Partida Rol por web

Este edificio de madera con su tejado de doble agua es una capilla abierta de una gran habitación, con un fondo convexo y dos habitaciones más pequeñas, una a cada lado. Tiene un altar de piedra junto a la pared convexa (la pared norte), altar decorado con la talla de la cabeza de un ciervo. Un crisol de plata, El Crisol de Freya, descansa encima del altar, a la vista de todo el mundo. Shandrill suele encontrarse aquí, o alguna de sus dos ayudantes.

Nada más salir del templo, se encuentran cuatro edificios más, siendo el edificio más alejado la vivienda nominal de Shandrill, aunque todo el mundo sabe que casi nunca se encuentra ahí. Todos son simples edificios de madera, con tejados a dos aguas (con mayor o menor desnivel). El resto de edificios son pequeñas capillas cubiertas, decoradas con pequeñas estatuas de otros dioses del bien, como Lathander, San Cuthbert, Helm, Tempus o Yondalla. En estas capillas se pueden observar con asiduidad personas rezando o realizando ofrendas. En la capilla de Yondalla, una pequeña mediana con ropas de sacerdotisa suele realizar pequeños oficios religiosos todo aquel que realize la correspondiente ofrenda. Una de las capillas, algo más grande, parece estar consagrada a Waukin y Tymora, y de todas, suele ser la más transitada, debido al constante trasiego de comerciantes que atraviesan el pueblo.

Shandrill se acerca a tí y te pide que la acompañes a su cuarto, donde te pide que te desnudes completamente.

Una vez lo has hecho, te pasa una simple túnica por encima de la cabeza y juntas, rezáis durante buena parte de la noche delante del altar, arrodilladas y orando una y otra vez. De vez en cuando, Shandrill se detiene, te ofrece un vaso de agua y te cuenta alguna "parabola" o historia, donde vas adquiriendo los nuevos conocimientos sobre la Diosa Freya que necesitarás en un futuro....También realiza ciertos rituales, donde te abandonas por completo a la nueva fe, sintiendo como la presencia de Freya te llena y te inunda de comprensión, sabiduría y nuevos conocimientos. En el proceso, tus antiguos conocimientos se difuminan en tu memoria....

Cuando te quieres dar cuenta, estás profundamente dormida, apoyada en uno de los pocos bancos del lugar, arropada por una ligera manta que Shandrill ha echado por encima de tus hombros. Y la noche pasa.....

DUrante la noche en una de las ocasiones que trae agua la digo:- Shandrill, hermana, tendrias alguna fruto o alimento solido que me ayude a pasar la noche?, no he comido desde el mediodia y a no ser que Freya exija ayuno seria bueno que comiera aunque sea una manzana.

Me la traiga o no le dire:- Gracias.

Luego seguiré con las lecciones prestando especial atención al conocimiento carnal, a dar placer, maneras de complacer, etc, ya que mi conocimiento era nulo al respecto y los libros que había leído no incluía nada de ese material. Incluso le pregunto a Shandrill por sus preferencias.

Durante la larga noche, Shandrill trae diversas frutas y viandas, todas ligeras, así como agua fresca y algún que otro zumo, hecho con fruta fresca. La conversación versa de muchas materias, religión, versos, metáforas y por supuesto...sexo. Al verte tan verde sobre el tema, la sacerdotisa hace un especial hincapié en enseñarte los nombres, usos y costumbres de las diversas partes del cuerpo de un hombre...y de una mujer. Al no tener ningún hombre a mano, la enseñanza se versa principalmente en las partes placenteras de la mujer, cómo moverse, qué músculos apretar, cómo gemir...que ojos poner....cómo mirar para seducir...el manejo correcto de la lengua......incluso, llama a las dos aprendizas y ellas te dan una demostración práctica de cómo usar las lenguas...en tu cuerpo. Nunca habías hecho eso, pero tras la sesión intensiva, en la que ambas muchachas se aplican con entusiasmo juvenil, descubres cosas que alguna sacerdotisa de Sune te podría enseñar...con algo de tiempo. Al parecer, las dos muchachas han sido bien enseñadas por Shandrill....y ellas no escatiman en esfuerzo.

"Y recuerda....Freya no distingue, en el placer, al hombre de la mujer...pero nuestros esfuerzos se centran principamente en la procreación. Hoy ha sido un día especial, pues no recibimos a alguien tan dotada para ser clériga de nuestra orden todos los días....Pero siempre ten en mente que nosotras defendemos la fertilidad en todas sus formas, la llegada de la cosecha por ejemplo, es una forma de fertilidad, defendemos el ciclo de la muerte y el renacimiento..."

Sus palabras se pierden entre las caricias de las muchachas, haciéndote llegar al éxtasis una vez más....

