momento dado podría ponerle en un aprieto a quien los conociera...

Todos optan por seguir a nuestro nuevo "amigo", la verdad que sea una trampa o no no tenemos muchas más opciones.
Vayamos tras el, pero manteneros alerta, no sabemos lo que nos espera.

-¿Un buen amigo? -inquirió Wexley, extrañado, dirigiendo una mirada a sus compañeros. Se mostraba un tanto confuso por las palabras del pequeño twi'lek.

Aquella invitación bien podía ser una trampa, aunque teniendo en cuenta las circunstancias, después de haber enfrentado a cazarrecompensas peligrosos y fanáticos rebeldes, el joven cadete sabía que podían permitirse el riesgo de confiar en el "cabezacola". Si resultaba ser una trampa, se encargaría de que el twi'lek no lo contase.

-Vayamos con él, pero permaneced alertas. No sabemos si sus intenciones son sinceras.

Subiis tres angostos tramos de escaleras con los nervios de punta. Una sola granada lanzada por el hueco de la escalera, un tirador apostado en la siguiente esquina....Empezais a comprender los horrores del combate urbano y os dais cuenta de que cuando empiece el ataque quizás no todos veais el final del mismo.

Subiis dejando atrás varios rellanos de puertas cerradas hasta llegar al cuarto piso donde para vuestra sopresa una puerta está abierta. En su interior podeis ver un pequeño apartamento algo esparatano pero limpio.

Y para vuestra alegria la cara conocida del silencioso Iulte que os invita a pasar. Entrais y os encontrais en una pequeña sala que da a un minusculo balcón sobre la callejuela. Sentada en una silla y por primera vez sin armadura os espera Marden.

Bienvenidos a nuestra humilde guarida en Vendaxa dice la mercenario con una sonrisa Me alegra ver que supisteis evitar acabar a tiros con el Hutt. Ahora creo que tenemos algunos asuntos pendientes y una pregunta que haceros ¿Vais en serio en uniros a Eskol? Sus ojos pasan penetrantes de un cadete al otro como queriendo sondearos Sabeis que su plan es increiblemente peligroso, casi suicida. Aunque logreis avisar al Imperio lo más seguro es que los rebeledes os destripen antes de que llegue la ayuda. O incluso que logren repeler el primer contraataque imperial. 

En un primer impulso Nox dudó entre realizar un alegato imperial o sacar el arma y mostrar cuales son los ideales del Imperio contra aquellos que dudan de él. Por suerte desde que habían empezado su entrenamiento como cadetes hasta Vendaxa habían sucedido muchas situaciones que habían conseguido calmar su primer impulso.

-Si no vamos en serio, ¿cual es la propuesta que nos vas a realizar?

Seguramente alguno de sus compañeros vería que sus palabras rozaban el borde de la traición pero quería saber a toda costa que se proponía Marden.