Partida Rol por web

- ¡Si! - contestó Michael nervioso - ...bueno, no... no exactamente. Me explico...

Se pasó la mano por el cuello y prosiguió:

- Sensores portuarios.. si... como usted sabrá controlan el tra...tráfico que entra y sale del puerto, así que en cierto modo rastrean... jeje... Lo que quiero decir es que podría echarles una mano calibrando los sensores de su nave para que detectaran mejor el rastro de la nave que se ha marchado... En condiciones normales no podrían hacerlo después de tantas horas, pero este espacio está muy poco transitado así que cualquier variación en la composición gaseosa de la atmósfera - parecía haberse desbloqueado de repente y empezaba a hablar cada vez mas deprisa, como acelerado - ...y la posible radiación residual sería suficiente para determinar el patrón de decaimiento asociado a la emanaciones producidas por los sistemas de propulsión de pulso empleados durante...

Michael continuaba sin parar. Sin duda parecía saber bastante bien de lo que hablaba, pero aquella ristra de conocimiento era demasiado para algunos de los presentes, que lo miraba sorprendidos. Desde luego estaba claro que sabía del tema... bastante mas que Van Ulrich.

Continuamos en esta escena.

Dirk observaba a aquel hombre mientras soltaba aquella verborrea de palabras con cara de estupefaccion. No estaba entendiendo nada de lo que decia pero aquel hombre empezaba a caerle simpatico.

- O-Malley - Comenta interrumpiendo al hombre - Tendria que hablar con el resto de mi tripulacion. Entienda usted que es algo que nos concierne a todos. Veo que esta muy interesado en venir y sus conocimientos podrian sernos utiles, pero he de seguir los procedimientos. No se aleje mucho, le daré una respuesta lo antes posible.

Abandona la sala y se dirige hacia "El Cuervo" en busca de Minek. Sabia que los conocimientos de Minek sobre las naves eran muy extensos, confiaba en sus habilidades, por eso antes de integrar a un nuevo miembro en la tripulacion con habilidades similares a las suyas, debia hablarlo con ella.

Donde narices se habrá metido Wyatt... Al final nos marchamos sin él...

Quick Mickey y el alcalde dejaron a Van Ulrich, Michael y los demás hablando en el salón y se dirigieron a la oficina del sheriff.

Se trataba de un pequeño edificio de ladrillos situado al otro extremo del pueblo, lo que requería cruzar la calle principal (un paseo que no llevaba mas de 5 minutos). En la puerta había un hombre montando guardia, armado con un rifle de caza y un revolver. Al ver llegar al alcalde le saludó sobriamente y sacó una tarjeta de seguridad del bolsillo. La acercó a un pequeño lector oxidado que había en la pared y puerta se abrió con un chasquido, pero sin el característico pitido que emiten ese tipo de cierres al desbloquearse.

En el interior había una pequeña estancia con dos mesas de oficina. La primera, mas pequeña pero limpia y ordenada correspondía al ayudante del sheriff, que hacia las veces de "recepcionista" y secretario. Un poco más atrás, junto a una ventana. estaba la mesa del sheriff, mas grande revuelta, sucia y llena de papeles (tenía pinta de que el tipo era un desastre). Tras cada mesa asomaba una silla de madera, vieja pero de aspecto confortable. Al fondo se veía una puerta de seguridad enrejada, probablemente un pequeño calabozo, y un servicio. Del techo colgaba una vieja lampara de hierro y en una de las paredes había un armario con un cerrojo electrónico (probablemente el que guardaba las armas) y una caja fuerte.

En el suelo, junto a la mesa grande, yacía el cuerpo sin vida de un hombre de unos 45 o 50 años. Llevaba botas de campo, unos viejos pantalones vaqueros, una camisa roja y un chaleco. Llevaba además una llamativa cartuchera de cuero negro a la cintura, con liga cerrada en el muslo derecho y una brillante chapa en el cierre, dentro de la cual relucía un revolver semiautomático de última generación, aparentemente en muy buen estado. Un poco mas atrás había un sombrero de ala marrón, que probablemente se le había caído cuando lo derribaron.

Tenía una grande y fea herida en el pecho, probablemente provocada por el disparo de una escopeta a corta distancia. Había manchas de sangre en la ropa, en las paredes y en el suelo, dejando claro que el asesino no quiso arriesgarse a tener que realizar un segundo disparo, y se acercó lo suficiente para casi atravesar a su víctima de una sola descarga.

- Ahí lo tiene - dijo el alcalde - Casi le reventaron el pecho... Pobre desgraciado....