***

Una vez a solas, cuando le preguntas por sus preferencias, te dice que ella los prefiere altos, morenos e inteligentes....y notas un deje de tristeza en su voz...pero rápidamente cambia de tema..."Kerri....Freya y yo necesitamos que ése ente maligno....ésa cosa que haya en el castillo...sea eliminada. No podemos permitirnos que pasen más días con esa "cosa" ahí, poniendo en peligro a ésta comunidad. Sea lo que sea..debe seguir su camino...el camino natural de las cosas."

Tras hablar contigo largo y tendido, tras toda la noche realizando los ritos pertinentes al final, consiges ver las primeras luces en el cielo. Shandrill te dice que ya puedes marcharte, mas te vas como miembro de la comunidad de Freya. "Recuerda mis palabras...Freya te da su bendición. Buenos días, hermana."

Con una inclinación de cabeza, se retira a sus aposentos, probablemente, a prepararse para el resto del día.

La noche había sido intensa, Kerri había aprendido mucho, y aunque algunos versos e historias conocía, no con tanta profundidad como aquí se relataron, mas lo que mas la impacto fue la relación de esta diosa con la procreación y por tanto el Sexo, ella había dado toda su vida por defender al oprimido, al desvalido, por dar justo castigo al malnacido, pero después de recibir la bendición de Freya, se encontraba que ahora debía defender la procreación y el orden natural de las cosas, allí donde antes ponía castigo, ahora a veces debería perdonar. Ademas la parte mas intensa fue de sexo debido a su nula información del tema, nunca la había interesado leer esos libros, y alguna vez que había encontrado alguno, prefirió ver dossieres sobre las guerras del norte y otros apuntes.
Ahora era su asignatura pendiente, y la verdad había sido placentero, Shandril la había echo sentir cosas que no había sentido nunca, y se suponía que eso debía hacerlo sentir a otra gente, seria difícil, pero lo intentaría, aunque el problema estaba en si quedaba embarazada, que seria lo mas probable, que debía hacer con el bebe?, debía aposentarse en algún lugar, o podría seguir bagando por el ancho mundo, así que antes de que Shandrill se fuera a su habitación la paro tocándola en el hombro y la pregunto:
- Shandrill, Lo mas probable es que en unos meses me encuentre embarazada, que he de hacer hasta que nazca el bebe?, como debo comportarme?, que sucede en el cuerpo de una Assimar cuando queda embarazada y cuanto tarda en nacer?, puedo combatir?, hasta cuando?, cuando nazca el bebe he de dejar las andanzas bajo la luz de Freya? Y otra pregunta apremiante, cada cuanto tiempo debería dar placer?, y solo a miembros creyentes, o de cualquier religión?
Eran preguntas tontas para una mujer normal, pero para Kerri a la que nunca le habían contado esos menesteres era fundamentales, si el fin era la procreación los hijos debían nacer sanos bajo el signo de Freya, y ella no quería que eso no pasase con sus hijos.

Shandrill te miró y sonrió, levantando las manos como en un gesto de indefensión..."Oh....basta.....muchas preguntas....déjame contestarte....jajajaja....." su risa cantarina, aunque cansada, era contagiosa.

"Primero de todo, y para responder a la pregunta que creo que más te preocupa. Sí, si das placer, y recibes, no se te olvide que es un intercambio....lo normal es que al final acabes por quedarte embarazada. Nosotras, como sacerdotisas y clérigas de Freya, abrazamos el orden natural de las cosas....pero tenemos una prerrogativa, podemos decidir cuando queremos o no queremos quedarnos embarazadas. Toma...." se acerca a su habitación y tras buscar dentro unos segundos, sale con una bolsita pequeña, apenas más grande que la palma de tu mano.

"Dentro encontrarás unas hierbas que, tomadas en infusión, te permitirán tener relaciones durante unos días sin quedarte en cinta....pero tampoco abuses de ellas....deja pasar cuatro o cinco días entre toma y toma, al menos, para que tu cuerpo se limpie de impurezas y volver a tomarte una dosis. No son totalmente efectivas, pero ayudan."

Se sienta en un banco y sigue hablando..."Ahora bien....si sucediera, imagino que, como cualquier mujer, tu cuerpo comenzará a experimentar cambios. Te notarás rara, tus cambios de humor serán más repentinos, se te hincharán las muñecas y tobillos de vez en cuando, tendrás naúseas y mareos, quizás vómitos....Y tu tripa, poco a poco, irá creciendo, a la vez que ganarás peso. Te entrarán ganas de mear más a menudo, tendrás más hambre, aunque te recomiendo comer lo mismo que siempre, o sea, no comas para dos, si no para tí. El resto...dejaré que lo descubras tú misma....¿no crees? Tiene más emoción."

