Partida Rol por web

Os adentráis por la puerta que había en aquel dormitorio para acceder a otro muy similar al anterior. En este caso había dos nuevas puertas, una que continuaba de frente y otra que giraba hacia la derecha.

Salvo por esa excepción la sala era prácticamente idéntica a la anterior. Sin duda esta era la zona donde aquellas criaturas descansaban.

Me puse a registrar esa habitación. No tenía ganas de ver si las puertas tenían algún tipo de trampa.

Una se equivoca una vez y todos son malas miradas. Da igual la de veces que he abierto sin problema.

Sharmel vio como Lylyth ignoraba la puerta y se dedicaba a registrar la habitacion asi que se arremangó la túnica y se puso ella misma a examinar la cerradura y la puerta del frente y luego la de la derecha.

"Wulfen, olfatea esas dos puertas.... Avisanos si hay algo!" dice Baern en susurros caminando un poco mas hacia adelante, sabiendo que antes sintió algo.

 El lobo obediente se pone a hacer un rastreo exhaustivo en las dos puertas....

Sharmel espera a ver la reaccion del lobo ante la unica puerta cerrada, la mas prometedora. Si ve que el lobo no reacciona, se pone a intentar abrirla.

No he encontrado rastros de trampas en ninguna de las puertas. Voy a intentar abrirlas pero creo que en esto Lylyth lo hara mejor que yo seguro.

Y luego me atacáis porque me haya equivocado. Si, claro.

Sharmel se encogio de hombros. Si lo que queria Lylyth era una disculpa se iba a quedar con las ganas.

-Bueno, esta cerradura se me resiste. Empecemos por la otra puerta -dijo la gnoma.

Sharmel se dirige a la puerta de la derecha y la abre lentamente, tratando de que no haga ruido. Despues asoma la cabeza para atisbar el interior.

Torpe pensé "Esta cerradura se me resiste" Si es que va de lista y no sabe. Me acerqué hasta la puerta y me agaché a mirar la cerradura antes de empezar a intentar abrirla.

 Tras ver que el lobo se esforzaba demasiado, Baern sintió la necesidad de saber si podria sentir alguna presencia cercana "Los kobold son criaturas muy astutas y sigilosas podrian estar tendiendonos trampas con tantas puertas!"

Tanta vuelta y charla estaba poniendo muy impaciente a Udgren.

Empezo a caminar de un grupo hacia el otro mirando por arriba de sus compañeros lo que hacian, y rezongando por lo bajo.

Cuando por fin alguien se decide a abrir una puerta se acerca irritada, pero con la perspectiva de por fin dejar de aburrirse se pone detrás de la gnoma, casi empujándola.

Troy aguardó impacientemente a que alguna de aquellas inútiles pudiera abrir una simple puerta.

Shamel dio por imposible aquella puerta y Lylith fue detrás a intentarlo. Mientras estaba urgando en la cerradura con sus ganzúas pudo notar como la puerta se abría. A juzgar por sus sensaciones no creía haber tocado nada, todavía, que la hiciera abrirse. Y estaba en lo cierto, la puerta no la había abierto la chica. Alguien la acababa de abrir desde el otro lado.

Un kobold vestido con ropajes religiosos y con una llave en la mano se asomaba por la otra puerta. Cuando os vio dio un respingo un tanto asustado. Junto a él había otro kobold, éste estaba vestido de forma habitual entre esas criaturas.

Mientras tanto Shamel había abierto la otra puerta de la sala, allí tan solo se podía ver una mesa con cuatro sillas caídas en el suelo y restos de pequeños huesos encima de ella. Un par de kobolds muertos estaban allí tirados. Aquel lugar hacía que pudierais avanzar por tres nuevos pasillos, de frente, a la derecha o a la izquierda. Pero ahora era más importante enfrentarse a la criatura que acaba de salir de la puerta que había estado tratando de abrir Lylith.

-Ocupaos del bien vestido! El otro nos hará de guía!

Y Sharmel se preparó para lanzar uno de sus conjuros favoritos: "hechizar persona". Repasó mentalmente los pases mágicos y las palabras arcanas mientras elegía las palabras con las que convencería a la criatura.

Mierda pensé al ver a los dos kobolds que abrieron la puerta. Si me quedaba allí, me llevaría los golpes, y no estaba en mi mejor momento físico. Así que fui hacia atrás y me situé lejos, cargando la ballesta.