Partida Rol por web

Minek no dejó de observar a Hoban con expresión cumpungida mientras éste hablaba largo rato con la muchacha explicándole algo que parecía ser importante y doloroso a la vez.
Ella se mostró atenta a cada palabra y cuando finalmente el "relato" acabó, emitió un hondo suspiro con el que su cuerpo parecía desinflarse parcialmente.

-Eso es lo que yo había oído, es su proceder habitual lo de hoy no tiene sentido- se encogió de hombros sin dejar de mirarse las desgastadas y mugrientas sandalias a través de las cuáles asomaban sus pequeños pies salpicados de arena y otro tipo de suciedad.
-Siento lo que te pasó pero te agradezco que me lo hayas contado...-  alzó entonces la mirada para dedicarle al joven una sonrisa amigable y sincera, abrazándole apenas un instante para confortarle tanto a él como a sí misma, sintiéndose algo más aliviada después de ése gesto.

Fue entonces cuando Nadaiba afirmó que prefería marcharse y Minek le siguió con expresión reprobatoria. Para ser una especie de chamán-consejero acostumbraba a ser demasiado silencioso y solitario. ¿Qué estaría rondándole por la cabeza?, ¿de verdad hablaba con los espíritus? En fin, eso escapaba a la comprensión y la lógica de alguien habituada a convivir entre máquinas así que decidió no dale más vueltas al asunto y volver junto al resto de sus compañeros con algo más de convicción, aprovechándola para arrebatar la botella de licor de las manos de Wyatt y tirarla a un rincón antes de que reaccionara y pudiera recuperarla.

-Debieron de ser un grupo de humanos haciéndose pasar por reavers. Así se aseguraban de que nadie les seguiría pero podían hacer lo que quisieran. Tiene lógica, ¿no? ¿Quién ha oído que esos salvajes dejen supervivientes y hablen entre sí? Contra los que tuve que lidiar se mostraron dubitativos en más de una ocasión y me dejaron viva a pesar de poder haberme hecho pedazos. No creo que los reavers tengan preferencías acerca de a qué víctimas matan y cuáles no, todos somos iguales para ellos-  tras decir todo eso de carrerilla se cruzó de brazos, haciendo caso omiso del pragmatismo de la mayoría de sus compañeros que insistían en centrar su atención en recibir el pago.

Dirk escuchaba con atencion los comentarios del resto de la tripulacion y una vez habian acabado de dar su opinion, dirigio su mirada hacia William.

Bueno, creo que nos estamos desviando del tema importante. Nuestro trabajo en esta ciuad ha concluido, y debemos ser pagados por ello no?? - Pregunta con cierta actitud burlona - No quiero parecer borde ni nada parecido, pero es que nosotros hemos cumplido nuestra parte del trato y creo que lo justo es que cumplais la vuestra.

Sobre lo de las mujeres y los niños... - hace una breve pausa - Me siento igual de apenado que ustedes, pero si los Reavens se las llevaron, es muy descabellado partir tras ellos - Parecia ignorar las palabras de Minek sobre que fueran simples humanos disfrazados, el cementerio estaba lleno de valientes, y Dirk no estaba por la labor de preguntarles a esos supuestos "Reavens" cual era su proposito arriesgando su vida.

Hoban agradeció el gesto de la chica, y con una sonrisa dió por zanjado el tema. Al menos por el momento...

Entonces, alarmado por la velocidad con la que Minek volvió al grupo, Hoban se olió problemas. Salió a gran velocidad tras de ella y llegó a su lado justo cuando golpeaba la botella de Wyatt tirandola al suelo,...

Con gran expresión de asombro, fue lo suficientemente rápido como para colocarse entre la mecanico y el oficial de seguridad.

- Wyatt,... hay cosas más importantes que atender, ¿no crees? - Le dijo al veterano oficial mientras éste miraba por encima del hombro a Minek, primero con expresión de sorpresa.

¿Por qué nunca se están quietecitos estos dos?

Arhyssa había permanecido en silencio durante todo ese rato, escuchando y sacando conclusiones por su cuenta... Lo que decía Minek parecía tener algo de lógica, aquéllo de que los Reavers se llevasen a un grupo de mujeres y niños vivos, no tenía mucho sentido dentro de lo que cabía en ese universo lleno de cosas realmente caóticas...

Sentía pena por Minek y el hombre que había perdido a su mujer... De hecho, había hecho lo que había podido con la primera, y lo mejor era dejar que se estabilizara por sí misma... Aunque, no sería con la ayuda de Wyatt, por lo visto...