"Ah...sobre tus otras preguntas....No...no dejarás de ser Sacerdotisa de Freya hasta que tú decidas dejarlo...o la diosa te rechace por alguna razón. Esperemos que eso no pase nunca. El placer lo darás cuando tú quieras, cuando tú creas conveniente, así que, todas las veces que quieras, durante todo el tiempo que quieras....eso es cosa tuya. Al igual que es cosa tuya, bajo tu criterio, con quien yacer. Ojo...no te hagas una idea errónea. No somos sacerdotisas de Sune, que son más....liberales aún. Nosotras abogamos por el amor libre, por poder dar y recibir placer...pero cada cual es libre de darlo o recibirlo, siempre que quiera. Eso quiere decir que puedes fijarte en una sola persona en toda tu vida....o en muchas...queda a tu discreción, pero lo normal es que te fijes en varias.....¿me entiendes? Disfrutamos de nuestro cuerpo cuando nos apetece, sin ataduras morales....a menos que nosotras nos las impongamos por propio convencimiento. Digamos que la diferencia entre las Sacerdotisas de Sune y nosotras es que nosotras podemos elegir si hacerlo o no, cuando, cómo y con quién...ellas suelen hacerlo casi compulsivamente, como si el fuego les recorriera las venas. No es tan exagerado, pero para que lo entiendas."

Te mira a los ojos mientras sonríe de nuevo..."Espero haberte sido de ayuda, hermana."

Dicho ésto...desaparece en su cuarto.

Cuando se va a ir la pongo la mano en el hombro y con suavidad le doy la vuelta para ponerla enfrente de mi, me acerco y le doy un beso cariñoso en los labios para a continuiacion apartarme un poco y preguntarla: -Muchas gracias por la información y por las hierbas, donde puedo conseguir más?, como se llama la planta?, quizás la encuentre por el campo, y si es así, como hay que guardarla para que no pierda las propiedades?
Y por ultimo, que es lo que hace la espada que Freya me ha ofrecido?

Con algo parecido a un suspiro de resignación, pero con una sonrisa amable en el rostro, Shandrill se gira de nuevo hacia tí, aceptando el beso que le das, pero poniendo una mano en tu pecho para separarte suavemente a los pocos segundos....

"Pequeña, comprendo que tengas tantas dudas, y bien es cierto que debo darte más información, pero comprende que tenemos mucho trabajo por delante, y que estamos cansadas....nuestras mentes comienzan a estar embotadas y necesitan descansar para funcionar bien...y ése descanso aún no va a llegar, pues tenemos que trabajar."

Con suavidad, se quitó tu mano del hombro y contestó a tus preguntas "La planta se llama "Teriko", aunque puede que en otros lugares la encuentres con otros nombres. Es una pequeña cizaña verde oscura, muy apreciada como anticonceptivo. Debes hervirla durante una hora y obtendrás un elixir que, tras beberlo, impedirá en la mayoría de las ocasiones que quedes embarazada.*"

Shandrill te acompañó a la puerta y allí te terminó de explicar detalles sobre la planta: "La planta suele encontrarse en mayor abundancia en las zonas rurales, con clima caluroso y húmedo (subtropical), y únicamente crece durante los meses de primavera y verano.**  Si guardas las hojas en una bolsita, pueden aguantar perfectamente casi 8 meses sin perder sus propiedades, siempre que no les de mucho el frío. En elixir...bueno...simplemente te diré que nunca he tenido un elixir que durara tanto tiempo como para quedarse sin sus propiedades...y sobre la espada...bueno, es una espada especial. Tiene la bendición de Freya y es un arma mágica. En lugares sagrados para Freya y delante de sacerdotisas de la diosa, se pone a brillar, más fuerte cuanto más poder siente. Unas pocas elegidas tienen la capacidad de acudir a la sabiduría de una gran guerrera en comunión con la espada...y sé que fuera de nuestro plano, la espada es más fuerte si cabe, pero no he tenido ocasión de probarlo...bueno...espero haberte sido de ayuda, porque ahora sí, debo dejarte, querida...***"

Con suavidad, se cierra la puerta sin darte la oportunidad de replicar, ni siquiera de moverte, tan abstraída estabas con las palabras de ella que no te has dado cuenta...

Tras ir al mercado, y realizar tus compras, te diriges a buen paso al Templo. La gente te saluda al pasar, la mayoría con inclinaciones de cabeza y sin muchos aspavientos. Al parecer, la alegría inicial ha pasado y queda el agradecimiento sincero.

Groland accedió con timidez a la zona de culto del templo y buscó con la mirada a la sacerdotisa. ¿Estaría allí a esa hora? "Si no, quizás una de las acólitas o algún fiel del templo pueda ayudarme a encontrarla."

No me da tiempo a decirla ni gracias, pero ya tengo orientación ahora ire a dormir y a desayunar, después venderé mi espada larga para sacar algo mas de dinero y comprar tres frascos vacíos.

