Uno a uno descendisteis a las sombras húmedas del barco, a las entrañas de las que fue nacido el mal que ahora lo habitase. Sólo dos antorchas y su brillo reflejado en las armas os alumbraba en este momento. Al llegar abajo os esperaba un espectáculo aún más preocupante que el de arriba. Una sala que ocupaba toda la proa de barco, cuya única salida eran unas puertas dobles en el lugar opuesto a vuestra entrada. Casi todo lo que de peso hubiera en la habitación había sido acumulado contra ambas puertas, procurando una barrera de mobiliario, toneles cerrados, cajas de material y alguna cuerda atravesada y clavada. La barrera permanecía intacta, cerrando el paso a lo que pudiera haber al otro lado.
Y sin embargo, no menos de una docena de hombres yacían muertos en el suelo de la habitación, muchos aún con cuchillos, hachas o espadas en la mano. Desde vuestra posición todos parecían haber muerto por un mortal combate con gente armada pero, ¿contra quién? ¿Contra ellos mismos? No, alguno de ellos parecía haber muerto de otra manera. Cuatro o cinco de ellos, era difícil de decir, estaban despedazados como el marinero que encontrasteis arriba, el que estaba siendo devorado por el monstruo.
De momento estáis en las escaleras excepto Isval y Hollis, que ya han llegado a nivel del suelo. No obstante, todos podéis ver a escena.
Parece que los marineros montaron aquí una desesperada defensa. Probablemente estuvieran todos muertos antes de divisar tierra, y por eso el barco encalló, sin nadie que lo dirigiera.
Hollis mira a la puertas atrancadas.
Me pregunto si la carga eran prisioneros de otras tierras o tesoros que habrían demostrado no serlo en realidad.
Tras decir esto, Hollis observa a su alrededor en busca de criaturas que pudieran moverse huyendo de la luz que proyectaba su antorcha.
Motivo: Buscar - Búho
Tirada: 1d8
Dificultad: 4+
Resultado: 5 (Exito)
Tiro Búho para buscar bichillos.
-mmm...-masculló Felnir con gesto sombrío mirando la macabra escena que tenían ante sí.
-Probablemente llevasen un cargamento que supuso una maldición y la muerte de todos los marineros y hombres de éste barco. Sigo diciendo que que lo mejor será que abramos más vías de agua en el casco y hundamos éste barco al fondo del mar junto con su maldición, sus engendrós y fantasmas y nos marchemos de aquí cuanto antes.-susurró al resto.
El vikingo realizó con una mano y rápidamente el común gesto entre sus congéneres que "ahuyentaba" cualquier maleficio sobrenatural.
Tyl, sacó valor y comenzo a andar con cuidado entre los cadaveres, moviendolos con la punta de su lanza, pensando que en cualquier momento algo podría saltarle encima. Se iba fijando principalmente en cualquier cosa de valor que pudiesen portar: anillos, colgantes, bolsas, armas de acero...
Motivo: Buho
Tirada: 1d10
Dificultad: 4+
Resultado: 2 (Fracaso)
Tiro buho a ver que encuentro, que no parece que sea nada.
Abajo, en el fondo de pantoque, el espacio entre el suelo de la bodega y el fondo del barco, donde se acumula el agua sucia de semanas o meses entre atraque y atraque; oscuro, húmedo, lleno de una suciedad espesa como la pez, inhabitable y sólo accesible por algunas trampillas en el suelo. ALGO o ALGUIEN se movía bajo vuestros pies en el interior del pantoque.
¿Alguna de esas trampillas para acceder al pantoque se encuentra en esta sala?
- Estupendo - Isval arrugó la nariz ante el hedor mientras avanzaba hacia las puertas - Os habéis dado cuenta, ¿no? Esa puerta sigue atrancada, así que lo que hubiera ahí tal vez siga estando... a menos que hubiera ocupado las bodegas y hubiera salido por el otro lado, claro.
Se rascó la cabeza. Demasiado pensar, demasiados nervios. Necesitaba golpear algo para liberar la tensión. Qué mejor forma que empezar a echar abajo la barricada...
Espera Isval.
Dijo Hollis todo lo bajo que podía para que al mismo tiempo Isval le oyera.
Algo, o alguien, está moviéndose directamente debajo de este suelo. No hagas ruido.
El pelirrojo norteño miró a su camarada con sorna.
- Y ¿cómo atravesamos la barricada? No me digas que vamos a volver al otro lado del barco.
Aun así esperó a ver qué hacían sus compañeros.
¿Alguna de esas trampillas para acceder al pantoque se encuentra en esta sala?
Sí, en efecto. Está un poco más allá, bajo un par de cuerpos.
Deshagámonos primero de lo que quiera que se encuentre bajo nuestros pies.
Mientras decía esto, Hollis se dirigía hacia una trampilla que se encontraba en el suelo, haciendo una señal a sus compañeros para abrirla cuando estuvieran listos.
Felnir advirtió el ruido del que hablaba Hollis.
-¿de qué se trata, Hollis?-preguntó preocupado
Dió un paso a un lado , preparado para enfrentarse a lo que estuviera acercando.
Agudizó el oído para captar cualquier detalle sobre lo que se acercaba.
Motivo: escuchar buho
Tirada: 1d8
Resultado: 4
- ¡Anda, una trampilla! - se sorprendió Isval-. Eso es otra cosa.
Se puso al lado de Felnir y preparó su hacha para golpear lo que fuera a salir de la trampilla.
Tyl busco su habitual posición en segunda linea alrededor de la trampilla.
-Dame un instante , Hollis.
Felnir cerró los ojos intentando captar algún detalle sobre lo que se acercaba como hacía desde niño en el bosque cuando cazaba con su padre...
la tirada es la anterior...Revelo lo que oigo a mis compañeros al instante.
Felnir escucha el sonido atentamente. No parece claro, es indistinto, un rumor que...
-UÑAS- os susurra de inmediato. -Demasiado largas para ser humanas, rascan demasiado profundamente.-
Árbitro posteando por Felnir tal cual sugirió.
Una vez el resto se han colocado alrededor de la trampilla, Hollis la abre...
Tan pronto Hollis abre la trampilla, sonidos de chapoteo alejándose tan rápido como les es posible de ella suenan bajo vuestros pies. Abajo veis el espacio entre el casco del buque y esta cubierta, de un par de metros de profundidad, lleno de una agua oscura e insalubre, maloliente hasta el exceso. Las aguas están movidas. ¡Algo acaba de estar ahí, hace un momento y ahora se retira! ¿Os tiene miedo?
El movimiento del agua delata que la del mar ya está entrando en el casco por ahí. La rotura debe estar bajo la línea de esta cubierta.
¡Maldición! Lo siento. Pensé que esperábamos a que alguien abriese...
- ¡Nos tiene miedo! ¡A por él! ¡¡¡¡¡WAAARRRRGGHHHH!!!! - aulló Isval mientras se lanzaba con los pies por delante y el hacha firmemente agarrada, dispuesto a liarse a hachazos con lo primero que entrase en su campo visual.