Suspiró de forma inaudible y, por primera vez se pronunció:

-Deberíamos pensar en volver a la nave... Es posible que, si como decís, existe una probabilidad de que no fueran esas bestias salvajes... Se dirigieran hacia algún sitio en concreto... Quizás aún haya alguna pista factible...-mirando a Minek, como para infundirle esperanzas-¿No os parece raro el hecho de que sólo sean mujeres y pequeños? Posiblemente les "necesiten", no quiero para saber qué... Estaría bien que nuestro Señor Capitán Van Ulrich ultimara los detalles, y que, el alcalde...-le mira, sonriéndole de manera especial...-...Si recordase algo fuera de lo normal... Nos lo dijera, por el bien de aquéllos raptados...-Realiza una pausa breve...-Por supuesto... Yo no tomo las decisiones ni nada por el estilo... Tan sólo es una... ¿Sugerencia?-Señala sonriendo cautivadora, a la par que habla de manera apaciguadora...
Luego se dirige a Minek y al chico y poniendo una mano en el hombro de cada uno, susurra:

-¿Nos vamos...?

-¿Pero, que...?- Se sobresaltó al ver como Minek retiraba la botella justo antes de aparecer de nuevo Hoban.
-Maldita sea, Hoban...- Dice apretando los dientes. -Largaros de aqui... No hagas que lo repita... no te gustaría.- A Wyatt se le veía muy crispado. Mas de lo habitual. Apesar de ello enarcó una ceja tras escuchar la especulación de Minek. Realmente tenia sentido... a no ser por esa fuerte radiación que recibían los instrumentos del Cuervo cuando aquello entro en la atmósfera. Había piezas sin encajar.

Asintió ante las palabras del capitán. Aquello no era su guerra.
-Esta bién, señor Jui.- Dice dirijiéndose de nuevo al alcalde. -Es hora de cobrar por el trabajo realizado...-

Las palabras de Minek hicieron callar de asombro a la pequeña audiencia, que la miraba fijamente. Algunos hombres abrieron mucho los ojos y luego empezaron a cruzar comentarios.

- Hombres disfrazados de Reavers... - dijo uno - ...para asustarnos y campar a sus anchas...

Se empezó a formar un pequeño tumulto en el bar. Alguno de los presentes que no había estado escuchando la conversación se acercó a la mesa al ver la exaltación que las palabras de la joven estaban causando.

- ¡Tenemos que hacer algo! - dijo otro, exaltado - ¡No podemos dejar que se nos engañe de esa manera!

El tumulto creció aún mas, y se oyeron voces de asentimiento.

- ¿Y que piensas hacer tu, imbécil? - soltó entonces el alcalde con voz severa - ¿Tienes a caso una nave y armas con las que perseguirlos?

El tumulto cesó ante la muestra de autoridad del viejo Jui, que parecía haber recuperado algo de presencia. El alcalde esperó a que todo el mundo hubiera guardado silencio y continuó, ya en tono mas relajado.

- Debemos ser pacientes y realistas, y no dejarnos llevar por la ira... Lo que haya que hacer se hará en su momento...

Viendo entonces que el grupo se serenaba se volvió de nuevo a Van Ulrich.

- Su dinero, por supuesto - dijo colocando una pequeña pero aparentemente pesada bolsa de piel sobre la mesa - En monedas de platino, como acordamos... No es bueno realizar este tipo de pagos con créditos de la Alianza...

Empujó la bolsa hacia el capitán y sus hombres y esperó unos instantes a que este la cogiera, mirándole fijamente. Estaba claro que por su cabeza rondaba una idea, pero dudaba si manifestarla.

- ¿Todo en orden?

A dirk se le iluminó la cara tras ver als 2 bolsas de dinero que le acercaba el Alcalde. Con un gesto de indiferencia, como si este tipo de cobros lo realizara todos los dias comenta mientras recoge el botin:

- Todo en orden. Un placer hacer tratos con usted alcalde y si hay algo mas que podamos hacer por usted, no dude en avisarnos.

Sin apenas dejar tiempo para una contestacion por parte del Alcalde, Dirk se levanta y comienza a caminar hacia la puerta.

Por fin, crei que nunca nos pagaria. Es el momento de marcharnos de aqui.

- Bien compañeros... Es hora de marchar.