Al llegar al templo ves a una de las acólitas barriendo y ordenandolo todo. Al entrar, la acólita te pide que esperes, pues tiene que avisar a la sacerdotisa. Tras apenas un minuto, la acolita vuelve del cuarto de Shandrill (al fondo, a la derecha) y te dice "Shandrill dice que te recibirá, pero debes esperar un poco, pues está inmersa en una tarea para vosotros...Por favor, siéntete libre de rezar a la Diosa, si te place, por supuesto." Su pícara sonrisa te acompaña mientras ella se dedica a seguir barriendo, aunque, no sabes cómo, siempre se las arregla para agacharse algo más de lo normal, mostrando generosamente su escote o inclinarse hacia adelante cuando está de espaldas a tí, dejando perfectamente a tu vista su ceñido y precioso trasero, recogido en una falda de cuero muy apretada, que le llega apenas por debajo de las rodillas, con un corte en diagonal, que deja uno de sus muslos a la vista.

Tras unos treinta minutos de tortura visual, Shandrill aparece, momento en el cual, la acólita, misteriosamente, termina rápidamente sus tareas y desaparece por la puerta del fondo a la izquierda, no sin antes echarte un último vistazo desde la puerta y hacer un pequeño puchero con sus suaves y turgentes labios.

"Sí, decidme Groland, ¿qué buscáis?", te pregunta, con una cadencia en la voz algo más lenta que la que le oíste ayer. La sacerdotisa parece algo cansada, y caes que habrá estado toda la noche despierta como Kerry, pero ella, al contrario que tu compañera, parece algo más acostumbrada a las noches en vela, pues parece aguantar bien la falta de sueño. Pese a todo, sus movimientos y hablar no son tan fluidos como el día anterior, parece ir más pausadamente.

¡Por fin!, pensó aliviado el guerrero cuando apareció la mandamás del culto: en cualquier otra circunstancia, Groland habría disfrutado del espectáculo de la acólita como el que más, e incluso habría ido a felicitar a la artista en su camerino, pero... ¿En un templo? No, ni hablar: demasiados años de educación pía a sus espaldas. Ni siquiera el recuerdo de Freya invintándole -conminándole, de hecho- a tomar a sus mujeres le permitía transgredir ese tabú aprendido. Otra cosa es fuera, claro... Tomó nota mentalmente de todo aquello. Era turno de hablar con Shandrill.

—La verdad, mi señora —dijo tras el saludo más educado y agradecido que pudo articular—, es que hay muchas cosas que me gustaría que habláramos, si tenéis algo de tiempo...

Ignorando el cansancio de la mujer, o quizás teniéndolo muy en cuenta, Groland procedió a enumerar rápidamente las cuestiones que quería tratar con la sacerdotisa. Lo primero que mencionó fue la capilla y la estatua del castillo Eralion: el guerrero explicó su preocupación respecto a que la capilla “de Lathander” (sic: nadie le había dicho nada y él no había preguntado) pudiera volver a ser corrompida y se ofreció para ayudar a trasladar la estatua al pueblo. En segundo lugar, el guerrero preguntó por Greinh: por algún sentimiento de camadería o deuda que no podía explicar, quería saber dónde lo habían enterrado, para presentarle sus respetos, y si habían informado ya a su orden. A continuación, explicó a Shandrill que él y sus compañeros estaban valorando de qué manera seguir ayudando al pueblo: si yendo a por el vampiro, a por el chamán, a por la mantícora de la que hablan algunos campesinos o a por la hija de Voril. Por tanto, necesitaba toda la información que sobre esos temas la sacerdotisa le pudiese dar.* Finalmente, y tras titubear:

—...por último, quería preguntaros sobre... bueno... Ya sabéis. La espada. —El hombretón miraba al suelo, como había hecho, salvo en puntuales miradas, durante toda la entrevista. Lo había hecho por el respeto debido a una mujer de la dignidad de Shandrill, pero ahora también por cierta vergüenza.— La visión... yo... —Quería decir tantas cosas, era tanto lo que no entendía, que no era capaz de concretar una pregunta.— No sé qué es lo que espera la diosa de mí —resolvió, con cierto apuro—. ¿Qué creéis que significó su revelación? —Pausa, titubeo, suspiro.— ¿Qué debo hacer?

La sacerdotisa, llevándose a Groland a uno de los pocos bancos que habían en la sala, se sentó, escuchando pacientemente todas y cada una de las palabras del hombretón.

Su semblante se relajó unos instantes, con los ojos cerrados, mientras parecía sopesar las preguntas de Groland y buscaba las respuestas en su interior. Con un suave y largo suspiro, abrió los ojos y contempló al guerrero con un principio de sonrisa en los labios..."En verdad Freya nos ha bendecido con vuestra presencia aquí." dice, al comenzar a hablar, "Muchas cosas preguntas, valiente guerrero, y trataré de contestarte a todas lo mejor que pueda."

