Partida Rol por web

Al entrar todos en la habitación casi a la vez, os atropelláis unos a otros, os empujáis en vuestro desordenada ansia por atacar a la criatura y aunque golpe tras golpe conseguís derribarla al golpear en puntos neurálgicos de su cuerpo, Felnir parece querer moverse demasiado rápido y pisa por accidente la mano de Olyn, que está tirado en el suelo. Es la mano izquierda, pero la deja dolorida.

Casi paralizada por los últimos ataques, apenas puede defenderse y dais cuenta de ella en un segundo. Yace ahora destrozada a vuestros pies, sus carnes expuestas bajo los trozos de caparazón abiertos.

Olyn se acarició la mano dolorida mientras lanzaba una mirada cargada de rencor a Felnir. Devolvió con cuidado sus hachas a la cintura y, sin mediar palabra, se puso a examinar con cuidado los cadáveres de la sala, en busca de algo escandalosamente valioso. 

Felnir miró a Olyn tras recuperar el aliento.

-Siento haberte pisado. No me mires con rencor puesto que actué al verte en peligro.-le dijo con gesto serio-aunque quizás la próxima vez no será igual-añadio para sí.

Volvió la vista a la criatura abatida con expresión de repugnancia..

-¿qué demonios era ésto?-dijo mirando al resto.

Hollis examina cuidadosamente a la criatura muerta, intentando descubrir qué clase de bicho es. "¿Parece posible que una única criatura matara a todo el barco?" era el pensamiento que se hallaba en la mente del joven mientras observaba los restos.

Isval vuelve a su posición, temiendo que el combate haya atraído la atención de más bichos. Pero por más que intentaba afinar sus sentidos, los rugidos de la bestia y la confusión de la lucha no le dejaban concentrarse lo suficiente.

Aun así, agarró su hacha con más fuerza y esperó a sus compañeros...

Tyl seguía mirando perplejo a la criatura mientras la tanteaba con la punta de su lanza. Comenzó a mirar el suelo y las paredes en busca de marcas o rastros que permitiesen averiguar de donde diablos había salido la criatura.

Al examinar el cuerpo despacio Hollis puede fijarse en un detalle curioso. Parece que llevase adheridos trozos de ropa y carne humanas, como si además de estarse alimentando del cuerpo del marinero se hubiera revolcado en los restos.

Y no, estás bastante seguro de que una criatura así podrá matar a algunos marineros dormidos y a alguno por sorpresa, pero no ha mostrado fuerza suficiente para sobrevivir a un grupo de hombres que le hicieran frente.

Tyl no encuentra más rastro que el que entraba aquí desde el pasillo, pero eran pies humanos aquellos que seguíais. No, la criatura parece haber surgido de la nada, si confiamos en sus sentidos.

Tened cuidado. Esta criatura no sólo se alimenta de sus enemigos, sino que, por algún oscuro fin, también parece querer introducirse dentro de los cadáveres. Quizá para poner sus huevos...

Además, es imposible que este ejemplar haya hecho todo este destrozo por él solo. Deberíamos tratar con cuidado el resto de cuerpos... Por si acaso.

Tyl no encuentra más rastro que el que entraba aquí desde el pasillo, pero eran pies humanos aquellos que seguíais. No, la criatura parece haber surgido de la nada, si confiamos en sus sentidos. Aunque mirando bien el suelo, se da cuenta de que el rastro de pies humanos lleva precisamente hasta el cadáver que estaba devorando ese monstruo..

Felnir miró con repugnancia a la criatura del suelo.

-No perdamos tiempo, inspeccionemos el resto...-dijo con gesto preocupado mientras salía de la habitación y se acercaba a la puerta de enfrente con intención de detectar movimiento dentro.

Felnir estaba bastante seguro, al inspeccionar esa puerta y escuchar del otro lado, que nada se movía dentro de aquella sala.

Se volvió al resto.

-En ésta sala no se oye nada-dijo mirando a sus compañeros -entremos a ver.

Se dispuso a empujar la puerta suavemente...

Tyl asintió a Felnir y se preparó detras suya para ensartar a cualquier criatura con su lanza desde la segunda linea.

Hollis seguía de cerca a sus dos valientes compañeros.

Al abrir la puerta, Felnir se encuentra de cara con una habitación tan grande como la anterior, pero muy distinta. Para empezar sólo hay una hamaca, amplia y de mejor calidad. Una mesa, sillas, un arcón y estanterías. Una alfombra de buena factura,d e tela hilada, casi imposibles de ver en vuestra tierra. Objetos de metal y mapas yacen sobre la mesa y por casi todas parte, indicando con su brillo la riqueza del dueño de la sala.

Y en una esquina, en el suelo, agazapado en cuclillas, tapándose la cabeza con las manos, un hombre vestido de azul y negro parece llorar en silencio. Cuando se percata de vuestra entrada levanta la vista y sus ojos llorosos os miran, sorprendido pero aparentemente sin miedo.

Felnir se sorprendió al encontrar a alguien vivo tras la matanza del camarote anterior.

Con vikinga rudeza y desconfianza le interpeló:

-¿quién eres?....¿qué ha sucedido en éste barco?

Recorrió con su vista el camarote intentando descubrir cualquier amenaza.