Wyatt sonríe ante las palaras de Dirk.
Con tranquilidad se levanta del asiento y se gira en dirección a sus compañeros.
-Maldita sea, vamos, no hay nada mas que hacer aqui.- Repite la orden del capitán gesticulando mientras saca un cigarrillo de su abollada pitillera. -¿A que estais esperando? No os lo van a dar por escrito!-
-Y tu...- Dice ahora encarandose a Hoban. -Tu y yo hablaremos... largo y tendido...- Entonces el rostro del veterano se contrajo en una sonrisa capaz de helar el aire.

Minek asintió a las primeras especulaciones e ideas de Arhyssa, sin embargo se limitó a negar enérgicamente con la cabeza cuando su amiga insinuó que era hora de marcharse.
No iba a dejar que los hombres de la nave se encargaran de dar por zanjado el asunto, cada vez dejaban más claro que atributos cómo la justicia y la valentía debían resultarle de lo más extraños.

-¡No me lo puedo creer...!- espetó en cuanto el capitán recibió la bolsa de platines y se dió la vuelta tan tranquilo, apoyado además por Wyatt aunque esto no la cogió por sorpresa -Creía que eráis hombre sy no gallinas, pero ahora está muy claro...- se cruzó de brazos y su frente se arrugó, claramente decepcionada con la actitud interesada de sus amigos.

-Bien, os explicaré cuál es la situación...- caminó unos pasos sin cambiar el gesto ahsta situarse cerca del alcalde para que todos los integrantes del Cuervo pudieran verla sin problemas.
-Por una parte tenemos una multitud de mujeres y niños inocentes secuestrados por hombres que se hacen pasar por reavers... y por otra la única nave capaz de alcanzarles a pesar de que se caiga a pedazos... ¿Adivináis de quién depende que ésa chatarra vuele?- dejó un par de segundos de silencio para después sonreír triunfalmente.

-Exacto, soy la única que conoce lo suficientemente bien las entrañas de nuestro querido Cuervo como para que no os deje tirados en mitad de la nada, así que vamos a ir a buscar esa nave os guste o no. No os quejéis, os han pagado y podéis quedaros con mi parte si tanto os interesan cuatro monedas- se encogió de hombros quitándole importancia al asunto monetario en cuestión, esperando quejas y malas caras por parte de todos. Aunque sinceramente eso le importaba poco al estar convencida de que era lo correcto.

Hoban no se extrañó lo más mínimo ante la actitud del capitán, con un gesto de resignación miró hacia otro lado. En cambio si le sorprendieron las primeras palabras de Wyatt.

- Esto... ¿Qué?...- Hoban le miraba sorprendido, fue entonces cuando Wyatt le amenazó, no con sus palabras, sino con su sonrisa - ¿Qué quieres?... ¿Piensas cortarme las orejas? Si tienes algo que decirme, grandullón cabeza de chorlito, te pido que lo hagas ahora. Claro,... eso si tienes narices, porque veo que cuando se presentan problemas eres de los primeros en escapar con el rabo entre las piernas...

Hoban tragó saliva, lo que iba a decir le iba a costar más de lo que quería que pareciera.

- Minek,... tienes,... tienes razón,... - Hoban acompañó sus palabras con la mirada hundida en sus zapatos... - La verdad es que no me agrada nada la idea de perseguir una nave reaver,... creo que mucho menos que al resto de los presentes,... pero siempre he pensado que lo correcto es más importante que nada,... y si Minek tuviera razón,... y si fuesen sólo hombres,... os puedo asegurar, por las descripciones dadas por la gente que no eran reavers... - Al chico le temblaba la voz, del miedo que sentía por dentro del mero hecho de imaginarse cerca de los reavers... otra vez... Aún así, consiguió agarrarse fuertemente a la idea de que no eran más que hombres cobardes disfrazados de reavers,... continuó - Wyatt, capitán... les puedo asegurar que aquellos que han huido en esa nave, no son reavers,... Y también puedo asegurar que parece que aquí la única con agallas, es la que aparentemente es más débil... Se ve que no todo es cuerpo y fuerza bruta, ¿no?... Se ve que aquí hay más de un cobarde... Dirk,... capitán, estoy seguro de que la suma que estos ciudadanos pueden ofrecernos por rescatar a sus mujeres e hijos podría hacer que el cuervo volara durante años... ¿no es así, señor Jui?... Wyatt... ¿vas a dejar que una chica como Minek, a quien rescataste de las garras de un bandido, parezca más valiente que tú... ¿me pregunto quién rescató realmente a quién?...