"Estoy de acuerdo en que es importante tomar precauciones con respecto a ésa capilla. Sí, podría ser mancillada, como ya lo ha sido. Nada está a salvo de la semilla del mal si no se le protege adecuadamente. Pero me preocupa en éstos instantes mucho más la posibilidad de que exista un no-muerto en ése castillo. Mi primera opción sería comprobar qué tiene de cierto ése rumor, y tras lo que habéis visto, es posible que algo haya de cierto. Si existe un no-muerto, hay que acabar con él, sea como sea. No podemos permitir que esté ahí, vagando a su antojo. ¿Quien sabe si los Orcos eran lo único que lo retenía allí dentro? Me habéis hablado de un clérigo o Shaman de una deidad demoniaca, Orcus, que acabó con el pobre Greinh en un abrir y cerrar de ojos. ¿Cómo sabemos que ése clérigo no tenía encerrada a esa criatura y la utilizaba para sus fines, y ahora que el clérigo ya no está, la magia que lo retenía esté a punto de desaparecer? No podemos arriesgarnos Groland. Tenemos que saber, y si existe, tenemos que eliminarlo. Por el bien de Fairhill y de otros pueblos cercanos...como Crimmor. Allí también viven cientos de almas que, aún estando algo más alejadas, podrían sucumbir si no se controla el mal que podría surgir del castillo." Shandrill parece bastante seria y apremiante en éste punto. Sus palabras suenan duras y casi como órdenes, pues tal es la seriedad que imprime a su oratoria en éstos momentos.

"Greinh descansa en un pequeño apartado del que disponemos para los hombres religiosos que son afines a nuestra deidad, o que han prestado un gran servicio a nuestro pueblo. Detrás de nuestro templo, hay un grupo de árboles donde podrás observar unas pocas tumbas. Son de gente que te he mencionado antes. Le hemos enterrado allí, y su alma inmortal ya vaga junto a su Dios. Hemos escrito una misiva que partirá hacia algún templo de su orden con el siguiente viajero que tenga a bien hacernos dicho servicio. No te preocupes, hay muchos que se ofrecen voluntariamente, pues en su camino viajan de templo a templo, buscando sabiduría y consejos, además de otros clérigos o sacerdotes en perigrinación o viaje. Pero es muy amable por tu parte preguntar por él, Groland." Aquí la mujer asiente y te coje ligeramente las manos, con suavidad. Notas que su tacto es refrescante comparado con el tuyo, que, ardiente en esos momentos, te hace parecer una estufa al lado de la delicada elfa, pero a ella no parece importarle. 

Cuando le preguntas por su opinión, ella reitera..."Groland, es muy triste que Voril haya perdido a su hija, pero según he oído, ella se fue voluntariamente con un grupo de aventureros que apenas pasaron aquí una noche. No digo que no podáis ir a buscarla, pero quizás ella no quiera volver. ¿Dónde estará a éstas alturas, tres días después de irse? Además, ¿cómo sabemos si necesita ser "rescatada", si se fue por propia voluntad? Lo que sí que sabemos es que esos aventureros no quisieron ayudar al pueblo, pues no aceptaron nuestras demandas. Quizás la intuición de padre sea buena, pero creo que hay cosas más importantes y ciertamente, más contrastadas. No sé mucho sobre ellos, quien lo sabe es su padre, Voril, o en la posada donde estuvieron, "El barril y la Jarra". Sobre la manticora, la manticora es un animal ciertamente peligroso, caza desde lugares altos y se abate normalmente sobre animales y víctimas solitarias, pero volvemos a lo mismo. Por mucho que me duela, yo tengo que procurar cuidar a todo Fairhill, y mis prioridades deben ser siempre el bien de la mayoría. La guardia permanece atenta y si ésa bestia es verdad que existe y se acerca al pueblo, la abatirán. Bien es cierto que si es verdad, mandaremos a alguien a investigar, pero ahora no, ahora hay algo más importante en estos momentos, al igual que si el Shaman Orco ha huido....es una lástima, pero por ahora, la prioridad es el posible no-muerto. Y no...no creo que el Bosque sea mágico, yo lo sabría ya. Probablemente os perdisteis, porque lo que sí que es el bosque, es denso y es fácil perderse si no sabes a donde vas. También es verdad que es probable que encontrarais alguna senda o camino secundario que os llevó a través del bosque, puede que Freya os ayudara en eso, para llegar antes al castillo. La vuelta, según me habéis contado, la hicisteis por el camino de siempre, y el tiempo que tardasteis es lo que se suele tardar en ir. Sobre los Orcos y ése Tavik...no...no conozco más clanes Orcos por la zona, pero no te lo puedo asegurar, no me muevo mucho de Fairhill desde hace tiempo, y tampoco sabemos si algunos Orcos se han trasladado cerca. Siento no poder ayudarte con ésto."