Hoban cruzó el pueblo a toda prisa hasta llegar a la oficina del sheriff. Se trataba de un pequeño edificio de ladrillos situado al otro extremo del pueblo. En la puerta había un hombre montando guardia, armado con un rifle de caza y un revolver. Al ver llegar al joven se puso en su camino, bloqueando la entrada.

- No tan deprisa chaval - dijo - aquí no se puede entrar...

El alcalde estaba dentro, junto a la puerta, y al oír al guardia le dijo:

- Dejale entrar, Tom, es uno de los hombres de Van Ulrich...

Sin mediar palabra el guardia se apartó, dejando la entrada libre a Hoban.

En el interior había una pequeña estancia con dos mesas de oficina. La primera, mas pequeña pero limpia y ordenada correspondía al ayudante del sheriff, que hacia las veces de "recepcionista" y secretario. Un poco más atrás, junto a una ventana. estaba la mesa del sheriff, mas grande revuelta, sucia y llena de papeles (tenía pinta de que el tipo era un desastre). Tras cada mesa asomaba una silla de madera, vieja pero de aspecto confortable. Al fondo se veía una puerta de seguridad enrejada, probablemente un pequeño calabozo, y un servicio. Del techo colgaba una vieja lampara de hierro y en una de las paredes había un armario con un cerrojo electrónico (probablemente el que guardaba las armas) y una caja fuerte.

En el suelo, junto a la mesa grande, yacía el cuerpo sin vida de un hombre de unos 45 o 50 años. Llevaba botas de campo, unos viejos pantalones vaqueros, una camisa roja y un chaleco. Llevaba además una llamativa cartuchera de cuero negro a la cintura, con liga cerrada en el muslo derecho y una brillante chapa en el cierre, dentro de la cual relucía un revolver semiautomático de última generación, aparentemente en muy buen estado. Un poco mas atrás había un sombrero de ala marrón, que probablemente se le había caído cuando lo derribaron.

Tenía una grande y fea herida en el pecho, probablemente provocada por el disparo de una escopeta a corta distancia. Había manchas de sangre en la ropa, en las paredes y en el suelo, dejando claro que el asesino no quiso arriesgarse a tener que realizar un segundo disparo, y se acercó lo suficiente para casi atravesar a su víctima de una sola descarga.

Quick Mickey y el alcalde no llevaban ni 10 minutos en la oficina del sheriff cuando por la puerta apareció Hoban, que venia corriendo desde el Cuervo.

Hoban entró un poco jadeante y mirando hacia atrás, hacia el guardia que a punto había estado de no dejarle pasar. Después se dio cuenta de donde estaba, echó un vistazo alrededor y después, sin apartar la vista del cadaver dijo:

- Hola, sr. Alcalde, Mike,... - parecía que el sheriff era lo único que Hoban tenía en la mente en ese momento - Siento decir esto compañeros, pero ahora estoy seguro,... no son Reavers. Un reaver no dispara, corta. Y no solo eso, si hubiera sido un reaver, este hombre no tendría su piel ahora mismo, y seguramente le faltaría algo más de eso.

El chico hablaba como si supiera perfectamente como actuaban, con una confianza nata en aquello que decía. Además, aunque pareciera sádico y macabro ante aquella escena, Hoban sonreía,... sonreía sin ningún tipo de tapujos. Entonces emitió un largo suspiro y sus músculos se destensaron. Entrecerró los ojos y sonrió de nuevo. Por primera vez miró hacia Mike, su rostro se contrajo en una mueca de asco.

- Mike, señor alcalde, las cosas están para mí mucho más claras. Haremos pagar a esos asesinos todo el daño que le han hecho al pueblo.

Y sin decir mucho más, Hoban se puso a buscar por la habitación algo más que le diera pistas sobre los "falsos reavers".

-Puede que tengas razon, Gu Ren... A este Suan Bei no lo mataron con la furia de un reaver, sino con premeditacion...

Miro al alcalde nuevamente, con expresion inquisitiva

- Digame... sabe de alguien del pueblo que pueda haber tenido un problema con el Sherif??

* o tal vez, alguien que lo halla querido silenciado..., +pienso para mi+

- Buf... - contestó el alcalde a la pregunta de Mike - No sabría decirle...

Se echó una mano al sombrero, quitándoselo de la cabeza y prosiuió:

- Para serle sincero, el sheriff no era u tipo muy apreciado en Warlock. Fue destinado aquí hace un par de años, al parecer por orden directa del gobernador de Heinlein. Nunca quiso explicar los motivos, pero desde el principio estuvo claro que fue enviado aquí a la fuerza, y que no le gustaba el pueblo. Evidentemente eso no despertaba simpatías entre los vecinos...