Hoban, convencido de que había conseguido cambiar la opinión de sus camaradas,... y aunque no lo hubiera hecho Minek obligaba a hacerlo,... se plantó frente a Wyatt, y con la cabeza alta, esperó el sonoro puñetazo que estaba seguro que se había ganado.

Estoy seguro de que sus planes se nos han adelantado,... ¿No, viejo borracho?... Demuestra que tienes agallas y tumbame... eso es lo único que puedes hacer para no perder mi respeto.

Los instantes que siguieron a las palabras del joven pistolero fueron de una tensión palpable. Parecía que ninguno de los dos quería desviar la mirada de los ojos del otro. Por esos entonces la sonrisa de Wyatt ya era história y, a su vez, observaba a Hoban a través del humo que desprendía su cigarro.
-En menos de tres minutos me habeis tratado de cobarde dos veces...- Comenta con aparente tranquilidad mientras el cigarrillo le bailaba de nuevo en la boca. -... todo un récord...- Cualquiera hubiese creído que Kinney estaba ironizando. Apesar de ello sus ojos seguían clavados en los del chico y ahora se acercó a pocos centímetros de su rostro. Hoban podía aspirar el humo que salía de su cigarro y, no solo eso, sinó que también podía sentir el calor que derprendía la colilla a medio consumir.
Entonces Wyatt habló con un tono mas duro. Casi en un susurro que procedía de sus adentros.
-¿Te crees muy duro eh, pollito?- Rompe la voz de Wyatt y los contornos de sus ojos se llenaron de profundas arrugas. -Conozco muy bién a los de de tu calaña... Pobres imbéciles...- Wyatt escupía cada palabra con desdén. Como si en realidad estuviese muy atrás en el tiempo. -No te importa poner en peligro a tus compañeros con tal de ver saciada tu sed de idealismo...-
En ese momento Wyatt se retiró unos pasos, sin perder de vista al chico, y pisó la colilla que justo antes dejaba caer al suelo. Acto seguido se arremanga y hace sonar sus nudillos.
-Ven, te enseñaré a respetar la autoridad de tu capitán...- Dice apartando con violéncia una mesa, la cual rebota cerca de los pueblerinos. -Vamos, Hoban. Probemos esas agallas. ¿Eres un tipo duro, no es cierto?-

La acalorada discusión que se había formado entre los miembros de la tripulación del Cuervo sorprendió un poco al alcalde, pero se mantuvo en silencio, observando la situación.

- Esa joven tiene agallas - pensó al ver la reacción de Minek - y el chaval también, aunque se le ha ocurrido enfrentarse con el menos indicado... y se la va a llevar...

Esbozó una leve sonrisa por un instante pero, al ver la violenta reacción de Wyatt, se puso en pié, con las manos en alto en gesto apaciguador.

- Caballeros, por favor - dijo con voz serena - Tratemos de comportarnos y llegar a un acuerdo... - y mirando a Minek y Hoban añadió - Los jóvenes me han dado una idea...

Las primeras alusiones hacia la posibilidad de que los atacantes no fueran reavers no le habían parecido mas que ilusiones estúpidas de aquellos jóvenes idealistas, como decía segundo de abordo del capitán. No obstante la vehemencia de sus palabras, unida al dolor por la horrible y reciente pérdida y la necesidad de proporcionar a sus vecinos con una alternativa que al menos les diera algo de esperanza le hizo recapacitar.

- ¿Que demonios? - pensó - Es probable que realmente sean reavers pero, al fin y al cabo esta pobre gente está tan desesperada que a lo mejor podemos reunir algo mas de dinero para pagar a estos mercenarios y que intenten un rescate... Además su mecánico parece bastante decidida...

Luego se volvió hacia la puerta, y ahora volviendo a un tono mas frío y calculado dijo:

- Señor Van Ulrich... Veo que es usted un estricto hombre de negocios, y lo respeto - expendió la mano señalando a las sillas que Wyatt y el capitán habían dejado libres - Ahora bien, si son tan amables de tomar de nuevo asiento podemos intentar negociar alguna manera de que nos ayuden en esta situación... Entiendo que sus servicios no son gratuitos y me parece de lo más lógico...

Dirk se encaminaba despacio hacia la puerta. Era consciente que sus actos podrian cabrear a alguno de los miembros del grupo, pero ir en busca de una nave Reaven?? Quien estaria tan loco como hacerlo??? y seguro que lo quieren hacer gratis!!, aunque el contar con el apoyo del viejo Wyatt no podia negar que era muy bueno para sus intereses.