Tras la parrafada, Shandrill intenta concentrarse. "No creo que se trate de un Vampiro, Groland. Está bien mantener éste pequeño engaño, así la gente no se acerca al castillo, que en realidad, es muy peligroso como habéis podido comprobar. No sólo porque está en ruinas y cualquiera podría hacerse daño de una mala caída o un desprendimiento. Además están las criaturas que vagan por los bosques cercanos, Stirges por ejemplo, esa especie de criaturas voladoras que se alimentan de la sangre de los vivos y pueden dar ésa apariencia de que hay un "vampiro", además de otras que podrían haberse instalado en ésas ruinas, o bandidos....o Orcos, como los que habéis expulsado. Está lejos del pueblo, y no podemos llegar a rescatar a nadie que se meta en problemas, pues no lo sabríamos hasta que fuera demasiado tarde. Definitivamente, no es un lugar al que yo quiera que mi gente vaya." 

La mujer se detiene, se levanta, va a por dos pequeños vasos de barro y con una jarra, los llena de agua, ofreciéndote uno y bebiendo ella del otro. Permanece de pié, andando de un sitio a otro mientras habla contigo "Pero sí que creo que allí hay algo, probablemente algún tipo de criatura no-muerta, pero mucho menos poderosa que un vampiro, pues si hubiera un Vampiro, Fairhill estaría prácticamente condenado, y no creo que los Orcos lo hubieran podido contener, son criaturas poderosas y pertinaces, tercas y brutas esos Orcos...pero no tienen la inteligencia y la sutileza suficientes para manejar un Vampiro. Si hubieran manadas de ratas o de murciélagos cerca, entonces podríamos empezarnos a preocupar."

Cuando le preguntas sobre la Diosa, se arrodilla frente a tí, cogiéndote de nuevo las manos con suavidad. No dejas de notar que sus largos y diestros dedos están suaves y que te resultan altamente agradables al contacto con tu ardiente piel. "Groland....mi buen Groland. Freya quiere de tí algo...algo especial. Que seas feliz, que tengas hijos y que le reces de vez en cuando. Pero tú has sido "tocado" por ella. Te ha sonreído, y eso es que aprueba que seas uno de sus brazos guerreros, uno de sus valientes que expulsan al mal de sus tierras, que protegen a la gente que lo necesita. Campeón de los débiles, amante de las mujeres. Eso es lo que Freya espera de tí. Que la sirvas fielmente, y que tengas un poco de amor para ella y todas las mujeres que tú quieras. Pero sobretodo, y antetodo.....sé sincero Groland. Una cosa es tener sexo y placer con cual mujer quieras por acuerdo mutuo....sin engaños, siendo libre. Otra cosa es querer a una mujer, engañarla y hacerle creer que es única en tu vida...y después yacer con otras. Eso Freya no lo aprueba....y yo tampoco." En su voz parecía haber una pequeña advertencia, quizás un deje demasiado duro al pronunciar esas últimas palabras...

"Ahora ve, joven guerrero...pruebas duras te aguardan y yo debo trabajar para ayudaros en lo que pueda. Tengo que terminar las pociones que os prometí, así como los viales de agua bendita. En cuanto pueda, os los haré llegar y trataré de convencer a Arlen de que os mande algo de ayuda, aunque la guardia se ha visto mermada en éstos últimos tiempos a causa de los ataques Orcos y estamos algo faltos de guerreros. Pero Baran, el capitán de la guardia, es un buen hombre y seguro que algo de ayuda puede enviar..además...o mucho me equivoco, o algún voluntario saldrá...o voluntaria."

Su sonrisa se volvió pícara al decir ésta última palabra..."Id con Freya, Groland."

El ambiente del templo era tranquilo y la voz de la elfa se alzaba sin dificultad sobre el ruido apagado que llegaba de las plazas y calles. De los pocos fieles que visitaban el templo apenas se oían algunos pasos y susurros. En cuanto a Groland, escuchaba a la elfa en silencio, aunque no impertérrito: sé sonrojó, por ejemplo, cuando su interlocutora dio gracias por su presencia en el pueblo o cuando le cogió las manos, y frunció el ceño un par de veces cuando la mujer habló del no-muerto del castillo. Las emociones de Groland fueron especialmente evidentes en el tramo final de la exposición, cuando Shandrill le reveló lo que realmente sospechaba del “vampiro” (cosa que pilló a Groland por sorpresa) y le transmitió los deseos de Freya.

La clériga ya se estaba despidiendo, creyendo tal vez satisfechas las dudas de Groland, cuando éste le rogó un poco más de su tiempo. Lo cierto es que sus respuestas habían traído nuevas preguntas.