Hizo una leve pausa y continuó:

- La verdad es que nunca se tomó demasiado en serio su trabajo, y cuando aparecieron los bandidos simplemente se limitó a decir que no disponía de hombres suficientes, y que no podía hacer nada. Algunos vecinos lo acusaron de inútil y cobarde, pero él simplemente los ignoró. Solicitamos ayuda al gobernador regional, pero ya saben ustedes como funcionan estas cosas en el borde exterior. Por eso finalmente recurrimos a ustedes...

- Mike, no te centres en el sheriff, si ese fuera el problema no se habrían llevado a las mujeres y niños. Al fin y al cabo, si alguien debía defender el pueblo ese es obligatoriamente él. Independientemente de que pudiera ser comprado o no, los "reavers" debían dejar alguna víctima mortal para parecer reales. No creo que les importara mucho el quién. En fin... busquemos alguna pista que nos ayude.

Hoban registró a su alrededor en busca de algo que pudiera ayudar a esclarecer el caso. Tenía buena vista, asi que confiaba encontrar algo.

- Si... pero no te estraña, bao bao, que le dispararan tan de cerca y el no atinara a desenfundar siquiera?... Fue tomado totalmente por sorpresa... Acaso no estaba alerta cuando la nave aparecio?

Guardo silencio unos segundos

... Ademas, los reaver no usan armas de fuego, tu mismo lo dijiste... seria una shi shou importante disparar para simular una muerte, en vez de cortarlo y desmembrarlo.... Es extraño.

Mike revisa superficialmente  el cuerpo y luego la habitacion, pero no tiene muchas esperanzas de hallar nada en medio de tanto caos... .

La habitación estaba muy desordenada, pero no daba la impresión de que hubiera habido un forcejeo o similar. Mike y Hoban curiosearon durante un rato, si encontrar ningún detalle que revelase pistas demasiado trascendentales.

Encontraron pocas marcas de perdigones en las paredes, lo que confirmaba la idea de que el sheriff había sido disparado a muy corta distancia, y su cuerpo recibió casi toda la descarga. El borde de su mesa había sido rascado recientemente por un objeto metálico, y Hoban encontró astillas bajo una de las chapas de la parte de atrás del cinturón de la víctima, lo que indicaba que probablemente estaba sentado o apoyado sobre el mueble cuando le dispararon y la descarga lo arrojó violentamente hacia atrás.

Estaba claro que la cosa había sido a sangre fría, y el tipo no tuvo casi tiempo de reaccionar...

El alcalde observaba atentamente a Hoban y Mike, fijándose en cada detalle. El comentario del tahúr sobre si el tipo había sido tomado por sorpresa le sorprendió, y se rascó la cabeza, pensativo, unos instantes...

- Pues ahora que lo pienso... - contestó un momento después - eso no tiene sentido... Podía ser un rufián que solo se preocupaba de su pellejo, pero era un buen tirador ¡y rápido!

Señaló al flamante revolver que que el cadáver aún guardaba en la cartuchera y continuó:

- ¿Ven ese arma? Siempre estaba fanfarroneando de que si era la mejor de esta luna... En mas de una ocasión alardeó de sus pericia con ella. Una vez le vi disparar en una feria... y era bueno. Muy bueno... - Hizo una leve pausa - No entiendo como pudieron pillarle desprevenido... de frente...

-Si dice eso, jue shi, mas refuerza mi creencia de que esto no fue obra de los reavers... es un trabajo interno, de alguien del poblado...+Mira al muerto, meneando la cabeza+

*Quionj chi...en quien confiabas tanto que le dejaste acercarse asi?... No aprendiste que las cartas se dan vuelta siempre, zhen li?+piensa+

- ...jià - murmura, tanto al muerto como al alcalde. Se inclina sobre el cadaver y extrae la pistola de la cartuchera, examinando este, su factura y municion, para comprobarla.

- ¿Alguien del poblado? - dijo sorprendido el alcalde - No me imagino a nadie capaz de hacer tal cosa... - reflexionó un momento, mirando al cuerpo - Disparar así al pobre hombre... a quemarropa...

Se rascó de nuevo la cabeza (hacía eso todo el rato, probablemente un tic nervioso), miró al tahur y su joven acompañante y dijo:

- La chica de su grupo... no recuerdo su nombre... dijo que los asaltante no eran reavers... ¿No podría haber sido uno de esos... lo que sean?

En ese momento los comunicadores de Hoban y Quick Mickey se activaron simultaneamente y, entre zumbidos, se oyó la voz de Van Ulrich:

- Hoban, Quick, me copiais??? Aqui Ulrich.

-Aqui Quick. Te copio Ulrich, que pasa?

El hombre se para, caminando hacia afuera del lugar para tener una mejor recepcion.