Segun se acercaba mas y mas a la puerta, iba escuchando la voz chillona de Minek y los comentarios de Hoban increpandole a él y a Wyatt. Muchacha, la vida es injusta... pensaba. La disputa entre Hoban y Wyatt no le hacia demasiada gracia, el hecho de mostrar discordia en el grupo al resto de los allí presentes echaba por tierra la estrategia de Dirk para conseguir algo mas de dinero. Maldito seas Hoban... Me temo que tendré que intervenir, aunque no me desagradaria que Wyatt le partiera la cara a ese bravucon... Se detuvo unos instantes, y cuando iba a dar media vuelta para mediar entre los "pugilistas", el Alcalde volvio a tomar cartas en el asunto...

Tras oir las palabras del alcalde, Dirk volvió a tomar asiento apresuradamente.

- Caballeros - dirigiendose a Wyatt y Hoban - No creo que sea el mejor momento para demostrar cual de los dos la tiene mas larga... Hay asuntos que tratar con el alcalde.

- Y bien Señor Jui, continue... 

Arhyssa opta por mantenerse en silencio esta vez.
Sus opiniones ya habían sido dichas, y no parecía que nadie le tomase demasiado en cuenta.
Podría haberse marchado ya... En realidad, no sabía por qué se mantenía ahí...

Bueno... Lo más probable era que fuese tan sólo para enterarse de qué eran lo que iban a hacer y no quedarse del todo al margen... Pese a que, realmente, debería de hacer eso: mantenerse al margen y ocuparse de sus propios asuntos...

"-Ven, te enseñaré a respetar la autoridad de tu capitán...- Dice apartando con violéncia una mesa, la cual rebota cerca de los pueblerinos. -Vamos, Hoban. Probemos esas agallas. ¿Eres un tipo duro, no es cierto?-"

Hoban se acerca lentamente a Wyatt le mira a la cara fijamente, en una actitud un poco chulesca,...

-Te voy a aclarar dos cosas,... Primero, no me das ningún miedo, sólo eres un hombre, ¿alguna vez has visto un reaver?... sólo sentir su presencia ya es motivo para petrificarte. Segundo, tú no eres mi capitán, aquí el capitán es Dirk,... ¿vamos a respetar su autoridad? Entonces deberías de sentarte y dejar de hacer el loco... No se si tengo agallas o no... no me interesa la opinión de los demás,... lo que sé es que, a pesar del miedo que me dan, yo voy detrás de esos "falsos reavers". No te estoy diciendo que te quedes aquí, lo que estoy diciendo es que en caso de que lo hagas, no me demostrarás más que cobardía. Pégame si quieres, pero que me demuestres que eres mucho más grande y fuerte que yo, no implica que tengas más Quis que yo.

Hoban se planta justo delante de la cara de Wyatt, del mismo modo que Wyatt había hecho antes, no pretendía darse la vuelta y quedarse con la última palabra, quería que el viejo le pegara...o se retractara de sus palabras. Una cosa o la otra tenían que pasar.

Los nudillos del veterano se volvieron blancos por la tensión. Aquel chaval le sacaba de sus casillas. No tenía respeto por la autoridad de su capitán. El cual había ordenado retirarse claramente.
Abrió la boca para contestarle cuando escuchó las palabras de Dirk.
¿Hay asuntos que tratar?... maldito seas mil veces Van Ulrich... Piensa para sus adentros después de que su capitán le dejara solo y sin autoridad posible.
Wyatt no prestó oído a las palabras del chico hasta que le escuchó hablar en chino. Joder... Wyatt aborrecía que le hablasen en chino.
Unas décimas antes de lanzar el puñetazo parecía que Kinney iba a repensárselo. Apesar de ello impactó al rostro del chico con rabia.
-He visto cosas peores que reavers...- Dice en alusión a palabras anteriores. Después de esto reinó el silencio. Los pueblerinos quedaron con la boca abierta y todos le miraban con esos ojos del acusador. Wyatt no se sentía orgulloso de lo que había hecho.
Entonces avanzó hacia la mesa, recogió la botella de Whisky y desapareció de la sala camino del Cuervo sin siquiera despedirse ni mirar atrás.

Mickey había permanecido en todo momento al lado del capitán, atento a la negociación.

Una vez recibido el pago, se había acercado a la discusión entre el joven y el veterano, pues no le parecía demasiado bien que se discutieran allá delante de todos.