—Señora, disculpadme, pero hay algo que no entiendo: ¿por qué temer tanto a una criatura... —...si es que la hay...— ...que todo indica que está bien encerrada? —Se explicó lentamente, inseguro.— Incluso aunque el mago se haya equivocado y los sellos mágicos ya no tengan poder, no hay ningún indicio —...salvo falsas historias de vampiros...— de que una criatura no-muerta ande suelta. —Se le notaba inquieto.— Si el chamán orco trataba o no de hacer algo maligno con ella o la mantenía cautiva... eso son... —...sospechas sin sentido. Ahora que sabía que las “víctimas del vampiro” eran un cuento karaturiano, no entendía tanto interés en investigar las catacumbas del castillo: era una imprudencia. “Si no está roto, no lo arregles”, dicen en Cormyr. No se atrevió a decirlo.— No lo veo.

Nada más mencionar sus dudas, se dio cuenta de que no debería haberlo hecho: ¿qué podía entender él de las inquietudes y preocupaciones de una señora como Shandrill? Escuchó atentamente la respuesta de la hembra, pero el vampiro no había sido la única razón de Groland para prolongar la entrevista.

—Hay otras cosas de las que quería hablaros...

Y dijo lo que llevaba diciendo una y otra vez, pueblo tras pueblo, a todo aquel que se dignara a escucharle:

—Busco a un hombre llamado Grogere de Fleur.

Le explicó a Shandrill que el tal Grogere era un hombre de unos cincuenta años, de pelo cano y aspecto curtido, muy parecido a Groland pero algo menos corpulento y tuerto del ojo izquierdo. Un guerrero. Groland le preguntó si había pasado alguien así por Fairhill alguna vez, que ella recordara. No le dijo nada más. No necesita saber nada más. No tenía muchas esperanzas de que, en un pueblo como Fairhill, nadie, ni siquiera alguien como Shandrill, tuviera alguna pista, pero se había decidido a no dejar escapar ninguna oportunidad.

Los pocos fieles que habían en el templo fueron sacados amablemente por las dos ayudantes de Shandrill, y ya no se permitió la entrada a nadie más. Al parecer, el templo ahora mismo estaba ya cerrado a las visitas, aunque fuera se oía trasiego de gente, seguramente de los fieles que iban y venían a las pequeñas capillas adyacentes al templo. 

Groland siguió preguntando, cuando Shandrill ya se retiraba. La mujer, ahogó un suspiro y sacudió la cabeza..."No hay tanta diferencia entre humanos y aasimar..." murmuró, apenas audible para ti. 

Cuando escuchó tu primera pregunta, frunció el entrecejo. No parecía acostumbrada a que le "discutieran" sus peticiones. "Groland, discúlpame si parezco grosera, pero no espero que entiendas porqué lo pido. Lo que espero, y así lo espera también Freya, es que ése no-muerto desaparezca cuanto antes de nuestras tierras. No puedes imaginar lo que podría pasar si realmente ahora está suelto a su libre albedrío.". Cruzó sus manos delante de ella, pensando durante unos momentos antes de seguir hablando.

"Groland, de verdad, no quiero ser grosera. Estoy cansada y debo trabajar mucho aún. Tengo que preocuparme por casi todo, para mantener ésta comunidad a salvo de los peligros que la amenazan. Un no-muerto sería horrible para nuestra comunidad, y más ahora, que estamos creciendo y comenzando a ser conocidos, comenzando a ser transitados por comerciantes y mercaderes. Si todo va bien, Fairhill será una ciudad próspera dentro de poco, pero tenemos que seguir esforzándonos, mi buen Groland. ¿Que no hay ningún indicio de que la criatura ande suelta? ¿Y qué debemos hacer, mi buen Guerrero? ¿Esperamos a que el no-muerto se libere y mate a alguien?" no había dicho las últimas palabras con malicia, si no como una profesora experimentada hablaría con un muchacho al que le tiene que explicar algo que no entiende, pero que es evidente."Lo dejo en tu conciencia, hombre. Tú decidirás si es prioritario o no ir." 

Y entonces, le hablaste de tu padre. 

Los ojos de la mujer se estrecharon conforme hablabas, para poco a poco abrirse como de sorpresa "....parche en el ojo izquierdo..." murmuró, ladeando la cabeza pensativa. Instantes después, sonrió ladinamente. Como cuando un gato sabe que tiene a un ratón atrapado. O como cuando una mujer sabe algo que un hombre no sabe, y que a éste le causa desazón no saber, porque sabe perfectamente que es algo sobre él. 

Se acercó a ti con la confianza plasmada en su rostro, en sus ademanes, en toda ella...."Quizás.....quizás sepa algo, mi buen Groland. Pero.....el conocimiento implica sacrificios, y Freya estaría contenta si sus plegarias son escuchadas.....¿comprendes, mi hermoso y fuerte guerrero? Te propongo un trato. Te diré lo que sé, a cambio de que cumplas la misión que te he encomendado. Por suerte, Freya siempre encuentra un camino para que lo correcto sea hecho, y en ésta ocasión, tampoco ha dudado en mostrarme el camino.". Su sonrisa, junto a una de sus cejas levantadas en un claro gesto de diversión y triunfo, era claramente la de una persona feliz, sabedora de que te tiene atrapada hasta los huesos en ése mismo instante. 