La verdad es que hubiera parado la discusión nada más esta se inició, pero ahora sentía curiosidad por ver hasta donde llegaba el muchacho.

Es entonces cuando el alcalde parece volver a proponernos otro trato.
De vuelta con el capitán, oye como por fin el tozudo con agallas de Hoban recibe el puñetazo.
"Ya se encargará alguna de las mujeres del chico."

Una vez alcanzado su lugar al lado del capitán, Mickey escucha atento la propuesta del alcalde.

"Si tiene razón Minek, puede que perseguir a esos Cheong Bao Ho Tze de pacotilla nos reporte algún beneficio extra, pues a parte de las mujeres seguro que tendrán algún jiao huò."

Minek ahogó observó la situación con total desagrado y desaprovación, frunciendo el ceño progresivamente hasta que Wyatt efectuó el golpe provocando que ella ahogara una exclamación de asombro y cierto espanto.
-¡Eres un...!- no acabó la frase, simplemente resopló de forma sonora dándolo por imposible mientras se llevaba consigo a la única compañera de viaje querida: una botella de alcohol.

-Deberías dejar de comportarte así, si no hubiera sido Wyatt en lugar d eun golpe podrías haberte llevado un disparo. ¿Qué haríamos entonces?, ¿crees que nos gustaría perderte?- increpó la joven a modo de reprimenda a Hoban, sintiéndose tremendamente decepcionada por la actitud de ambos, por lo que negó con la cabeza y finalmente se apartó de él yendo junto a la persona que sabía que no se comportaría de ese modo nunca: Arhyssa.

Miró a su amiga sonriéndole con poca energia y se sujetó a su brazo viendo como el capitán volvía a tomar asiento. Aunque sólo fuera por interés al menos era probable que acabaran por aceptar la extraña misión y podía darse por satisfecha con eso. Quizá las cosas no saldrían tan mal después de todo.

Hoban recibe el puñetazo con...¿Alegría? Es cierto que nunca le había gustado que le pegaran, pero esta vez era diferente.

El gran puño de Wyatt le había acertado en toda la cara. La fuerza del golpe le había arrojado al suelo, desde allí, pero con una sonrisa, el joven se quitaba la sangre que le salía de la boca.

Entonces Minek le reprimenda su actitud. Hoban sigue sonriendo. A través de sus labios asoman los ahora rojos dientes. Antes de hablar, Hoban escupe en el suelo. Después se dirige a Minek:

- Srta. Mi-Wak, usted conoce al viejo Kinney mucho más que yo. No lo dudo, pero desde luego estará de acuerdo en que es un viejo soldado. Sólo he llamado a esa parte de él. Lo que me interesaba era sacarla afuera. Dejar al borracho que se arrepiente de las cosas y sacar al soldado idealista. Con un poco de suerte ahora se repiensa lo que dijo y vuelve con nosotros el valiente que nos hace falta como jefe de seguridad. Además, tu sabes tanto como yo que se merecía que le llamaran cobarde. En cuanto a su amiga... vamos a ir detrás de ella, ¿no? Se ha marchado el único que pondría pegas a esta incursión... Debería ser más agradecida. Ahora nada impedirá que vayamos...

Cierto es que Hoban era un poco chulito, de hecho estaba seguro de que ese puñetazo le estaba bien empleado, sin embargo el viejo Wyatt le había demostrado que todavía quedaba dentro de él ese espíritu que le salvó la vida durante la guerra. Si de verdad eran reavers los que debían perseguir, necesitarían toda la energía y agresividad del viejo soldado si querian sobrevivir. Desde luego Hoban lo tenía claro:

Ese puñetazo delante del resto de la tripulación merece todo el respeto. Es cierto que yo hablé de más, pero siempre a proposito. Espero que el viejo no me guarde rencor. Desde luego yo ya sé de alguien que merece la pena de esta tripulación. De hecho hay algunos que me están sorprendiendo...

Hoban se levanta a duras penas,... rechazando la posible ayuda que le ofrecieran. Mientras se pone en pie le dirige una mirada de asombro a Minek. Después se acerca al capitán y a Mike. Sin decir palabra escupe de nuevo, y posa levemente la mano sobre el hombro del capitán. Cuando éste se gira, Hoban hace un gesto con la cabeza, dando a entender que se dejaba de tonterías y que le apoyaba en la negociación. Mientras el viejo capitán hablaba con el alcalde,... Hoban pensaba en Wyatt...

¿He visto cosas peores que los reavers...? No lo creo, viejo capitán... no lo creo...