Mientras estabais en la parte delantera del templo, con el sol asomándose tímidamente por entre las nubes, te diste cuenta que tu estómago comenzaba a rugir con impaciencia, y que ya había pasado hacía rato la hora de mediodía. La gente a vuestro alrededor parecía darse prisa en volver a casa...

Al igual que la noche anterior, cuando Shandrill le había reprochado su reacción infantil al comportamiento de la diosa, el guerrero recibió la reprimenda de la sacerdotisa con cierta indignación. “¡Me trata como a un crío!”, pensó un abochornado Groland. Esta indignación, sin embargo, pronto se convirtió en vergüenza cuando la hembra le expuso sus (razonables) motivos. “¿Por qué no nos habló así anoche? ¿Cómo espera que yo convenza a los demás?”

El cormyriense abandonó esta línea de pensamiento cuando la sacerdotisa le dijo que en efecto tenía alguna información sobre su búsqueda. "¡La primera pista en meses!" Pero su sorpresa y su alegría no tardaron en agriarse, sin embargo, al escuchar que sólo obtendría la información a cambio de librarse del monstruo. Aquello fue un duro mazazo para el joven, que interpretó el ardid de la clériga como un gesto de mezquindad: no sólo era que Shandrill quisiera aprovecharse de su posición para forzar a Groland (ya convencido de la necesidad de investigar el castillo) a aceptar la misión, ¡sino que de hecho le exigía el trabajo hecho (en lugar de, por ejemplo, el juramento de hacerlo) antes de liberar la información! "Los poderosos son todos iguales", se maldijo. "Nadie da nada por nada." Sólo después entendería que la clériga lo había hecho por su pueblo.

—Muy bien —dijo casi hoscamente, mucho más arisco que unos minutos antes—. Tenemos un acuerdo: mi palabra de que os liberaré del monstruo por la vuestra de que me diréis lo que sabéis. —Groland se levantó de la bancada y se alejó un paso antes de inclinarse hacia la elfa.— Pero no podré hacerlo solo y no os prometo que los demás accedan acompañarme.

Groland comenzó a despedirse, pero entonces se dio cuenta de que había venido con la idea de pedir una cosa más: quería pedirle a Shandrill que le guardase su libro de oraciones y su blasón familiar, para que no se perdieran con él o por accidente (como casi había ocurrido en la catacumba del castillo), y que se las enviase a su madre y a su hermana si caía. No había traído las reliquias con él, pero las traería antes de partir.

Fue entonces cuando cayó en lo tarde que era. "Ya ha habido suficiente cháchara por aquí." Breve pero educadamente (aunque menos que al llegar), Groland se despidió.

[No era tarde todavía para llegar a su cita con los demás en La Cocatriz, pero, si no se iba ya, no le daría tiempo a visitar el pequeño camposanto del templo y presentarle a Greinh sus respetos. Le dijo que lamentaba su muerte y no haberle podido tratar más. Le deseó una feliz eternidad, aunque no dudaba que la tendría. Le dijo también que, si veía a su abuelo, le saludase de su parte. "Aunque no sé cómo de grande es aquello..." Y, por último, le pidió que, si había conocido ya a algún dios benévolo, le hablara bien de él y de los demás. "Algo de ayuda divina nunca viene mal." Cuando ya casi era hora de comer, Groland se dirigió a la posada.]*

"Así sea" contestó la Elfa. "Que Freya te acompañe, buen Groland." escuchaste, mientras te alejabas hacia la parte del camposanto.

Tras presentar tus respetos ante Greinh y dejar tu alma en paz, sobretodo tras la revelación de la sacerdotisa de que sabía algo sobre tu padre, regresaste a la Cocatriz Borracha, donde suponías que el resto, si no estarían ya, no tardarían mucho en aparecer.

Por el camino, apenas viste varios aldeanos que se apresuraban a sus casas, al parecer con tanta prisa como tú en llenar el estómago. Un par te saludaron al pasar, medio-sonrientes, pero la mayoría te ignoraron...al parecer, la alegría inicial había pasado y la gente volvía a sus preocupaciones, o esa es la impresión que te dio.

Antes de cenar, después de intentar comprar pociones y con la descripción en mi cabeza de la chica que se fue voy a rezar a Freya para que me ilumine en mi próxima misión para volver mas tranquilo el pueblo y que sus habitantes puedan vivir mejor. entro en el templo y poniéndome delante de la imagen me arrodillo, rezo, pienso y hablo con mi Diosa. después de un rato y si nadie me interrumpe me levantare e iré a cenar.